La muy popular polca A MI VIRGEN QUERIDA -más conocida como VIRGEN QUERIDA- era tenida, sin cuestionamientos, como de la autoría de CHACHO (SILVERIO) FERNÁNDEZ, en la letra, y de BERNARDO ÁVALOS, en la música.
La preferida de las serenatas, los festivales y los finales de presentación de varios grupos musicales sigue vigente hasta el momento. En el disco "GENERACIÓN DE EMILIANO" -del GRUPO GENERACIÓN, de Villarrica- puesto en circulación en el 2008 por LA (Luis Álvarez) Producciones y el diario abc, sin embargo, aparece una versión diferente de la poesía conocida en los últimos 60 años. El autor de la letra BERNARDO ÁVALOS se mantiene, pero desaparece el nombre de CHACHO FERNÁNDEZ, sustituido por el de EMILIANO R. FERNÁNDEZ como autor del poema titulado NE ROVETÃME VIRGEN QUERIDA.
¿Qué pasó allí?, es la pregunta lógica para quien indaga la intrahistoria de la música paraguaya y se interesa por conocer más a fondo la intimidad de una creación musical.
"Papá solía contar que en 1953 ó 1954, estando en Asunción Chacho le trajo la letra de A MI VIRGEN QUERIDA y él le puso la música", había relatado en Autores Paraguayos Asociados (APA) BERNARDINO ÁVALOS, hijo de BERNARDO ÁVALOS al autor de estas historias de canciones populares paraguayas.
Tras aparecer la otra letra y al preguntarle qué sabía de ella o qué comentario podría hacer, dijo no tener ningún conocimiento de lo que pudiera haber sucedido, indicando que como el nombre de su padre permanece, lo que hay que saber es qué ocurrió con relación a los versos.
"Los integrantes del Grupo Generación llegaron a mi casa en busca de fotografías para ilustrar su disco. Conversando, les di la letra que en el barrio Ysaty, en la casa del músico y peluquero ANTONIO BARRIOS, me entregó el suegro de éste. Estaba yo allí cuando, de repente apareció el señor, ya de edad, y me entregó la letra de NE ROVETÃME VIRGEN QUERIDA, de EMILIANO R. FERNÁNDEZ. Esto habrá sido allá por el 2003", cuenta por su parte ÁNGEL ANTONIO GINI JARA, uno de los mayores y más documentados investigadores de la vida y la obra del que fue llamado "TIRTEO VERDEOLIVO".
Indicó luego que le preguntó a Laureano Fernández, hijo de Emiliano, si tenía algún dato con respecto a esa letra y no le pudo dar una respuesta satisfactoria.
"Alguna vez escuché que el músico y hoy empresario de discos 'Cerro Corá' PEDRO ROMÁN conoce algo de la historia de esta obra", acotó luego.
La pista era muy valiosa. Por lo tanto, el destinatario de la siguiente consulta era cantado.
"Péa pingo música tuja. Ndojekuaaintéva la ijapohare (Es música antigua. Sin embargo, no se conocía su autor). En 1948, como músico -ejecutaba el acordeón-, yo integraba el conjunto de don BERNARDO ÁVALOS. Fue allí donde el contrabajista RAMÓN DOMÍNGUEZ trajo la obra para que formara parte de nuestro repertorio. Roñensaja ha osẽ porãiterei (Ensayamos y salió muy bien). Ñafirmána ñande hese: nde la música, le dijo a BERNARDO ÁVALOS - CHACHO como no se conocía de quién era la obra, ha che la letra (Firmemos como autores: vos la música, le dijo a Bernardo Ávalos y yo la letra). Nosotros grabamos la versión tal cual como trajo nuestro compañero", dice PEDRO ROMÁN.
Las letras coinciden textualmente en mínimas partes. Las ideas también a tramos, aunque con otras palabras. Es obvio que la métrica silábica igualmente concuerda porque la melodía le calza a la perfección a las dos versiones.