ACUERDATE QUE TE ESPERO
SELECCIÓN DE POEMAS AMOROSOS
(EDICIÓN REVISADA Y AUMENTADA)
POESÍAS DE MARIO CASARTELLI
ISBN: 99925-961-2-0
Editor: EDITORIAL SERVILIBRO
Páginas: 129
Año: 2006
Idioma: Español
Libro Paraguayo
Literatura Paraguaya
Asunción - Paraguay
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"Mario Casartelli canta al amor. Nada menos que al amor, ese sentimiento nacido con la primera pareja que pobló el mundo y que se va repitiendo en los tiempos, siempre igual a sí mismo y siempre distinto en la infinita gama de sentimientos, sensaciones y vivencias del ser humano.
El amor "la más bella y la menos razonable de todas las pasiones", al decir de Antole France, ha encontrado en este poeta un ferviente practicante y admirador.
Y así en sus poemas veremos temblar la duda y podremos contemplar la fuerza pasional de la mutua atracción.
No falta el silencio, cuando las palabras sobran, ni tampoco faltan esos momentos de compartir cosas y la vida con la serena convicción de que la casa y la mesa están presididas por ese sentimiento. Al final, una meditación en torno al ciclo de esa experiencia, como estos versos que dicen:
sólo golpe de olas
lo que viene y se va,
lo que llevando deja,
lo que deja al llevar "
(JOSÉ-LUIS APPLEYARD)
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ÍNDICE
COMO LA LLUVIA EN FEBRERO
I.- VIAJANTE/ VENGO/ OFRENDA/ A CUPIDO/ CUANDO ESTÁS CERCA DE MÍ/ QUIZÁS NOS ENCONTREMOS/ COMO LA HIERBA/ ESPERA/ RUMORES/ COSTÓ*
II. BUENOS DESEOS/ LLEGADA/ ¿ERES?/ OTRA VERSIÓN DE LOS CANTORES INÚTILES* (CONTRAPUNTO)/ PEQUEÑA HISTORIA/ SOMOS/ CUANDO ESTÁS CERCA DE MÍ/ TODO/ HOY EL MUNDO/ OH, BOGAR DESDE TU FRENTE/ CANCIÓN PARA TU SUEÑO/ ACTO/ PRESAGIO/ ME OTORGAS CADA DÍA* (MONODIA DEL VERANO)/ EN LA PENUMBRA/ AMOR/ AQUÍ ESTÁN/ BUENOS DÍAS, TERNURA/ QUE NO IMPORTE EL MAÑANA/ QUIERO VOLVER/ TEMOR
III. ADIÓS*/ COMPARTIMOS TODO/ FRACASO*/ ESA PENA* (CONTRAPUNTO)/ UNA CANCIÓN/ CÓMO/ ¿SERÁ, TAL VEZ?/ RUEGO* (LA ROSA DE TUS DÍAS)/ MUSA ASTUTA/ SERVILLETA DE PAPEL/ LO QUE HA SIDO/ HUÉSPED/ FOTOGRAFÍA* (CONTRAPUNTO)/ RESPUESTA A UN POEMA/ LLUVIA/ AUNQUE*/ CANTO DEL PÁJARO*
IV. RECOMENZAR/ DA VEZ EN CUANDO ES JUSTO/ AGENDAS/ NUDOS* (CONTRAPUNTO)/ CONDENA/ QUÉ PENA, MAS QUÉ DICHA
V. A UN JOVEN ENAMORADO* (SAGRADA IRREVERENCIA)
ACLARACIONES
COMO LA LLUVIA EN FEBRERO
Hay una loma en mi alma
para tender tu cansancio
y una lámpara que espera
a que le alumbre tu mano.
Acuérdate que te espero
en algún sitio cualquiera.
Como la lluvia en febrero,
puedes venir cuando quieras.
Para ceñirte a mi vida
sólo esperanza te pido;
ni forma o tiempo precisas,
tan sólo un poco de olvido.
Haz de tus sombras y fríos
un equipaje ligero;
desátalos en mi pecho,
que yo con ellos te quiero.
Quizás yo calme tu herida,
tal vez tú cures la mía.
Aunque la noche sea larga,
siempre amanece la vida.
Guardo una lágrima intacta
y una sonrisa dormida
para volcar mi alegría
por si vinieres un día.
En algún sitio cualquiera,
acuérdate que te espero.
Puedes venir, cuando quieras,
como la lluvia en febrero.
A CUPIDO
¿Por qué, pequeño dios de arco tendido,
me quieres para presa?
¿Qué te impulsa a flecharme en corazones
que mi ansiedad no espera?
A veces alguien cruza ante mis ojos
y se me entrega,
y algún disparo tuyo
llega al centro y me acierta.
Pero me arranco tu venablo,
aunque me duela,
y sigo mi camino,
huyendo de tus rápidas centellas:
no quiero ser tu blanco,
no quiero ser tu meta,
no quiero mientras no mojes tus dardos
con mieles que -yo sé- son sólo de ella.
QUIZÁS NOS ENCONTREMOS
Quizás nos encontremos algún día.
Recorre, mientras tanto, tu destino.
Mi tiempo continúa su camino.
Te espero en el azar de alguna esquina.
Como los niños cuentan su aventura,
te cantaré la historia de mi herida.
Me enseñarás la tuya y será mía.
Tu luz encenderá mi noche oscura.
Te espero en el azar de alguna esquina.
Mi tiempo continúa su camino.
Recorre, mientras tanto, tu destino.
Quizás nos encontremos algún día.
RUMORES
Me lo contaron anoche
los grillos de mi aposento,
los sueños que me encontraron
con estos ojos abiertos;
el gallo que anunció el alba,
el sol que bajó a mi pecho,
y esos rumores que cruzan
por las veredas del viento;
me lo contaron, me afirman
-pues dejó de ser secreto-
que el amor ha comenzado
a crecerme desde adentro.
COSTÓ
Y pensar que costó mares y ríos,
y la arena infinita del desierto;
costó partir de un puerto hacia otro puerto,
desde la nieve al sol de los estíos;
costó la plenitud y el desacierto
de los que precedieron estos bríos,
vasos colmados y después vacíos:
costó los que vivieron y se han muerto;
costó también el bosque, el fuego, el leño,
los sueños que otros sueños encendieran
con sueños encendidos de otro sueño;
que amaran unos y otros desamaran,
y que tiempo y espacio coincidieran
para que nuestros labios se besaran.
¿ERES?
...afán que exige un dueño a imagen suya
Luis Cernuda
¿Eres sólo la imagen del deseo,
apenas un invento
de mi arcilla?
¿El sueño que mi sola
realidad va trazando,
día a día?
No lo sé.
Sólo siento
que si tú no estuvieras
yo no te inventaría.
OTRA VERSIÓN DE LOS CANTORES INÚTILES
"Tudo mais, en verdade, são ruidos"
Carlos Drummond de Andrade
Vanidosos, tú y yo, bajo la lluvia,
en vano pretendemos rescatar
un canto para aquellos dos amantes
que cruzan por la selva de cemento
como si fuese un bosque de azucenas.
La lluvia no los moja, los cobija
el mágico paraguas del amor.
La lluvia es la canción de los violines
que sólo entre sus besos se hace oir.
Distraídos se van, sólo ellos saben
la armonía que rige su universo.
Impotentes, tú y yo, sentimos cómo
se ríen, sin saber, de nuestras liras,
y se llevan, intacta, la poesía.
HOY EL MUNDO
Hoy el mundo es más inmenso
y es a la vez más pequeño
porque cabe en nuestro beso.
AMOR
Atrás queda la noche, amor, el día,
una vez más, reclama nuestros pasos.
Cuántas albas, amor, con tu mejilla
temblando en la quietud de mi regazo.
Te doy mi corazón, mi melodía,
me das el niño azul de tu costado.
Y a veces si, por cosas de la vida,
en vez de miel probamos frutos ásperos,
amor, amor, tan sólo en nuestras riñas
sufrimos, nos dolemos y curamos.
Por eso no me falte tu sonrisa,
ni en la luz, ni en la sombra, ni en el barro.
No me falte tu amor, amor, mi vida,
porque sin tu presencia no hay milagro.
ADIÓS
Lo sé, debo aceptar, es el olvido
el que nace esta tarde cuando apagas
mi nombre de tu pecho. Nada pido.
El azar, lo casual, las cosas vagas
nos unirán ya no para las ansias.
Sé que de tanto ayer, que aún me alcanza,
me queda solamente la esperanza
de que me salven años y distancias;
y aceptar, por un tiempo, que en mis pasos
en vano se prodiguen otros brazos.
En tanto, caen flores en la acera
y, bajo el cielo frío de esta esquina,
la punta indiferente de una espina
me anuncia que se va la primavera.
COMPARTIMOS TODO
Compartimos todo:
calles, libros, besos,
mesa, sillas, bares,
hambre, viento, techo;
todos los amigos,
agendas, teléfonos,
labores, preguntas,
citas, balbuceos;
cartas, esperanzas,
idas y regresos,
canciones, palabras,
certidumbres, miedos;
cada día y hora
del reloj del tiempo,
todo compartimos,
todo ha sido nuestro.
Menos esta pena
que quedó insistiendo
desde que te fuiste
para siempre, lejos.
FRACASO
Vano que arrojes la carta o esa ropa
como vano que evites cruzar aquella calle.
Que apagues esa radio al oír cierta canción
o que cierres los ojos ante su retrato,
vano también, como ese vino.
Tales cosas perduran en su nombre.
Y el tiempo, nadie más, aliviará
(si es que lo hace) tu memoria.
Deja.
Deja el recuerdo en su lugar.
LLUVIA
Pregunto a cada esquina por tus ojos.
En cada viento frío
que raspa las ventanas cerradas de la noche,
a cada casa extraña,
en cada luz de coches presurosos,
pregunto por tus ojos.
Y, como perro hambriento,
hurgando en vano las mesas vacías,
mis pies, llenos de ausencia,
prosiguen caminando.
Qué duro es el latido de la lluvia sin tus ojos.
Y, sin embargo,
qué tibio es el paraguas
del pensar en tus ojos.
RECOMENZAR
Ha pasado el tormento, la tormenta.
El cielo vuelve, límpido, a azular.
Se despejan escombros del camino.
Las espinas no pueden ya arañar.
Levántate, la vida te reclama.
Las lágrimas restantes secarán.
¿Ves el vaho feliz que sube de ellas?
Quiere verte en la luz recomenzar.
Las nubes que ahora cruzan te saludan.
Avanza al frente, sin mirar atrás.
Ha pasado el tormento, la tormenta.
El Sol dora, tiernísimo, tu faz.
A UN JOVEN ENAMORADO
¿Me preguntas si al ser joven yo un día
dibujé un corazón en un cuaderno?
¿Si me burlé del duende del invierno
cuando en brazos de amor mi beso ardía?
Como todos los jóvenes, creía
ser un sol siempre sol, lozano y tierno.
Jugué a ser bailador de un baile eterno,
y el baile fue una breve melodía.
Y ya ves, aquí estoy desencantado
de esa fiebre de fiesta y de locura.
Pero el hecho narrado no asegura
que el joven pudo estar equivocado.
Porque, entonces, las veces que hubo fuego,
fui llama en el encanto de su juego.
Envío:
Si mil veces te enciende y mil te apaga,
juega, joven, que amor no tiene paga.
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