TIME, 1996

Obra de OLGA BLINDER

Objeto - Instalación de 60 cm. de diámetro

Fuente: "Ars Longa" de Vicky Torres, Editorial Arandurã

y "GENTE DE ARTE producción de los `90"

TIEMPOS CIRCULARES

El círculo ha sido, con frecuencia, símbolo de un tiempo que se repite eternamente y que eternamente vuelve a sus inicios, al modo de la serpiente que se muerde la cola. El mito del eterno retorno puede, en efecto, resumirse en el círculo, simbolizarse en el OUROBOROS, esa mítica figura que representa la eternidad del tiempo repetido hasta el cansancio. Pero la eternidad no es historia, sino todo lo contrario, y es la historia -su historia, la historia de Paraguay- la que parece querer atrapar en sus círculos Roberto Vera para interpretarla, poner sus hallazgos a nuestra consideración, someterlos a nuestro juicio. Parece haber en esta elección de la figura una clara intención de negar el carácter histórico de muchos de los hechos que conforman lo que el pintor ha denominado República, título y palabra que aluden tanto a nuestra historia reciente cuanto al modo de entenderla y asumirla como «cosa pública»; esto es, como política: algo que nos interesa a todos, puesto que a todos nos concierne.

El círculo tiene la propiedad de no proyectarse hacia adelante, de encerrar sus contenidos y convertirlos en contenidos intransferibles. Los COLLAGES que nos presenta Roberto Vera nos sugieren, en efecto, la idea de un tiempo detenido más que la de un tiempo dinámico orientado a un fin (cualquier fin), un tiempo sin objetivos, un simple devenir sin telos ni trascendencia. Y, así, cada uno de sus círculos, con su especial iconografía elaborada a partir de los más diversos materiales (plumas, tules, pelos, recortes, fotografías, clavos, etcétera), nos sugiere también la idea de acciones y sucesos aislados, inconexos y, de algún modo, inconclusos e intrascendentes. Es la reducción de la historia a un conjunto de departamentos estancos, circulares, que sólo tienen sentido en sí mismos, una forma de convertir la historia en un juego de imágenes de linterna mágica sin movimiento, como si todo lo hecho y lo vivido no tuviera peso alguno en el presente. En otras palabras, en la representación simbólica que Roberto Vera hace de nuestra historia, el pasado es muerto y no fructifica, para bien o para mal, en el angustioso o esperanzador presente que hoy vivimos.

No cabe duda de que se trata de una interpretación personal de la historia paraguaya con la que, probablemente, pocos estén de acuerdo. El círculo de clavos que circunda la foto de Stroessner, pese a la enorme carga simbólica de los clavos (o tal vez por ello), aureola esta figura y, al congelarla en el tiempo, la mitifica y destruye, pero también la eterniza, como si Alfredo Stroessner pudiera volver una y otra vez, no ya como el dictador que gobernó el país con mano dura durante tanto tiempo, sino como una amenaza que podría encarnarse en cualquiera de nosotros, porque, al pasar a ser símbolo, Stroessner se hace aún más terrible en un futuro inevitable de lo que fuera en el pasado: la encarnación de un mal nacional al que el artista no encuentra solución.

Y esta «no solución de la historia», esta «no historia» que Roberto Vera nos presenta como lectura del devenir humano, se aprecia, incluso, en los temas más universales que toca, como el del cuadro en el que Hombre, encerrado en el círculo evolutivo del proceso de hominización, parece volver, fatalmente, a sus orígenes animales, o en el del tiempo, en el que la palabra inglesa que simboliza esta idea (time) queda paralizada en el centro, indiferente al movimiento de la rueda y al girar de los astros.

Es la de Vera una visión fatalista y pesimista, pero de un fatalismo y un pesimismo que él presenta es una dimensión universal y que reclaman de inmediato nuestra reflexión. Se puede o no estar de acuerdo con una visión semejante del mundo y de la historia. Lo que no se puede es permanecer indiferente ante ella. El mérito de Vera consiste en hacer que, ante sus imágenes, algo se mueva dentro de nosotros.

La muestra de Roberto Vera fue en el Espacio Miguel Acevedo de la Manzana de la Rivera.

Fuente: "ARS LONGA" de Vicky Torres,

Editorial Arandurã, Asunción-Paraguay 2004. 429 páginas.

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