CARLA GUILLEN BALMELLI.
Escritora
Nació en Asunción, Paraguay.
Es Lic. en Administración de Empresa por la Universidad Católica con un Posgrado en Contabilidad y Finanzas en el EDAN.
Estudió actuación en El Estudio.
Es poeta, cuentista, novelista, guionista y compositora.
Ha participado en El Estudio como coguionista y codirectora con Leonardo Rodríguez de los cortos La carta y Kintsugi y como guionista del mediometraje Mi nombre es Ale, en el cual fue una de las protagonistas. Mi nombre es Ale fue finalista en el festival de cine LesBiGayTrans y obtuvo el premio del público.
Ha colaborado con la revista Ateneo con poesías y cuentos.
Tiene escritas varias canciones, una de las cuales participó en el Festival Internacional de la Canción en Punta del Este y otra es letra de la canción de la fundación Ko´eti.
La letra de su canción Jazmín del Señor fue una de las finalistas para el festival de canciones en homenaje a Chiquitunga Guggiari.
En radio fue coconductora de los programas Chocolate por la noticia, Off the record y Textual.com
Fue presentadora de informes especiales como “El milagro de los Andes”. Participó del comercial Violencia cero.
En el año 2014 recibió una mención en el concurso de cuentos organizado por Coomecipar, con El bar y en el año 2019 recibió el primer premio en el concurso del club Centenario por el cuento Una tía para un velorio.
En octubre de 2016 publicó el libro de poemas Punto seguido. El amor y en mayo de 2018 el libro de relatos Cuentos con mi hermana.
En julio de 2020 publicó en Amazon y en versión tradicional impresa la novela: MUERO POR UN CAFÉ.
Algunos de sus poemas:
Al maestro que nunca olvidamos.
Sucedió como ocurre en los sueños,
viajó el sentimiento al viejo colegio.
Pupitres silentes contaron historias
y cada rincón recobró la memoria.
Surgió el maestro sin tiempo ni rostro
dejando de herencia pizarras a otros,
tal vez paseando ausente de gloria
o marcando pasos dignos de una historia.
Si dejó sus huellas o quedaron deudas
que un día la vida juzgue a su manera.
Hoy en la distancia los buenos recuerdos
sirven de homenaje a este buen maestro.
Se marchó el maestro sin tiempo ni rostro,
dejó con tristeza sus aulas a otros.
Su sombra aparece manchada de tizas
y en cada pasillo se escucha su risa.
Como casi un ángel caído del cielo
hizo de su camino, vocación y sueño.
Como un homenaje entregó su vida,
por eso lloramos con su despedida.
Sos mi inspiración.
Sos sin saberlo mi inspiración
cuando siento que todo se derrumba,
cuando no diviso el sol y ya es de día,
cuando no le encuentro risas a la vida.
Sos sin quererlo mi inspiración,
cuando un error se me hace eterno.
cuando no encuentro atajos para el dolor,
cuando el día amanece de un solo color.
Es tu presencia la que marca diferencias.
Si es recto el camino, seguro vas por él
y si una pena mía va ahogando tu mirada,
la fuerza de tus manos me devuelve la fe.
Años dorados.
Sos momentos que te niegas a olvidar,
recuerdos que acaricias en algún lugar.
Sos de la historia un largo camino,
experiencia sabia de forjar destinos.
Sos el alma que se emociona con la vida,
las lecciones de cariño bien aprendidas.
Sos duros inviernos lanzados al viento
y sueños cumplidos de anhelos eternos.
Sos la risa y las huellas que quedan,
abrazo apretado que llega convertido
en momento perfecto.
Sos el abrigo que se siente cierto
si tristes momentos humedecen cielos.
Sos vida plena dibujada en años,
el final feliz de historias que amamos.
Fuente: La autora
Registro: Julio 2020