INDAGACIONES
Poesías de ELINOR PUSCHKAREVICH
Edición digital: Alicante :
N. sobre edición original:
Edición digital basada en la de Asunción(Paraguay),
Intercontinental, 1996.
La inclinación profunda del hombre es la poesía y de ella salió la liturgia,
los salmos, y también el contenido de las religiones.
El poeta se atrevió con los fenómenos de la naturaleza y
en las primeras edades se tituló sacerdote para preservar su vocación.
De ahí que en la época moderna, el poeta, para defender su poesía,
tome la investidura que le dan la calle y las masas.
El poeta civil de hoy sigue siendo el del más antiguo sacerdocio.
Antes pactó con las tinieblas y ahora debe interpretar la luz.
Pablo Neruda
Retirada
Tu figura se alejó
en la pausada tarde.
La lluvia se entristecía
detrás de la ventana;
de su blanca transparencia
emergía un silencio
que colmaba la estancia.
Entonces recordé:
la suavidad de tu frente
en mi regazo
y el café que aromaba, envolviéndonos.
Se oscureció el horizonte
con tu partida,
reflejando en el cristal
tu figura engañosa
en mi lecho de plata.
(junio, 1994)
La partida
En el rostro de mi padre
se encendieron dos cuchillos;
sus manos sacudían un dolor
que se le enroscaba.
En la mirada extraviada
un horizonte sin lunas
y un crepitar contenido
comprimía sus entrañas.
Con insondable desgano
inició su despedida,
sobre el lecho de soledades
que envolvieron su historia.
(marzo, 1995)
Búsqueda
Escurro el universo de mi geografía
ondeo su orilla.
Me sumerjo en un círculo de espejo y algas
que desordenan su velada presencia
y se ausenta.
Un desconcierto multiplica mi rostro
en opalinos destellos.
En un intento indoloro
penetro su grieta
y un ondulado reflejo
me devuelve su faz íntegra,
indivisible.
(marzo, 1995)
Semilla
Ave germinal
te agrandas con el viento
te escondes entre las raíces
y sangras;
recoges un despojo de siembra,
lo entibias;
cubres el universo
de trinos, espora, capullo,
remueves el musgo de mi entraña
-savia que agita mi existencia-.
Con tu ala cubres el territorio
del árbol maduro.
(marzo, 1995)
Poema de amor
I
Estoy de vuelta de tanto ajetreo,
de tanto camino trunco.
Te imagino sentado
al amparo de un naranjo;
tu hueco tibio perfuma historias viejas;
tu perfil en mi vientre,
entre tus manos mi cabellera crujiente
y un manto invisible apartándonos
hacia ventanas luminosas
mientras se diluye mi esperanza
en la sábana de la noche.
II
Te volví a ver
con el corazón bordeándote los ojos;
una camelia incandescente en la mano
tu cauce azul tensado por la espera,
mi espacio retenido por el tiempo.
(marzo, 1995)
Tiempo inexorable
A Rubén Bareiro Saguier
Te acercas en un oxidado atardecer
atropellado, tenaz.
Avanzas como una enlutada marea.
Devoras mi tiempo,
apresuras el tañido de remotas campanas.
Agobias mi latido,
descascaras mi piel aún florida.
Pero déjame invernar en las estrellas.
(abril, 1995)
Inspiración
Mi apretado sueño
suavemente se desvela
y veo pasar las horas penetrando en este delirio
que se posó en mí.
No sé cuándo:
abrió espejos olvidados
y tinajas selladas
que de repente expulsaron
un fulgor de azahares.
Quién sino un viento enloquecido
que inducía a la revelación,
se atrevía invadir
esta calma violeta.
(abril, 1995)
Irrupción
A Lilian y Víctor Casartelli
Con la fuga de un violín tensado
se estremeció el firmamento.
Un retumbo de tambores
conmovió mi entraña
y círculos enardecidos
segaron las raíces blancas.
Voces extrañas me desvelaron
y una ola púrpura me encendió la piel
destapando el recinto de mi incensario.
(mayo, 1995 )
Soplo
|
|
|
Mi palabra descansa
|
|
|
|
|
en el aguado lecho de mi memoria
|
|
|
|
|
y desgasto el recuerdo
|
|
|
|
|
en la órbita de la noche.
|
|
|
|
|
Escamas de tristezas
|
|
|
|
|
se alejan en un alado bergantín
|
|
|
|
|
mientras un destello inquietante
|
|
|
|
|
se me instala y cuestiona;
|
|
|
|
|
ocre incisivo
|
|
|
|
|
de hielo y fuego
|
|
|
|
|
me derrite las venas
|
|
|
|
|
en un enredo interminable
|
|
|
|
|
de desgarro y goce.
|
|
|
|
marzo, 1996
La niña
|
|
|
Desde tu celeste transparencia
|
|
|
|
intentas atrapar un vuelo;
|
|
|
|
me miras ávida, indagadora;
|
|
|
|
esquivas al duende robador
|
|
|
|
o al ángel ritual de tus sueños.
|
|
|
|
Dibujas un globo colorido
|
|
|
|
para tejer una tímida historia
|
|
|
|
de dulces y de alguna humedad salada.
|
|
|
|
|
Entonces te cubro con una plegaria
|
|
|
|
parecida a un árbol.
|
|
|
|
marzo, 1996
Convenio
|
|
Tomaré tus despojos
|
|
|
|
|
y ahondaré el fondo,
|
|
|
|
|
hombre evidente;
|
|
|
|
|
en la espesura de tu mirada
|
|
|
|
|
cobijarás aquel sueño estacionario.
|
|
|
|
|
Yo templaré tu pecho con un beso.
|
|
|
|
|
Retornarás como náufrago de sombras
|
|
|
|
|
a mi vientre,
|
|
|
|
|
y sentiré en mi nuca
|
|
|
|
|
la circunferencia de tu aliento,
|
|
|
|
|
ahorrando horas,
|
|
|
|
|
consumiendo instantes,
|
|
|
|
|
inaugurando el alba.
|
|
|
|
abril, 1996
Brevedad
|
|
Te acercas arropada en silencios,
|
|
|
|
abreviando el gesto,
|
|
|
|
un vuelo en la mirada
|
|
|
|
y una que otra historia
|
|
|
|
envuelta en el pañuelo blanco.
|
|
|
|
|
Quedó atrás el ropaje oscuro de los días,
|
|
|
|
te ves ligera como lluvia
|
|
|
|
y sin embargo,
|
|
|
|
tus pupilas escarlata
|
|
|
|
son pájaros sin tiempo.
|
|
|
|
abril, 1996
Inaccesible
|
|
En este espacio
|
|
|
|
de amarillo dintorno
|
|
|
|
coloco mi centro.
|
|
|
|
-oh espera
|
|
|
|
que se multiplica.
|
|
|
|
Cuando me visita tu ausencia
|
|
|
|
flamea en mi sangre tu piel
|
|
|
|
quebrando todo intento.
|
|
|
|
|
Perteneces a otra nave,
|
|
|
|
a otra orilla donde ahuecas tu fatiga.
|
|
|
|
mayo, 1996
Partículas
|
I
|
|
Quiero un árbol rojo
|
|
|
|
|
un río cotidiano,
|
|
|
|
|
y el mismo aliento
|
|
|
|
|
cada mañana.
|
|
|
|
|
II
|
|
En el brocal
|
|
|
|
|
del tiempo
|
|
|
|
|
se enmohece el amor.
|
|
|
|
|
III
|
|
De tu pecho
|
|
|
|
|
se descarna un dolor
|
|
|
|
|
filtrándose en tus ojos,
|
|
|
|
|
agobiándome.
|
|
|
|
|
mayo, 1996
Etapas
|
Al grupo de oración: Olga, Teresita, Nancy, Ninón y Marité
|
|
|
Reconozco que estoy de paso,
|
|
|
|
|
barriendo alguna historia
|
|
|
|
|
descubriendo otras,
|
|
|
|
|
soltado de cuando en vez
|
|
|
|
|
una respuesta,
|
|
|
|
|
pero siempre ligera,
|
|
|
|
|
con la sombra del tiempo
|
|
|
|
|
bordeándome.
|
|
|
|
mayo, 1996
Tardío
|
|
Llegas con el invierno a cuestas,
|
|
|
|
el gesto desprolijo
|
|
|
|
y un río deslucido
|
|
|
|
en los ojos;
|
|
|
|
-la cita fue en primavera
|
|
|
|
cuando el brote era dulce.
|
|
|
|
|
Ahora me mudo,
|
|
|
|
donde no hay puertas
|
|
|
|
llaveadas,
|
|
|
|
sino sólo un sosiego,
|
|
|
|
un insondable descanso.
|
|
|
|
mayo, 1996