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CARLOS R. CENTURIÓN (+)
  APARICIÓN DE NUEVOS VALORES LITERARIOS - Por CARLOS R. CENTURIÓN


APARICIÓN DE NUEVOS VALORES LITERARIOS - Por CARLOS R. CENTURIÓN

APARICIÓN DE NUEVOS VALORES LITERARIOS

Por CARLOS R. CENTURIÓN


Al filo de 1930 hizo su aparición en la prensa asuncena, en la tribuna y en la cátedra, un grupo de jóvenes intelectuales. Citaremos entre sus integrantes a Angel R. Ginés, María Blanca Pinho Mantero, Salvador Villagra Maffiodo, Arnaldo Valdovinos, Gervasio Recalde Céspedes, Leandro Aponte, R. Antonio Ramos, Emilio Saguier Aceval, Basiliano Caballero Irala, Carlos A. Pedretti, Francisco Orué Saguier, Benjamín Vargas Peña, Angel Vargas Peña, Amadeo Báez Allende y P. Alejandro Islas.


ANGEL R. GINÉS es oriundo de la Asunción. Nació en el año 1908 y se educó en el Colegio Nacional de dicha capital. En la Facultad de Medicina, de su ciudad natal obtuvo diploma de doctor. Perfeccionó sus estudios en la Universidad de Montevideo.

Comenzó a escribir siendo alumno del nombrado instituto de enseñanza secundaria. Sus primeros versos vieron la luz pública enMinerva, revista juvenil que dirigía Francisco Sánchez Palacios. Colaboró después en otros periódicos. Sus afanes de laboratorio obligáronle a silenciar la lira; pero su dedicación a cuestiones científicas ha florecido en más de cien trabajos de innegables méritos.

Es de su inspiración juvenil:


ARPAS DEL ALMA


Afinan las arpas triunfales sus cuerdas

y surgen las notas dispersas y graves

poblando los ámbitos cual ondas que lerdas

se escapan del fondo del alma, suaves.


Del alma – más blanca que el cisne y el lirio,

más pura que el mismo candor de la infancia –

que lleva en su esencia la luz, el delirio

de todo lo grande que el amor escancia.


Las notas sonoras que vibran, que lloran

son almas muy blancas que gimen, que imploran

del hombre en la vida ternura y bondad...


¿No oís como gimen las olas del río?

Son arpas del alma que en el pecho impío

desgranan los cánticos de la Humanidad...


MARÍA BLANCA PINHO MANTERO nació en la Asunción. Cursó estudios primarios en la Escuela Normal y obtuvo el grado de bachiller en ciencias y letras, en 1928, en el Colegio Nacional de dicha ciudad. En ambas instituciones distinguióse por su inteligencia y, especialmente, por su notoria vocación literaria.

Comenzó a escribir en laRevista del Centro Estudiantil. Más tarde enJuventud y enEl Diario. Cultivó la prosa. Sus trabajos llevaban un seudónimo,Scheerezada, María Blanca Pinho Mantero falleció en la Asunción, en 1938.


SALVADOR VILLAGRA MAFFIODO dedicóse, en su juventud, al periodismo. DirigióEl Alba, vocero de Piribebuy. Después redactóEl Diario. Y ha dictado cátedras en el Colegio Nacional, en la Facultad de Derecho y en la Facultad de Ciencias Económicas de la Asunción. Especializóse en las disciplinas administrativas. Oriundo del ya citado pueblo, nació en 1904. Cursó estudios en el Colegio de San José y en el Colegio Nacional de la capital paraguaya. En la Universidad Nacional se graduó de doctor en derecho y ciencias sociales. Desempeñó importantes funciones de gobierno. Fue secretario de Estado, en la cartera de justicia, culto e instrucción pública, durante la segunda etapa del gobierno presidido por el mariscal José Félix Estigarribia.


ARNALDO VALDOVINOS es oriundo de Villeta. Nació en el año 1908. Cursó estudios en el Colegio Nacional y en la Facultad de Derecho de la Asunción. Comenzó a escribir en periódicos estudiantiles. Después redactóEl Diario. Escribía en verso y prosa. Son poemas de su juventud los contenidos en el volumen tituladoCosecha Celeste, publicado en la Asunción en 1929. Desempeñó funciones en la administración de justicia. En las asambleas estudiantiles, primeramente, y después en la tribuna del jurado, revelóse un orador de palabra clara, sonora y vehemente. Durante la guerra del Chaco, escribió y publicóBajo las botas de una bestia rubia, cuadros de la tragedia, compuestos en tono polémico. Se editó en Buenos Aires, en 1932. Después dio a la estampa su más bello poema,El Mutilado del Agro, publicado en la Asunción en 1935. En los días del gobierno presidido por el coronel Rafael Franco intervino decididamente en la política. DirigióEl Día. La prensa y la tribuna contaron con su colaboración apasionada. El exilio, más tarde, llevóle a playas extrañas. Escribió, entonces, para diarios y revistas porteños, en prosa y en verso. Cultivó el cuento y el ensayo. Son de ese tiempo sus estudios sobre el folklore paraguayo, reunidos ahora en un libro que se intitulaLa incógnita del Paraguay. Dichos trabajos aparecieron enLa prensa, El Sol y Claridad, de la capital argentina.

Arnaldo Valdovinos ha publicado, además, una novela,Cruces de Quebracho, Buenos Aires, 1934. En 1946 desempeñó el cargo de ministro de agricultura, en el gabinete del dictador Higinio Morínigo. He aquí:


EL MUTILADO DEL AGRO

(Fragmento)


¡Quién duda que te hará falta esa pierna,

cuyo pedazo trunco,

hoy oscila como péndulo roto

entre tus dos muletas!...

.. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

Eras un hombre libre, sano y fuerte,

sin temor a la vida ni a la muerte.

Macho para el trabajo y los dolores,

las huellas de tus pies dominadores

de malezas hostiles, de marañas

hirsutas y malignamente hurañas,

marcadas han quedado en los caminos

de todos los recodos pueblerinos.

Amabas el trabajo y el pedazo

de tierra que sembrabas. Había un lazo

de afecto natural que decidía

tu apego hacia el sembrado y la alquería.

¡Eres todo un creador! Bajo el milagro

de tus manos curtidas en el agro,

las semillas tornábanse fecundas;

y sentías secretas y profundas

sensaciones humanas y divinas

desbrozando del suelo las espinas.

Y así, con la conciencia de tan santo

destino, tú sentías el encanto

y el orgullo de un Dios bueno y creador

en tu placer viril de sembrador.

Tu ambición era estrecha: tu pobreza

no turbó la ansiedad de la riqueza;

un dictado secreto te decía

que más de lo que eras, no serías;

además, abonabas tales creencias

en constantes y ajenas experiencias.

Así, nunca tuviste sueños vanos:

no podías ser más que tus hermanos

campesinos, presentes y pretéritos,

a pesar de tus luchas y tus méritos.

Por la fuerza ancestral y fatalista

de esta anímica herencia pesimista,

no creíste jamás que la fortuna

tuviera que ofrecerte gracia alguna.


GERVASIO RECALDE CÉSPEDES dedicóse al periodismo. Oriundo de Pilar, nació en el año 1903. Cursó estudios en el Colegio Nacional y en la Facultad de Derecho de la Asunción. RedactóLa Tribuna, La Época, Libertad y otros periódicos aparecidos en dicha capital. Ha dirigido laRevista Municipal. También escribió para diarios y revistas del extranjero.

LEANDRO APONTE es militar. Nació en Bahía Negra, en 1904. Cursó estudios en el Colegio Nacional de la Asunción donde obtuvo diploma de bachiller. En 1927 fue dado de alta como alumno de la Escuela de Aviación Militar, fundada en el Paraguay bajo la dirección de una misión francesa. Actuó en la guerra con Bolivia como comandante de escuadrilla.

Sus actividades profesionales no le han impedido dedicarse a las letras. Siendo alumno del Colegio Nacional comenzó a escribir y dio pruebas de poseer facilidades oratorias. Ha colaborado en varios diarios y revistas del Paraguay y del extranjero. Ha publicado tres libros:Conferencias sobre Aviación, Asunción, 1932;Silvio Pettirossi – Sus bodas de plata con la gloria, Asunción, 1942, movida narración de la vida y la muerte del malogrado aviador paraguayo. Lleva un prólogo de Viriato Diaz Pérez; yEl Coronel Eugenio Alejandrino Garay, Héroe Apolíneo, biografía del héroe de Yrendagüe, Asunción, 1944.


R. ANTONIO RAMOS dedícase a la historia y, con especialidad, a la del Paraguay durante el período de la dictadura de José Gaspar de Francia y a las relaciones diplomáticas con el Brasil.

Comenzó a escribir enEl Liberal yEl Diario. En 1934, publicó en las columnas de este últimoEl Dr. Francia, el Chaco Paraguayo y Bolivia; La Tierra de los Mbayáes estuvo siempre bajo la dependencia del Paraguay; El Fuerte de Borbón, hoy Olimpo, fue fundado, poseído y defendido por el Paraguay. En 1935, enEl Liberal, publicóLa Muerte del Dictador Francia, y otra vez enEl Diario, en 1936,Francia y Artigas; El Segundo Consulado y Artigas yEl Congreso de 1823. EnPareceres vio la luz públicaEl Dr. Francia y las relaciones comerciales con la Gran Bretaña, en 1936.

El valor de estos trabajos se halla en el acopio de documentos, editos e inéditos, que el autor pudo hallar en el Archivo Nacional de la Asunción, del cual fue director. Más aún, encuéntrase ese valor en la discriminación acertada de los sucesos historiados y en la interpretación racional y humana de los hombres y de los acontecimientos. Ha publicado, además,Correa Da Cámara en Asunción, editado en Buenos Aires, en opúsculo, en 1942.

R. Antonio Ramos es oriundo de San Juan Bautista de las Misiones. Nació en el año 1907. Cursó estudios en el Colegio Nacional y en la Facultad de Derecho de la Asunción, en la que obtuvo diploma de doctor. Dedicóse también a la cátedra y al periodismo. Fue profesor de historia y geografía y director deLa Democracia, en 1937. Desempeñó, asimismo, la secretaría de la delegación del Paraguay a la Conferencia de Paz del Chaco y la subsecretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores. A los trabajos antes citados deben ser agregados los aparecidos en laRevista de Historia de Buenos Aires, entre los que se cuentaUn Canciller del Imperio pide la libertad de Bonpland y Juan Andrés Gelly, conferencia leída en 1944, en el salón de actos públicos del Archivo Nacional. Es, además, colaborador delBoletín del Instituto de Investigaciones Históricas de Buenos Aires. R. Antonio Ramos es académico de número del Instituto Paraguayo de Investigaciones Históricas y del Instituto de Numismática y Antigüedades del Paraguay, miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia de la Argentina y del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.

Su último libro,La política del Brasil en el Paraguay bajo la dictadura de Francia, editado en Buenos Aires, en 1944, constituye el análisis de un aspecto todavía no bien conocido en la historia de nuestro país, desde el punto de vista de sus relaciones con otras naciones hermanas. Ramos tiene actualmente en preparación dos libros de envergadura,. El primero, sobre la vida y la obra de Juan Andrés Gelly, ilustre paraguayo de resonante actuación en el Río de la Plata, y el segundo, sobre la misión de José Antonio Pimenta Bueno, marqués de San Vicente, que reconoció la independencia del Paraguay por el Imperio del Brasil.


EMILIO SAGUIER ACEVAL dedícase preferentemente a la cátedra y cultiva la oratoria. En el Colegio Nacional, en la Escuela de Comercio y otras instituciones, públicas y privadas, de segunda enseñanza, ha dictado lecciones de historia, de Oriente, Grecia y Roma, historia moderna y contemporánea, moral cívica e historia del comercio mundial.

En la Facultad de Derecho dicta cursos de derecho político y filosofía del derecho. Ocupó también una banca en la Cámara de Diputados, en 1939.

Emilio Saguier Aceval nació en la Asunción, en el año 1906, y se educó en el Colegio de San José, de dicha ciudad. Obtuvo el grado de doctor en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la capital paraguaya, en 1931.

Comenzó a escribir hace más de una década. Colaboró enEl Diario, Crisol, El País, La Verdad, La Universidad, Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, La Democracia, El Paraguayo, etc. Ha publicado un libro,La Lucha por la Libertad, Asunción, 1939, con prólogo de Justo Pastor Benítez. Tiene, inéditos,Curso de Derecho Político, Resurrección yEl Código Bustamante de Derecho Internacional, y en preparación,Resumen de Filosofía del Derecho.


BASILIANO CABALLERO IRALA es el autor de laCanción del Cadete. El original se halla, en cuadro, en uno de los salones de la Escuela Militar de la Asunción. Es oriundo de Quiindy. Nació en el año 1904. Cursó estudios en el Colegio Nacional de la capital paraguaya y, luego, en la ya citada institución, en donde obtuvo su despacho de oficial de ingenieros.

Comenzó a escribir versos siendo alumno del Colegio Nacional. Aparecieron enMinerva y otras revistas juveniles. Posteriormente, publicó trabajos en prosa y verso, en la prensa asuncena, especialmente, en laRevista Militar y enLa Hora, de la capital paraguaya, y enLa Mañana, de Montevideo. En esta última ciudad ha editado dos obras:Nuestros Zapadores en la guerra del Chaco, en 1939, yManual del Cadete Paraguayo, en 1943.

Es de Caballero Irala:


HÉROES ANÓNIMOS

(Fragmento)


Ha sonado la trágica diana de los roncos cañones,

y uno a uno arrastrándose van los héroes anónimos

por entre la enmarañada selva que despiadada hiere

y despedaza a jirones sus carnes tumefactas.


Llevan en las miradas de rencor y de odios

huellas de sufrimientos y hambres insatisfechos;

y en cada proyectil que disparan

va un mensaje de muerte para los desdichados


que en el bando enemigo temerosos en el barro se arrastran

Imprecación, blasfemias, rezos y juramentos,

hipócritas arengas, van mascullando tristes

hasta hallar el momento de enterrar el cansancio

de sus miembros inermes

en el breve paréntesis de una zanja, demasiado estrecha,

para cubrir sus penas y sus miserias tantas.


CARLOS A. PEDRETTI dedícase a la docencia. Ha sido profesor suplente de economía política, derecho obrero y derecho penal, y profesor interino de política económica en la Facultad de Ciencias Económicas; profesor de moral cívica, derecho usual e historia de Roma en el Colegio Nacional, en la Escuela Normal de Profesores y en el Colegio de San José, respectivamente. Carlos A. Pedretti es oriundo de la Asunción. Nació en el año 1901. Cursó estudios en el Colegio de San José y obtuvo diploma de doctor en derecho y ciencias sociales, en 1924, en la Universidad Nacional. Desempeñó varios cargos en la administración pública. Fue presidente del Departamento Nacional del Trabajo, juez de instrucción militar durante la guerra del Chaco y presidente del Banco del Paraguay. Su labor al frente de está institución, si bien seria y fecunda, ha servido para sostener eficazmente la larga hegemonía de la ignominiosa dictadura de Higinio Morínigo.


FRANCISCO ORUÉ SAGUIER destacóse en las asambleas partidarias y en el Parlamento como orador de palabra fácil y elocuente, Hábil en la dialéctica, ágil en el pensamiento, sabe ser recio y airado en el ataque y metódico en la defensa. La prensa contó también con su pluma. Prosa límpida y erudición notoria, caracterizan al escritor. Ha redactadoRumbos, El Liberal y otros periódicos.

Francisco Orué Saguier nació en la Asunción en 1901. Edúcóse en el Colegio Nacional y en el Colegio de San José, de la capital paraguaya. Obtuvo el grado de doctor en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Asunción. Fue fiscal y juez del crimen y ocupó una banca en la Cámara de Diputados. También fue profesor en diversos institutos de segunda enseñanza, y es uno de los jóvenes doctrinarios de más vigoroso espíritu con que cuenta el Paraguay contemporáneo.


BENJAMÍN VARGAS PEÑA, oriundo de la ciudad comunera, nació en el año 1910. No obstante su profesión de médico, dedícase a investigaciones históricas. Ha publicado, en 1933, un libro intituladoVencer o Morir, en tono polémico, en el cual estudia la vida y la obra del dictador José Gaspar de Francia y le niega los méritos que otros historiadores le reconocen. También ha publicadoParaguay – Argentina – Correspondencia diplomática – 1810-1840, Buenos Aires, 1945, importantes contribuciones para la historia, yLa Bandera del Paraguay, Buenos Aires, 1946, todos muy bien recibidos por la critica.

En la misma época y en la misma ciudad de la Asunción, ÁNGEL VARGAS PEÑA, hermano del anterior, y también oriundo de esta capital, nacido en 1904, publicó un trabajo que lleva por títuloEl Mayor José Ildefonso Machaín – ¿Traidor o Prócer?, en el que defiende la memoria de su nombrado antepasado y trata de interpretar el verdadero fin y las consecuencias de la misión del general Manuel Belgrano al Paraguay, la posición del gobernador Bernardo de Velazco y Huidobro, después de la batalla de Paraguarí, en 1811, y las decisiones del cuerpo capitular de la Asunción frente al pacto de Tacuarí.


AMADEO BÁEZ ALLENDE nació en la Asunción, en 1903. Cursó estudios en el Colegio Nacional y en la Facultad de Derecho de dicha ciudad, en la que obtuvo diploma de abogado en 1942. Lleva publicadosReseña Histórica de la Universidad Nacional, 1939;Universidades Latino-Americanas, 1940;La Sociedad Paraguaya de Derecho Internacional, 1940;La Doctrina Monroe, 1941;El Doctor Dalmacio Vélez Sarsfield yla Universidad de Córdoba, 1941;Indice de los Anales Diplomáticos del Paraguay, 1943;Emisiones y Empréstitos del Paraguay, 1941;El Instituto Internacional de Educación de Nueva York y el Comité Permanente Internacional de Educación del Paraguay, 1941;Fray Hernando de Trejo y Sanabria, paraguayo y fundador de la Universidad de Córdoba, 1942;Evolución Cultural en el Paraguay, 1943;Bibliografía yMapas de la República del Paraguay (Libros de 1638 a 19443 y mapas desde 1599, a la fecha, con un apéndice del folklore musical), 1943.


P. ALEJANDRO ISLAS nació en la Asunción, en 1905. Cursó estudios en el Colegio de San José y en el Colegio Nacional de la capital paraguaya, hasta obtener diploma de bachiller en ciencias y letras.

En sus días juveniles publicó algunas poesías y dedicóse luego al periodismo. En 1928 partió para Buenos Aires en busca de mejores horizontes. Allí ingresó en la redacción deLa Razón donde permaneció dos años. Luego fundó, con Leopoldo Ramos Giménez, el semanarioAcción Paraguaya, que tuvo mucha difusión, y que se publicaba por una de las principales editoriales de la capital porteña. Este periódico vivió poco tiempo y su fin principal fue la defensa de los intereses del Paraguay con motivo de la Conferencia de Paz, cuyas deliberaciones se cumplían en aquella época. Más tarde fundó y dirigió laRevista de Correos y Telégrafos.

Posteriormente se hizo cargo de una sección del Departamento Nacional de Prensa y Propaganda.

Sus mejores poesías son A una vieja revista, Canto triunfal yCantares a mi amada. Entre los varios cuentos que dio a publicidad se destacanYpora y Despojo anónimo. Tiene publicadas algunas monografías interesantes, talesRivadavia y Francia; Diciembre, mes de las hazañas fantásticas; Francia y el ideal americano; Yrendagüe yPerfiles de la epopeya chaqueña.

En el concurso organizado por el Ateneo Paraguayo, en 1940, presentó una novela tituladaEl amor del teniente Villalta, la que fue honrada con una mención especial. Todavía permanece inédita.

* * *

En 1924, proclamada la candidatura de Eligio Ayala a la presidencia de la República por la convención del Partido Liberal, para el cuadrienio constitucional que se iniciaría el 15 de agosto de aquel año, declinó el alto cargo de presidente provisional que ejercía. Le sustituyó Luis Alberto Riart.

En la fecha expresada, Eligio Ayala hízose cargo nuevamente de la presidencia de la Nación. Auras de paz y de trabajo aromaban el ambiente de la patria en 1924. No obstante, para analizar aquel momento, necesario es conocer primeramente a quien debía llevar, sobre sí, por cuatro años, la responsabilidad suprema de regir los destinos de la República.


ELIGIO AYALA nació en Mbuyapey, en el año 1880. De la escuela de aquel pueblo, donde comenzó sus estudios, trasladóse al Colegio Nacional de la Asunción para proseguirlos. En la universidad de esta ciudad obtuvo el grado de doctor en derecho y ciencias sociales. Su tesis versó sobreFuerzas espontáneas y fuerzas racionales de la Sociedad. Desde 1904 ejerció la cátedra. Fue profesor de aritmética, filosofía, derecho usual, moral práctica, psicología y lógica en el Colegio Nacional. Dictó un curso derecho comercial en el Instituto Paraguayo. Desempeñó cargos en el Archivo Nacional de la Asunción y en la Administración de Justicia. Ocupó una banca en la Cámara de Diputados. Acompañó al Partido Liberal, en cuyas filas militaba, en todas las campañas armadas, desde 1904 hasta 1911. Ese año partió con destino a Europa. Recorrió el viejo continente en peregrinación de estudioso. Regresó al Paraguay en 1919, llamado por el presidente electo, Manuel Gondra, quien le confió el Ministerio de Hacienda. En 1923 se le designó presidente provisional de la República y, el año siguiente, fue ungido como presidente constitucional para el cuadrienio que terminaría en 1928. Finalizado este período, volvió al Ministerio de Hacienda en el gabinete José P. Guggiari. Fue, así mismo, embajador especial en la Argentina y delegado ante la Conferencia de Conciliación y Arbitraje de Washington. Eligio Ayala falleció trágicamente en la Asunción, en el mes de octubre de 1930. Su personalidad ha merecido, en vida, contradictorios juicios. Elegimos el que se reproduce a continuación. Lo escribió, a raíz de su inesperada desaparición, un hombre que lo conocía profundamente, Justo Pastor Benítez, quien fue su amigo.

"Así como "Alón" – decía Benítez – corresponde al marco heroico del 87, Eligio Ayala sintetizaba en su personalidad el afán constructivo del liberalismo de 1920 al 30. Destaquemos su figura en el escenario en que le toco actuar.

"Por encima de las contingencias contradictorias de su vida, hay un destello de luz. La resistencia que despertara su crítica permanente, su espíritu combativo, sus choques personales, irá borrándose a través del tiempo para dar paso a la mejor apreciación de su obra de ordenamiento, de orientación inteligente, de defensa del bien colectivo frente al interés personal. Eligio Ayala ocupaba demasiado espacio para que pudiera ser indiferente; había que estar con él o contra él. Y estar con él, aparte de ser la negación del personalismo, implicaba un grado de desinterés, de abnegación. Hasta después de muerto sigue mereciendo de parte de sus enemigos el homenaje del insulto; la envidia le coronaba de dicterios cuando ejercía el poder. Ningún político paraguayo ha sido injuriado como él; pero ninguno, en el último decenio, logró concentrar en su persona mayor cúmulo de opinión pública, ni justificar mejor el don de mando. Su cultura vasta, enjundiosa, tenía dos defectos: la falta de mesura y el carácter polémico. Al pensamiento hondo y a la frase fulgurante solía acompañar un adjetivo plebeyo, la calificación ordinaria. Discutía constantemente. Hasta cuando meditaba. No pesaba los argumentos; los hacía chocar. Sus mensajes, sus artículos, sus cartas, tienen un sabor de ensalada de frutas. Había en él dos tercios de polemista y uno de escritor. Sin ser un atormentado, carecía de esa placidez espiritual propicia a la meditación serena y al estilo impersonal. Contemplaba el mundo muy de cerca. Lo miraba de soslayo, como si le profesara cierto desprecio. En los acontecimientos veía con frecuencia los motivos próximos, y en la conducta de los hombres, buscaba el propósito inmediato. Le faltaba a veces esa piedad que ayuda a mirar con simpática tolerancia a nuestro semejante. Era duro sin ser cruel; versátil en sus opiniones pero firme en su orientación fundamental. En el fondo de su filosofía se nota un profundo sentimiento de justicia, velado a veces por un dejo de persecución personal. En un medio oportunista, sin contenido ideológico, Eligio Ayala era un político de programa, de sistema, de filiación doctrinaria. Leía copiosamente en los principales idiomas de la civilización occidental. No era un erudito, sino un decantador de cultura, un curioso, un peregrino del pensamiento. Escribió sobre problemas nacionales; sobre las grandes doctrinas contemporáneas, como el marxismo; sobre Velázquez y Nietzsche; estudió con preferencia la economía; desconfió de la sociología comptiana; entendía a Kant; gozó en la frágil y etérea literatura francesa contemporánea; comentó a Einstein, sin dejar de guiñar a Voltaire, a quien seguía sin imitar e imitaba sin querer en su sátira sangrienta. Este tremendo devorador de libros y revistas no anotaba ni citaba; prefería que la cultura, el pensamiento, la idea, se sedimentara en su mente comprensiva. El estilo personalísimo le inhibía de la obligación de firmar sus artículos.

"Como hombre de gobierno, se adelantó en las medidas financieras a las recomendaciones de Kemmerer y estabilizó la moneda aplicando el método de Conant, antes que otros países mejor organizados. No enriqueció a su país, contestan sus enemigos. Sí, pero ordenó su administración, lo orientó, levantó su crédito y consagró a la nación paraguaya una pasión fanática, que no tiene paralelo más que en D. Carlos Antonio López. En Economía era un liberal, en el sentido moderno del concepto. Desconfiaba de la intervención del Estado, por la falta de personal técnico. Profesaba el concepto de las jerarquías de las cosas en las necesidades del país. Así contrajo el presupuesto para hacer frente a la defensa nacional, sin comprometer el porvenir. El ejemplo de otros países que abusaron del crédito y que hoy se debaten en aguda crisis, justifica en parte la excesiva prudencia del estadista paraguayo. No debe olvidarse que él entró a regir el Tesoro, con un déficit que oscilaba alrededor de 90 millones, con el papel moneda desvalorizado y fluctuante, y con la baja de los precios de la post guerra y en un ambiente de anarquía. Comprendió que la única política económica en aquellos momentos, era el orden financiero, el equilibrio del presupuesto, la buena percepción de los recursos, reglas sencillas que siguen siendo principios cardinales de buen gobierno, para cuya aplicación y éxito contaba con la confianza que supo inspirar, en grado eminente, a todo el país.

"Eligio Ayala no necesita defensa. Porque no es una acusado ante la historia. Ni tampoco el elogio, porque la apologética no tuerce la justicia. Debe ser presentado como era y como es: un guarismo, un valor real en la historia de la organización política y financiera de este país. Casi diez años de política nacional giran en torno a su persona, ya que los sucesos también tienensu centro de gravedad y hay un fondo de verdad en esa teoría carlileiana de los hombres determinantes de los acontecimientos. Cuando tales hombres aparecen, desalojan; y cuando desaparecen, se producen desequilibrios". (Ensayo sobre el liberalismo paraguayo.)

Dejó inéditos varios libros:El Materialismo Histórico, El problema Agrario, etc.Migraciones, folleto escrito en Berna, en 1915, se publicó en 1942. Pero lo substancial de su obra está en susMensajes presidenciales y en susMemorias ministeriales redactados personalmente. Entre sus numerosísimos artículos periodísticos son de citarEl Aguila de la Guardia Cárcel, Los Sauces de Babilonia, El Esfuerzo Común y, especialmente,Ara y Canta, cuya edición en un volumen sería obra de justicia y consagraría a su autor como a uno de los prosadores más brillantes de las letras paraguayas.


(Fuente: HISTORIA DE LAS LETRAS PARAGUAYAS – TOMO III. Por CARLOS R. CENTURIÓN.

EPOCA  AUTONÓMICA. EDITORIAL AYACUCHO S.R.L. BUENOS AIRES-ARGENTINA (1951), 500 pp.

Versión digital en: BIBLIOTECA VIRTUAL DEL PARAGUAY (BVP))

 

 

 

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