LA SUPERFICIE INCIERTA

  Por DELFINA ACOSTA

El poeta y escritor de programas radiales Francisco Muñoz Soler ha dado a conocer recientemente un libro que reúne lo mejor de su cosecha poética. Se trata de La incierta superficie, publicada por Colección Sur.

En los poemas pueden apreciarse las esperanzas fundadas en el amor, a pesar de que el hecho de amar suele ser doloroso y causante de fieras heridas tantas veces. Así nos dice, sin vacilar: Duro es errar por amor/ pero más duro es errar/ por no haberlo intentado,/ duro es errar por soñar/ pero más duro es/ no haberlo soñado,/ si se ha de perdonar/ es a un enamorado.

Su poesía es inquieta, reveladora de emociones diversas y también fuego de dudas, de sospechas y de algunas verdades contundentes.

El tiempo y su transcurrir innumerable es un tema frecuente en la obra de este cultivador de versos.

Se nota que ha leído mucho el autor al gran Jorge Luis Borges, pues trae líneas suyas en el inicio de algunos poemas de su autoría. ¿Qué poeta no sigue de cuando en cuando el camino tentador, seductor de Borges? El soporte de su obra es básicamente filosófico.

Procura firmemente el autor ahondar en el misterio de la vida, y para ello su poesía se convierte en una búsqueda incesante de respuestas y confirmaciones ante tantas interrogaciones existenciales que se presentan en el paso del hombre por el mundo.

Francisco Muñoz Soler nació en Málaga, en 1957. Es miembro de la Red Mundial de Escritores y del Movimiento Poetas del Mundo. Ha publicado en las revistas de literaturas digitales Remolinos, Palabras de Tramontana, El laberinto de Ariadna.

VIVAMOS, VIVAMOS DE VERDAD

a Emily Dickinson.
In memoriam

Es un tópico decir que vivir es un sueño
un leve sueño que flota en nuestra memoria,
pero es que acaso no es así, nuestros recuerdos
fluyen livianos y difusos en volátil nebulosa
tamizada por ese tiempo que dicen lo cura todo
pero que lo que hace es alejar los huecos del dolor.
Resignada perspectiva dan los años, repletos de ausencias
que fueron un día raigambre de nosotros
de lo mejor y lo peor, de lo que nos rodeó y fuimos,
conservando la ilusión para que no nos devore el presente
y desembarcar en ese sin fin de orillas
de vorágines redentoras llamada eternidad.
En esa sucesión qué será de nuestro ser incógnito
hermosa duda, no sabemos qué somos y queremos saber
qué seremos y cómo estaremos, hermosa e ineluctable.
Pero mientras aquí estemos, vivamos, vivamos de verdad.

FRANCISCO MUÑOZ SOLER

Fuente: Suplemento Cultural del diario ABC COLOR

Domingo, 05 de Agosto de 2012

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