ESPERANDO EL VIENTO
JORGE CANESE
Ediciones DIALOGO
Cuadernos de la Piririta, 11
Director: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
Diagramación: LIVIO ABRAMO
Asunción – Paraguay
1981 (51 páginas)
JORGE CANESE
O LA FATALIDAD DE LA POESIA
Una mente literaria acomete su faena mediante una operación de la inteligencia; por lo menos en teoría, el total de ese manejo puede contarse y aún calificarse: el arranque y el remate, el ritmo, las correspondencias sonoras y verbales, la coherencia ideológica, el rasgueo incesante de aquello que se pretende comunicar y el machimbre de significado y significantes, cuanto más manifiesto menos conseguido. En fin, el espectro entero del discurso, que el autor y sus lectores pueden descomponer, observándolo como de adentro de un espejo. Antes de que el proceso comience, sin embargo, el creador ya sabe que debe componer un poema o una narración o una secuencia de teatro; por lo general, las alternativas son más terminantes: tiene que escribirse prosa o verso. No hay, que yo sepa, una explicación satisfactoria de esta concepción de los textos, misteriosa como todos los orígenes en el universo.
Además, la ciega voz de mando de uno mismo, que surge sin la menor reflexión previa, debe acatarse sin vueltas, porque en esta suerte de fatalidad no corren las trampas; por ejemplo, puede que la experiencia que se desea inscribir esté, como suele, profundamente injerta en un suceso, en un hecho cualquiera. Entonces, ¿Por qué no resolver en buena prosa la escritura, es decir, por qué no emprender un cuento o una novela?. Negativo. Porque si es poesía lo que ha dispuesto el hondón de nosotros mismos, poesía ha de salir, lo mismo que el fondo de la tierra decide y ejecuta el manantial. En ese caso, el creador auténtico no acude a la poesía "narrativa". negación híbrida de la lírica, sino que ciñe su impulso emotivo a una situación dramática, histórica o legendaria, lo cual es una nota distintiva de la poesía inglesa, según Luís Cernuda. Tal es, precisamente, una de las cualidades de la poesía de Jorge Canese. No sé si él leyó a Coleridge, Browning o Yeats, poetas en quienes es más aparente, a mi entender, la virtud apuntada por Cernuda, pero en todo caso el autor de '’Esperando el Viento" participa de una sabiduría similar a la de éstos, al menos en lo que se refiere al tratamiento expresivo del acontecer real, ya que en poesía no se trata de describir sino de presentar, como insistió Ezra Pound:
Un caramelo,
un cigarrillo,
el gusto a infinito de tus pechos
y tus ojos siempre negros
escrutándome desde lejos,
mirándome desde tan cerca.
Otro de los rasgos definitorios de la obra de Canese es su marcado tono "coloquial"; coloco este adjetivo con cierta reserva, debido al escaso rigor con que se lo ha venido usando para ubicar la poesía que, al igual que la de este libro, se apoya en muchas de las semantizaciones y fraseos del lenguaje práctico o común. Agudamente indica Alfonso Reyes sobre el particular que "ni verso ni prosa literarios pueden confundirse con el habla común" agregando que "Al llegar a la operación literaria, muda el régimen de conciencia como si nos acercáramos a un oficio religioso". Por otra parte, declara Juan Ramón Jiménez, no menos certeramente: "Quien escribe como se habla irá más lejos en lo porvenir que quien escribe como se escribe". Con todo, creo que no existe contradicción entre ambos dichos. El poeta malagueño no está privilegiando un quehacer literario homologado al habla cotidiana, vale decir al coloquio, sino que profetiza resplandor y larga fama al poeta preciso, firme y sencillo, en evidente oposición al literato profesional, muchas veces engolado seguidor de raudas modas y sirviente de retóricas al uso. Y bien, la poesía de Canese es de las que pasarán, de acuerdo con el aforismo juanramoniano.
Esta poesía construida con el lenguaje de utilización corriente tiene, por lo demás, ilustres ejemplos contemporáneos, especialmente en nuestra América: Benedetti, Cardenal, Fernández Retamar, parte de los textos de Sebastián Salazar Bondy. Los poemas de Jorge Canese se unen al mismo curso, pero a su vez difieren de él en el sentido de que su voz, al revés que la de los mencionados, se adelgaza y va perdiendo énfasis, más en este poemario que en su primer libro. Pero ese acento casi confidencial no significa debilidad, sino al contrario. En un áspero susurro de varón, el poeta denuncia la represión y la injusticia:
He dormido en celdas de media luz
para jugar al truco
y ver pasar el tiempo
contando los minutos.
Al fin y al cabo, el grito no es la manera más adecuada de hacerse escuchar.
Sea, pues, bienvenida esta poesía directa y conmovida, discutidora de nuestras fáciles transacciones de palabra y obra:
¿Cuáles serán nuestros temores,
que establecen
esa estrategia antigua
de contarles nada más que cuentos
a los niños?
Poesía que "busca... detrás del tiempo/ una respuesta", incorporándose así a las manifestaciones nutrientes de la nueva literatura paraguaya, para honra y compromiso de nuestra cultura.
Carlos Villagra Marsal
La Alcándara, febrero de 1981.
DICEN
QUE EXISTE
EL CIELO
UN VICIO MAS
Hoy he descubierto
un vicio nuevo,
uno más entre tantos
que uno al final adquiere
en este mundo de imperfecciones memorables.
No me lo he podido callar,
porque me duele
como todo buen vicio auténtico
desde el fondo del alma.
Así te llamo y te grito sin pausa
hasta elespasmo del aliento.
¡Ay dios,
qué podré hacer para olvidarte!
¡AY TELÉFONO!
Sonará el teléfono
y escucharé tu voz.
Te sentiré tan lejos y tan cerca,
y queriendo alcanzarte
te diré palabras cariñosas,
inútiles y perdidas
en la imposibilidad de tocarte,
de sentirte cerca mío,
para que me digas que existo
y para que me cuentes
que no me devorarán
el tiempo
y el olvido.
PORQUE ESTABAS A MI LADO
En medio de una hermosa noche clara,
plagada de monstruos y luceros
sentí tu cuerpo
junto al mío.
Un caramelo,
un cigarrillo,
el gusto a infinito de tus pechos
y tus ojos siempre negros
escrutándome desde lejos,
mirándome desde tan cerca.
Tus caricias y tus besos
me alzaron en andas,
y reconozco
que estuve al borde de la locura,
muy cerca de la felicidad.
Soñé entonces
con el paraíso perdido de los incas,
con todo tipo de dioses tutelares
malignos y benéficos,
y me quedé contigo
porque estabas a mi lado
y porque me estabas mirando.
MARIPOSA TRISTE
Desenredé extasiado
los botones de tu cuerpo,
buscando el amor, la locura,
o yo qué sé qué cosas.
Y en medio de mi búsqueda encendida
encontré una mariposa triste
mirándome hacia adentro,
esperándome en el fondo de las cosas.
Te sentí pequeña,
acurrucada y cómplice
y te quise besar una vez más,
pero ya no estabas.
CON MI ALMANAQUE A CUESTAS
Como todos los años
llegará setiembre
y te extrañaré más que nunca,
más que ahora.
Recordaré nuestras horas felices,
y mi mente buscará en vano
tu presencia,
tu perfume de mujer hasta el alba.
Viejo y solo
me caerá la muerte pensando en setiembre,
en nuestro setiembre eterno
y en ese amor
que nunca pudo ser verano,
y que siempre estuvo
más allá de las cosas simples.
DICEN QUE EXISTE EL CIELO
No sé
si te veré en el más allá.
Dicen que existe el cielo
y que allá las mariposas
nos ayudan a vivir
y a encontrarnos.
No sé
si nos veremos más
a lo largo del camino.
No sé si te veré mañana
cuando levante el sol
y seamos
nada más que dos seres
en la rutina del universo.
Esperaré a que llueva
y recordaré tus ojos.
DESPUES DEL DILUVIO
Una lágrima,
casi una lágrima.
Un suspiro.
Un sollozo,
casi un sollozo,
casi una lágrima
era yo
después del adiós,
casi después del diluvio.
ESPERANDO EL VIENTO
SEGUIRE BUSCANDO
Busco
detrás de cada flor
un pétalo,
detrás de cada pétalo
un aroma diferente,
detrás de cada beso
una pasión,
detrás de una caricia
un tiempo distinto y más hermoso,
detrás del tiempo
una respuesta
y más allá de todas las respuestas
algo que me ayude a vivir,
algo que me ayude a soñar,
algo que me ayude a estar presente.
EL TIEMPO DE LAS FLORES
Me gustan los horneros
con sus nidos redondos
porque no se parecen
a los de ametralladoras.
Me gustan las carretas,
los cometas y la música,
porque no se parecen
a los tanques
ni al ruido infernal de las batallas.
Me gustas tú,
con tus bikinis y tus sonrisas,
porque no parecen
uniformes de campaña,
y porque te quiero
más allá del odio cotidiano,
de las escaramuzas
y de los tiroteos suburbanos.
DESDE EL CAMPO DE BATALLA
Combatiremos en la guerra
como buenos enemigos,
y nos daremos un beso
después de la batalla,
después de cada escaramuza.
Pelearemos con amor
por nuestro amor, por nuestra búsqueda,
y en medio de tantas confusiones
nos tiraremos con platos
y con flores.
Escucharemos música.
La dulce melodía de los tiroteos
y el silbido de las balas
impactándonos el alma,
agujereando lo que más queremos,
nos hará pensar
en los hijos, en la vida
y en ese amor que tanto nos duele
y que tanto cuesta.
No sé
quién saldrá ganador
después de tanto despelote,
pero lo seguro y cierto
es que quedaremos extenuados,
con muchos tiros en el cuerpo,
y en el fondo de las cosas
quedará un cariño infinito,
ese que nunca tuvo comienzo
y que siempre estuvo presente
entre nosotros.
ESPERANDO EL VIENTO
Mucho antes
que existieran la nada y sus complicaciones.
te conocí una tarde,
una limpia y hermosa tarde
sin soles extravagantes
y sin lunas de papel picado.
Eran los tiempos
del amor puro y perfecto,
antes que se inventara la nada
y que sus complicaciones
y los sobresaltos del destino
nos dejaran desnudos,
vacíos de esperanza a la vuelva del camino,
livianos otra vez
como para ser llevados por el viento.
Sí, fue mucho antes del amor
que nos conocimos y nos quisimos;
y ahora te recuerdo
vestida de oropeles rubios
esperando el viento,
la ráfaga fuerte capaz de remover la tierra
reviviéndonos un poco,
aunque sea
nada más que un poco.
BATALLAS DEL OCASO
Yo no sé
lo que seré después de muerto:
pasto para las gallinas voraces,
aserrín para remendar colchones
o fino polvo
esparcido por el universo.
Reirán los tiernos corderos de la noche,
bicheándome desde lejos,
diciéndome adiós con sus manitas en alto.
Escucharé el pitido de los trenes
escapándose veloces
de nuestra horrible imagen destruida.
Sonará el repiqueteo
de las batallas del ocaso,
ametrallándonos sin fin,
saludándonos desde abajo.
Nos dirán adiós todas las cosas,
y en ese descenso final
con la frente en alto
y maldiciendo,
me acordaré de tí
y te veré olvidándome.
¡LO QUE SON LAS COSAS!
HERMANO
Quiere uno a veces pensar,
que la distancia
es un invento del pasado;
que estamos a un salto de avión,
o a dos horas de tren.
Pero es mentira.
La idea de París, San Pablo o Buenos Aires
vaga en una nebulosa
que pocas veces recordamos.
Adiós o hasta pronto
es un decir,
y no lo que se siente
cuando te vas
y cuando no podés volver.
No obstante
te seguiré extrañando hermano,
porque estás lejos
y por lo mucho que te quiero.
MI CALABOZO PREDILECTO
He conocido muchos calabozos
adornados de guardianes de uniforme.
He dormido en celdas de media luz
para jugar al truco
y ver pasar el tiempo
contando los minutos.
He vivido en las terribles mazmorras
sin dios, sin ley y sin patria.
Pero ninguna es como tú,
ni como tu dolorosa ausencia
cuando me faltas
a mitad de la vida,
entre las huellas del viejo amor
y el difícil comienzo
de los últimos finales.
OTOÑO SIN RECUERDOS
Pasarán las golondrinas,
y nos comeremos las uñas
esperando
que nos dejen un saludo,
un resto de tecnología
o una sana ilusión de largo aliento.
Pasarán los caballos al galope
y los miraremos callados
desde lejos,
como esperando algún relincho amistoso
o alguna lágrima
en este mar de polvo.
Pasarán los elefantes y los tanques
sin siquiera un adiós en sus cañones,
sin una escama oculta en el recuerdo,
sin siquiera
un pedazo de metal caliente
para sentir que estamos vivos.
DISCUTIENDO NOSTALGIAS
Ayer estuve triste,
muy triste
pensando en setiembre,
en 1970,
en aquel otro invierno caliente y prisionero,
y en tu cara de luna
que se me borra
a través de los años.
¿Que no estaba triste?.
¿Te parece
que no estaba realmente triste?.
No vamos a discutir las nostalgias.
La opinión es libre,
pero yo estaba triste.
TRATANDO DE OLVIDAR
Ah,
quién pudiera olvidar
el café con leche, el amor,
los juguetes de plástico,
las guerras, el cine
y las inundaciones con sus camalotes
que nos recuerdan siempre
el paso inexorable del tiempo
Olvidarnos de todo,
o por lo menos
de todo lo aparentemente importante;
olvidarnos que existimos,
olvidarnos de pensar
y olvidarnos que los niños
algún día serán como nosotros.
DICEN
Dicen
que mañana lloverá
y que todos seremos iguales.
Dicen
que existe dios
y que todos iremos al cielo.
EL MUNDO CAMBIA
Después de todo
lo mismo lloverá.
Aunque no nos guste,
el mundo cambia
y no es nuestro.
LOS SANTOS
SOMOS TODOS
IGUALES
CONTRERA
Siendo que no fumaba,
pidió un cigarrillo
como último deseo.
Era un contrera empedernido.
Lo encendió
y le dio una larga y melancólica pitada.a la que él mismo contestó
con una salva interminable de toses y catarros,
tan largos
como su inexplicable inexperiencia en la materia.
Suspiró al fin
y pronunció sus últimas palabras
(teñidas del heroísmo optimista
que siempre lo había caracterizado):
“¡Esto sí que es vida, carajo!".
Entonces
se escucharon los disparos.
ACTUALIZACION
DE LAS BIENAVENTURANZAS
Bienaventurados
los que orinan las paredes,
porque ellos
no conocen la decencia,
las normas sociales,
la envidia, el odio y la vergüenza.
Bienaventurados
los ingenuos, los ilusos,
los desubicados y los crédulos,
porque sólo ellos
podrán ser engañados.
Bienaventurados
los idiotas y los torpes,
porque ellos
no conocerán la inteligencia.
Bienaventurados todos los inútiles,
los feos, los primitivos,
los que nunca supieron hacer
algo que valga la pena,
y los que haciendo grandes cosas,
nunca figuraron en los libros
ni en la historia.
EN UN RINCON DEL UNIVERSO
En estas latitudes,
cuando el calor
revienta los termómetros
más allá
de los 40 grados a la sombra.
Aquí,
cuando el trópico
reseca los pastos,
o mata entre diluvios y raudales
a desprevenidos transeúntes:
aflora en mí
una violencia irracional y primitiva
que emerge de los huesos
y de las tibias calenturas de la siesta.
CAMINO DE TORTUGAS
Siguiendo el camino
que las tortugas cuaternarias
nos mostraron siempre,
llegamos
a esta feliz encrucijada,
tratando de orientar
el caudal de los ríos con sus represas
hidroeléctricas,
el aullido ciclónico de las canchas de fútbol
y el amor
como estrella que combate.
ESE VIEJO TRUCO
DE CONTARLES CUENTOS
A LOS NIÑOS
Es cuestión de ser sinceros.
Confesarnos.
¿Cuáles serán los intereses
que queremos conservar?.
¿Cuáles serán nuestros temores,
que establecen
esa estrategia antigua
de contarles nada más que cuentos
a los niños?.
COMO SIEMPRE
Como un cocodrilo
enamorado de la luna
estaba yo
tranquilamente sumergido en mi laguna,
hasta que llegó el progreso
y nos secó los charcos.
CLAUDICANDO
Sí,
es cierto
que le hacemos concesiones a la vida,
que nos gusta pensar que todo sigue igual,
y que el tiempo
no nos pisa nunca los talones.
Sí,
es cierto
que no quisimos como nos amaron a nosotros.
que no hicimos lo que debíamos
y que tampoco llegamos
a las metas
que alguna vez nos propusimos.
Lo que se dice:
una vida
llena de claudicaciones fáciles,
Por eso,
procuraré olvidar
todo lo que pueda,
y el resto
que se lo coman los chanchos.
HAY COSAS QUE SALEN MAL
Lógicamente
esa partida
la teníamos que haber ganado
nosotros,
pero la mano
venía mal barajada
y nos cagaron de entrada.
Y claro,
es cierto que no sabíamos ni sumar
y que muchos de nuestros sociosse murieron
ahogados en una lágrima.
Pero,
no es cuestión de lamentarse,
hay cosas que salen bien
y cosas que salen mal.
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