¡QUE SEPAN HACERLO!

Por PEPA KOSTIANOVSKY

Probablemente los señores constituyentes no consideraron los inconvenientes de que la asunción presidencial se hiciera el 15 de agosto, cuando el Presupuesto General de la República es aprobado en diciembre anterior. Acostumbrados quizás a que eso de que empezará un nuevo periodo de gobierno significará por tanto tiempo la continuidad de las mañas del que estaba.

El hecho es que con esta poco práctica asignación de fechas, cuando suceden cosas tan “raras” como que el nuevo gobierno venga con nuevas políticas, implica que por lo general, el que llega se encuentre con que el que se va ya se apresuró a gastar todo lo que se había asignado al año en curso. Y no quedan en caja ni monedas para comprar tinta.

Tratando de prever estos inconvenientes, el presidente electo se apresuró a designar un equipo de transición que ya lo tuviera al tanto de las miserias con que se encontrará. Probablemente ya la doctora Lea le haya puesto al tanto de las solicitudes de ampliación de presupuesto que con mayor urgencia reclaman ser enviadas al parlamento. Y estoy segura de que el jueves 16 ya estarán prestas en las secretarías de las cámaras legislativas los anteproyectos de rigor. En especial, los que hacen a salud, edu­cación y seguridad. Urge la provisión de recursos a las diferen­tes divisiones de salud, medicamentos y materiales, limpieza y sanitación. Para luego y lo más pronto posible, la adjudicación de personal de blanco. Porque la vergonzosa realidad de los hospi­tales, en especial los del interior, es insostenible por un solo día.

En educación, si bien no es probable que los nuevos planes se empiecen a aplicar ya en lo que queda del año lectivo, hay carencias que no pueden esperar, desde falta de maestros, a techos que se están cayendo sobre los niños, algunos llegan a dar clases bajo los árboles. Lo cual puede resultar muy bucó­lico y saludable en verano, pero ahora…

En fin, creo que lo de Salud y lo de Educación no serán tan com­plejos. Santiago Peña ha manifestado sus inquietudes, y sus ministros están preparados para cambiar rumbos estancados. El que se las va a ver en figurillas es el ministro del Interior, a quien le cabe la seguridad interna. Las experiencias propias y ajenas de lo que significa combatir la delincuencia urbana, que ya ha tomado carácter de organizada, será tarea primordial de Enrique Riera. La pregunta es, ¿por dónde tomar el hilo de la madeja?

Porque no se trata de salir a hacer redadas de chespis, motochorros, para después tirarlos en las comisarías o en cárceles miserables. Ni simplemente en instruir a las fis­calías para que no los suelten (ni siquiera por coimear, sino porque no tienen dónde ponerlos).

Tampoco podemos andar haciendo las monstruosidades que hace Nayib Bukele (aunque muchos estén encantados con las filmaciones de seres humanos desnudos y rapados, corriendo como comadrejas con fusiles apuntándoles a las nucas, como en campos de concentración) ¡ESO NO ES HUMANO!

Ya en algún tiempo se habló de ejecutar la medida legal de reclu­tarlos y mandarlos a hacer el Servicio Militar Obligatorio. Lo cual sería legal, dado que la Objeción de Conciencia no se presume, debe ser manifiesta. Pero, por otro lado, sería una locura que a jóvenes que ya están iniciados en la delincuencia se les instruya y provea de armas de guerra. Aun así se podría recurrir a una fór­mula legislativa que permita un Servicio Obligatorio de Instruc­ción Cívica, gestionado por las carteras de Interior y Defensa.

En fin. No sabemos cómo se irá a hacer esto de sacarnos de encima la inseguridad nuestra de cada día. Esperemos que los que vie­nen tengan ideas más claras. Y eficaces.

Fuente: www.lanacion.com.py

Lunes, 17 de Julio de 2023

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