POLIEDRO
O PANÓPTICO DESNUDO DEL MUNDO Y DESPLIEGUE DE SUS TRAMPAS,
DEMONIOS Y MARAVILLAS, Y ACERCA DEL AMOR, LA MUERTE, LA POESÍA
Y OTROS JUEGOS DE SALÓN
Poesías de JOAQUIN MORALES
Colección Poesía, 38
© VIRGILIO PESSOLANI
Alcándara Editora
Retrato del autor, a lápiz, por MARIO CASARTELLI (1985)
Edición al cuidado del autor, M.E.V.M., C.V.M. y M.A.F.
Diseño gráfico; MIGUEL ANGEL FERNÁNDEZ
Viñeta: CARLOS COLOMBINO
Tiraje de 750 ejemplares
Hecho el depósito que establece la Ley 94
Se acabó de imprimir el 31 de octubre de 1985
en los talleres gráficos de Editora Litocolor
Asunción del Paraguay
a Signe
niñita de los gruesos lentes
-para que nadie escape a la dulzura
de tus ojos grises-
dame la clave de tu pequeño mundo
que con sólo un globo, un cuadernito,
un amistoso perro se conforma
niñita de los siete años
y un marcapasos
-del corazón de juguete
suena más lindo
pero también tan falso-
no te vayas
dame tiempo para alcanzarte
para aprender de tu ternura
para que nos sentemos en un rincón
y me expliques las cosas
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo,
¿puedo pretender
que alguien me escuche?
no me quieras pedir
historias lindas;
todos estamos mal
... und tu alle die Winde je tzt erregen,
dass sie zu meinem Seufzen Kraft gnug geben:
gemitus mortis circumdederunt me
POLIEDRO DE LA MELANCOLÍA
Por cuántas caras difundes,
poliedro,
la suave melancolía que te envuelve.
Con cuántas aristas cortas
las miradas que quieren estudiarte.
Por cuáles grietas se escapa
tu tranquilo tiempo
que a los dedos del artesano manchan.
Quién conoce tus dorsos.
Por qué se te asignó esa perspectiva.
Qué rigurosa deformidad escondes
o quieres revelar y es imposible.
Qué artífice mágico te salvará
reordenando tus múltiples rostros.
Cuál sabia hipótesis, cuál geometría
tu duración contienen, y tu espacio.
Qué músico maestro
tus números en leve coro vuelca.
Qué vez de fuera del papel
nos contará tu fabricada infancia.
De qué ceñida proporción,
poliedro, eres ejemplo
o te escapas.
(Hagámosle creer que es parte del diseño,
que ha establecido conexión con los demás:
hagámosle creer que está vivo).
Optimus artifex fecit
DEDICO ESTOS VERSOS A
Fácil predecir la victoria
en términos de pulida palabra;
fácil alentar con el estilo
cuidadosamente cotidiano;
fácil señalar los rumbos salpicados
de amanecidos soles;
fácil concertar en el papel o el escenario
al viento y la guitarra
en avasallante unísono;
fácil declararse intérprete de almas,
centinela de horizontes
(como si la justicia viniera
y no hubiera que ir a buscarla);
fácil hablar en nombre de otros
que no pueden contradecirte;
fácil traficar con tanto arado,
tanta pala, tanto trino;
fácil sobre todo cuando no estás allí:
fácil.
Te quiero ver nomás
tan nadie como cualquiera,
tan bandera de los charlatanes,
atado,
humillado,
amordazado,
comida tu lengua por gusanos,
pudriéndose tan linda poesía
entre tus dientes.
APUNTES PARA UN MANIFIESTO
Cien palabras menos en promedio cada año
(por aquello de ser el silencio corazón del poema
como el aire habitación de Zeus)
cien sobremesas de más progresivamente alcohólicas
(por aquello del desorden sistemático de los sentidos)
camino seguro son
a su noción rectísima del universo,
es decir, su barrio
(¿y entenderá algún día
por qué suele soñar
con ese busto del museo?)
y sudoroso como todo transeúnte bizantino
de la grasienta mañana, o al revés,
rumbo a la masticación recíproca
y los eructos de triunfo
-maletín, corbata y lustre-
qué asfixias no predecir entonces
no ya al canto,
que definitivamente no,
aun al colorinche de los ómnibus,
tóxicas y multicolores flores urbanas:
y no sin embargo:
falacia del orgullo,
la pose de que nadie nos lee,
tropezón por la baldosa floja
de estos días difíciles,
no adecuación a la complicada realidad
que se derrocha para el retórico de lo falso,
esto es:
el retorno al origen
pero desde más lejos,
nuevos y mejores datos en los basurales
para recomponer la perdida unidad,
y otra vez pulsar la cuerda
coronada la frente
de lechugas.
RICERCARE
1
BAR DE LA ESQUINA
El ex-boxeador se abraza a su barriga
llena de alcohol temprano
y recuerdos de la leche de su madre tibia.
Su sombra crece hacia el rival ausente,
hasta que niños burlones orinan encima, y corren.
La educación primaria es gratuita,
y todos los domingos y feriados
el policía de guardia
sueña con ventilar eternamente sus botas.
2
UNA PUESTA DE SOL ASÍ, A CUALQUIERA LE INSPIRA
Una remolacha decayendo hacia el oeste
congrega el rebaño lírico del poetastro,
y él al sol le llama remolacha.
¿Le darán un premio a este prohombre?
El sol se fue,
las ovejas lo royeron y mascaron,
el poeta no puede regresar,
perdido en la tiniebla,
la bosta y los balidos le confunden:
soltemos un lobo feroz
con cuento y todo.
¿Le darán un premio al lobo?
3
EL CONTRATO SOCIAL
¿Qué cláusula en letra chica
me prohíbe llamar
bruja apestosa
a la alcanforada viejecita de enfrente?
Ella barre todas las mañanas
la porción de suciedad
que inaugura su día.
Ella sale todas las tardes
a espiar el universo
desde su sillón hamaca.
(Me gusta imaginar
la cola de su gato
trinchada).
Las alimenticias sopas que organiza
son altamente sospechosas.
Protéjanme.
4
ADOLESCENTES, ESCUCHAD
Si hay fuerte picazón en el alma
-entiéndase lo que se quiera-
acompañada por suspiros
-entiéndase flóculos-
es que el amor de tu vida
se aproxima:
tu obligación es capturarlo,
rebanarlo en tajadas parecidas
-entiéndase fotografías,
cortezas de árboles con corazoncitos entrelazados-
y prenderle fuego.
La combustión le conviene,
y el olvido.
5
POESÍA NATURAL
El charco heredó de su lluvia
un pedazo de cielo.
Ranas concupiscentes lo fraccionan
en fabordones concéntricos.
Y no leyeron a Dante.
6
SUBTERFUGIOS
Mediodía de verano.
Perezosas lombrices bostezando
en el hambre.
La lengua de los perros callejeros
se parece al bife tímido
que espera en el congelador
(imaginario)
su grasiento martirio.
¿Los muslos de Juana de Arco
para un provechoso asado?
¿La cabeza de San Juan
o de Holofernes
con guarnición de cebollas?
¿La oreja de Van Gogh en escabeche?
Mi cultura es universal, enciclopédica,
y puedo sentir maravillosamente
la vereda caliente bajo las suelas.
FELIZ CUMPLEAÑOS
Hemos descubierto tus trucos,
las falsificaciones que nutrían tus palabras.
Ya dejamos de creer en tu ademán preferido,
ése de apoyar tu mano firmemente
sobre nuestros hombros.
Ni siquiera te traeremos como antes
la piel de las cigarras
que mudaron este verano
-y ahora cantan, verdes,
sabedoras también de tus engaños.
Cállate.
Retírate del mundo,
hacía un rincón del llanto.
Y por favor,
no nos busques.
REGRESSUS AD INFINITUM
¿Puedo tocar
esa parte de tu cuerpo
que tanto te gusta que toque
si y sólo si antes te pregunto
si puedo tocar
esa parte de tu cuerpo,
etcétera?
AMOR AMOR
Ay amor mío
pezones de mazapán
nalgas de algodón
etcétera de nácar
untémonos de suficiente chocolate
salpimentemos la dulzura que nos une
intercambiemos opiniones
palabritas
amables maltratos juiciosamente bienvenidos
ay amor mío
qué difícil saber
dónde comienza uno, dónde termina el otro
si esto que toco es tu alma
y si aprieto fuerte te duele
si nacimos por descuido de Afrodita
de la baba de un tritón
que invadió un lago tropical
ay amor mío
este saborcito me recuerda otros sabores
esta húmeda región otras visiones
este ombligo nuestro
un Sakiamuni de yeso que una vez rompí
de criatura
ay amor mío
mejillas de mazapán
labios de jengibre
la panza partida del Sakiamuni
múltiples pedazos repartidos
no perturbaban su sonrisa eterna
MENÚ DEL DÍA
Mujer de sexo plástico y de hojaldre
cortado por lengüeta de hojalata:
un ojo en medio de aguachenta salsa
trincha los tuyos, lame de tu carne
los maquillados restos que le quedan,
descifra de tu piel lascivos signos:
y quedarán después tan parecidos
el pan y las monedas en la mesa
que reventar ahora las burbujas
picantes de cerveza es la rutina
previa al sí, a la clásica sonrisa
que por poco el eructo desdibuja:
y entonces la ovación de un plato roto,
y moscas saludándote en el rostro.
AMOR POR TODAS PARTES
Amor: con alicates púrpuras
te cortaría los dedos,
y en cajitas de cucurucho
guardaría tus ojos extrañados.
Dos octubres y un setiembre
añejaría en un rincón tu ombligo;
para el perro hambriento apartaría
tu cráneo y caderas complicadas;
las partes blandas, en cambio,
a la serenidad de un gato.
Tu garganta musical,
a mis oídos grata (y a mi lascivia)
en un tejado cualquiera
al picotazo de los gorriones.
La más barroca dalia
florecería de tus pechos;
alguna de tus piernas
se doraría al sol
en apariencia de naranjas;
la otra se aburriría
en un desaguadero cloacal.
Sin esperanzas, yo imitaría
frente al espejo, al afeitarme,
la amistosa sonrisa de tus secretos.
Tu corazón envuelto
en papel aluminio,
simulacro de almuerzo en la oficina:
y diez veces al día
me lavaría las manos
sin darme cuenta.
POSITIVISMO
Y así todo reposa de su condición de ser,
ser cosa complicada que se muestra
indócil al manoseo simultáneo
de los sentidos, guardias que preparan
la aparición del ego trascendente,
invisible araña de la grieta metafísica.
Y la ambición de ser en la palabra al menos,
se redime por la renuncia de acceder al Nombre
así por verdadero precisamente falso.
¿Irá el alma entonces desterrada
a buscar en otros palomares su tibieza,
ya no en azul cielo irrefutable
que la ironía y lógica destiñen?
Si no a mera poesía
o cátedras reticentes,
no irá: vendrá
de nosotros a nosotros,
porque -hipótesis también que resultamos,
apéndices de la ficción y la costumbre-
codo a codo en nada subyacente,
en transparente coro de fantasmas
gloriosa,
tristemente decaemos.
SIDDHARTA
Sin demostración superflua,
establezcamos que el espíritu se curva
hacia el imán de lo ya olvidado,
y a Sísifo otra vez la piedra se le escapa.
Entonces prolifera este abandono,
el ardimiento en piras olorosas
mientras dominicalmente llovizna en los tejados,
el barroquismo de negar toda mudanza
refiriendo el pulso del siglo
-de acuerdo: a veces trote de ratas-
al ombligo de un Buda pensativo
como origen.
Y lentos aleteos de Su Delirio
(continuando nada más la metonimia)
inventan una amniótica burbuja,
un ojo con el cual miradas
apenas anteceden al desdén,
el deleitarse en la propia confusión
y los íntimos efluvios corporales,
respiración de la flor de loto.
Así hasta el típico final y máxima ironía:
cuando el azar,
voluntad de los dioses abolidos,
consiente revelación en fábulas,
retorcimientos y dádivas
de las palabras de la tribu,
no purificándose,
no por destilación del más apto sueño:
sino postizas,
enfermas de la mejor caligrafía.
NATURALEZA VIVA
Advierten al predador probable las dalias
tijeras de podar o múltiples pequeños dientes
mucha decisión que trasladar
al todopoderoso instinto,
mucho que argumentar a favor
de las dulces gotitas residentes
en el vértigo de los pétalos,
o el alto precio de las flores de invernadero
y el florero vacío que no luce
generador de un toque de belleza
para el rincón de la sala,
útero en armoniosa porcelana,
la necesidad sin moral de los insectos
chupadores
taladores
compensando con muerte, pequeña herida,
la arquitectura natural,
cosquillas en la garganta de las dalias
una razón submúltiplo de la otra:
a cualquiera le propongo esta adivinanza
le llamo la atención
acerca de este conflicto de intereses
y usted ahí, tan plácido,
a medias vivo.
LOS SENTIDOS CORPORALES
1
Esta cebolla pelada
es lo que llaman ojo.
Hacia el mundo crece su raíz,
de similares glóbulos absorbe
la luz jugosa que lo engorda y enriquece.
Cortezas sucesivas
-párpados, pestañas,
miradas estudiadamente inocentes-
protegen su integridad
de un exceso de substancia:
no sea que el exterior mundano
se irrite por tanta lágrima picante.
2
La piel es un papel matamoscas
listo para pegarse a otro tacto
según su álgebra de temperaturas.
Le agrada lo tibio,
lo que se le parece,
verrugas repletas de vida
que al capturar sus caricias
las devuelven.
El sol la condecora
y moscas verdes especialmente tenaces
son sus últimos enemigos.
3
La lengua es un segundo yo superfetado,
Vestal globosa, toda fuego y carne.
Se entrega entera a la caza de apetencias,
de texturas y sabores que no se nombran
como se callan los nombres más santos.
Alarga tus temblores hacia el mundo, lengua,
y rescata para mí, tu pueblo,
un pliegue de tersura inexplicable
con que encarnizar mi idolatría.
4
El oído practica lujurias
con su corneta pervertida: la oreja.
Hamacándose en el lomo del silencio
su perdición es la música
que lo despierta y tensa..
No así la charla humana,
el importante parloteo:
suaves ondas que lo devuelven
a la enroscada tranquilidad
de caracol prehistórico.
5
Nariz
¿cómo resuelves tus contradicciones?
Cerradura del aire,
¿cuál agujero es
camino de vida hacia arriba?
¿Cuál otro
por donde la muerte baja?
Falsa manera de entenderte.
Vida y muerte, juntas,
en tu interior suben y bajan.
NARCISO A PESAR DE TODO
Tengo frío y me siento viejo,
me siento calvo y estoy gordo;
amanezco impregnado del olor
de colchones y jóvenes cuerpos prestados,
y su desprecio;
mis gatos ya no practican
su fruición en mi presencia,
por mero respeto o por prudencia:
pero la sarna hizo de mi ombligo
el centro de una rosa perfecta.
LA MANADA Y EL VIGILANTE PASTOR
Mientras mi tacto duerme
mis ojos velan y yo camino,
así es que vigilo noche y noche.
De día es más sencillo
mirar a la manada con desdén:
pobres criaturas que no conocen la ironía,
porque es obvio que ya no avanzarán
aun cruzando el río.
Toda su transparente sed saciada,
y el hambre verde que les mueve en círculos
y el escozor en los ijares
ya tienen puesto y gancho en el mercado.
Pero entre un bostezo
y el lavar en la corriente
mi uniforme y mi cansancio
me pregunto cuánto soportará este puente:
cuánto tiempo y peso máximos
en forma de extraña materia en movimiento,
huellas de pezuñas en ambas direcciones,
hedores y desechos,
dioses y peligros que aún no descubro,
y debo proteger a tantos.
LA CIENCIA
Más allá del nido del sol
el río bajaba del cielo en grandes cascadas
escalones por donde las almas subían
y violentos demonios rebeldes
tragaban el caudal primigenio
y entonces ocurría la estación seca
pródiga en hambres y huesos y viento caliente.
Y a veces el guardián
de la transparente constelación del ave
expulsaba a los gigantes lujuriosos,
y al zambullirse en el río
y acoplarse en el fondo
las olas arrasaban nuestras costas
trayéndonos serpientes verdes
atributos del amor y la destrucción
que los orfebres estilizaban en ajorcas.
El resto del tiempo nos bastaba
con confiar a los dioses de las aguas
el vaivén del comercio y las migraciones
el tráfico de vinos y filosofías.
Hasta que el primer curioso
de una pérfida raza
lo arruinó todo:
descubrió que el río nace allá,
al oeste de los pantanos,
que los oscuros espíritus sagrados que lo habitan
son plácidos lagartos
de carne sabrosa.
INVENCIÓN DE LA GAVOTA
El bando de la orilla izquierda
capturó un imprudente pescador enemigo.
Armaron una horca a la vista de los otros
y lo colgaron,
y mientras tanto saltaban con nuevos movimientos
que no eran danzas todavía.
El ahorcado,
suspendido en el aire como pez boqueante,
pataleaba sin la interferencia
de la gravedad o las tradiciones.
PERRO MUERTO PUDRIÉNDOSE AL SOL
Si así la mosca pionera al
jarabe que brotó de la garganta
su mínimo zumbido verde,
cuervo urbano, tributa,
y su amistad feroz las hormigas;
sí en remolino son el séquito,
papeles y hojarasca,
lo vulgar en derredor neutralizando,
lo pagano en apariencia de manada
coloridamente chata de personas
y tráfico caliente hacia el olvido
de cuáles ruedas tan acusatorias fueron,
cuáles miradas civilizadamente indiferentes,
qué festival de templetes
y hojas de acanto verde olivo
irreprochablemente mal plagiados,
qué enlutada cohetería de oratorias,
qué reverencias precediendo
aun al solo nombre encresponado.
CANCIÓN DE CUNA
Las instrucciones que te dieron son vulgares:
levantarse al alba
barrer rápidamente el patio
prender fuego a la hojarasca
(a todo lo inservible)
sin vacilación ni melancolías.
¿Cómo decidirte
por cuál ángulo empezar?
¿Has de ser bastante fuerte
y soportar las consecuencias?
Manos,
pedigüeñas manos
surgen de los albañales
por entre la hojarasca.
Te piden que no sigas.
Te invitan hacia adentro
dueñas de la tierra negra
cañerías y desagües
como un esqueleto mecánico
hacia el depósito de los cabellos de los muertos
palabras
nutrientes de las hojas exhaustas
que te ordenaron exterminar.
No sigas.
Manos amenazantes
arañando las baldosas
queriendo atrapar tus piernas al pasar.
No sigas.
Manos que acumulan
la hojarasca en montoncitos
resignadamente les prenden fuego
con un fuego traído desde abajo.
Si hubieras comenzado a barrer
por el ángulo opuesto,
¿habrían aparecido pies, y no manos?
¿Cabezas, y no pies?
¿Y habrían tenido ojos las cabezas?
Pero el color de esos ojos sin color
se parece al humo
pero el humo se diferencia de su color
y el fuego se te parece
con diez años menos.
¿Suceden así las cosas?
El fuego, ¿sucede?
¿Tiene gusto, peso, medida?
Y si le llamas, ¿viene?
Las manos te miran y no hablan, o parece,
y hay mucha ceniza que aprender.
Te vas
te estás yendo
disolviéndote en el humo
en el color del humo.
Desde los albañales
las manos te hacen adiós, y ellas mismas
en otro lugar te reciben.
NACIMIENTO DE VENUS
La espuma y las rosas de tu nacimiento
a los mejores ojos ofrendadas,
tu mediodía se redujo
al lucero de la tarde
parpadeante junto a letreros luminosos
-si no ya él mismo un fluorescente.
Te advierto que una jauría
disputa los restos
de parecidas muñecas que te anteceden.
Y cuando hinquen el diente en tu carne,
yo no sé cuál más fétido.
Perdónanos entonces por la espera
y esta consecuencia no prevista
de orejas corroídas y muslos descascarados.
A cambio te perdonamos
los graffiti que amanecieron en los muros.
Investigado el material, resultó ser
clara de huevo y leche aguada
como en los tiempos antiguos:
mereces el fuego.
Averiguadas las fuentes literarias
(pocos conocen las palabras que pintaste)
una adaptación al uso urbano
de una frase de cierta lesbiana de la antigüedad
mereces más fuego.
Pero alegrémonos, y haya fiesta.
Roto el pacto, que tanto pesaba,
los fotógrafos se complacerán
ante la sabiduría de los hocicos hambrientos,
y en adelante adoraremos a las ratas
que tanto te amaban, y no les querías.
UNA FORMA DE DECIRLO
Contradiciendo sus propios mensajes
-las flores anuales,
las tormentas en el pecho
resolviéndose en el gotear
insidioso de tranquilizantes-
así contradiciéndose amanece
por la ventana menos prevista.
Los grillos nada saben de ironías,
y en armonioso desafino
le saludan como a la abuela,
y nos confunden:
nadie conoce su edad
aunque sabemos que le gustamos jóvenes.
Y ante un coro de silbidos y de injurias
entonamos ese ladrido de miedo
que tanto le agrada.
Perfumes para aquél de ojos irascibles,
un anillo quemante para éste
que a solas canta,
tu propia cara dibujada
en la mano de tus hijos:
desagradecidos,
queremos expulsarle:
con todas nuestras fuerzas le arrojamos
religiones,
poesía,
y nuestros huesos.
POLIEDRO DE BOLSILLO
The cut worm forgives the plow
WILLIAM BLAKE
¿Quién es ésta que se descubre como el alba,
hermosa como la luna, escogida como el sol,
terrible como los escuadrones?
CANTAR DE LOS CANTARES
Pequeños los luceros lloviznaban
perfumados de azahar
pero magia tan repetida era signo
de un elaborado guión.
Malentendida así su luz
tan divertido sajar las carnes
de un comparsa enmascarado a lo Mercurio
voceador de promesas para el más allá
casi paralizado por el terror
- oh sus gloriosos chillidos
sus manos le temblaban al desabotonarse –
lo vimos despedirse en nube neblinosa
maldiciéndonos en ricos acordes disonantes
nasardo cromorno quintadena
hasta el recitativo del perdón final,
ojos en blanco, nuestro aplauso,
y el charco viscoso en las baldosas.
La muerte -chiste gastado-
se nos mudó por contagio,
en el ombligo nos pica
y nos duele al toquetearnos.
En compensación una viejita bondadosa
nos enseñó una especie de artesanía
a cada uno con su estilo respectivo
de tartamudez, vientre flojo y pestilencia.
El estilo es importante
cuando hay poco jabón y medicinas.
Pero nada más amable que pasearnos,
cráneos rapados, saludándonos de lejos
dignamente, braguetas desprendidas,
lamidas por el aura matinal
en un bosquecillo florecido
honrado por Watteau: sin embargo
yo en secreto sigo amando
las crucifixiones renacentistas
las recatadas pompas y lujurias
de los descendimientos.
Mantegna con su escorzo del cuerpo lacerado
redimió a los verdugos, a cualquier culpable.
¿También mi iniquidad habrá borrado
(y seré más blanco que la nieve)
a mí que limpiándome el trasero
debí usar aquella revista
con reproducciones de sus cuadros?
No para espíritus superiores
estos tiempos de escasez,
no para el arte sincero y honesto,
la minuciosa prueba de teorías humanistas
en términos de contracciones y temblores,
la investigación de ciertas intuiciones,
la transición sutil de un rostro expresivo
a un brusco chorro, un cuerpo desplomado.
Alguna vez volveremos a intentarlo
yo y los muchachos y un mejor termómetro divino.
Mientras tanto la abstracta lujuria
de declararnos culpables,
bañarnos infantilmente desnudos
expuestos a la mirada lasciva
de los ángeles guardianes
-sí, señorita: todavía existen
y tienen permitido poseernos.
Mientras tanto la oficina, los hijos,
el fútbol los domingos,
la crisis y la panza de los treinta:
el año treintagésimo de mi edad
cuando todas mis vergüenzas
etcétera.
Un rapto de sandeces
plagará la minuciosa trivialidad
de los escoliastas futuros:
porque es difícil entender a la mostaza
cuando se huele predispuesto al estornudo.
La alegoría es vicio,
abuso de confianza:
un séquito excesivo distrae la atención
y así el principal señor promete
más de lo que puede cumplir.
Conviene sospechar del niño
que juega con su perro a un costado de la acción;
mas conviene entregarnos
al encantador pequeño monstruo
hombrecito pájaro lagarto
incrustaciones de pétalo metálico.
Observen que un color
puede significar lo contrario
y además el reverso de un sonido
sin contar con su autónomo valor.
Por el contrario,
observen la eficacia puesta en marcha
como un reloj inatajable:
el parque de diversiones abandonado,
la bella muchacha de trenzas y pecas,
la musiquita ominosamente ingenua,
la súbita mano desde atrás
y el grito ahogado:
una escena de Hitchcock.
¿En qué consiste
la tranquila desesperación del público
despreocupado del abuso de primeros planos
entregando dócilmente sus sentimientos
para recuperarlos lavados y planchados?
No quiero que me respondas todavía:
sala repleta,
ocio atento, bullicio dulce,
quiero para mí el papel de acomodador
ansioso de proteger a su Dante:
dura jornada descendiendo
las gradas del infierno
demonios de todo color y pelaje
toda clase de perversiones
cuchicheos silbatinas cantos de sirena
sé sabia, alma mía,
déjate guiar por la linterna
antorcha adaptada a los tiempos
estrella de oriente disminuida
hasta la iluminación de la plácida butaca
tu lugar de nacimiento:
el punto de vista
fundador de perspectivas
él mismo excluido del conjunto
como el ojo que a sí mismo no se ve.
Aire acondicionado, menta o chocolate,
tentaciones desde la pantalla
a cercenarte la lengua
freírla en silencio aceitoso
clavarla con un escarbadientes
y ofrendarla a la boquita de una diosa
menos vulgar menos ajada más real.
Te ofrezco la escapatoria
de arrancarnos los ojos
plantarlos en la plaza
que nuestra tierra los incube:
ancha hembra de los labios pegados
por secreción de siglos de gemidos,
la de la idéntica expresión
en las estatuillas de barro,
la de los senos exhaustos
naranjas chupadas
prodigadoras del agrio jugo
que acompaña el devorar
de las guerras más carnosas.
Los árboles que broten de tus ojos
tendrán tu nombre, y así de los míos,
y un espléndido rayo los partirá
cargados de flores y pájaros:
muy vulgar, lo admito.
Casa de gusanos la raíz
-elogio pagado con elogio,
flores retoricales y camarillas-
intentando al menos verdecer
desde podrida madera
es una forma de disculpa.
¿Qué nueva especie desde lo profundo?
¿Qué oráculo, qué horóscopo
describe al Nuevo Homúnculo vegetal?
¿Heredará nuestros ojos, análoga semilla?
¿Y nos perdonará si nos arrepentimos?
Santa Marilyn Monroe, ruega por nosotros.
Santa Mary Pickford, ruega por nosotros.
Santa Marlene Dietrich, ruega por nosotros.
Santa Dorothy Lamour, ruega por nosotros.
Amniótica penumbra
corazón latiendo
medias palabras a media voz
ablanatanalba
cramacamaro
el la del primer violín
pidiendo respuesta
rápidas escalas
murmullos crecientes
zarabanda de lagartos
chisporroteo azufrado
purpurina y lipstick nacarado
foxtrot de diablillos
el primer golpe del timbal
fortissimo e stringendo
se alza el purpúreo telón
wellcome willkommen bienvenu
he aquí la nueva era
he aquí surgiendo la eterna playa
nunca antes hollada
la pagana brisa de ventiladores gigantescos
-tal vez la hélice de un helicóptero divino-
impulsa el bote de goma amarillo
ecco mormorar l'onde
e tremolar le fronde
escuadrones de asalto listos para desembarcar
y Ella en medio de los Bravos Muchachos
desnuda virginal deliciosamente deseable
trayéndonos el Número Aureo
la Armonía y la Serenidad Interior
Planes de Captación de Capitales
Promesas de Ardientes Noches
mientras el público ruge:
si no supiera que es Venus rediviva
con Céfiro y con Cloris
te diría que es tu soñada Beatriz
relevándome de dura faena:
a mis años y a cuestas con mi iniquidad
tan difícil, muchachito, conducirte
siguiendo el canto de gorriones y jilgueros
piriritas y cotorras
la estela de azucenas y rosas
crujientes cristalitos reventados
casi desdibujadas huellas de pies
que algo intentan comunicarnos
camino de nuestra vida
hasta el puro intacto límpido lucero
estrella matutina
bruscamente cambiada en deslumbrante faro
desde la torreta del centinela
el chorro ilimitado de luz:
tú que brillas con tal esplendor,
¿eres Dios?
Gott offenbart sich nicht in der Welt!
FEUER!
la revelación asume extraño estilo:
completa desarticulación de los sentidos
el trance místico esperando las balas
la cámara ralentando
el zoom aproximándose hasta la exasperación
no hay escapatoria, estás perdido
los corazones del público
los corazones de los guardias
los corazones de sus perros
galopan a igual velocidad.
Estás perdido
de vuelta a tu celda a soportarte a ti mismo
y las preguntas del pequeño encantador monstruo:
¿Es ésta tu alma, muchachito?
Y si la quemo, ¿duele?
Observen la elegancia de la escena:
cómo ella es devorada
en medio del serenísimo bosque
por galgos entrenados
en la detección de pólvora mojada.
Observen la elegancia de la fiesta:
fecha que celebramos
con una rosa menos cada año,
leve vacilación al elegir las palabras
con el fondo musical de doncellas riendo
y jazz y cristalería que se estrella,
una caricia improvisada en el lado incorrecto,
un bostezo del apuntador decepcionado
prediciendo el fracaso:
transacciones entre señales que nos ignoran,
el consuelo del paralelogramo de fuerzas,
el diseño original se revela
por debajo de la versión que admiramos.
Así es como termina la película
de modo que antes del desencanto
también quisiera yo trovar
porque trovar es cosa en que yace entendimiento
por eso quien lo hace lo ha de tener,
y razón asaz,
para que entienda y sepa decir
lo que entiende y decir le place,
que el bien trovar así se ha de fazer.
Así es como termina la función:
manadas dóciles abandonando el templo
impresa en los ojos
la cifra de su destrucción
van a dormir a sus casas
se vengarán en sus sueños
vomitarán el exceso de picante y dulce:
buena señal, porque el asco
es el principio de una sólida amistad.
Juntando en cincelada fuente
los más brillantes pedacitos no digeridos
material para mejor banquete ha de ser
si hay talento:
¿pretenderá una vez más el orador
-repudiable esperanza-
hablar en nombre de los otros
concentrados en inventar nombres
a lo que comen?
Y preguntado el comensal de enfrente
por el clima de su tierra.
¿otra vez escupitazos en mi copa?
¿Cómo tomar el pulso entonces
a la celeste yugular
que va de las palabras a las cosas,
de las cosas a tu ombligo?
Aceptemos la solución
de la navaja en medio del banquete
-eficaz, aunque trillada;
el alambre de púas circunscribiendo
la parcela de mundo infectado;
el vampiro maquillado, en fin,
cosquilleándole al cuello virginal.
Por evitar el desencanto a medianoche
-recuerden la mozuela que tenía marido-
sugiero la protección de la svástica;
sugiero fabricar finísimos plumeros
con las alas de los ángeles jovencitos;
guampas con los cuernos del demonio:
artesanía penitenciaria,
rehabilitación de los reclusos,
erradicación de la violencia.
Hemos apostado, sin embargo, fuertes sumas
a quién saltará primero las murallas
nuestro héroe salvador
y no estamos de acuerdo si son:
murallas que escalar bajo lluvia de flechas
(Charlton Heston como Robin Hood);
negras aguas procelosas que cruzar
sobornando al barquero,
un tal Caronte de acento jamaicano;
una enfermera de guardia
que nos detesta;
o una muchedumbre entusiasta
clamando autógrafos.
Volverán los jinetes justicieros
a nuestro balcón
serenatas a cantar
salidos de un grabado medieval,
de una escuela de teatro de vanguardia,
de un gimnasio:
musculosos
exhuberantes
hipervitaminizados,
o rubios bellos y crueles i
botas brillantes
impecablemente mortíferos
la calavera sonriente en sus insignias.
A esta enfermedad, ¿qué nombre le pondremos?
A este arrepentimiento,
¿qué ejemplar castigo?
ecco gia Palba appare
e si specchia nel mare
y habiéndome, el maestro conducido
por tortuosos valles en que el ánimo
a terror y aflicción es sometido
sólo esperaba yo con él bien rápido
mojar el mi gaznate en la taberna,
gozar de un más tranquilo show de sátiros
y ninfas y oropeles y morenas
tropicales llegadas de un novísimo
burdel, El Nuevo Mundo; más sorpresa:
espesa niebla de vapor sulfídrico
ofendiónos narices y coraje,
cantaron las lechuzas, signo típico
de la proximidad del malevaje,
pandilla organizada de demonios
que infestan esta cruel selva salvaje.
Preguntado que fue su jefe Antonio
-terribles uñas, barba tenebrosa-
por la ciudad que llaman Del Insomnio,
Eterna Diversión Escandalosa,
al revés santiguándose responde
imponiendo silencio entre su tropa:
"Más de treinta años hace que allí es donde
pronto toda maldad se sobrepuja,
y toda lucidez el mal corrompe.
Seguid ruta cualquiera, que os empujan
los vientos cómplices hasta el lugar,
y este consejo mío en cualquier duda:
abandonadlo todo antes de entrar,
no sólo la esperanza, pues seguro
ojeheýipaitéta nde po´a".
Cayéndonos encima ya lo oscuro
alejóse el malévolo cortejo
hurras haciendo a su partido: juro
que tal pavor sentido aún yo siento
y nada de esperanza me sostiene.
Y así, fantasmas enfrentando a trechos,
infernales espíritus de gente
de toda clase, condición, fortuna
al tenebroso pie de un alto fuerte
llegamos mi maestro y yo: la bruma,
por invisible mano desgarrada,
abrióse a nuestros ojos, y la luna
dejónos descifrar la más audaz,
la más extraña máxima pintada
en portón alguno: "Arbeit macht frei".
A esta enfermedad,
¿qué nombre le pondremos?
Y al nombre que le demos,
¿quién lo pronunciará?
De mañana temprano
te miro a los ojos, madre,
y son celestes.
Alto el sol, y tu tristeza,
otra vez los miro, madre,
y ya son negros.
Despierto de noche,
alzo tus párpados, madre:
vacías cuencas.
Y aunque pequeños los luceros lloviznaban
perfumados de azahar,
miles de peces y soldados muertos
en una playa eterna
serán cubiertos por las rosas
de un nuevo nacimiento, y por las moscas
de un eficaz olvido.
Un enjambre de topadoras
amontonará los cuerpos
cubriéndolos con tierra
destrozándolos
como máscaras confetti serpentinas
desechos de movida noche de fiesta.
Y un bote de goma amarillo
será encontrado en la bahía de Bizancio
abandonado.
Piedad para los que resbalan por la borda
y se rompen el nervio de la nuca.
Piedad para el hombre desnudo
atravesado por las cuerdas del arpa dorada.
Dónde está la llave
laterilerilerile
dónde está la llave
laterilerilerón.
Piedad para la anciana ciega en el portal.
Piedad para quien no la reconoce.
MALA MEMORIA Y MALOS ACTORES
Repleto el ómnibus de gentes de todas las tribus
hermanadas en silenciosa soledad
adormecida la usual belicosidad por el cansancio
violentamente fueron abiertas las puertas
fuerte viento del sur
remolinos de arena lastimando los ojos
luces relampagueantes como letreros de neón
y una distorsionada voz
clamó potente a nuestras espaldas:
otra vez el ilustre stile antico,
un barroco un tanto ingenuo
adaptado al uso local,
la divina exhuberancia con presupuesto recortado,
dos o tres estropeados ángeles
a punto de perder el equilibrio en la estribera
de modo que mi vecino de asiento y yo
nos miramos:
¿Es para usted el mensaje?
¿Es usted el profeta de turno?
¿Le toca a usted, o a mí?
¿Acaso seré yo, maestro?
Sofocos, codazos, empujones,
prodigios variados y signos de la época,
decisiones que tomar rápidamente
y nadie recuerda exactamente su papel.
Los ángeles resbalaron,
yacen aplastados en un cruce de calles,
un olor a plumas quemadas
e incienso sintético
insiste en no abandonar el aire adentro,
puertas chirriantes se abren y se cierran
y somos completamente diferentes
según el lado.
ACTUALIDAD DE OCCAM
No hay que multiplicar los entes sin necesidad,
decía en latín el Doctor Invencible.
Cuántos funcionarios públicos
quedarían sin trabajo,
cuántas campañas florecerían
para controlar la natalidad.
BUENAS MANERAS
No hables con la boca
llena de palabras.
INDICE
*.- Poliedro de la melancolía,// Dedico estos versos a,// Apuntes para un manifiesto,// Ricercare : 1. Bar de la esquina, 2. Una puesta de sol así, a cualquiera le inspira, 3. El contrato social, 4. Adolescentes, escuchad, 5. Poesía natural, 6. Subterfugios,// Feliz cumpleaños,// In principium erat,// Imitación de,// Mester de juglaría,// Regressus ad infinitum,// Amor amor,// Menú del día,// Amor por todas partes,// Positivismo,// Siddharta,// Naturaleza viva,// Abuela,// Yuxtaposición,// Los sentidos corporales, l, 2, 3, 4, 5,// Narciso a pesar de todo,// Viñeta,// El aduanero se justifica,// La manada y el vigilante pastor,// La ciencia,// Invención de la gavota,// Armonía del los contrarios,// Del sujeto,// Del mundo,// Plaqueta alusiva,// Perro muerto pudriéndose al sol,// Canción de cuna,// Nacimiento de Venus,// Una forma de decirlo,// Poliedro de bolsillo,// El martirio de San Sebastián ; y otros martirios,// Retablo de los saltimbanquis,// Mala memoria y malos actores,// A la ronda ronda,// Autonomía de vuelo,// La perfección como pretexto,// Actualidad de Occam,// Buenas maneras.
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