Portal Guaraní - NO ME TOQUEN LA CAJA NEGRA - Por ANDRÉS COLMÁN GUTIÉRREZ

Eran ocho enormes y lujosos ómnibus pintados de blanco y colorado, especialmente equipados con consultorios clínicos y odontológicos, servicios de primeros auxilios, farmacias con gran cantidad de medicamentos y hasta pequeños laboratorios. Todos llevaban la inscripción “Clínica móvil – Equipo médico odontológico”, con los logotipos bien visibles de Itaipú Binacional, Red Paraguaya para el Desarrollo Humano (Repadeh) y el eslogan “Gobierno Nacional - Ñamopu’ã Paraguay”.

Empezaron a operar en agosto de 2004, como un proyecto dirigido por el entonces director de Itaipú, Víctor Bernal, siguiendo órdenes directas del presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, montando un hábil esquema de campaña electoral disfrazada como ayuda social, financiada con dinero de la entidad binacional.

Contrataron con buenos salarios a un ejército de 140 profesionales médicos, odontólogos, enfermeros, nutricionistas, a quienes pagaban a través de la Fundación Tesãi, de Ciudad del Este. Se les exigió estar disponibles las 24 horas para partir cada semana a lejanas poblaciones del país, para brindar atención en asentamientos suburbanos, campesinos e indígenas, presentándose como “un regalo” de candidatos a diputados, senadores, gobernadores, intendentes, concejales, presidentes de seccionales, todos del partido de Gobierno, en actos políticos con banderas coloradas.

“Nos hacían firmar contratos en blanco, o solo con un lápiz de papel, para luego modificar. En cada viaje llevábamos medicamentos por más de 200 millones, que se cargaban de los depósitos de la Fundación Tesãi. Los políticos nos utilizaban para conseguir votos”, relató a Última Hora el médico José Luis Lezcano, uno de los integrantes del equipo, en una serie de reportajes investigativos que realizamos en la época.

Esta es solo una muestra de cómo parte del dinero de las entidades binacionales Itaipú y Yacyretá, disfrazado como “fondos sociales”, se ha venido utilizando, prácticamente en todas las épocas, como “caja negra” para sostener las campañas electorales del Partido Colorado. En épocas del gobierno de Fernando Lugo hicieron lo mismo, con matices diferentes, desde sectores del Partido Liberal y desde grupos de izquierda, pero quienes más se aprovecharon fueron siempre los colorados.

A muchos les llama la atención que entidades que manejan represas hidroeléctricas asuman funciones del Ministerio de Salud, de Obras Públicas, de Educación, de Agricultura y Ganadería, pero es muy simple: al escapar a los controles, con la excusa de que son entes binacionales (como si fueran un Estado aparte dentro de los dos Estados), resulta más fácil manipular al electorado humilde, apareciendo como benefactores con el dinero del pueblo, sin mencionar lo mucho que se roba en el proceso.

Esto explica por qué hoy están peleando con uñas y dientes para que los presuntos “fondos sociales” de las binacionales no sean destinados a la salud pública ante la crisis sanitaria del Covid-19, a pesar de los desesperados reclamos de la ciudadanía, o porque buscan evitar tan descaradamente que la Contraloría entre a auditar sus cuentas, con la excusa de la inmunidad (más bien, impunidad) internacional. No me toquen la caja negra, es la premisa.

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