La carreta es el rancho que camina
con el tiempo ha dormido en su rodar
en el alma apacible del labriego
con su ansia fatigada de esperar.
Con sus cuernos van los bueyes hilvanando
el camino con paciencia patriarcal
de quien sabe, que es inútil apurarse
mientras dice el boyero su cantar.
(se repite la 1ª. parte)
La picana rebolea amenazante
y castiga implacable al pobre buey
que devuelve las heridas que recite
con un rojo clavel sobre la piel.