T I E M P O
Poemas de AUGUSTO CASOLA
© Augusto Casola
Edición al cuidado del autor
Asunción, 14 de agosto de 2001
Hecho el depósito que establece la ley
Ejemplar N° 62
A mis hijos
Yky, Rodolfo,
Fabiola y Diana
Índice
TIEMPO. Poesías de Augusto Casola
De una fotografía tomada en 1971/ Ciclo repetido/ 15 años/ La sorpresa/ Navidad/ Navidad/ Nostalgia/ Rebozo/ Rostros/ El adios/ Adios a los amigos/ Luna/ Lunera/ Ramonita/ Calle palma/ Noche/ Aprestos para el viaje/ Conocimiento/ Idas y venidas/ El tiempo
TIEMPO (Poesías de Augusto Casola)
Para mí, el tiempo juega siempre un papel importante en los trabajos de imaginación. En especial en la narrativa me gusta remitir al lector, con frecuencia, a situaciones extremas donde la barrera entre el presente y el pasado no está definida dentro de un marco unívoco y concreto. El tiempo atraviesa un horizonte lindante con el ensueño y dentro de él, donde deambulan los personajes.
En mi primer poemarios “27 Silencios” (1975), se perfilaron algunos rasgos que ahora adquieren fuerza en esta obra a la que ya sin subterfugios llamo simplemente “Tiempo” y es esa persistencia del implacable transcurrir de los momentos – que una vez fueron vida – la que se me adhiere como telarañas de bruma que no me permiten escapar de sus garras descarnadas, aunque dueñas una existencia actual tanto o más poderosa al momento que le dio origen.
Dedico “Tiempo” a mis hijos, a quienes veo otra vez en vieja fotografía tomada en 1971, como el recuerdo que serían mañana, que es hoy y de quien es sólo queda “... la imagen difusa/ de dos niños corriendo/ en una calle olvidada”.
Me visitan los recuerdos de cuando “hubo otras Navidades/ de niño, joven, hombre maduro”, que se apoderan de las páginas del poemario al igual que las sombras de los amigos que ya no están, de rostros difuminados y todo el conjunto se mezclado con el ubicuo fantasma del recuerdo que, por momentos, me envuelve en “...tu recuerdo/ esa argamasa de tiempo revertido...”
Debo confesar que me muevo con mayor comodidad y menor timidez dentro de la prosa, pero la poesía mana y hay que darle paso para quedar tranquilo y poder hacer otras cosas, por eso acepto con resignación, la necesidad que siento, a veces, de escribir también, poesía.
Octubre. 2002
DE UNA FOTOGRAFÍA TOMADA EN 1971
a Yky y Rodolfo
Mañana seréis la imagen difusa
de dos niños corriendo
en una calle olvidada.
Un recuerdo.
Un soplo de ternura.
Una carrera tenaz sin vibraciones
impresa en el recuadro
de esa tarde eterna.
Seréis un minuto del pasado
captado en una instantánea mal tomada
que surge de las sombras del recuerdo
en persistente soplo
de ternura.
CICLO REPETIDO
a Yky, Rodolfo y Fabiola
Parece mentira:
La última vez recién habían nacido
y ayer,
dejaron al dormir
el primer diente que el ratón
llevó consigo.
Y son los mismos, estoy seguro:
en sus ojos brilla el asombro que recuerdo
cuando miraban, sin comprender,
lo que veían.
Son los mismos. ¿Entonces:
qué ha cambiado?
¿Cambié yo o fueron ellos
o no ha cambiado nada
y es un sueño
de luces descentradas?
Acaso la ilusión toma esa forma y dice:
¡son tus hijos!
y en el trajín veloz de cada hora
cruzamos las puertas
del alba hasta el ocaso bajo el sol de un solo día
en que al nacer
ya estamos muertos.
Si hasta parece mentira:
La última vez recién habían nacido
y ayer,
tuvieron que cerrar mis ojos
porque he muerto.
15 AÑOS
A Yky
Se fueron los días;
descontando algunas horas,
agregando minutos al olvido,
llegaron tus quince años.
Absorto en el trajín de cada día
por deshojar eternidades
las horas constantes repetían:
Tu hija..., tu hija..., tu hija....,
y eras tú.
Primero a gatas,
después sobre tus piernas en equilibrio incierto
apenas sostenida,
corrías a mis brazos
con los tuyos
tendidos en cruz,
para el abrazo.
Y eras tú,
guardapolvo blanco almidonado,
uniforme del Colegio,
sonrisas y poemas
para príncipes extraños;
Príncipes extraños y dragones de espanto
en las horas y su reclamo incesante
de días y de años:
... tu hija..., tu hija..., tu hija...,
y eras tú,
presagio tenaz de eternidades
en el reloj del tiempo repitiente:
... tu hija..., tu hija, tu hija...,
y eras tú,
hoy
de quince años.
LA SORPRESA
a Diana
...tú eres el viaje a Europa postergado,
las vacaciones ansiadas,
el inquieto misterio de los sueños,
la tranquila presencia de la aurora.
... tú eres el anhelo de gloria y de riquezas,
el afán,
la loca estratagema que la vida
urde en su deriva.
...tú eres
la luz que quiebra y que deslumbra
el gris pesaroso de la tarde:
todo el mundo,
todo el miedo,
todo el hondo clamor
de lo ignoto que desborda
y vibra y cruza el éter:
todo eso y más
...tú eres.
NAVIDAD
Para mi, es la Navidad
stacatto de ñakyra rasgando siestas
y ardiente viento norte
en torbellino de arena y ramas secas.
Es olor a flor de coco
ka-a voveí en el pesebre
y un karaguatá florido
a veces...
Melón y piñas y sándia
y un racimo de uvas esperando
volverse clericó, en estos días.
Es recorrer pesebres, los del barrio.
Es olor a Palmolive y ropa fresca.
Es ingenua ofrenda de avioncitos en guirnalda
compitiendo con la estrella de Belén.
Es un barco encallado en el desierto,
el convoy de un tren
hacia el pesebre.
Para mi, Navidad es un establo
con la cuna del Niño preparada;
San José, la Virgen, los Pastores
y los Magos de hinojos, ante ella.
Para mi, Navidad son las reuniones amables,
los recuerdos,
el burbujeo de la sidra,
la promesa falaz, que cada año,
porfío ante el pesebre
donde duerme el Niño
Para mi, Navidad
es ese niño que fui
esa inocencia en ojos de arcilla
resumen exacto de otro otoño y otro invierno
y entre medio la esplendente primavera
que da paso una vez más
sobre la esfera vagabunda
a un diciembre henchido
de redención sincera
NAVIDAD
Esta mi Navidad, hoy
de otoños repetidos,
solsticio de verano
en los pesebres,
anuncia
al Niño Redentor
recién nacido.
Aquél
por los Magos de Oriente
adorado
en el pesebre convertido
en brindis
de sidra y de champagne helados
bebidos sin rubor y sin decoro
Otra Navidad
¡Felices Fiestas!
A renovar promesas incumplidas,
a saldar la deuda con la vida
con dos o tres monedas en limosna
concedidas.
NOSTALGIA
Hubo otras Navidades
de fiesta y de bullicio.
Hubo
Hubo otras Navidades
de niño, joven, hombre maduro.
Hubo
Hubo otras Navidades
Años Nuevos y Reyes Magos
Hubo
Y en medio del ruido de esta noche
recuerdo paseos y pesebres
sin pena, sin dolor,
con tan sólo un poco de nostalgia
porque
hubo otras Navidades.
REBOZO
Por momentos me envuelve
la memoria de tu piel:
resumen de amores transcurridos,
y de olvido.
Me envuelve tu recuerdo,
esa argamasa de tiempo revertido
en sabor a nostalgia
de tu boca y de tu piel.
Escalofrío
frecuente hoy,
ayer,
desconocido.
Por momentos me envuelve
la memoria de tu piel:
la de fuego y vida,
la de antes:
rebozo tibio de amor y olvido.
ROSTROS
... rostros de mujeres
rostros
risas de mujeres
risas
labios de mujeres
labios
lágrimas de mujeres
lágrimas
rostros, risas, labios, lágrimas.
Mujer,
perpetuamente viva
perpetuamente amada
Mujer
EL ADIÓS
A José-Luis Appleyard
Cuando parte un amigo
asoman recuerdos
y la tristeza sangra
en melancolía
de risas,
en redoble de palabras
devoradas por el tiempo
que rompe
en despoblados
de sombras
de lo hablado
algún sábado a la tarde...
o lo callado,
lo no dicho
vuelto espuma
en su reflujo de pasado.
Cuando parte un amigo,
de nosotros algo muere:
esa parte memoria suya que nos guarda,
esa imagen nuestra pero suya
vuelta ausencia lívida
con el frío de las venas
y el olvido de la tumba.
Si el amigo fue un poeta
la pena es más intensa
aunque discreta.
No explota,
va sumando acurrucada y sigilosa
en la obstinada inercia
de calles y de bares
de tragos y de risas
que conforman
el ensueño aturdido
de la ausencia.
ADIÓS A LOS AMIGOS
a Dora y Livio Abramo
Hace poco se fue Livio,
ahora,
Dora.
¡Cómo baja el telón del corazón!
Los buenos amigos
“de noches amables más que el alborada”.
Los buenos amigos,
tan queridos,
corrido el cerrojo
les cerraron
los ojos.
Hace poco se fue Livio
ahora,
Dora.
¡Cómo baja el telón del corazón!
LUNA
A doña Josefina Plá, que en un atardecer, observando la luna
creciente dijo: pensar que alguna vez ya no podré verla
Luna creciente
barquichuelo solo
sobre el crepúsculo ardiente
de poniente.
Paleta loca
Que trasiega el cielo
do deriva el barquichelo solo
desamparado
en el mar
de crepúsculo.
Luna juguetona
barquichuelo solo
sobre el crepúsculo ardiente
de poniente.
LUNERA
Pobrecita la luna,
hollada y desolada:
vestal del abismo
ultrajada.
Pobrecita la luna,
doncella mancillada
en su lecho de noche.
Pobrecita la luna
ultrajada, hollada, mancillada,
abandonada.
RAMONITA
Murió Ramonita
cerca de las 16:00.
Pobre Ramonita,
negra en su cajón
sin risas ni alegría
no crea desazón.
Pobre Ramonita,
quieta en su cajón.
Para despedirla vuelvo al barrio
Sumido en la irrealidad
de 17 años pasados
en esa vecindad.
Recuerdo viejas historias
de otras nuevas me entero
casi nada a cambiado
son las mismas de mi memoria.
Pobre Ramonita,
sin risas ni alegría
en su cajón.
CALLE PALMA
De la palabra el rítmico son
acompaña tañendo la campana
lenta la hora en la mañana
esquiva
como una canción.
Sones repitientes
sones
en la tarde cálida y muriente
rompe el ritmo
mágico y sonoro
entre las fachadas bañadas en oro.
Sombras son de la palabra
el rítmico son
siembra la sombra
sobre el suelo
el silencio sonoro.
Campanadas
al rítmico son
de palabras acalladas
en la noche discreta
aplacada, muda, quieta.
NOCHE
Me gustan la noche y su silencio
que desbarata hipocresías,
su pura y cándida insolencia
como el miedo que inquieta el sueño,
en desolada soledad, al dar las doce,
ese preámbulo incierto, de la aurora.
Me gustan la noche y su silencio
de luna y estrellas guiñadoras,
de zaguanes y esquivas sombras;
luces y pasiones en contraste,
donde repta la muerte, al dar las doce,
ese preámbulo incierto, de la aurora.
Me gustan la noche y su silencio:
poema de putas y travestis
que recorren entre calles calladas
con borrachos y perros callejeros
en busca de un cobijo, al dar las doce,
ese preámbulo incierto, de la aurora
Me gustan la noche y su silencio,
su calmosa estela de secretos;
la noche que oferta en racimos
mil burdas parodias para el sexo,
variadas opciones al deseo,
orgasmo fugaz tras regateo
de cuerpos transidos a la hora
de negociar su precio , al dar las doce,
ese preámbulo incierto, de la aurora.
APRESTOS PARA EL VIAJE
Este corazón
que suma ausencias
de crepúsculos y amaneceres.
Se apresta a viajar
ahíto de albergar olvidos
devorado de ausencias
CONOCIMIENTO
Sé de un mundo de imágenes sin tiempo
y adioses preteridos;
Un mundo al que se accede
por tragaluces
del olvido.
Sé de un mundo
perfilado en imágenes
de seres
que ya no están
o nunca han sido.
Soy hijo de ese mundo
de imágenes sin tiempo;
O acaso
de ese tiempo
de imágenes sin mundo.
IDAS Y VENIDAS
Ni las distancias fueron tan extensas
ni los abismos tan profundos
ni los días tan largos
ni los meses
ni los años.
Vivir
resume el conjuro
de días y de noches,
de idas y venidas,
de tiempo,
salpicando ensueños.
Llorar, reír,
sufrir
todo un solo
insoportable anhelo
por vivir.
EL TIEMPO
No volveré a decir: ¡cómo pasa el tiempo!
... si no pasa...
está ahí en su fría limpidez,
el tiempo.
Reloj sin manecillas,
juglar cantarín desenfadado,
risa arcaica de la vida,
el tiempo.
No volveré a decir: ¡cómo pasa el tiempo!
... si no pasa....
(Esperar unos segundos para descarga total en el espacio - Libro digital/ PDF)
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ENLACES INTERNOS A DOCUMENTOS DE LECTURA RECOMENDADA
ESE PEDAZO DE TIERRA MÍO. Poemario AUGUSTO CASOLA
© Augusto Casola © Arandurã Editorial
Asunción-Paraguay. 19 de octubre 2010
(Hacer click sobre la imagen)
SEGUNDO HORROR. Novela de AUGUSTO CASOLA
Copyright: Augusto Casola - Copyright: Editorial ARANDURÂ
Hecho el depósito que marca la ley 94
Asunción, 12 junio de 2001
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