FULGENCIO R. MORENO,
destacado representante de la sociedad paraguaya de entonces
en el lápiz magistral de Acevedo.
Dibujo a lápiz y pastel seco
De 32 x 48 cm.
Colección Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA)
Asunción-Paraguay
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HISTORIA DEL HUMOR GRÁFICO EN PARAGUAY
ROBERTO GOIRIZ
Con la colaboración
ANDRÉS COMÁN GUTIÉRREZ
Y ALEXIS ÁLVAREZ
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HISTORIA DEL HUMOR GRÁFICO
Directores de la colección:
Armengol Tolsà Ermengol
Juan García Cerrada
Coordinador:
José Lorenzo Sánchez
EDITORIAL MILENIO – LLEIDA, 2008
Con la colaboración de: UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
FUNDACIÓN GENERAL
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Este libro es producto de una investigación encargada por la Fundación General de la Universidad de Alcalá de Henares, realizada por Roberto Goiriz y editada por Editorial Milenio, por lo que queda exenta de derechos de autor.
© de los dibujos: sus autores/© de la selección y los textos: Roberto Goiriz 2008
© dibujo de la cubierta:/ © dibujo de la contracubierta:
© de esta edición: Editorial Milenio, 2008 - Sant Salvador, 8 - 25005 Lleida (España)
www.edmilenio.com ** editorial.milenio@cambrescat.es
Diseño de la cubierta: Aran dissenyadors
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ÍNDICE
· Prólogo I. El humor en la isla sin mar por Andrés Colmán Gutiérrez.
· Prólogo II. ¿Quién escribió este libro?
· Más o menos en el centro
· Los cronistas en las conquistas y la colonización de América
· A sangre y fuego: el inicio del humor gráfico en Paraguay
· “La guerra fue un detonador para que surgiera el Cabichuí”
· El centinela: vigilante humor de campamento
· Precursores en el siglo XX
· Viaje en el tiempo.
· Ñande y Aquí, una revista de actualidad y su semanario sensacionalista, con mucho humor
· Farolito, una revista con mucha luz
· El retorno de La Tribuna
· El Pueblo para el pueblo
· Tata, un dibujante audaz
· Cara a cara con la dictadura... caricatura
· La invasión del humor gráfico
· Botti, el humorista gruñón
· Nico: por los caminos del humor
· Nico después del golpe
· Los rostros del humor
· Caló: “Rata me fue dada en adopción”
· Melki: el dibujo con espinas
· Escribiendo una sonrisa
· Robin Wood: la aventura del humor
· El humor de Wood
· Los libros que muerden
· Creadores y editores
· El Raudal: Más que un epifenómeno meteorológico
· El Yacaré entra subrepticiamente a escena
· Guarara: un tumulto en las calles
· Los diarios vuelven a la carga
· Chaké!: cuidado con el humor gráfico y la historia en Paraguay
· Any se fue a dibujar al cielo: homenaje a Any Ughelli en Chaké!
· Rojita: de diseño y humor negro
· ¿Qué hay de nuevo, viejo?
· Postfacio
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
ÍNDICE DE AUTORES CONSULTADOS
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PRECURSORES EN EL SIGLO XX
** Terminada la guerra de la Triple Alianza, Paraguay ingresó a un extenso período de caos y anarquía.
** Es que la contienda había, realmente, devastado a la población. Se la calculaba en poco más de un millón de personas, de las cuales sobrevivieron quizá unas 200 o 300 mil. La supuesta guerra “contra el tirano López” había incluido a algunos más. A bastantes más. El escritor brasileño Julio José Chiavenato la denomina de otra forma, en su conocido libro. Le dice: Genocidio americano. La guerra del Paraguay.
** Las fronteras también sufrieron modificaciones. Brasil y Argentina anexaron extensos kilómetros de tierra a sus respectivos países. ¿Y Uruguay? Para Uruguay, los gigantes de América del Sur nada habían reservado.
** A merced de sus conquistadores, es probable que el país haya perdurado como tal debido a la profunda rivalidad entre el Brasil y la Argentina. Ambos países consideraron, entre otras cuestiones, que una larga frontera común podía ser causa de más conflictos de los que estaban dispuestos a asumir en esas circunstancias. De modo que los ex aliados simplemente se retiraron, no sin antes fijar exorbitantes costos de guerra para el perdedor, y el país quedó librado a su suerte. Claro, esto sucedió después de algunos años, pues primero se debía integrar un gobierno “democrático” compuesto por ciudadanos paraguayos domesticados. Cualquier semejanza con guerras actuales, no es culpa del autor.
** En ese contexto, se imponía lógicamente un modo de vida que no siempre dejaba espacio a la cultura. Volvemos a tener noticias del surgimiento de notables creadores a comienzos del siglo XX. Un poco antes, en el año 1900, el censo nacional había registrado unos 635.571 habitantes, lo cual hablaba por lo menos de una duplicación de la población paraguaya.
** MIGUEL ACEVEDO había nacido en 1889, producto también de esa explosión demográfica de posguerra. Su primera exposición data de 1913, en la que presentó caricaturas de importantes figuras políticas e intelectuales de la época. Sucedió un 1º de mayo, cuando los paseantes de la céntrica calle Palma observaron, entre divertidos y sorprendidos, una exposición de caricaturas que los desafiaba desde las vitrinas de la casa comercial Rius y Jorba. El autor Pasó a ser más reconocido y empezó a publicar sus trabajos en publicaciones como Crónica y El Diario.
** Pero ya un poco antes había empezado la aventura de la autoedición, de una manera original, quizá única. Creó la revista TIPOS Y TIPETES, que dibujaba y escribía cuidadosamente, en tipografía manuscrita, rodeados de abundantes viñetas al estilo art noveau.
** Lo insólito estaba en el hecho de que el ejemplar era uno solo. La revista circulaba de mano en mano, y luego volvía al archivo del autor. Los números fueron cedidos al Museo Paraguayo de Arte Contemporáneo, muchos años después de su fallecimiento, por una hermana del dibujante, y permitieron observar la peculiaridad de su sistema de producción y distribución. Incluso, la revista contenía algunos anuncios comerciales.
** Los contenidos de TIPOS Y TIPETES estaban generalmente relacionados a la política local y a los grandes temas internacionales, con un tratamiento desenfadado y crítico, aunque esa crítica pudiera parecernos candorosa en la actualidad. Grandes personajes de esa “belle epoque” paraguaya posaron involuntariamente para su pluma, entre ellos Fulgencio R. Moreno, José P. Montero, Bernardino Caballero, o Adolfo Chirife.
** En 1914, Acevedo obtuvo una beca para estudiar en París. Lamentablemente, el estallido de la Primera Guerra Mundial frustró esos estudios y debió regresar al Paraguay, falleciendo poco después, en 1915, con apenas 26 años.
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