No ha sido poco proeza reunir en un solo disco los jalones principales de un suceso histórico, cual es la Guerra de la Triple Alianza, que toca hondamente las fibras de la nacionalidad paraguaya. Los personajes y los aconteciemientos escapan a la posibilidad de ser expuestos con la significación y la profundidad que merecen.
Aún así, contando con lo limitación del tiempo, se ha conseguido revivir este magno suceso de la existencia Patria. Toda una gran página de la historia paraguaya es relatada en una apasionada síntesis.
Desde tu asunción de la Presidencia del Gobierno de la República, en 1862, hasta su inmolación en Cerro Coró, en 1870, al frente de los úIIimos combatientes; pasando por lo referencia a su política internacional, al tratado secreto de la Triple Alianza, a los preparativos de la defensa nacional, la imagen del Mariscal surge íntegra en una apretada evocación.
Epica figura, sin duda alguna, la de Francisco Solano López, quien resumió en su persona virtudes cardina'es del patriotismo, la abnegación y la bravura del hombre paraguayo. Su pluma y su espada fueron puestos al servicio de una justa causa, y su sacrificio y su muerte en los bastiones úItimos de Cerro Corá son la expresión de una voluntad de independencia y soberanía que es ejemplo de decoro americano.
Lo Guerra del Paraguay se nos presenta, a primera vista, como una prodigiosa y deslumbrante gesta, en donde el esfuerzo de los combatientes adquiere mitológica grandeza. Y es así mismo. Hazaña no igualada fue aquella, con visos de legendaria dimensión, en donde el temple viril de un pueblo se demostró íntegro cuando se osó desafiar su destino de país libre.
En este disco se retrato esa grandeza.
La sombra de Ios Grandes Héroes —como reza en el texto—- sobresalen también, desde la de José E. Diaz y la de Valois Rivarola y Bernardino Caballero, acompañando a Ios protagonistas de la epopeya soberbia. Panchito López y Madama Lynch hacen sentir su presencia en el fragor de los sucesos. En resumen, se trata de una tentativa de poner al alcance de todos los hitos esenciales de la Guerra Grande, en un texto donde la música y la poesía realzan la narración histórica.
Se han insertado poesías que tocan esos sucesos, de Natalicio Talavera, Ortíz Guerrero, Ignacio A. Pane, Manuel del CastilIo, que dan a lo narración un ritmo de melopea heroica. Los fragmentos que se refieren al episodio de la Residenta alcanzan un clímax emocional tenso, un encendido homenaje a la mujer paraguaya. Y los fragmentos de La Noche Antes, de Goicochea Menéndez, ponen un broche de oro a la dramática temperatura de un final de holocausto.