Material: HÉROES CIVILES DEL PARAGUAY
PRÓLOGO
LA POESÍA DE CARMEN SOLER
Carmen Soler se la encuentra rara vez en los textos de historia o de crítica literarias. Por varios motivos. En primer lugar, por el hecho de haber luchado toda su vida contra una de las dictaduras más largas y crueles de nuestra América, la del general Stroessner (1954-1989) desde claras posiciones ideológicas revolucionarias. Sufrió, así, cárcel, tortura, destierro. Naturalmente la difusión de sus creaciones poéticas, fuertemente ligadas a su experiencia de vida y a su militancia, fueron bloqueadas por el aparato represivo del dictador fascistoide.
Las dictaduras abominan de cualquier expresión crítica, de toda oposición, de toda propuesta de cambio hacia una sociedad más justa. Y persiguió con saña feroz, especialmente, al Partido Comunista y sus militantes.
Si en el orden político y social la dictadura le hizo pagar un alto precio por haberse enfrentado a ella, los aparatos de estado hicieron el resto en cuanto a su expresión poética. Las poesías de Carmen Soler, comunista, no podían publicarse en su patria, donde eran prácticamente desconocidas.
De una forma más sutil, amparada en el manto del esteticismo y la pedantería académica, sus producciones resultaban impotables para el sistema cultural dominado por los intereses de la clase dominante. Se las veía lastradas por una temática que olía a pueblo, a sudor, a rebelión, a anhelos de justicia y libertad. Desde este punto de vista, eso no era poesía.
Fuera del Paraguay, Carmen Soler tuvo un poco más de audiencia. No lo suficiente, a la luz de una nueva mirada crítica. No fue acogida por las grandes editoriales, ni siquiera por aquellas vinculadas a su propia línea política. Ella misma, Carmen, no parece haberse molestado en llamar a las puertas de las empresas y los organismos que acogen y propician la producción literaria. Sus libros principales aparecieron sólo después de su muerte, gracias al empeño de familiares y amigos.
LA POESÍA COMO ARMA DE LIBERACIÓN
Los textos poéticos de Carmen Soler no nacieron en gabinetes cerrados a luz de la vida sino en las trincheras de la lucha revolucionaria. No quiero decir que su práctica haya estado ajena a un ámbito de valores más altos que las que inficionan los panfletos habituales, sea en el campo de la literatura, sea en la vida cultural.
Para entender la especial dimensión que adquieren ante una mirada de más largo alcance, tal vez haya que soslayar la reducción de sus creaciones al ámbito de la poesía social o política. Pero tampoco se la ha de despojar de esa vertebración revolucionaria que la convierte en una figura capital de la poesía paraguaya. Su temática es amplia y caben en ella expresiones ligadas profundamente a su pasión por el pueblo.
En esta poesía de amplio espectro temático, expresivo y semántico, se da, más allá o más acá de los textos de denuncia y combate, un hondo temple anímico, en poemas de amor, de solidaridad y compasión humana.
Una investigación más detenida de su contenido y de sus rasgos expresivos, debería contar con precisiones que por falta de datos fidedignos sobre su proceso genético hoy no podemos todavía asumir. Sin embargo, cabe esperar que este primer intento de recuperar y reunir la mayor parte de su producción poética tenga continuidad en trabajos de más largo aliento.
Entretanto, se puede afirmar que el presente volumen nos pone en presencia de una poesía cada vez más insoslayable y que en sus mejores momentos alcanza esa plenitud expresiva que sólo se da en los grandes poetas.
MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
EN LA TEMPESTAD
A Miguel Ángel Soler
por su heróica vida al servicio
del pueblo paraguayo.
Detenido-desaparecido
en Asunción
por la dictadura fascista de Stroessner;
desde el 30 de noviembre de 1975.
ASUNCIÓN
Mi ciudad es de arena y viento espeso
con pedazos de luna en las esquinas,
medallones de sombra en los jardines
y un aire de terror sobre los techos.
Nadie acudirá por más que grites.
Nadie responderá por más que llames.
Ha levantado muros de silencio
que ahogan las palabras en el aire.
Mi ciudad es de calles infinitas
y de ella no saldrás por más que andes.
El temible Taú-taú* de fuego fatuo
te hará perder el rumbo si es que partes;
te transformará en fantasma inquieto,
te hará vagar por patios y zaguanes,
te enredará en las cuerdas de arpas indias
y en idioma dulce de panales.
Mi ciudad te habrá envuelto en sus encajes
como el hilo y la espuma de una araña**
y querrás reaccionar y será tarde.
Serás un preso más entre sus presos
o la sombra gris que se deshace
en el río profundo que la abraza.
Pero como es de arena y viento espeso
habrá volado entera en la mañana.
* Taú-taú: pájaro de fuego que engaña a los hombres en el bosque,
haciendo que siga caminos falsos.
** Ñandutí: encaje que parece lo que su nombre indica:
nido de araña.
RÍO PARAGUAY
A Antonio Maidana*,
resumen de lo que es pueblo y patria.
Ancho y poderoso padre nuestro
que fluye majestuoso por su cauce.
Río de las Coronas agoreras
que bajan de los altos manantiales.
Columna vertebral de nuestra tierra
camino de luz serpenteante;
memoria azul que vino con la vida
desde la oscura selva hasta los valles.
Habla de un Dios antiguo suplantado
por el dios extranjero que robara
las vidas, las ofrendas, y hasta el nombre
que dejó confundido en la palabra.
Conoce el dolor acumulado
en siglos de opresiones y violencias
y sabe que arrastramos como un fardo
historia de grandezas y miserias.
Sabe que no vimos la cosecha
aunque la siembra fue bien prolongada.
Y el miedo que solo broten huesos
porque esa siembra ha sido la más larga.
Conoce las costumbres que tenemos
de siempre, de parecer de piedra,
de contar las heridas en silencio
y de pronto estallar como tormentas.
Sabe cuánto amor quedó enterrado
cuánto odio suelto, y nos muestra
su curso poblado de cadáveres
que año tras año se acrecientan.
Habla de cada crimen cometido,
conoce al asesino y sus secuaces;
ha visto a los hijos mutilados
y a las madres dolientes y leales.
Sabe que la lucha es prolongada,
que requiere sacrificio y riesgo.
Que no basta una chispa volandera
para el fuego que tiene que encendernos.
Conoce la tierra que abonamos
aunque roben sudores y trabajo.
Conoce la siembra clandestina
y cómo cuida el pueblo cada grano
para avanzar camino hacia el futuro
para buscar la luz y aprehenderla
porque debe llegar, porque no somos
esta trágica noche que nos puebla.
Por eso nos repite nuestra historia
la vida de los héroes calumniados
ejemplos de honradez y patriotismo
que vienen con su fuerza y su milagro.
Y extendidos los brazos fraternales
nos enseña con su ejemplo claro,
a unir todas las aguas en un cauce,
a ver en cada pueblo a nuestro hermano.
Es un río de vida nuestro río;
convoca y llama con su eterno avance.
Guía tenaz de tiempos venideros
va empujando la vida hacia adelante.
*20 años en las prisiones de Stroessner.
Detenido desaparecido en Buenos Aires
desde el 27 de agosto de 1980.
ALGUIEN CANTA
A Obdulio Barthe
Bajo los cielos ásperos
sobre la tierra violenta
alguien canta.
Allí donde jamás avisa el día
ni existe un atisbo de los ruiseñores,
alguien canta.
Allí donde el silencio
se rompe solo a gritos
y las palabras de amor
se dicen en secreto,
alguien canta.
Allí donde los hombres están desnudos
y amarrados a los cepos,
alguien canta.
Frente al pelotón de los fusilamientos,
alguien canta.
¡Escucha!
¡Levántate!
Alguien canta.
NDE REJHE JHÄSË
A Lilí, ejemplar esposa y madre.
A sus veinte años de fidelidad y espera a su esposo,
Ananías Maidana *,
que tanto la amó.
Guaimingüe, guaimingüe
nde rejhe jhäsë.
Cuarajhî oikéro
rejehndú i tasë.
Cuarajhî osëro
o kiririetë.
Îvipora ári
jha ore ruguîre
oguata i tasë.
Guaimingüe, guaimingüe
cuña paraguay jha'e.
Lilí:
nde retä jhe jhe'i:
Che rîvî jhäsë
nde rejhe.
* Ananías Maidana Palacios estuvo 20 años
en los calabozos de Stroessner.
MITA ANGÜE
(Traducción al Guarani
del poema de Nazim Hikmet:
"La niña muerta".)
Che la nde rökéme o mbotáva:
magma umi ökéme che a mbota.
Pëë ndi katui pe che rechá,
ndi katüigui ya jhecha mitä angue.
Jheta árama o yapo a mano jhague
amoite, Hiroshima jhe'ijhápe
Jha upe guive péicha nte aiko
ndi katúigui o kakuaa mitä angue.
Iñepïru jhápe jhendïpa che akärangue,
jha upei okái che po jha che resa.
Oiko anga che jhegui pe tanimbú,
che rïguï katu ïvïtúre o yejhe'a!
Mba'evete chéve guärä nda yeruréi,
ndi katuvéima avave che mbo vi'a:
mitami jhendï vaekue umi kuatiäicha
nide katuvéima anga jho'u mba'e jhe'e.
Che a mbota j ha a mbota okë magma:
termínte kuatiáre ayerure!
Mita kuera ïvï ári oiko jhaguä,
i katupa jho umi anga majhe'e!
LA NIÑA MUERTA
De Nazim Hikmet.
Yo soy quien a tu puerta golpea,
a todas las puertas golpeo
pero no podéis verme:
No se puede ver a una niña muerta.
Hace mucho tiempo que desaparecí
allá, en la ciudad de Hiroshima.
Y desde entonces tengo siete años:
los niños muertos no crecen.
Al comienzo se incendiaron mis cabellos
y mis manos y mis ojos después.
Me convertí en cenizas y mi sangre
se mezcló con el viento.
Nada pido para mí ¡nada!
Ya nadie puede alegrarme.
¡Una niña encendida como papel
no puede comer bombones!
Yo golpeo y golpeo a tu puerta,
a todas las puertas golpeo:
¡dadme una firma!
para que los niòos sobre la tierra
puedan vivir
¡y comer bombones!
CONDENADAS
A todas las mujeres
que pasaron por este calabozo
Recuerdo a Berta Singerman*
diciendo aquellos versos:
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
Están pasando ahora
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
Como una marcha fúnebre
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
ahucando la voz imito a Berta
y recito en voz alta
que lo oigan:
¡Botas! ¡Botas! ¡Botas!
El oficial grita
los guardias se apresuran
y yo sonrío
porque sé perfectamente
que éstas
acabarán como las otras.
*Berta Singerman, admirable y personalísima recitadora argentina,
que durante la Segunda Guerra Mundial
dio innumerables recitales de poesía antifascista.
SALA DE TORTURAS
A Esther Ballestrino,
detenida-desaparecida
Allí están sin amarras
los barcos infinitos.
Es un viaje extraño
en ese mar de gritos
espeso y sofocante
girando como ruedas
de un molinete brujo
en ese horror kafkiano
en ese absurdo obtuso.
Después llega el silencio.
Un silencio que plancha
el alma contra el piso.
Que allí todo es silencio
cuando todo no es grito.
VIDA CLANDESTINA
A Rosa, a Isabel, a María
(Asunción)
Pierdes el color
cambias el rostro
la manera de ser
y de portarte.
Te observas y eres otra
a tal punto
que un día te preguntas:
y yo,
¿cómo era antes?
SIN LÍMITES
El cinismo no tiene límites.
Te apresan, te golpean,
te aíslan en mazmorras de castigo
con ratas, cucarachas
y otras porquerías
y encima se quejan
porque gritas.
EL VERDUGO
Pintado por CARMEN SOLER
LA ALONDRA HERIDA
... si estoy llena de luces
que se escapan cantando
si estoy llena de voces
que cantan en el viento.
Ilusos!
Si aún sobre mi tumba
oirán la campana
tocando a rebato
por la libertad!
LA ALONDRA HERIDA
Yo no puedo cantarte, hijo de mi tierra.
Mi voz, entrelazada a tu corona de espinas
sólo puede sangrar por tus heridas.
Yo no puedo cantarle a tu miseria,
a tu debilidad de anquilostomas,
al vacío de tu hambre acostumbrada.
Yo no puedo cantarle a tus cadenas,
al yugo que doblega tus espaldas,
al catre pelado bajo el techo que llueve
su importancia de paja.
Yo no puedo cantarte y no te canto.
Que cante para ti la alondra ciega,
en su artística jaula emparedada,
su estupidez de flores perfumadas,
amores, besos, aguas cristalinas.
Que te hable el arroyo que murmura,
de la fuente que baja cantarina,
del jazmín que perfuma nuestras calles
en las noches de luna.
Que te cante la alondra ciega, yo veo
tu destino de hospital sin vendas:
yo soy la alondra herida.
Yo no puedo cantarte y no te canto.
Yo grito en tu voz de rebeldía,
yo golpeo en tu puño libertario.
Soy ladrillo en tu pecho amurallado,
destello en tu mirada taladrante,
palabra, en tu mensaje solidario.
Soy fibra de tu carne en el trabajo,
soy llama en la antorcha que levanta
el arco de triunfo de tu brazo.
Yo ansío con tus ansias postergadas:
hoy no puedo cantarte, te cantaré mañana
cuando pueda tu voz cantar conmigo
¡la dicha de la patria liberada!
1953
PALABRAS
Tomo palabras y ejerzo
el noble oficio
de los parteros y los enterradores.
Las palabras dan a luz
lo que nace;
y entierran lo que muere.
Bajo los poemas inservibles
pondremos epitafios:
aquí yacen
bajo millones de palabras
los que intentaron matar la poesía.
Aquí yacen.
Bajo millones de verdades.
ALGO QUEDA
Algo queda, algo va
quedando en la tormenta,
siempre.
Y yo me encontré con
esto entre las manos,
ni sé cómo.
Tal vez sirva para
avivar el fuego
y que ardan las hogueras
¡hasta que salga el sol!
EXILIO
Estoy llena de culpas
y tengo que decirlas,
pero antes necesito
verte el corazón en los oídos
porque hablo con el mío
entre los dientes.
Me siento culpable de estar viva,
de reír y cantar,
de comer con apetito,
de tener abrigo, casa
y calles para andar
y amigos
con quienes hablar a veces tonterías.
Me siento culpable de estar sana,
de que me guste la vida y su alegría,
de escribir, recordar y hacer poesía.
No tengo otra forma de luchar
y eso
también es culpa mía.
LA PATRIA
LUNA SALVAJE
A Herib Campos Cervera,
el que abrió caminos
a la poesía del Paraguay.
Mi patria tiene
una luna salvaje
pálida y trágica.
Siempre vestida de novia
y sin marido.
Siempre manchada de sangre
y sin marido.
Siempre enterrando a sus hijos
y sin marido.
Pálida y trágica luna
salvaje y bella
como mi patria.
VERGÜENZA AJENA
El guaimingüé se lamenta
posado en un poste seco.
Y se ha vestido de luto
hasta el celeste del viento.
La tierra no está mirando
llena de pena y vergüenza:
siente la vergüenza propia
y más la vergüenza ajena.
El guaimingüé se lamenta
con toda su pena abierta
de un Paraguay en cadenas!
SANGRE CAUTIVA
Sangre india, sangre india hay en mi pueblo
¡Arde!
En el quebracho herido de las selvas
¡Sufre!
En el invierno verde del minero
¡Gime!
En la boca de las quejas sofocadas
¡Hierve!
Ha mordido las entrañas de la tierra
¡Sube!
Masticando lentamente sus cadenas
¡Ruge!
Impulsando la vida que amanece
¡Grita!
Su derecho sagrado de ser sangre
¡Libre!
Sangre india, sangre de mi pueblo ¡Lucha!
MI PATRIA
Paraguay
tantos años amándote
se me hizo costumbre.
Eres tenaz en mí
como el empuje
del brote en primavera
que está siempre latente
debajo del invierno
hasta que llega el tiempo
que inexorablemente llega
alguna vez.
QUÉ EXTRAÑO
Lo extraño es que a mí misma
no pueda regresar
si no partí -Patria-
aunque te alejaron de mí.
Pero qué extraño
que a mí misma
no pueda regresar
si no me fui
Paraguay:
siempre estuve ahí,
abrazándote.
EL AMOR
ESPEJISMO
Te pensé
y exististe
Y como quise fuiste
perfecto,
amplio,
pleno.
Y lo supiste
y aceptaste
brillar
-como la luna-
con luz ajena.
Y fuiste mi reflejo,
y mi deseo fuiste
y mi espejo.
Hasta que al fin
un día
me olvidé de pensarte
y desapareciste.
Eso es todo.
¡ESPERA!
No me arrastres, tiempo. Déjame
en un rincón olvidada.
No me hieras así, traspasándome
deja que duerma tranquila
una noche, una vez siquiera
sabiendo que no me estás robando
a pedazos los sueños.
No prives al perfume
de la flor que lo sustenta.
Si le gastas al violín, tiempo, las cuerdas
se romperán cuando la música
quiera vibrar en ellas.
Tarde supe que podía
como una flor
abrirme hacia la vida
y aún no he florecido
Tiempo -por favor- espera!
AMO
Me dirán: ¿cómo te atreves?
Y diré: me atrevo a todo, amo.
Me dirán: con qué derecho?
Y diré: con todos los derechos, amo.
Me digo; sufrirás.
Y me respondo: ya lo sé no importa, amo.
1956
PEQUEÑA CANCIÓN DE AMOR
Eres tú el que yo amo
al que esperar no supe
al que ignoraba.
El que prendió ternura a mis cabellos
con dedos que temblaban.
El que con mano leve asió mi mano
y le dejó una estrella enamorada.
El que como un río me rodea
se aleja y vuelve siempre
como ola empecinada.
Eres tú. El que yo amo.
TU AMOR ES POESÍA
Dijiste: la fugitiva luz de tus cabellos
se refugió en la almohada
y al acercar mis manos
se me volvieron agua
seda de agua.
Sentí mi cuerpo mar y tú sobre la playa.
Dijiste; no tiendas más
la musical cascada
te quiero así vestida
de silencio y de nada.
Te quiero así sedosa
así desamparada.
Dijiste. Porque me amabas.
SOY HERMOSA EN TI
Yo soy hermosa en ti.
Tú me das hermosura
llenándome las luces la
mirada y el alma de ternura.
En ti soy musical,
tú me das armonía
y me desato y canto
como el mar.
Yo soy hermosa en ti.
En ti soy musical.
Quiéreme siempre así.
LA CÁRCEL
EL TORTURADOR
A los que sabemos.
De tanto burlar la muerte,
tenía la sangre negra.
De tanto burlar el día,
tenía el alma negra.
De tanto burlar al pueblo
tenía la vida negra.
Simplemente
lo mataron.
En el lugar encontraron
solamente un pozo negro.
No hubo quién preguntara.
EL DELATOR
Como a un grito roto desde adentro
te tiraron al patio.
Temí que allí quedaras
descuajeringado.
Un sol recién nacido
no quiso ensuciarse:
se negó a entrar
ancló en la calle
y se quedó temblando
en cualquier charco
más limpio que tu cara.
Pensé que te dejarían
allí para semilla
de pudrideros.
¡Pero no! Te liberaron.
Ni la suela de la historia
más sucia
quiso recoger tu nombre.
Ni como papel picado
van a rejuntarte
desgraciado.
¡Abriste la boca
y te tragaste la vergüenza!
IVAGA PURAJHEI
Pejhendú, pejhendú
oguajhéma amandáu karambú!
Oúva toú,
ojhóva tojhó.
¡Opîtáva to ñoräirö!
¡Pejhendú, pejhendú,
oguajhéma amandáu karambú!
Mboriajhú rî'ái
yatebú oipîté.
¡Epu´a e yuka!
¡Pejhendú, pejhendú
oguajhéma amandáu karambú!
Isapî ogueyî
jha o re korasö
¡mbarete jhokî!
¡Pejhendú, pejhendú
oguajhéma amandáu karambú!
Abati soká
ouipi-ogueyï
¡angu'a oyoka!
¡Pejhendú, pejhendú
oguajhéma amandáu karambú!
Oúva toú,
ojhóva, tojhó.
¡Opîtáva toñoräirö!
¡Opîtáva toñoräirö!
¡Pejhendú, pejhendú
oguajhéma amandáu karambú!
Asunción-Calabozo de castigo, Febrero 1968.
CALABOZO DE CASTIGO
A mi hermano Miguel Ángel.
A todos mis hermanos y hermanas del
mundo aún oprimido.
Uniformes, metralletas,
patio, pasillos estrechos,
puerta de hierro maciza,
cerrojo y candados negros.
Una boca que se abre
dos metros por metro y medio;
pisos, techos y paredes
desnudos como el desierto.
Panteones para vivos
donde se arrastran espectros
que de humano solo tienen
la forma del esqueleto.
¡Si hasta los muros parecen
más vivos y menos secos!
No existen sobre la tierra
socavones más espesos
ni tiempo que así se arrastre
por minuteros tan quietos.
Ni puede existir tampoco
un espacio tan pequeño
que oculte tantos dolores,
que guarde tantos secretos.
Los corredores acechan
con miradores histéricos
acechanzas que se palpan
como grilletes de hielo.
Cinco radiotransistores
atruenan el aire quieto;
que no se escuchen los gritos
en la noche del tormento.
Potros de grupas oscuras
arrancan chispas al viento,
pero vuelven abatidos,
desmadejados los belfos.
¡O está muy lejos la tierra,
o está muy lejos el cielo!
No sé si ustedes conocen
lo que entonces siente un preso;
esa escalada de frío
del espinazo hasta el pelo,
ese temblor que se cuela
por las hendijas del miedo
y el espolón del coraje
mellándose de despecho
impotente y amarrado
crucificado en un cepo.
Ese dolor tan antiguo
que nunca tuvo remedio,
de animal acorralado
forcejeando prisionero
a merced de quienes usan
la crueldad como derecho.
¡Y sentir el alma llena
de un odio que raspa adentro!
Aparecen, como ratas
del albañal del infierno
frente al hombre que no tiene
más arma que su silencio.
Culpable de ser un hombre.
Culpable de no estar muerto.
- ¡De caras a la pared!
(¡A ver si miran el cielo!)
- ¡Manos sobre la cabeza!
(¡No sea que empuñen viento!)
Y el hombre que está desnudo
sin afeite y sin espejo,
desnudo frente a sí mismo
solo con su entendimiento
sin conocer los repliegues
de todos sus recovecos
camina sobre las brasas
erguido sobre su miedo.
La picana va buscando
lo más sensible del cuerpo.
Una horda de alacranes
clava aguijones eléctricos.
Se retuerce, baila, salta
un monigote grotesco.
Una garganta de perros
desgarra gritos violentos
y una lengua azul se enrosca
sobre su propio silencio.
Sumergen en la pileta
de agua con excrementos.
Se ahoga, se va, se afloja,
lucha, vuelve, aspira el cielo,
forcejea, se abandona
sin barreras en el cuerpo.
Extrañas flores de luces
estallan en el cerebro.
El torturador "trabaja"
los puntos para su ascenso.
Los potros de ancas oscuras
tiritan como en invierno.
No sé si ustedes conocen
ese tiempo de los presos
cuando se vuelve a la vida
nadando en el propio sueño
sobre un cuerpo que parece
que fuera y no fuera el nuestro;
alejándose y volviendo
por corredores secretos
hasta encontrar un hilito
que nos sujete en el suelo.
¡Y ese orgullo limpio y sano
que va dilatando el pecho!
Es que el hombre sabe entonces
que ha llegado su momento.
Ya conoce su medida,
pesa y valora defectos
se eleva sobre sí mismo,
afirma su pensamiento.
Que morir no es el problema
y sí vivir con acierto;
centinela de consignas
vigía de nuevos tiempos.
Calabozo de castigo,
dos metros por metro y medio.
¡Un espacio tan pequeño
con un sol rojo en el centro!
* Miguel Ángel Soler
detenido-desaparecido en
Asunción-Noviembre de 1975
LA LUCHA
AL PINCEL SOBRE EL MURO
a Olga Blinder
Hay un pincel que canta sobre el muro,
con nuevo ritmo, viejas realidades.
Trae al presente antiguas claridades,
realza en sombras un presente oscuro.
Pero es pincel con nombre de futuro
y cuanto roza en vida se transforma.
Por dar forma a una idea se deforma
en grandes ojos, en inmensos puños.
Es un pincel de antiguo y nuevo cuño,
es el pincel de siempre, el verdadero,
que en cada tiempo encuentra su madero
a la vez atrevido y oportuno.
Es un pincel valiente, un pincel puro
que a falsa caridad no se rebaja,
pinta verdades, por la verdad trabaja
sereno el pulso, el corazón seguro.
Es un pincel sincero y yo procuro
decir lo que su fibra anhela y siente:
tener siempre esa mano y esa frente
que lo lleven cantando sobre el muro.
1955
TONADA CON NOMBRE
Esta es la tierra de Juan
del Juan que no tiene tierra.
Este Juan es Juan-sin-tierra
y por eso es Juan-sin-pan.
Esta es la tierra de Juan,
a quien robaron su tierra.
¡Pedila Juan!
¡Tomala Juan!
¡Pegales Juan!
¡Y luego sembrá tu tierra
y luego amasá tu pan!
Esta es la tierra de Juan,
del Juan que tendrá su tierra.
Este Juan será Juan-tierra
y para todos, Juan-pan.
POEMAS INÉDITOS
NOCHE LARGA
Mi ciudad es de arena y viento espeso
con pedazos de luna en las esquinas,
medallones de sombra en los jardines
y un aire de terror sobre los techos.
Nadie acudirá por más que grites.
Nadie responderá por más que llames.
Ha levantado muros de silencio
que ahogan las palabras en el aire.
Mi ciudad es de calles infinitas
y de ella no saldrás por más que andes.
El temible Taú-Taú* de fuego fatuo
te hará perder el rumbo si es que partes;
te transformará en fantasma inquieto,
te hará vagar por patios y zaguanes,
te enredará en las cuerdas de arpas indias
y en in idioma dulce de panales.
Mi ciudad te habrá envuelto en sus encajes
como el hilo y la espuma de una araña.**
y querrás reaccionar y será tarde.
Serás un preso más entre sus presos
o la sombra azul que viborea
en el río profundo que la abraza.
Pero como es de arena y viento espeso
habrá volado entera en el mañana.
*Taú-Taú: ave de fuego que hace perder el rumbo a quien se entierra en la selva
**Referencia al encaje de ñandutí que significa "nido de raña"
SOBRE LA POESIA DE CARMEN SOLER
Últimamente ha surgido entre los nuevos la vigorosa personalidad de Carmen Soler Ubicada en la línea social y popular inaugurada por Julio Correa, Carmen Soler representa por primera vez en la poesía paraguaya la irrupción de la mujer como poeta de combate. En sus poemas breves pero intensos, casi todos ellos en el ritmo de romance, se combinan el acento popular con una rigurosa intuición poética, acaso bajo la influencia del cubano Nicolás Guillén, con quien se muestra emparentada espiritual e ideológicamente, más que formalmente.
AUGUSTO ROA BASTOS .
Revista Universidad, n° 44. Santa Fe: UNL, 1960.
**/**
Lamentablemente, conocí a Carmen Soler en forma personal pocos días antes de su muerte. Su poesía había llegado a mis manos tiempo atrás, a través de amigos comunes. Confieso que me sorprendió la dulzura que irradiaba su persona, la suavidad de sus gestos. Y digo que me sorprendió porque su poesía tiene una fuerza permanente, una constante potencia revolucionaria.
En oportunidad de nuestro encuentro, Carmen Soler me expresó su opinión de que estos poemas necesitaban una selección para su publicación y me solicitó que procediera a eliminar aquellos que considerara de inferior factura. Lamento no haber coincidido con su opinión. Pero sucede que esa poesía que ejerce Carmen es profundamente testimonial. Y aunque haya algún poema que no alcance la altura o el nivel general, es parte indivisible de una historia de luchas, sangre, dolor, desapariciones y la constante denuncia de un sistema que no es excepción en nuestra castigada Latinoamérica. Casi diría que, en algunos aspectos, nos hemos acostumbrado a un destino de sometimiento tal que está bordeando la total denigración de la condición humana.
Y también sucede que, de tanto en tanto, las señales de una liberación encienden luces en algún lugar de nuestro continente, tal como está sucediendo en Centroamérica. Es en nuestro lastimado Cono Sur donde el imperialismo ha puesto y pone más denuedo en sufocar los intentos de liberación. Y cada vez con mayor crueldad. El imperialismo sabe -y en esto no se equivoca -que la liberación en Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Perú, Chile y la Argentina seria el incendio de todo el continente y aún más.
Por dichas razones este libro de Carmen Soler debe ver la luz intacto y sin cortes. Porque se trata del testimonio más profundo sobre la crueldad de la represión del régimen imperante en el Paraguay. Pero, al mismo tiempo, pone en evidencia la heroica lucha de los militantes de ese noble pueblo. Poesía pujante, fuerte, comprometida hasta las raíces con la lucha, voz que canta desde el corazón del pueblo, lugar de donde parte sin lugar a dudas.
Y puesto que mucho más que lo que uno puede decir acerca de estos poemas, lo dicen los poemas mismos. Por eso estas palabras preliminares son únicamente un homenaje a la memoria de Carmen Soler, a su lucha, su coraje, su consecuencia. Un homenaje que, estoy seguro, comparten todos los militantes de Latinoamérica.
HAMLET LIMA QUINTANA.
Prólogo a EN LA TEMPESTAD.
Buenos Aires, diciembre de 1985.
PERDÓNENME
La ironía.
Perdónenme.
No es más que una angustia
sin otra salida.
De otra manera
no se sabe expresar.
Trata de hacerlo con humor
con un poco de ingenuo
y otro peo de amor.
Perdónenme.
No hay que tomarlo muy en serio
pero si analizarlo
y discutirlo sin temor.
INDICE
PRESENTACIÓN
PRÓLOGO - LA POESÍA DE CARMEN SOLER
EN LA TEMPESTAD
LA ALONDRA HERIDA
LA POESÍA
LA PATRIA
EL AMOR
LA CÁRCEL
LA LUCHA
VOCABULARIO
POEMAS INÉDITOS
APÉNDICE
LA CARTA
TESTIMONIOS
DIBUJO EL VERDUGO
POEMA MANUSCRITO
PERDÓNENME
FOTOGRAFÍA