Portal Guaraní - ATENEO PARAGUAYO - DÉCIMA DÉCADA: 1973- 1982

Recordemos que en mayo de 1971 falleció el presidente del Ateneo Dr. José Esculies, haciéndose cargo de la presidencia el vicepresidente, Dr. Alberto Nogués.

Diez años después, en octubre 1981, Nogués reúne a la comisión directiva, o lo que quedaba de ella, a fin de convocar a una asamblea general ordinaria de socios. Esta decisión la toma el vicepresidente inaugurando un nuevo libro de actas [1] y un nuevo periodo de la historia del Ateneo.

Esta nueva etapa podemos decir que inicia con la presidencia del Dr. Francisco Barreiro Maffiodo[2], electo el 22 de noviembre de 1981 en la asamblea convocada por Nogués[3]. Además de Barreiro como titular, la composición de esta nueva comisión directiva estaba integrada por:

Enrique Marés Lind, vicepresidente; Amadeo Báez Allende, secretario; Pedro Gamarra Doldán, tesorero; Alberto Nogués, Jorge Báez Roa, Laureano Pelayo García, Leandro Cacavelos, Gerardo Herrero Céspedes y Hermann Guggiari como vocales titulares; Gladys Solano López, Lorenzo Livieres Banks, Luís A. Rugel y el maestro Kurt Lewinson como vocales suplentes; Percio Da Silva como síndico.

Esta comisión directiva, constituida por notables personalidades de nuestra sociedad, se reunió en 10 ocasiones en el lapso que trascurre desde su nombramiento hasta el 28 de abril de 1983, fecha del último acta del libro inaugurado por el vicepresidente Nogués.

El presidente Barreiro Maffiodo, nunca fue socio del Ateneo Paraguayo[4], ingresó, contradiciendo los Estatutos de 1934, en el mismo acto de su elección, por invitación del Dr. Nogués y con el consentimiento de los demás directivos, a fin de hallar en su persona, vista su influencia y buenas relaciones durante el gobierno de Alfredo Stroessner, un baluarte que defendiera los intereses de la institución en esos difíciles momentos que atravesaba el país.

No nos cabe duda de que la misma siguió reuniéndose, aunque no haya registrado sus sesiones en el libro de actas, ya que hemos encontrado varias hojas con apuntes, algunos de ellos en caracteres masónicos, que suponemos son las notas tomadas por el Dr. Amadeo Báez Allende, secretario de la entidad, que corresponden a las sesiones de comisión directiva en las que estuvo presente.

En ese orden de cosas, en su trabajo “La Masonería Paraguaya” Báez Allende dice:

"El antiguo Ateneo Paraguayo, prestigioso centro que congregaba en su seno la naciente intelectualidad, ofrecía en sus aulas, hermosas y brillantes veladas en las que alternaban estudiantes aventajados y altas figuras de la diplomacia. En una de sus sesiones memorables, fueron evocadas las hazañas del glorioso Cnel. Don José F. Bogado. Al proclamarla el joven Cecilio Báez causó impresión. Se apoderó del tema el escritor Adolfo P. Carranza, quien pronunció después una brillante conferencia sobre la personalidad de este insigne actor en las luchas de la Independencia Americana. Se editó en folleto su trabajo, en 1890, y más tarde fue insertado en la revista del Instituto Paraguayo, sucesor del Ateneo Paraguayo”

No obstante, un hecho es innegable: la pérdida de poder de la Comisión Directiva, a favor de la Dirección General, en la regencia de los destinos del Ateneo Paraguayo.

Esta circunstancia tiene lógica explicación fundada en varios factores: el carisma de la directora del departamento de Educación Musical, Ercilia de Talavera, que le da gran ascendiente sobre sus discípulos y educandos; la conciencia y sentido de pertenencia de éstos hacia la institución, la indiferencia de la comisión directiva, la que indulgentemente podemos atribuir a la avanzada edad de la mayoría de sus miembros, especialmente de los más preminentes.

Como se verá posteriormente, es el alumnado, entonces legítima membrecía de la asociación según los Estatutos de 1934, junto al cuerpo docente, quienes lograrán el cambio de situación, luego de muchos años de indolencia por parte de la presidencia, zozobra e inestabilidad, en 1992.

[1] Libro de Actas del Ateneo Paraguayo. Acta No. “1” del 28 de octubre de 1981. Esta nueva numeración denota el corte mental que a menudo se hace con “lo anterior”, considerando lo nuevo, lo propio o lo actual como el inicio de, para bien o para mal, “una nueva época”. A lo largo de las 13 décadas del Ateneo, vemos como recurrente esta situación.

[2] Escritor político oficialista, que escribía con el seudónimo de “Poncho Pyta”, que traducido del guaraní significa “poncho colorado”, en clara alusión a su partido.

[3] Libro de Actas del Ateneo Paraguayo. Acta No.2

[4] Referencia verbal dada por el Dr. Pedro Gamarra Doldán, al manifestar que él mismo nunca solicitó por escrito ser miembro del Ateneo, sino que la membrecía le fuera otorgada por los directivos de entonces, que eran sus mentores y amigos.