POESÍAS de GUILLERMO MOLINAS ROLÓN (Enlace a datos biográficos y obras) .
DEL JARDÍN DE LAS LEYENDAS “En los tiempos ciclópeos". .
Fue un despoblado trágico en olvido, Donde el tropel sangriento de la raza Se engrandeció con la última amenaza Como el postrer arranque del vencido... . Allí la Alianza en su execrable caza Lanzaba su epiléptico alarido Y la ciclópea estirpe con su maza Quería llenar el bosque de sonido. . Luego escuchóse un debatir violento Cual lo supremo de una lucha heroica Cuando fugaz se esquiva la victoria. . Y fue en un grito de dolor al viento Todo el sollozo de la raza estoica En los vastos silencios de la Historia... Publicado en: Resista del Centro Estudiantil. Asunción. VIII. 30-VII-1914. Cfr.: Diálogo. Asunción. I. 15-VII-1955. . CANTO A LA RAZA II .
Pasaron siglos ... unas blancas velas cual gaviotas nostálgicas, la arena abandonaban de una playa amena dejando estelas, desafiando al mar... Si la vierais … Con qué creciente empeño las arrastraban a su azar los vientos! Cual al liviano soplo los alientos Arrebatan los pétalos de azahar! . Son unas carabelas españolas Allá las lleva el pensamiento humano, Van a buscar el fin del océano, y tristes, mudas e imponentes son. Van a buscar un país de espumas hecho Donde duerme una ninfa abandonada, Van a buscar la Atlántida encantada Que en un delirio murmuró Platón... ! . Van a buscar albergue entre las olas Donde se encrespan las espumas. Fieras van siguiendo tal vez a sus quimeras hacia regiones donde duerme el sol van a escuchar en la soñada tierra de sus vientos los rudos batallares o perderse en las ondas de los mares Al abrazo del monstruo bramador. . Un hombre en una de ellas se asomaba, y con afán de un visionario iluso del sol miraba el titilar confuso y contemplaba del ocaso el tul, ...sin duda la esperanza en sus ensueños le besó con sus labios invisibles y velada con mantos incoercibles se confundió en el infinito azul... . Ese es Colón, el soñador sublime el que escuchó en la noche tenebrosa de la ignorancia, la implacable diosa que con sus alas cubre el arrebol, las voces augurales de lo ignoto que le decía: Allá en el occidente brotó un mundo magnífico esplendente y está bregando con la luz del sol... . Y le dijo también que ha muchos siglos una raza ha nacido en este mundo, no en el lugar do el Noto Furibundo ha soplado con recio tempestar, sino entre limpios álveos de dos ríos de tranquilas y lentas correntadas. do juegan las ondinas y las hadas Aguardando del alba el despuntar. . Y despertóse el gran predestinado en redor suyo sólo vio la sombra mas luego el numen de su patria nombra y el sueño extraordinario le contó; Pero su patria enferma, aletargada bajo garras de mucho oscurantismo lo reputó de utópico lirismo y el maternal apoyo le negó! . Entonces triste, errante y vagabundo buscó la caridad de otras naciones Pero la aurora de albas ilusiones Palidecerse vio más de una vez, mas una joven reina de Castilla la vencedora, aquella, de Granada le dio la protección tan deseada ¡Era la musa de Colón tal vez! . Y vio entonces surcar desde el oriente la inmensidad del azulado cielo cada vez más acelerando el vuelo hacia una extraña patria occidental esos sueños, delirios, desengaños, cual avecillas o amistosos guías para enseñarle las traidoras vías que van hacia el laurel de lo inmortal. . Y batalló a los pérfidos oleajes con las espumas siempre porfiando y al occidente siempre interrogando enfurecerse el elemento vio, y luego entre la bruma aterradora que aun envolvía al ensoñado ocaso destroza un velo para abrir un paso y nuevo mundo a las edades dio...! . Y pisó nueva tierra el argonauta El más audaz que han historiado siglos nos recuerda la edad de los vestigios, la edad heroica, aquella, de Sansón; En la que el tan deseado vellocino Aquel héroe de helénica leyenda en singular y desigual contienda Arrebató en la Cólquida al dragón. . ¡Colón! ¡Colón!, tu colosal empresa, que no escuchó aquel razonar mezquino del alto tribunal salmanquino, ¡siempre admirando está la humanidad recibe como ofrenda estas estrofas Que, estremecidas, tu grandeza nombre... ¡Tú, el que hacia el mundo salió de la sombra Ha marchado a buscar la eternidad...! Publicado en: Revista del Centro Estudiantil, Asunción, setiembre de 1910. . Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA/ Tel. (595-21) 373.594/ arami@rieder.net.py – Asunción/ Paraguay. 2005. 781 pp.). |