TATAYPÝPE/ JUNTO AL FUEGO
Poemario de SUSY DELGADO
Editorial ARANDURÃ
Asunción – Paraguay
Agosto 2004 (89 páginas)
Ojatapy haguére ore reko ratamíre,
Mama rérape oveve -tata rendymícha-
Ko che kuatia ñe'ẽ.
Susy Delgado, 1992
COMENTARIOS ACERCA DE ESTE POEMARIO
TATAYPÝPE
EL FUEGO DE LA PALABRA
Bartomeu Meliá
21 de noviembre de 1992
El día paraguayo comienza junto al fuego. Y ese fuego que se alimenta de la leña de la memoria es la flor en llamas que dice el nuevo día; memoria del fuego, siempre nueva, porque en esas llamas están las palabras de muchas vidas. El fuego sólo es cuando ya floreció en los ojos que de él está prendados, cuando ya se hizo calor en nuestros huesos, cuando sus lenguas -lenguas de fuego- se dijeron en nuestras palabras. Vivimos de esas llamas como vivimos de nuestras palabras.
En la zarza ardiente de Moisés que una vez encendida no se apagará jamás y se repetirá sin repetirse nunca en una voz que lo dice todo: "Yo soy el que soy". En un fuego que es todos los fuegos.
Es el fuego guaraní que un día el sapo les robó a los cuervos y está guardado para siempre en el tronco del pindó, memoria perenne entre tierra y cielo.
Junto al fuego, Susy Delgado se ha hecho juego de llamas, fuego de palabras; un fuego que habla y una palabra que ilumina y calienta. El fuego es una voz que resplandece.
Mba'e rendy
ne ñe'ẽ
Sentarse junto al fuego, en la mañana todavía no amanecida es saber toda la memoria de un pueblo que sufre de hambres y de enfermedades, pero que de ese fuego aprende a decir el sol, la flor y la estrella.
Tataypy,
ñe'ẽ rata.
Kuarahy, yvoty, mbyja ryru.
En ese fuego están todos los fuegos, y en esta palabra un himno sin principio ni fin: toda la historia de un pueblo que se quema sin consumirse.
La lengua guaraní usada por Susy Delgado es capaz de dibujar en filigrana escenas mínimas y universales al mismo tiempo; en cada palabra parece que se forma un color, se gusta un sabor, se escucha una melodía inesperada; son palabras que, apenas con su roce, estremecen la carne. De junto a este fuego se sale más humano. Un fuego fuente.
Tuve la ocasión de leer por primera vez estos poemas en La Habana, en Cuba. La Casa de las Américas, dando muestras de una comprensión profunda del sentido de los 500 años del encubrimiento de América había convocado para este 1992 un Premio Extraordinario de Literaturas Indígenas. Eran las voces de América que había que descubrir. Tuve el honor de formar parte del jurado. Entre los varios trabajos en lengua náhuatl, quechua y guaraní -las tres lenguas indígenas contempladas para el premio- este poemario de Susy Delgado, Tataypype (Junto al fuego), quedó como finalista.
El jurado opinó que se estaba delante de una "delicada poesía evocativa, muy personal, en la cual las referencias tradicionales se integran muy bien con una creación poética nueva. Bien merecería su publicación para los guaraní-hablantes que tendrán una lectura muy enriquecedora e inspiradora".
Por mi parte considero que la publicación de estos poemas en guaraní y castellano en la forma en que se hace, supera la malhadada relación diglósica que afecta generalmente la producción llamada bilingüe de muchos autores paraguayos. Aquí un solo fuego llamea en lenguas diferentes, que no se funden ni se confunden. La memoria de Susy Delgado, como la de muchos paraguayos, puede decirse con propiedad en dos palabras, sin traducirse ni traicionarse una con otra.
Toikove tata,
Toikove ñe'ẽ
Invitado a sentarme junto a este fuego, espero el rocío del amanecer y los trabajos del día, para sentarme de nuevo junto al fuego del atardecer. Muchas gracias, Susy.
DE LA PRESENTACIÓN DE VÍCTOR CASARTELLI
(Extraído de la presentación realizada por Víctor Casartelli
en ocasión de la presentación de la versión trilingüe -guaraní,
castellano, inglés- de Tataypýpe)
En la nota liminar a la primera edición de Tataypýpe, el padre Bartomeu Meliá habla del fuego y la palabra como connubio de vida, vínculo que se enraíza en las hondonadas de la peculiar cosmovisión de quienes, como Susy, piensan, hablan y escriben en guaraní. Sin embargo, estas tres virtudes, por sí solas, no avalan la capacidad de concatenarlos en función de la poesía. Para ello, la persona que las tiene deberá poseer también la sensibilidad excepcional para este menester que hace a la belleza de la palabra escrita. Y, en este sentido, la sensibilidad de Susy es como un aleteo levísimo, apenas audible, acaso como el vuelo de una mariposa que de pronto escuchamos en el detenido silencio que se instala, absoluto, en esa hora imprecisa del mediodía del estío paraguayo.
Acaso por ello, en no pocas oportunidades hemos releído Tataypýpe en el afanoso intento por desentrañar sus misterios genesíacos, enigmas que, a duras penas, pueden ser avizorados a través de la urdimbre con la que Susy teje y desteje los significados y los significantes de su lenguaje poético. Porque aunque Susy usa, a veces, algunos vocablos castellanos en estado puro -o los guaraniza convenientemente-, su obra constituye el primer manifiesto de algo nuevo en la poesía escrita en guaraní, tanto en su temática como en el estilo y la forma de trabajar el idioma que, de esa manera, nos presenta un guaraní cotidiano que utilizamos para nuestra comunicación total. El acontecimiento o la anécdota no le sirve como tema para ser elogiado per se, sino como un pretexto para expresar los sentimientos individuales, la vida diaria en su pueblo natal, su infancia preñada de sucesos aparentemente nimios que marcaron, sin embargo, los códigos culturales que le son propios. Del aislado suceso anecdótico llega a una confesión humana, individual. Acaso es ella la primera en buscar una expresión coloquial en un momento en que todavía impera el discurso amoroso y patriótico en gran parte de la poesía escrita en lengua guaraní. Un ejemplo bien claro de esa declaración personal, íntima –de conmovedora aproximación a la nada en que deviene el olvido, la desmemoria de lo que hemos sido, de lo que ha sido consumido por la lengua de fuego de nuestra propia mortalidad-, son los versos siguientes que, al leerlos detenidamente, se transforman como por arte de magia en un bisbiseo casi litúrgico, cuyo efecto de profunda conmoción interna es su más bella impronta:
Tata'y
aheka
tesarái tanímbúpe.
Tata'y
rendaguépe
aipyvu, ahavicha
amosarambi
tanimbu ro'y,
tanimbu...
Tata'y
aheka
ajatapymi hagua...
INTRODUCCIÓN DE SUSAN SMITH NASH
Susan Stnith Nash, Ph.D. (Ardmore, Oklahoma, 1958);
Realizó la traducción de este poemario al inglés -1998
Catedrática de literatura y cine en la Universidad de Oklahoma - EE.UU.
Conocí a Susy Delgado en noviembre del año 1996 en la capital de Paraguay, Asunción. Yo había viajado a ese lugar para dar una serie de presentaciones sobre el cine y la literatura norteamericana en la Universidad Católica, y también estaba trabajando en el ofrecimiento de unas becas para matricularse en universidades del estado de Oklahoma (EE.UU.). Esta, y algunas otras cosas me ocupaban mucho, pero el motivo primordial de quedarme fascinada por el Paraguay fue su historia de aislamiento, de guerras destructivas, y un valor sorprendente por parte de las mujeres que habían sobrevivido a las guerras y, de quienes habían reconstruido el país. También (y por supuesto) me conmovía la herencia de una dictadura de 35 años.
Susy me trajo una selección de sus libros para que yo conociera su obra y me formara una idea, aunque sea básica, de su trabajo. Yo me sentí inmediatamente cautivada por la belleza de su poesía. Susy tiene una carrera destacada en el periodismo, y es toda una profesional con capacitación y educación universitaria en España y experiencia en todos los aspectos del reportaje. Trabajando en uno de los periódicos más grandes de Asunción, ella ha ganado mucho respeto por su profesionalismo y sus estándares altos. En su obra creativa, yo he notado algunos paralelismos con su trabajo como periodista -demuestra en ambos mundos su habilidad de captar hasta los más pequeños detalles, y también de poder acercarse al calor humano de su pueblo.
Su trabajo me fascinó enseguida no solamente porque su obra me hace recordar a algunos de mis poetas favoritos -por ejemplo, los poemas de Elizabeth Bishop escritos en Brasil, o los de William Carlos Williams en Spring and All y también en Al que quiere- sino también porque la obra de Susy tiene que ver con una mujer que regresa al campo, donde la manera de vivir se ha preservado, muy diferente de la vida de la ciudad.
Al aprender un poco de la gramática guaraní, empecé a comprender la riqueza de esta lengua y su manera de comunicar sentimientos profundos. Descubrí un fenómeno que muchos me habían contado sobre el idioma: que es apto para comunicar la manera en que las personas forman vínculos personales perdurables.
"VERSOS DEL FUEGO" - BREVE INTRODUCCIÓN AL UNIVERSO
POÉTICO GUARANÍ DE SUSY DELGADO
Wolf Lustig (Frankfurt, 1954)
Realizó la traducción de este poemario al alemán
Docente de filología románica en la Universidad Johannes Gutenberg
de Maguncia (Alemania).
Susy Delgado (Asunción, 1949), es con toda seguridad, una de las voces más sobresalientes de la nueva literatura paraguaya. En su lírica bilingüe expresa acertada e impresionantemente en guaraní y español la doble cultura de su país. Para el europeo se trata de una cultura lejana y oculta, ésta, del único país latinoamericano, en el que la mayoría "sin pertenecer a una etnia indígena" se sirve en la comunicación cotidiana de una lengua indígena cuando hace siglos que es el español la lengua oficial dominante en la "vida oficial moderna", de la civilización, de la educación superior, y con ello, la de la literatura escrita e impresa.
Desde que el guaraní es, a partir de 1992, una de las dos lenguas oficiales y logra su lugar obligatorio en la enseñanza, han aumentado - es cierto considerablemente las publicaciones literarias sobre todo en el campo de la lírica, pero muy pocos autores lograron liberarse de lo estrecho de las formas folclóricas o folclorizantes y descubrir y desarrollar de nuevo el potencial creativo, que sin duda tiene la palabra y el mundo de los sonidos del guaraní. Entre estos autores, es Susy Delgado la que merecidamente, ha sido reconocida no sólo en el Paraguay: En 1992 se ha reconocido su obra y ella recibe un homenaje con motivo del otorgamiento del premio internacional de Literatura en Lenguas Indígenas de la renombrada Casa de las Américas.
Una edición trilingüe de Tataypýpe con versión inglesa apareció en 1998. Con el presente librito se intenta por primera vez, acercar al público alemán la moderna lírica paraguaya vertida directamente del guaraní al alemán.
En Tataypýpe, "sus poemas cerca del fuego", aparece en insistentes cuadros la evocación de una forma de vida amenazada por el olvido. En tonos silenciosos sale a resonar el alma de un pueblo, que estuvo sin voz por mucho tiempo. Mientras estas voces se articulan poéticamente y en guaraní, lo hacen perfectamente en su forma propia, en la que sobre todo resaltan ritmo y musicalidad de la lengua ancestral.
Característico para la nueva lírica guaraní, es el estilo llamado tangara, que se define por versos muy cortos, muchas veces de sólo una palabra. Ejemplos para esto son los poemas 15 y 22. La traducción al alemán se esfuerza en mantener esa estructura y en general alcanzar una equivalencia de los versos. Por ello -de cuando en cuando- el traductor reconoce lo extraño en la sintaxis de la lengua a la que es traducida esta poesía.
Para el centroeuropeo, en su realidad cotidiana, en la que el mueble de cocina empotrado, su cocina y cafetera eléctrica son de una naturalidad patente, resultan extrañas la palabra y la imagen central del modo de vida de Susy Delgado. Tataypy el lugar del fuego", en el texto alemán, según el contexto son traducidos como fuego, lugar del fuego, o fuego de cocina: Fogón.
No un sencillo fuego al aire libre como podrían sugerirlo suposiciones que se aproximen al romanticismo indígena, sino la cocina sencilla a leña, en la que en la cocina campesina se calienta el agua para el mate y las comidas. Así es en el Paraguay y en otros países sudamericanos en los que se viven ciertamente noches de frío invierno. Es justamente ese el centro espiritual de la vivienda campesina alrededor del cual se reúnen las personas antes y después del trabajo, fuego cerca del cual se sientan los ancianos, lugar donde se cruzan voces y palabras (ñe'ẽ) y que van pasando de generación en generación.
Cada poema de Susy Delgado evoca una imagen acústica de la vida alrededor del fuego, que está extinguiéndose. Son textos de un alto encanto estético y despiertan sentimientos nostálgicos. Y tales textos también expresan que el bello viejo mundo es hoy de una pobreza material signada por la opresión.
Ojalá que a los pobres (mboría hu), los protagonistas de los poemas de fuego de Susy Delgado, puedan seguir el camino hacia una existencia más humana y así, puedan salvar algo del calor del viejo Fogón.
1
Vengan, Siéntense,
acérquense al fuego.
Mandiocas, batatas,
ya están casi blandas;
el mate, caliente;
ya va a amanecer.
Mamá, junto al fuego,
ya está en su trajín.
Papá, en su regazo,
acoge al hambriento.
Vengan, Siéntense,
para despertar.
Junto al fuego hay ya
algo que comer
y lo que nos dará
grato despertar.
1
Peju, peguapy,
peja tataypýpe.
Hu'umbaraíma
mandi'o, jety,
ka'ay hakúma,
ko'embotaite.
Che sy, tataypýpe,
oñetrahina.
Che ru rupa'úme,
mitã vare'a.
Peju, peguapy
pepaypa haguã.
Tataypýpe oíma
ja'umi voerã,
ñanemoko’ẽ
porã vaerã...
2
Vengan, siéntense,
acérquense al fuego
y se despejaran.
Vengan, siéntense,
y hagan silencio
y escúchenlo bien.
Aquí, junto al fuego
ya vino a sentarse,
en un haz, reunido,
lo que de antaño,
se ha de contar.
Lo que ha venido
para hacerse oír,
no da escalofrío
y felicidad
2
Peju, peguapy,
peja tataypýpe
pejera haguã.
Peju, peguapy,
pekiririmba,
pejapysaka.
Tataypýpe oúma
oñemboapyka
yma guareita,
mombe’upyrã.
Tataypýpe oúva
oñehenduka,
ñanembo pirĩ,
ñanembovy’a.
3
En lo más hondo de la casa vieja,
justo allí donde el pobre
abrigo busca...
Donde el viento calcina
el sentir, niño desnudo....
estalla, relumbra,
titila y se desata
besando la vida, riéndose,
ese fuego de pobre.
Donde florece el hogar.
3
Oga tuja ruguaitépe,
mboriahu ohekahápe
ahojami...
Yvytu ohoverehápe
temiandu, mitã perõ...
Hendypu, ojajái,
osysýí ha ojera,
oheréi tekove
ha opuka,
mboriahu rata.
Tataypy ipotyha.
4
Y allí,
junto al fuego,
al abrigo de la casa vieja,
donde bajan las estrellas,
con las llamas, a brillar...
Suavemente,
en mi alma,
germina y se enraíza,
crece,
una llama,
tu lengua.
4
Ha upépe,
tataypýpe,
óga tuja ahojaguýpe,
pe mbyja oguejyhápe
tatarendýndie ojajái...
Mbeguemi,
che py'ápe,
heñói ha oñembohapo,
okakuaa,
mba'e rendy,
ne ñe’e.
5
Junto al fuego,
me aúpa mi padre viejo,
despunta, va aclarando,
está a punto de amanecer el día
lentamente
en mi memoria...
En el corazón
de la lengua.
5
Tataypýpe,
che ru tuja rupa’úme,
ko'etĩ, ko'embara, ko’embota
mbeguekatu
che ñe’áme...
Pe ñe’e
rupa tujápe.
6
La chamusquina del fuego
dejó sus huellas
en la memoria del niño.
Y la marca del fuego
me siguió en la vida.
Lo que no se borra,
bendición del fuego,
quemó entonces
mi palabra.
6
Tata rovere
oñembopere
mitã mandu’ápe.
Tata rendague
oho chendive.
Oje'ove'ỹva
tata rovasa,
ohapy vaekue
che ñe’e.
7
Humareda...
dispersándose
en los hondos recuerdos del niño.
Ya se apagó en mi memoria
el fuego viejo de aquél hogar.
Ya se asentaron y callaron
sus chisporroteos,
sus truenos,
su rumor.
Ya no está el lamido del fuego
allí dónde estuvo el aliento de la lengua.
7
Tatatina...
iñasãi
mitãmi akã ruguápe.
Oguepa chemandu’águi
tataypy rata tuja.
Oguapy, okiririmba
tata piriri,
tata sununu,
tata ryapu.
Tata kumberéi opa
ñe'e pytu rendaguépe.
ÍNDICE
1 Peju, peguapy...
Vengan, siéntense...
2 Peju, peguapy,/ peja tataypy...
Vengan, siéntense,/ acérquense al fuego...
3 Oga tuja ruguaitépe...
En lo más hondo de la casa vieja.
4 Ha upépe...
Y allí...
5 Tataypýpe...
Junto al fuego...
6 Tata rovere...
La chamusquina del fuego...
7 Tatatina...
Humareda...
8 Tata'y...
Un tizón...
9 Ha tanimbu...
Y al revolver...
10 Tata'y/ aheka...
Un tizón/ busco...
11 Tata'y/ aheka/ pe ñe'é
Un tizón/ busco/ para encender
12 Toupáke...
Que vengan todos...
13 Ko'embotaitéma...
Ya casi amanece...
14 Ha ika'arupávo...
Y cuando llega el atardecer...
15 Tataypýype,/ ipoty...
Junto al fuego,/ florece...
16 Ro'y tiempo oguahẽ...
Llega el tiempo del frío...
17 Tataypýpe/ oñehéma...
Junto al fuego/ ya se vierte...
18 Tataypýpe/ opupu...
Junto al fuego/ hierven...
19 Tataypýpe,/ ñembyasy oja...
Junto al fuego,/ viene a ovillarse...
20 Tataypy,/ juayhupy...
Fuego del hogar/ que se enseñó...
21 Tataypy.../ Ñe'ẽ pytu...
Fuego del hogar.../ Aliento de la lengua...
22 Tata'y,/ epáy...
Tizón,/ despierta...
23 Tata'y,/ epáy ha emombáy
Tizón,/ despierta y haz que despierte...
24 Jepe'e puku
Largo ritual
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