Aquel año -1938-, una luna llena de intenso amarillo presidía la noche previa a la festividad de la Virgen de los Milagros de Caacupé. Teresa Pintos, un hermano suyo y sus primas eran parte del abigarrado bullicio de aquel 7 de diciembre en la villa serrana.
Abriéndose paso entre la gente, en un momento dado, se ubicaron delante de un escenario en el que, auspiciados por la firma representante de las heladeras CROSLEY, actuaba el CONJUNTO FOLKLÓRICO GUARANI, dirigido por JULIÁN REJALA (nacido el 16 de febrero de 1907 en la compañía Kokue Guasu, de Areguá y fallecido el 13 de julio de 1981 en Asunción) (Szaran, Luis: Diccionario de la música en el Paraguay. Gráfica Szarán, 1997, Asunción.).
"Allí le vi a un joven que tocaba la guitarra y cantaba. Su voz me encantó. No era lindo, pero ijuky. Su dentadura era hermosa. No sabía quién era, pero me enamoré de él al verlo nada más", recuerda doña TERESA PINTOS VIUDA DE CARDOZO en su casa ubicada sobre la calle Santa Rosa casi España, a poca distancia del arroyo MBURIKAO. Accedimos a ella gracias al amigo escritor CATALO BOGADO, vecino de los Cardozo Pintos.
Algún tiempo después Teresa se encontró con Julián Rejala en la casa de su prima. "Le pregunté por aquel muchacho. ANTONIO CARDOZO se llama, me dijo y me preguntó la causa de mi interés por él. 'Me enamoré de él', le respondí con franqueza. 'Llevale un poco mi saludo', me animé a pedirle", sigue relatando.
Rejala le contó a su amigo lo ocurrido. Y se produjo el primer encuentro. El 31 de julio de 1939 él le declaró formalmente su amor El noviazgo duró siete años. En 1946 se casaron. Tuvieron 4 hijos: Susana, Antonio, Natalicio y Hugo. Este último estuvo presente en la entrevista, aportando datos acerca de su padre.
ANTONIO CARDOZO había nacido en Fuerte Olimpo el 20 de mayo de 1916. Único hijo, pronto quedó huérfano de padre y madre. Sus padrinos, los Martens, se hicieron cargo de él. Lo trajeron a Monte Sociedad -hoy Benjamín Aceval, Chaco-, donde el niño hizo sus estudios primarios.
A los 14 años -sus papeles decían 16, porque era la edad reglamentaria exigida por la Marina-, ingresó a la Escuela de Especialidades de la Armada Nacional. De allí, en 1932, egresó como radio-operador y telegrafista, con el grado de sub-oficial. Inmediatamente fue incorporado como telegrafista en el buque cañonero TACUARY que transportaba y evacuaba tropas. Por su acción heroica en dos batallas navales libradas en diciembre de 1933 recibió la CRUZ DEL DEFENSOR.
"Él me contaba que estando en el barco, un contramaestre le había enseñado a tocar la guitarra. Ya cantaba entonces, porque era dueño de una excelente voz", comenta doña Teresa.
Cardozo fue llamado desde Buenos Aires por los hermanos Larramendia -Agustín, Luciano y Generoso-, para integrar su conjunto, dejando así a Julián Rejala, con quien ya había hecho giras por el Brasil llegando hasta San Pablo.
A su regreso a Asunción, formó su propio conjunto con ALEJANDRO VILLAMAYOR y EULOGIO CARDOZO. También integró el conjunto de Virgilio Centurión, retirándose definitivamente de la música profesional después de la revolución de 1947. Falleció en Asunción el 4 de abril de 1994.
"Festejamos siete años antes de casarnos. Él, por sus compromisos, iba y venía. En una de sus visitas, le pidió a TEODORO S. MONGELÓS que le hiciera una letra para mí, como para una serenata. Le dieron elnombre de SERENATA JAZMÍN GUYPE. El poeta imaginó una circunstancia y él le puso la música. Los primeros en cantarme en mi ventana fueron los hermanos BOBADILLA CÁCERES, Emilio y Cristóbal. 'Yo esto escribí para vos', me dijo después Antonio", relata doña Teresa mencionando que alguna vez escuchó la canción con esta introducción: "He'iakuéngo oréve Antonio ñambopumína ápe ha japuraheimi Teresita-pe, Tupâsy imbojoja’ỹva, he'íva òandéve Antonio (Nos había dicho Antonio: toquemos y cantemosle a Teresita, virgen sin par, como nos expresaba Antonio)".
"Mis vecinos se reían de mí porque en mi casa, que por entonces estaba en lo que hoy es la plaza Manuel Ortiz Guerrero-José Asunción Flores, no había jazmines ni apyka puku como dice la canción. Solo después al mudarnos, porque la Municipalidad compró nuestro terreno para el espacio verde, tuvimos un jazminero", concluye doña TERESA PINTOS VIUDA DE CARDOZO.