GABRIEL CASACCIA BIBOLINI.-
Cuentista, novelista, dramaturgo y periodista. Hijo de Benigno Casaccia y Margarita Bibolini, ambos italianos, Benigno Gabriel Casaccia Bibolini (tal su nombre completo) nació en Asunción el 20 de abril de 1907.
Se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Asunción y trabajó por algún tiempo en el periodismo, escribiendo para El Liberal y El Diario. En 1926, cuando apenas contaba con 18 años de edad, publicó su primer cuento, EL HONOR DE UN CASTELLANO, en la revista asuncena Mundo Paraguayo.
En 1933, como Auditor de Guerra, estuvo en el Chaco durante seis meses, experiencia que le sirvió para escribir el cuento A RATOS PERDIDOS, única vez que trató el tema de la guerra.
Desde 1935 hasta 1952 estuvo radicado en la ciudad argentina de Posadas donde escribía y trabajaba en su profesión de abogado. En el 52 se trasladó a Buenos Aires, donde vivió hasta el día de su fallecimiento.
Considerado por el propio Augusto Roa Bastos como el fundador de la narrativa paraguaya contemporánea, Casaccia vivió la mayor parte de su vida en la Argentina, donde creó y publicó casi todas sus obras.
En 1952, en la urbe porteña, Casaccia lanzó su obra mayor, LA BABOSA, considerada el primer gran cimiento que sostiene hasta hoy la narrativa paraguaya estéticamente válida.
El total de su producción literaria consta de diez títulos que incluyen siete novelas, dos colecciones de cuentos -EL GUAHÚ (1938) y EL POZO (1947)- y una obra de teatro en un lapso de cincuenta años: en 1930 apareció HOMBRES, MUJERES Y FANTOCHES, su primera novela; luego MARIO PAREDA (1940), su segunda novela, y en 1980, pocos días antes de su muerte, terminó el manuscrito de LOS HUERTAS (novela publicada póstumamente en 1981), su último libro.
Sus textos considerados entre los más importantes son tres novelas: LA BABOSA (1952), LA LLAGA (1963) y LOS EXILIADOS (1966), dos de las cuales (LA LLAGA y LOS EXILIADOS) fueron premiadas en concursos internacionales. Su único libro no publicado en Buenos Aires, la novela LOS HEREDEROS, apareció en España en 1976. También dejó publicada una obra de teatro, EL BANDOLERO, que data de 1932.
Inserto en el llamado realismo critico, Casaccia desarrolló escritos densos, con personajes complejos y llenos de contradicciones como la vida misma, con un tratamiento temático y sicológico a profundidad que marcó toda su literatura. Su obra cambió para siempre la perspectiva de la narrativa paraguaya.
Gabriel Casaccia falleció en Buenos Aires el 24 de noviembre de 1980 a consecuencia de un derrame cerebral. Tenía entonces 73 años de edad. Sus restos fueron traídos para que fueran inhumados en Aregua, la ciudad que es casi una protagonista en muchas de sus obras literarias.
Fuente: LA BABOSA. VOL.1. Colección Homenaje, 2 - © Herederos de Gabriel Casaccia. Editorial El Lector, Director editorial: pablo León Burián, Coordinador editorial: Bernardo Neri Fariña, Guía de trabajo: Nelson Aguilera, Introducción: Francisco Feito, Diseño de portada: Marcos Condoretty – Asunción-Paraguay, 2007
GASACCIA, GABRIEL
Abogado, periodista y literato. Nació en Asunción el 20 de abril de 1907, hijo de Benigno Casaccia y de Margarita Bibolini. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de la Capital.
Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de su ciudad natal, se inició en el periodismo -escribiendo en "El Liberar y en "El Diario" y en varias revistas asuncenas- para luego volcarse enteramente a la narrativa.
Durante los primeros diecisiete años de producción literaria firmó sus libros con su primer nombre y sus dos apellidos: BENIGNO CASACCIA BIBOLINI.
Posteriormente adoptó el de Gabriel Casaccia, que será el definitivo, y con el cual fue conocido por sus principales novelas y colecciones de cuentos.
Desarrolló, en su juventud, una breve actuación política para luego trasladarse a la Argentina, viviendo primero en Posadas, provincia de Misiones y luego, definitivamente, en Buenos Aires. Está considerado por la crítica, unánimemente, como el fundador de la moderna narrativa paraguaya.
AUGUSTO ROA BASTOS expresa que "Gabriel Casaccia es el iniciador de la narrativa paraguaya contemporánea, lo que en buena medida da a su obra un carácter fundacional, y a su autor, el mérito insólito de haber echado a andar el género en un país novelísticamente inédito".
ROQUE VALLEJOS, poeta e investigador, por su parte señala: "Desde Barret nadie en la narrativa paraguaya había apuntalado tan crudamente la realidad nacional".
Nos referimos a esa experiencia humana que viene aconteciendo en el Paraguay hace más de cuatro siglos, a la que muchas veces la sociología se ha visto tentada a llamar "ficción", pero cuya patencia en la vida de un pueblo no se puede desvirtuar.
"No creo que la realidad nacional sea ni un interrogante, ni un misterio", dice Casaccia en una carta al autor de este ensayo, enumerando luego varios hechos cuya negatividad no excluye la existencia de la misma: "sentimiento compensatorio del pasado"; "insatisfacción del presente"; "falseamiento de la historia"; "narcisismo adormecedor"; "falta de héroes civiles"; "desconocimiento de la libertad".
"Todo eso y mucho más -dice Casaccia- es nuestra realidad"...
Se ha dicho que es el mejor representante de la literatura existencialista en nuestro país... La literatura posterior a Casaccia se ha inspirado en su obra transformándose en "fenómeno problematizado" por excelencia. Este tipo de antiliteratura que hace Casaccia se presenta como el medio menos retórico y más efectivo para desnudar la realidad..."
HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ, en su "HISTORIA DE LA LITERATURA PARAGUAYA" (1971) escribe acerca de Casaccia y de "La babosa": "es un artista de sensibilidad exquisita, obseso por el recuerdo de su niñez y adolescencia.
Niño y adolescente, pasó largas temporadas en un pueblecito situado a treinta kilómetros de Asunción.
Este es un lugar apacible, a orillas de un lago hermoso, el Lago Ypacaraí.
Las casas, de amplias galerías, con patios y jardines poblados de árboles frondosos se yerguen en el silencio como invitando a una vida sosegada y sedante. ¿Cómo va a evocar a este pueblo - Areguá- el autor expatriado de "La babosa"? ¿Será un lugar idílico al que la nostalgia le preste un agregado encanto, una mayor hermosura rústica? Nada de esto. Acaso por un sentimentalismo al revés, Casaccia lo convertirá en el escenario de lo que más odia y no de lo que más ama.
Allí pululan, inquietas y groseras, unas criaturas mezquinas, de pasiones bajas, que hozan en la banalidad de una existencia sórdida, vacía, inauténtica.
Los siete pecados capitales han encarnado en Areguá la más potente versión paraguaya de sus esencias universales... En la patria del culto de los héroes, en efecto, surgen con "LA BABOSA" los antihéroes. Se alegará que Casaccia vive en una época literaria de proliferación de antihéroes... Concedido. Pero siempre que no se olvide o descarte el dato fundamental antes indicado: en nuestro autor es innegable una reacción contra una manera de sentir y de expresar la vida de su nación, y esta reacción adquiere en sus circunstancias concretas un sentido de carácter propio y original.
En suma, ese furor antiidealizador y antisentimental responde concretamente a una "manía" idealizadora y sentimentalizadora a la que hay que arrancarle la máscara".
RAÚL AMARAL, crítico e intelectual de riquísima trayectoria en la cultura paraguaya de este siglo, en la "Introducción" a la novela póstuma "Los Huertas", de Casaccia, afirma: "Algo importante habrá que recordar para que no se sigan repitiendo inexactitudes, derivadas de una visión negativa o incompleta: Casaccia no procede a la demolición espiritual o creativa de Areguá (y mucho menos del Paraguay) desde sus narraciones, sino que se limita a instalar grupos sociales, personas y hechos asediados por una problemática (una o varias) que tiene indudables raíces universales. La pena, la maldad, la maledicencia, el ejercicio del "mbareté", no reflejan exclusividades nacionales o lugareñas, pues son propias de gentes que viven situaciones particulares en cualquier sitio de este mundo".
El total de su producción literaria consta - a lo largo de cincuenta años- de diez títulos que incluyen siete novelas, dos colecciones de cuentos y una obra de teatro.
Ordenadas cronológicamente, sus nove-las son: "HOMBRES, MUJERES Y FANTOCHES" (1930), "MARIO PAREDA" (1939), "LA BABOSA" (1952), "LA LLAGA" (1963), "LOS EXILIADOS" (1966), "LOS HEREDEROS" (1975) y "LOS HUERTAS" (1981), publicada póstumamente.
Las colecciones de cuentos son "EL GUAJHU” (1938) y "EL POZO" (1947).
La obra de teatro "EL BANDOLERO" fue publicada en 1932. Casado con la argentina Carmen Dora Parola, dejó descendencia.
Falleció en Buenos Aires, el 24 de noviembre de 1980.
Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py– Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas).
CASACCIA, GABRIEL
Ciudad de Asunción, 1907 - Buenos Aires, 1980. Cuentista, novelista, dramaturgo y periodista. Considerado el fundador de la narrativa paraguaya contemporánea, Casaccia vivió la mayor parte de su vida en la Argentina, donde también escribió y publicó casi todas sus obras y donde falleció en noviembre de 1980.
El total de su producción literaria consta de diez títulos que incluyen siete novelas, dos colecciones de cuentos –“EL GUAJHÚ” (1938) y “EL POZO” (1947)- y una obra de teatro en un lapso de cincuenta años: en 1930 apareció “HOMBRES, MUJERES Y FANTOCHES”, su primera novela; luego “MARIO PAREDA” (1940), su segunda novela, y en 1980, pocos días antes de su muerte, terminó el manuscrito de “LOS HUERTA” (novela publicada póstumamente en 1981), su último libro. Sus obras más importantes son tres novelas: “LA BABOSA” (1952), “LA LLAGA” (1963) y “LOS EXILIADOS” (1966), dos de las cuales (LA LLAGA y LOS EXILIADOS) han sido premiadas en concursos internacionales. Su única obra no publicada en Buenos Aires, Los herederos, apareció en España en 1975.
(Fuente "BREVE DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA"/ 2da. Edición – Autora: TERESA MENDEZ-FAITH.Editorial EL LECTOR, Asunción-Paraguay 1998).
GABRIEL CASACCIA BIBOLINI. Ko árape ñanemandu’áta haihára katupyry, karai guasúre, Gabriel Casaccia, ha’e omoñepyrũ mombe’upuku jehai ko ñane retãme. Mombe’umbyky omoñepyrũ karai Rafael Barret, omombe’uhaĝua ñane retã mba’embyasy, tembiasavai rupi.
Upéi katu ou Augusto Roa Bastos. Péicha jareko mbohapy karai guasu haihára katupyry. Barret, Casaccia ha Roa Bastos.
Ñamoñe’ẽ ha ñaikũmby porã rire Casaccia rembiapokue jahechakuaa ikatupyry mbaretehague. Ñe’ẽpapára ha haihára ha’eichagua katuete oñandu porã tetãyguápe, upévare ohai omombe’uhaĝua temiandu umi ipotypáva hi’ãngakuápe. Ohaímante va’erã oĩ porã haĝua pe hekove. Ndaikatúi jahechagui umi mba’eporã ha umi mba’evai omomýiva ñane retãme.
Gabriel Casaccia, hi’arapáy táva Paraguaýpe, peteĩ 20 jasyrundy 1907 jave. Itúa Benigno Casaccia ha isy Margarita Bibolini. Paraguaygua kate ojehayhu añete va’ekue heko ha hembiapo porã rupi. Gabriel Casaccia ñande reja térã oñemotenonde ñandehegui upe 24 jasypateĩ 1980 jave táva Buenos Aires pe. Upérõ oguereko 73 ary.
Oñemoarandu porã Colegio Nacional de la Capital ha Facultad de Derecho ryepýpe. Oiko chugui Abogado. Osẽ porãmba umi ñemoarandúpe. Imitãrusu guive ohaise ha ohai umi ojehaihápe. El Liberal ha El Diario, oguenohẽ umi iñamindu’u rapykuere ohechuka haĝua umi omoñe’ẽsévape. Upérõ ha’e ohai héra heta aranduka ha kuatiahaipyrére, Gabriel Casaccia Bibolini. Upéinte oipe’ajey pe isy rerajoapy Bibolini. Oikokuri Paraguaýpe ha Areguápe, Posada ha Buenos Aires pe. Táva Aregua, yno’õ Ypakarai rembe’ýpe, upépe ijaty va’ekue umi tekovekate oñembopiro’y haĝua arahakúgui. Karai Gabriel ojepovyvykuaa lomitã ãngapýre.
Upe táva Aregua ha’ekuri vy’araity. Casaccia ohecha ambue. Heta mba’e naiporãiva ojejapo kirirĩháme ha oñeñangatu porãnte. Umi avakate pireguypegua hesakã porã chupe. Umi ava iñañáva mba’éichapa oiporokutu ipopĩape, tekove ensuguy mbarete, iñe’ẽ raimbéva, oiporosu’u opavave yvypórape. Opaichagua ãngaipáre oñemona. Hi’ãngakuéra omopytũ táva Aregua arajave. Oĩva tekove oñokarãimba upépe.
Kirirĩ guasúpe ndaipóri py’aguapy. Asajekue nandivera pe táva Aregua, jepérõ umi ogaguýgui oñema’ẽjoa opa rupieténte. Ojepyso tesa okẽ ha umi rovetã pa’ũ guive. Ka’avotýpe katuete oĩ oguapy oma’ẽ ñemíva, ojurupe’a umi ohecharamóva opa mba’erei rehe, ojapi apegotyo ha amogotyo omombe’uhagũa juruguasu rupive. Opaichagua ma’ẽ ojepysopaite umi tapére ojekuaaségui mba’épa oiko, mba’épa ojehu, mba’épa ojejapo, ojehecha’ỹva jaikuaaháicha oñeimo’ãnte ha oĩmahína.
Maymavéva rekove ityai ha umi nahanivahína oñembotyai porãnte oñembojojapa haĝua. Opaichagua ãnga mba’asy Areguáre jahechakuaa jahechasérõ. Heko potĩva, peteĩ tesapirĩmi oñemongy’ánte, ojohupytypa haĝua. Maymavéva po iky’a ha oĩva kũ katuete ipopĩa. Mba’evai ojejapo mboyve ojejapopáma ñe’ẽ rupive. Umi mba’eporã ojejapóva, ndojejapóiri, ndojehechái, noñeñandúi. Pokõi ãngaipa ivaivéva oguata táva Aregua rupi, yvyporakuéra rekove ryepýpe, ajeve ichúka ha ijejapokuaa. Ha’ekuéra ijaguarajoa.
Opaite ãngaipa yvy ári oikóva Gabriel Casaccia ombyatypaite táva Areguápe, ndaha’éi ombopiro’y haĝua, ome’ẽ chupekuéra peteĩteĩ ava rete oiko ha ojapo haĝua umi tembiapo ky’a. Upérõ Aregua ojogua umi tatakua hendy porãvape. Pévante.
GABRIEL CASACCIA rembiapokue apytépe jajuhu MOMBE’UPIKU, Hombre, mujeres y fantoches (1930) Mario Pareda (1939) La babosa (1952) La Llaga (1963) Los exiliados (1966) Los Herederos (1975) Los Huertas (1981) obra póstuma. MOMBE’UMBYKY ARANDUKA, El Guahu (1938) El Pozo (1947). ÑOHA’ÃNGA, El Bandolero. (1932)
Ñane retã upe ñorairõ guasu (1865-1870) oheja taperekuépe ñane retã porãite asýpe. Umi ñane retãme orairõ va’ekue opyta ojopy ñane retãme. Are japyta poguy pohýi guýpe. Sãso jahupyty ha ndajahupytýiri. Ñande reko oñemboguata heta mba’e ambuére. Heta tetãygua opu’ã hetãre. Tetã rayhu ndojehayhúi raka’e.
Ñane retã Paraguay, isãso rire okakuaa porã kuri, ñorairõ rire opyta oñyñýi. Opa py’aguapy upe guive, opaichagua ñemuña tetãyguápe omoñani oparupirei. Ñande ruvichakuéra opu’ãmba oñakãre. Tetã opu’ãrangue oñemboguapyve, heta ava ponandi va’ekue ndoikuaavéi umi orekóva hetaiterei viru oñenohẽ oñenohẽ’ỹhaĝuágui.
Ñorairõ guasu mboyve heta mba’eporã jareko va’ekue oñemba’apógui oñondivepa. Oñehundipákuri. Ndaikatuvéi ñamba’apo oñondivepa. Jarekokuri tetã ipokatúva mba’apoguasu rupive. Tetã heta viru oguereko kuri. Ñorairõ guasu rire opyta itaperekue ponandi ha mboriahu pepoguýpe tavy ha ñembotavy okakuaa.
Mayma tendota ñorairõ guasu rire ndojuhúi umi tape porã ohekáva, opa’ãháre oikohikuái oñomyaña jahechápa nañaséi ko apañuãgui. Mba’eporã oñeha’ãrõreipa. Umi mba’apo guasu porã iñambue ñane retãgui. Ha’etevoi ku ñane ãngapy pirupavoi va’ekue ha umi ñane korasõ kangypa ndaipu’akái ñane mba’epota rehe. Péicha rupi, ára ha ára, heta tetãygua osẽ oho tetã ambuére, oheka mba’apo, aipo jeikoporavẽ rekávo, osẽ ohua’i hetãgui. Avei okáre ikatu jakaru porãve, ñañemonde porãve, jaiko porãvévaicha, peteĩ tesapirĩme ñaneãho, umi techaga’u ha mba’embyasy okaru ñande rekovére.
Ñane retã ha’e ñande vy’aha, tetã ambuére ikatu reiko porãve, sa’ínte revy’áta, katuete neretãre nemandu’a ojepotáta ku tataicha nemoakãrakúta. Reñamíta hese tesay, reñandúta ñande yvýpe reñandu’ỹva.
Mayma ñe’ẽpapára ha haihára oikuaa ha oñandu porã ko’ã mba’e, katuete hykuesẽumi iñe’ẽpotýre, ombopirevai haĝua umi poguasu popindápe.
Opaichagua ñe’ẽpapára oĩ yvy ári. Sa’i oĩ umi ñe’ẽpapára arandu oikũmby porãva yvypóra remiandu ha ñamindu’u, ojapohaĝua añeteguágui umi ñe’ẽpoty iporãvéva.
Ñanemandu’amína. Ymave oĩ va’ekue takate’ỹvai tavy ha mbarete rehe. Umi tavyñangarekohára heta, ipopa’ã hapichakuéra rehe, oipyahahaĝua chuguikuéra mboriahu py’anandi ha apytu’ũnandi.
Opavavépe ombojoja yvýre, ojopy tapichakuérape otyryry porãve haĝua, anivemahaĝua iñakãrapu’ã avave. Avei opaichagua mba’eporã opa va’erã ñane retãpýre. Yporã ha yvare’ẽ opatahína oje’émi va’ekue. Ykua oñemboty mboty, ysyry ipo’ipo’ive ohóvo, yva re’ẽ rakã ipirupiru ohóvo opaichagua ka’avo ndive.
Nosẽmo’ãvéima ñande apytépe umi ñe’ẽpapára ha haihára katupyry. Ñe’ẽporavopyre jehai ikangy va’erã ohóvo. Mayma ñe’ẽpapára pyahu nda’ipo’amo’ãi hekovere, oje’e va’ekue, upe rire heta ñande rapicha katupyrykuéra, opaichagua mba’asy poguýpe ho’aparei.
Ipyporekuéra oje’opa ndopytái kuatiáre. Opaichagua mandu’a ojejapi hesekuéra, umíva ikatu jarekokuaa. Ohaíva yvytúre ha yvýre katuete oguepa. Péicha avei haiharakuéra oñani ñane retãgui, oipysyrõségui hekove ha hembiapo.
Casaccia oipykúi ko tape, otimbo hapykuerére opaichagua ñe’ẽ omoĩ porãva ha omoĩvaíva hembiapo ko Paraguaýpe. Iñe’ẽpohýi, iñe’ẽrei, iñe’ẽpererĩ, iñe’ẽnandi, naiñe’ẽrendái.
Casaccia katu nahendái ko ñane retãme. Upévare osẽ ojeporeka tetã ambuére pe hendaguáre. Omba’apo piro’yve haĝua.
Ikatu ñañeporandu mba’érepa ojehai sa’i ñane retãme. Oho va’ekue tetã ambuére hetave aranduka ohai. Pejeporekánte ha pe hesa’ỹiño. Opyta va’ekue ko’ápe jahechakuaa sa’iveha hembiapo, ohai mbohapy aranduka hekove pukukue, umi ohova’ekue katu ohai mbohapypa aranduka. Mba’ére, mba’ére. Ñande yvy piko oguereko ko’áĝa ijehe ate’ỹ mba’e. Térã hetaiterei pokarẽ oĩ ojokóva haihárape, ikatu ñañeporandu. Nahániri ñahendukuaa ha avei añetegua ndaikatúi ñañomi areterei. Pya’e hesakã. Ñane retã avei oguata va’erã añetegua rapére.
Ko ñane retãme ojejapóva kotypýpe, ensuguy rapére, tovamokõi rova’atãme, ojejapóva pytũmbýre, ndaikatúiva ojekuaa, ha’etevoínte umi ñe’ẽpapára katupyry oguerekóva pe techapaha. Ojekyhyje chuguikuéra, oñembopo’i maymavévagui. Ha’ekuéra ohaíva aranduka ha’ete ku omyesakãva opa mba’e ojejapóva hendape’ỹ.
Pe kyhyje opopo umi tuvicha korasõme. Péicha rupi heta haihára oñemosẽ ñane retãgui.
Peteĩ tendota ñañapochy he’i va’ekue. Ñane retã noikotevẽi umi iñarandúva rehe, umíva ndojapokuaái mba’eporã hetãre. Ko karai heta itavýva ha iñañávape ombojerovia oĩ aja yvate. Ko karai ohayhu añete va’ekue pe tavy. Ha’e omomba’eguasu va’ekue pe tavy. Ñane retãme oguerahavai pe tavy ndaikatúiva ñandepe’a pe mboriahúgui. Tavy ha mboriahu ndaha’éi mba’eporã.
Avei oĩ umi ñañapytu omyañáva va’ekue heta tetãygua py’aporãme oho haĝua tetã ambuére. Ko’ã mba’e ndaikatúi oñandu umi ohasa’ỹ va’ekue. Ojekyhyje umi mba’eporã apohágui. Opaichagua japúpe ojejapi. Péicha rupi, tetãygua heta oñemoĩporã umi mba’evai apohándi ohasa porãve haĝua. Mba’evai oñemo’ã ha oñembojerovia. Marandu mbohasahárape oñeme’ẽnte jejahéi opaichagua.
Oje’éva. Nde erénte va’erã opa mba’erei, ikatuhaĝuáicha ikuachã nde rehe umi pokarẽ mbarete, tavy ojapo haĝua nde rekovégui opaichagua mba’evai.
Casaccia oiko va’ekue Areguápe. Heta mba’e oikuaakuri upe hesapyso ha ohendumombyry rupi. Ou ha oho Paraguaýre upe mba’yrupukuapesãme.
Haihára katupyry Gabriel Casaccia. Mayma ava ãngakuéra rehe ha’e oñemoarandu porã. Omosã umi mba’ekuaa. Heta kápo reypýpe ojuhu umi kelepéto ha lekéta mba’erei apoha. Heta itavýva oñemonde porã poguasúicha ha oñe’ẽ porãgua’u. Umi oñembotavývape oñembotavy avei. Iñarandúva opyta yvýre ha itavýva ojegueraha yvate pokatu pa’ũme oñemohenda.
Jurumy’ỹi kate oguahẽ Areguápe opytu’u haĝua. Heta techapyrã jajuhukuaa Casaccia rembiapópe. Oñopehẽngue umi mokõi kuña ndaikatúiva ojoko juru. Opaichagua ñaña ojepoi umi hembesyrýgui. Mbóicha ikũ po’i ha hete po’i puku. Tupãógui noséi umi mokõi añambaraka. Rosales ha’e pa’i ombopo’i va’ekue ko’ã kuñágui. Sapy’ánte jahechakuaa oguapy haiharagua’u ndaikatúi ojapo mba’eve. Arahaku térã ro’ýgui. Vare’águi térã tyguatãgui. Ka’úgui térã omkõségui. Sapy’ánte pe ikuña reko nomokyre’ỹi chupe térã pe hembireko túva karai viruheta tekojojarekahára ha ojopyvéva umi aña pytãgui.
Ramón Fleitas, ate’ỹ ruvicha, hy’aiparei, mba’eve noĝuahẽi iñakãme, nipeteĩ ñe’ẽndoikéi iñapytu’ũme. Ohesakutuparei kuatia morotĩ. Ohaiséko, tataidy rendy guýpe pe hete hykupareíta vaicha. Hembireko ñembotavy sapy’ánte nome’ẽi chupe viru taguatoresay repyrã. Hembireko ndohayhúi ñe’ẽpoty. Umi mba’e ombotavy che ménape. Yvytu pohéi oveve Areguáre. Oje’e’ỹva oje’e. Pe karai guasu ogajára he’i hese ha’e ohaigua’uha oipyteségui taguatoresaýnte. Ka’uguýre osẽ porãve ñe’ẽpoty oje’e. Ko’ã tekove ndaha’éi techapyrã, ijatýva Casaccia rembiapópe.
Tetãygua rekovégui onohẽ umi ava omboguatáva umi mombe’umbyky ha mombe’upuku pukukue. Heta oĩ oguahureíva hese. Casaccia omoñepyrũ ko’ã tembiapo guasu heta ndohechakuaáiva. Casaccia omboguata ñepyrũ mombe’upuku iporãva ñane retãme. Ñeme’ẽ chupe jopói, ñamoñe’ẽmbaite umi hembiapokue.
Fuente: ÑANE RETÃ RUVICHAITE: GABRIEL CASACCIA. Ohai: PEDRO ESCURRA FRANCO. Leer original (hacer clic) en: http://dgaleanolivera.wordpress.com/gabriel-casaccia-guaranime/ (Junio, 2011)
Documentos relacionados (enlaces):
-. LA BABOSA, EL ENCIERRO. LO QUE ANGELA NOS ENSEÑA. Ensayo de GENARO RIERA HUNTER.
-. GABRIEL CASACCIA. EL PADRE DE LA NOVELA PARAGUAYA. UNA BIOGRAFÍA LITERARIA. Autor: ARMANDO ALMADA ROCHE. Editorial Arandurã, Asunción-Paraguay, 2007 (287 páginas).
-. GABRIEL CASACCIA, NARRADOR CABAL Y VENERO DE LA NOVELÍSTICA PARAGUAYA - Profesor doctor ENRIQUE MARINI PALMIERI, Suplemento Cultural del diario ABC COLOR, Octubre y Noviembre del 2010.