ANAGNÓRISIS

 Por BLAS BRÍTEZ

@Dedalus729

La anagnórisis es uno de los recursos del teatro clásico griego que mejor salud goza en la ficción contemporánea. Consiste en que un personaje descubre o reconoce algo sobre sí mismo o sobre los demás. El resultado de ese descubrimiento es la transformación del personaje. Trae consigo, a menudo, el desenlace de una trama. Es Michael Corleone descubriendo que es el único posible sucesor de su padre en El Padrino, mintiendo hierático a su esposa sobre un asesinato en la escena final de la película de 1973.

Hubo un tiempo en que todo lo que me gustaba leer sobre literatura lo encontraba en Alfonso Reyes (1889-1959), el gran escritor mexicano. Reyes escribió sobre la anagnórisis en su espléndido ensayo juvenil de 1908, Las tres Electras del teatro ateniense.

También reflexionó sobre ella en la Breve noticia, que introduce su preciosísimo poema Ifigenia cruel, publicado en 1924. Allí llama a la anagnórisis "otro lugar canónico de la tragedia antigua". Es uno de los poemas más universales que se hayan escrito en lengua castellana en el siglo XX, no solo por su tema clásico tomado de la mitología griega —traspasado de cierta tristeza y rebeldía coloniales—, sino por la profundidad ecuménica de su drama y la belleza unánime de su idioma.

La más conocida de las versiones del mito es de Eurípides: un oráculo revela a Agamenón que la única manera de que haya vientos favorables que permitan zarpar a sus naves rumbo a Troya es sacrificando a su hija Ifigenia, quien llega a la isla creyendo que se casará con Aquiles. En esta versión, el sacrificio se consuma. En otras, como en la que elige Reyes, no: vemos a Ifigenia viviendo en la isla durante años, hasta que reconoce en un viajero a Orestes, su hermano, y se marcha.

Reyes modifica el mito e introduce una idea muy original que el cine ha convertido en un recurso: Ifigenia pierde la memoria. Como no recuerda nada, aspira a inventarse un pasado. El poeta Octavio Paz fue el primero en reconocer que "el poema de Reyes no solo se anticipa a muchas preocupaciones contemporáneas, sino que encierra, en cifra, condensada en un lenguaje que participa de la dureza de la piedra y de la amargura del mar, artificioso y bárbaro a un tiempo, toda la evolución posterior de su espíritu". Reyes además estaba contando su tragedia personal. Como Ifigenia, fue "cruel" y eligió no escapar y quedarse en México: no vengarse de la Revolución Mexicana (1910) que había matado a su hermano. Vive su propia anagnórisis cuando escribe el poema en 1913. Elige el futuro contra su propio pasado y su sangre.

La anagnórisis es una revelación. En el mito adquiere proporciones legendarias. Los dramas de la vida contemporánea, sin embargo, devienen en inocuos dramas personales sin demasiada perspectiva social. Su catarsis suele ser un evento individual. Persona es la palabra latina para máscara. La tragedia personal enmascara muchas veces la profundidad de los dramas colectivos, algo que intuyó Alfonso Reyes.

Fuente: ULTIMA HORA (Online)

Sección OPINIÓN

Lunes, 27 de noviembre 2017 - 02:00

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