PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
MONTSERRAT 脕LVAREZ
  OBEDIENTES Y BORREGOS - Por MONTSERRAT 脕LVAREZ - Domingo, 23 de Enero de 2022


OBEDIENTES Y BORREGOS - Por MONTSERRAT 脕LVAREZ - Domingo, 23 de Enero de 2022

OBEDIENTES Y BORREGOS


Por聽MONTSERRAT 脕LVAREZ聽

montserrat.alvarez@abc.com.py

Como dec铆a Foucault en 1974 sobre los antim茅dicos (1), no necesitamos a los antivacunas para saber que la medicina mata. Siempre mat贸. La medicina moderna nos ha hecho entrar en una historia arriesgada, de probabilidades y apuestas. El descubrimiento de la anestesia general en los a帽os 1844-1847 permiti贸 practicar todo tipo de operaciones quir煤rgicas, pero precedi贸 en varias d茅cadas a la introducci贸n de la asepsia, de modo que, durante la guerra de 1870, los heridos que Guerin oper贸 murieron todos, menos uno. La medicina siempre estuvo impulsada por el combustible de sus propios fracasos, y no tiene ning煤n gran logro por el que no se haya pagado un alto precio.

Siendo esto bien sabido, todos conocemos, sin embargo, a alguien que no solo no se vacuna sino que imagina que quienes decidimos vacunarnos lo hacemos porque ignoramos los riesgos. Tal prejuicio es err贸neo: no creo hablar solo por m铆 si digo que me vacuno a sabiendas de los riesgos y por el bien com煤n, del mismo modo en que llevamos tapabocas, ante todo, para proteger a los dem谩s.

En la conferencia de 1974 antes citada, Foucault postula que la medicina despeg贸 cuando, en el siglo XVIII, dej贸 de centrarse en las enfermedades y pas贸 a intervenir en la sociedad (agua potable, vivienda, vacunas鈥). Quiz谩 esta intervenci贸n m茅dica autoritaria en la vida individual y colectiva pueda explicar otro prejuicio de los antivacunas: que quien se vacuna lo hace por 芦obediente禄, por 芦borrego禄, por 芦la presi贸n social禄. De lo cual, naturalmente, infieren que quien no se vacuna es un h茅roe. As铆, esta semana 鈥搚 nadie tome mi repudio de los privilegios ante la ley por apolog铆a de una democracia burguesa cuya cr铆tica implica necesariamente ese repudio鈥 varios medios de prensa de todo el mundo han comparado con Espartaco y con Mohamed Al铆 a un multimillonario tenista antivacunas.

El gobierno del primer ministro Scott Morrison en Australia pas贸 de la estrategia 芦Covid cero禄 a la 芦convivencia con el virus禄 en noviembre; a partir de ese momento, se dispararon los contagios y el sistema de salud colaps贸. Los hospitales suspendieron las cirug铆as no urgentes, saturados por un alud de internaciones con gran proporci贸n de no vacunados (m谩s del 20%). Morrison se desplom贸 en las encuestas. La permisividad en el ingreso del tenista no vacunado, violando el requisito de las dos dosis de vacunaci贸n, indign贸 a la gente: seg煤n los sondeos, m谩s del 80% de la poblaci贸n estaba contra la permanencia del tenista en el pa铆s (aunque la mayor parte de la prensa en todo el mundo dio mucha m谩s importancia y cobertura a las protestas de sus fans). El gobierno de Morrison, que tiene por delante las elecciones de mayo, que cedi贸 a la presi贸n capitalista al desmantelar el 芦Covid cero禄 y que, si volv铆a a hacerlo cediendo ante el tenista antivacunas y sus esp贸nsores, perder铆a la poca autoridad pol铆tica que pudiera quedarle, tuvo que cambiar de t谩ctica y lo deport贸.

Existe un leg铆timo rechazo del autoritarismo m茅dico, incluyendo la vacunaci贸n obligatoria, caracter铆stico en especial del siglo XIX, cuando las intervenciones en la vida urbana fueron con m谩s sistematicidad sustentadas por el se帽alamiento de los pobres, y de sus viviendas y barrios, como focos de contagio e insalubridad por el hacinamiento y la poca higiene de sus condiciones de vida. En este tipo de casos, me atrevo a sospechar que las razones sanitarias esgrimidas para ejercer control sobre la poblaci贸n m谩s pobre ocultan razones inconscientes que no son cient铆ficas, sino pol铆ticas, y que se teme a los focos de contagio por ser al mismo tiempo focos de insurrecci贸n. Pero estos justos motivos no se encuentran presentes entre quienes actualmente se niegan a vacunarse contra el covid-19. Y, por otra parte, hoy los m谩s adinerados tienen m谩s y mejor acceso a la salud que los pobres en un escenario global que parece ir recuperando cada vez m谩s las abismales desigualdades frente a la enfermedad y la muerte que caracterizaron a la sociedad decimon贸nica (2).

El liberalismo en el fondo opone individuo y sociedad, entendiendo al individuo como una realidad ontol贸gicamente anterior a la sociedad y aut贸noma respecto a ella, concebida a su vez como mera agregaci贸n de individuos. Bajo esa tensi贸n entre el individuo y la sociedad, esconde la fundamental coexistencia de ambos, su mutua producci贸n, dado que el individuo es un producto social (desde el lenguaje, palabras heredadas, al hablar con las cuales cada uno es hablado por otros, conditio sine qua non del pensamiento y de la constituci贸n de lo m谩s 铆ntimo, la propia subjetividad humana) y que la sociedad es producto de cada individuo en su constante acci贸n 鈥搊 inacci贸n鈥. Creyendo defender la libertad abstray茅ndola de su compleja contextura para confinarla en el 谩mbito abstracto de lo privado, esta tradici贸n de pensamiento (que domina todos los espacios de nuestra sociedad hasta hoy) le niega al individuo, as铆 entendido, la consciencia de que lo p煤blico es enteramente suyo, su dominio propio (aunque con ello lo alivia, si bien ilusoriamente, de responsabilidades). No existe tal cosa como una sociedad anterior al individuo o un individuo anterior a la sociedad. La defensa de lo privado como campo de decisiones estrictamente individuales y ajenas a lo colectivo es una defensa incompleta. Restringe la libertad a este simplismo dicot贸mico que, aparentando preservarla, la mutila. Emborrachando a muchos con f谩ciles suced谩neos de rebeld铆a, les hurta la consciencia inc贸moda de que, sin el individuo y su permanente e integral consentimiento, ese entramado institucional que se presenta como independiente y ajeno no existir铆a en forma de poder exterior. Si todos los asalariados del planeta decidi茅ramos dejar de trabajar en las condiciones actuales, colapsar铆an las relaciones (enga帽osamente percibidas, dentro de este marco, como libres) que nos sujetan, y todo lo que sostienen. Si todos los habitantes del planeta decidi茅ramos vacunarnos, o no hacerlo, las consecuencias ser铆an igualmente radicales. Si todos decidi茅ramos dejar de consumir determinada marca o producto, el impacto ser铆a incalculable, aunque tal abstenci贸n durara un solo d铆a. Etc茅tera. Si en verdad te preocupa no ser un borrego obediente que permite que, desde las instituciones estatales (los gobiernos con sus pol铆ticas sanitarias) y privadas (las grandes farmac茅uticas con sus intereses ego铆stas), se te impongan una vacuna y un tapabocas en nombre del bien com煤n, considera todo esto. La defensa de tu libertad privada contra el consenso del entorno en un momento de crisis sanitaria refuerza la distorsi贸n del concepto de libertad operada por la dicotom铆a dualista de estirpe liberal que constituye el fundamento metaf铆sico (individuo/ sociedad) y pol铆tico (privado/ p煤blico) del sistema que crees desafiar. Si realmente quieres desafiarlo, en este momento concreto reclama vacunas para todos y el fin de las patentes, que aseguran la primac铆a del lucro privado sobre el bien com煤n. Nadie deber铆a jam谩s lucrar con una pandemia. La legalidad del lucro tolerado y aplaudido bajo el capitalismo traduce las oposiciones binarias de conceptos abstractos que son la base metaf铆sica y pol铆tica del modelo de producci贸n econ贸mica y organizaci贸n social imperante y que te hacen confundir el rechazo a las vacunas con un acto de insurrecci贸n. La noci贸n de sociedad como mero agregado de individuos cuyos intereses privados el Estado cumple la funci贸n de defender con su aparato jur铆dico subyace a la libertad empresarial de enriquecerse aun de formas antisociales o, en 煤ltima instancia, genocidas, y a la convicci贸n de que tus decisiones valen m谩s que el consenso: es una visi贸n, por as铆 decirlo, atomista. Es una visi贸n parcial, si se quiere, o incompleta. Crees oponerte a lo que m谩s se te asemeja. En esta oposici贸n 鈥搃lusoria, filos贸ficamente hablando鈥 entre individuo y sociedad descansa la defensa de tu derecho a decidir en el 谩mbito privado y no p煤blico (percibido este 煤ltimo como externo y ajeno), incluso por encima (lo admitas o no) del bien com煤n, tanto como la defensa, delegada en el Estado y sus instituciones, del derecho a la propiedad privada (percibido, en este marco conceptual, como un derecho natural) y al lucro privado (no visto como lo que es realmente, asunto p煤blico y hecho social) 鈥損or ejemplo, el de las grandes farmac茅uticas que intentas convencerte de que desaf铆as鈥. La pol铆tica, como todo, es, en lo profundo, pura metaf铆sica.

Y juego de distorsiones metaf铆sicas por las que se acepta y aun se celebra, por ejemplo, que existan amos y esclavos. Contra eso se levant贸 Espartaco. Ni amos, ni esclavos: ese es el principio que Espartaco encarna. No fue la suya una gesta ego铆sta. De modo quiz谩 menos evidente o directo, por los intereses que estas distorsiones traducen se realizan y toleran intervenciones militares. Como aquella contra la cual se rebel贸 Mohamed Al铆 al negarse a ir a la guerra a disparar contra los vietnamitas (芦They never called me nigger禄, dijo entonces, en 1967). El lunes pasado, Mohamed Al铆 hubiera cumplido 80 a帽os. Extra帽a comparaci贸n la de Mohamed Al铆 y el millonario antivacunas, dado que Al铆 no es precisamente recordado por mezquino 鈥搚 si alguna vez habl贸 de vacunas, fue para exhortar a los padres a vacunar a los ni帽os antes de llevarlos a la escuela (3) 鈥. Comparar con Mohamed Al铆 y con Espartaco a un tenista antivacunas fotografiado sin tapabocas (y con diagn贸stico positivo de covid) en viajes y reuniones, poniendo por encima de la gente su 芦libertad禄 individual, puede ser un mero error, un viejo error que se remonta a los inicios de la modernidad y sus poderosas y duraderas nociones y teor铆as legitimadoras. Puede ser. Pero no todo error es inocente.

Notas

(1) Michel Foucault: 芦La crisis de la medicina o la crisis de la antimedicina禄, Educaci贸n M茅dica y Salud, 1976, pp. 152-170. Conferencia dictada en la Universidad Estatal de R铆o de Janeiro en octubre de 1974.

2) Sobre los efectos de la mercantilizaci贸n de la salud en la desigualdad de acceso a las vacunas contra el covid-19, ver: Ronald Le贸n N煤帽ez, 芦El apartheid de las vacunas禄, Suplemento Cultural ABC Color, 11/04/2021. En l铆nea: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/2021/04/11/el-apartheid-de-las-vacunas/

(3) 芦No Shots, No School禄 (1978): https://www.youtube.com/watch?v=J7t2IGwiSHw

montserrat.alvarez@abc.com.py

Fuente: Suplemento Cultural del diario ABC COLOR

Edici贸n Impresa del Domingo, 23 de Enero de 2022

P谩gina 4

www.abc.com.py




GALER脥A DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARAN脥, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)







Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
Suplemento
Suplemento Cultural ABC






Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2025
Somos la mayor Base de Datos Cultural, Art铆stica y Hist贸rica del Paraguay
Todos los derechos reservados
Asunción - Paraguay
Centro de Cont谩ctos ingrese aqui!

  Logros y Reconocimientos del PortalGuarani.com
- Declarado de Interés Cultural Nacional por la Secretar铆a Nacional de Cultura
- Declarado de Interés Cultural por la Municipalidad de Asunci贸n
- Declarado de Interés Cultural por la Municipalidad de Luque
- Declarado de Interés Ling眉铆stico por la Secretar铆a de Pol铆ticas Ling眉铆sticas
- Declarado de Interés Tur铆stico por la Secretar铆a Nacional de Turismo
- Doble Ganador de la Premiaci贸n del World Summit Award WSA