LAS DECLARACIONES DE CASTRO Y EL DESTINO DEL PARAGUAY
Por JUAN ANTONIO POZZO MORENO
General (R)
En una entrevista con el periodista Enrique Vargas Peña, en la 970 AM, el 21 de noviembre, el ex embajador de Brasil en Paraguay (2000-2004), Luis Augusto Castro Neves, sostuvo que nuestro país tiene el mejor potencial energético de la región con Itaipú.
Dijo que la electricidad producida por la usina no está siendo aprovechada por el Paraguay en proyectos de desarrollo económico. Señaló que si el Paraguay utiliza su energía en un proceso de industrialización ya no dependerá de las compensaciones económicas anualmente por ceder electricidad no utilizada al Brasil. En síntesis, según el diplomático, el Paraguay hizo mal negocio en Itaipú.
Castro Neves se olvidó de mencionar lo esencial: mediante un tratado hecho a la medida de los intereses brasileños, en complicidad con los negociadores paraguayos, más del 80% de la producción energética de la usina binacional correspondiente al Paraguay es derivada obligatoriamente hacía la margen izquierda. Mientras que el socio condómino no consiga reemplazar la electricidad paraguaya, que se le cede casi gratuitamente, por otras fuentes de energía es altamente improbable su devolución.
Evidentemente un mal negocio para el Paraguay, pero beneficioso para Brasil. Entonces, ¿a qué industrialización se refiere el ex embajador? ¿Acaso el socio condómino apagará su luz para permitirnos encender la nuestra?
El Brasil, que gobierna Itaipú como si fuera su único propietario, para abastecer su mercado de unos 4.000 MW anuales, ignora las necesidades de la ANDE y emplea como perfecta excusa la incapacidad de la subestación de la margen derecha y sus endebles redes de transmisión para seguir apropiándose indebidamente de la cautiva energía paraguaya. Por si fuera poco regula, en función a sus intereses, la construcción de la línea de 500 kV, la ampliación de la subestación de la margen derecha y la construcción de la subestación de Villa Hayes. Es importante aclarar que la margen izquierda se apropia anualmente de energía paraguaya equivalente a dos producciones anuales de Yacyretá y que según el Ing. Nelson Cristaldo, en el 2010, contribuyó con más del 7% del PIB brasileño, unos US$ 140.000 millones.
No obstante, para disminuir la presión de su demanda, Brasil planea construir con el Perú usinas hidroeléctricas en Iñambari (2.000 MW), Sumabeni (1.074 MW), Paquitzango (2.000 MW), Urubamba (940 MW), Vizcatán (750 MW), Cuquipampa (800 MW), entre otras quince previstas. Las hidroeléctricas de Jirau y Santo Antonio en el río Madera, estado de Rondonia (4450 MW), cuestionadas por Bolivia por su impacto ambiental y daño colateral, funcionarán probablemente en el 2012. En la misma región también prevén una central binacional y otra cuarta, en el lado boliviano. Hay muchísimos proyectos hidroeléctricos más.
Pero, ¿cuándo podrá Paraguay disponer de su excedente energético para aplicar la corriente eléctrica en su desarrollo?
Todo depende de la voluntad del socio condómino, en cuyas manos, una vez más, para infelicidad del pueblo, queda sujeto el destino de la nación paraguaya.
Fuente: ABC Color (Online)
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Sección ECONÓMICO
Domingo, 25 de Diciembre de 2011