LIBERTAD GANADA
Poesía de FRANCISCO RUFFINELLI
FRANCISCO RUFFINELLI (1891)
En cuanto queramos hablar de Francisco Ruffinelli, el poeta, acude a nuestra memoria aquello de: DE CASTA LE VIENE AL GALGO, SER RABILARGO, vale decir, basta que tenga por ascendientes a aquellos hijos de la lírica tierra, la "bella e inmortal Italia"; y, sabido es, que ese río de sangre, que corre por los canales de sus venas, le fue transferido por sus progenitores, que un día cualquiera del siglo pasado, formaron parte de una falange de familias italianas, que por designio del destino, o deseo de superación, o atraídas por el imán, que América ejercía sobre los países europeos, en aquella época resolvieron hacerse de una segunda patria, y partieron rumbo hacia el Nuevo Mundo, como se lo llamaba de otra manera a este Continente, fijando como meta de su sueño, a nuestro Villa Rica del Espíritu Santo. Y allí llegaron y se asentaron dichas familias; y, cada una y todas juntas, se entregaron a la tarea de forjar la grandeza de su segunda patria y el porvenir propio y de sus hijos, quienes luego llegaron a ser: científicos, literatos, políticos y militares de renombre.
Ahora bien, haciendo un poco de honor y justicia con nuestro recuerdo a estos hermanos en los quehaceres cotidianos de nuestra patria chica y guaireña, pasaremos lista a los componentes de aquella falange de laboriosos inmigrantes italianos, que nos dejaron, a través del tiempo, no solamente sus apellidos, sino también riquezas en bienes materiales y espirituales.
Ellos fueron los Ruffinelli, Decamilli, Rivelli, Casartelli, Riviezzi, Vachetta, Boggino, Vezzetti, De Filipi, Spezzini, Bellencier, Lobatto, Piciotta, Gallati, Caroni, Ciciolli, Demattei, Lombardi, Gam ba, Mastrazzi, Cresta, Montalbetti, Celano, Boltes, Paganetti, Sardi, Berni, Broggini, Galli, Levi, Sonetti, Bizzósero, Traversi, Ghessi, Verdechia. Pettirossi, Camperi, Bertolo, Lapparula, Filippo, Faraone. Pompa, Brambilla, Fiari, Skanata y Barbieri.
LIBERTAD GANADA
A la memoria de René Dávalos Inchausti
Himno y Elegía
Eras un florecer de la clásica Hélade
tus formas apolíneas, tu juventud ardiente,
tu mente conformada para el pensar selecto
y el corazón en llamas de ternura y amor.
Tan completo y humano semejabas un tronco vigoroso
del árbol centenario de nuestras selvas vírgenes,
un terrón fecundamente de la próvida tierra
que es lucha y entusiasmo del hombre insatisfecho.
Pero tenía algo de ignotas lejanías . . .
tus sentidos pletóricos marcaban lo infinito.
Poeta, qué anhelabas en tus meditaciones?
altiveces rebeldes, entreveros sangrientos
por destrozar los grillos repugnantes y sucios
que mancillan y ofenden la dignidad del hombre.
¿La sacra Libertad
o estrellas en naciente o un amor imposible
dentro de la impostura de nuestro convivir?
Cósmicas coordenadas impulsaron tu vida
cual dentro de los vórtices de recio vendaval,
y en una noche triste de conjuras letales
tu juventud trizóse en un lampo de luz
para hacerte más libre, más puro y arrogante
al penetrar las sombras del último misterio.
Asunción. Abril 21 de 1975.
Fuente:
EL PARMASO GUAIREÑO
Obra de ROMUALDO ALARCÓN MARTÍNEZ
Ediciones INTENTO.
Asunción – Paraguay
1987 (1ª edición – 407 páginas)
*****************
ENLACE A DOCUMENTO RELACIONADO:
ANTOLOGÍA DE LA
LITERATURA PARAGUAYA
Editorial El Lector,
Asunción-Paraguay 2004
Edición digital:
.
IMÁGENES DE NUESTRO HERMOSO PARAGUAY
Fotografía de FERNANDO ALLEN