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LUIS D'OLIVEIRA (+)
19 de Agosto de 1949 - 27 de Marzo de 2022
 
LUIS D'OLIVEIRA (+)






Biografía

LUIS D’OLIVEIRA

Sí, voy a hablar con el actor Luis D'Oliveira. Me encomendaron una tarea que no es fácil. A Luis lo conocemos como un humorista que, de sólo proponérselo, logra la risa y la aceptación del público. Pero es interesante saber cómo es esta persona más allá del ejercicio de ese arte por el cual el público lo ha consagrado. Por eso, vamos a acercarnos un poco más, para "verlo" y conocerlo mejor.

¿Luis D'Oliveira es tu nombre verdadero?

 -Sí.

¿Fecha de nacimiento?

-El 19 de agosto de 1949; vivían entonces mis padres en la calle Brasil, entre Manuel Domínguez y Tte. Fariña; se llama Vista Alegre.

-¿Y ese fue tu barrio durante toda tu infancia?

Fue hasta los 7 años zona del Salesianito; iba a ese colegio.

-¿Y luego?

-Me mudé al barrio Tacumbú y ahí viví cuando todavía existía el cerro Tacumbú; tenía cierta altura. Ahora ya no queda nada; ahí encontré mi primer amor -es decir, mi primera esposa-, en el barrio Tacumbú.

 -Buscaste cerca de la casa.

-Uno no busca, realmente; se encuentra. Eso aparece sin previo aviso, así como los cortes de luz, sin previo aviso, te cortan... ja ja.

-Tus padres.

-Francisco D'Oliveira y mi madre, Laudelina Inés Lambiase. La familia de mis padres tenía una gran herrería, donde hoy está la panadería "Las Palmeras", cerca del puerto, toda una manzana.

-Y cómo no fuiste herrero...

-Es que en 1947, cuando la revolución, como eran liberales, se les expropió todo eso. De ahí en más, mi padre se dedicó a diversas actividades, entre ellas, la actividad artística; inclusive trabajó en un cine de barrio, de donde nace mi afición por el séptimo arte.

-¿Dónde estudiaste?

-Del 1° al 3er. grado, hice en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, Salesianito. Y luego, como nos mudamos de barrio, pasé a estudiar en la escuela José de Antequera y Castro, que está sobre la calle Colón, en el barrio Tacumbú y, más tarde, al liceo José Enrique Rodó, que estaba en 15 de Agosto entre 4ª. y 5ª proyectada.

-¿Cómo fue la infancia del futuro actor de teatro?

-De mi niñez primera, fueron años muy calmos, tranquilos; tengo el recuerdo de pocos amigos. Si se quiere, era algo introvertido, pero luego, con el cambio al barrio Tacumbú y cambio de escuela, te puedo decir que de haber estado entre "culitos empolvados", pasé a tener compañeros que parecían caballos, todos salvajes; yo parecía el "potro fino" cuando recién llegué.

-Imagino miles de anécdotas...

-Recuerdo que era un alumno muy estudioso, dedicado, inteligente: fui primer alumno desde el 1º. al 6°. grado, y cuando estaba por 4° grado, mis compañeros me gritaban "¡abonado!"; así se les decía a quienes la maestra les demostraba su preferencia, pero era sólo porque estudiaba y sabía la lección. Con esos antecedentes, me trasladé al Antequera y Castro.

¿Qué te gustaba hacer?

El fútbol, fútbol de campo y vóley; me gustaba el deporte, también el baile. Era un buen bailarín. Claro, era muy delgado, liviano; desde chico me gustaba, desde aquellas películas en lasque veía bailar a Fred Astaire, Bing Crosby...

-¿Qué te gustaba bailar?

-Los ritmos de moda en esa época: rock, twist, cumbia, fox-trop y ni que decir los "pegados", uno con otro. Era una diversión sana, sin drogas, solo algún "soquí" de vez en cuando, nada de cuchillos, cadenas, como hoy; solo nde juru jeka, un mano a mano, nde resa jeka, ha opa jeýma, cada uno a su casa.

-¿Qué grupo musical de la época te gustaba?

-Kike Guzmán, con los Teen Top, Elvis Presley. Los cantantes argentinos del Club del Clan tenían mucha influencia aquí. Me gustaban Palito Ortega, Leo Dan, Violeta Rivas, Leonardo Favio, Billy Cafaro. Eran sus temas los que escuchábamos. Algunas letras hasta ingenuas comparadas con las de hoy día.

-¿Y el cine?

-Me gustaba mucho, desde muy chico, y tuve la oportunidad de acompañar a mi padre, que era controlador de un cine de barrio -a cielo abierto, bancos de madera, gran pantalla -. Yo iba con él al cine Real y al Belgrano; tenía entrada gratis por ser su hijo. Veía de lunes a lunes cine mexicano, argentino y algo de las yanquis.

-¿Ídolos de esa época?

-Charles Chaplin, Cantinflas, Jerry Lewis, y en Sudamérica, Luis Sandrini: eran los grandes cómicos de la época, como Tin tan, Tun Tun, Chicote, y el más famoso, Cantinflas, que se me quedó grabado en la mente.

-¿Recuerdos de adolescente? De muchachón, ¿cómo era la "conquista"?

-Era muy diferente a lo que es hoy día; había que hacer todo un proceso, las famosas "pasadas" enfrente de la casa de la chica que te gustaba: "adiós", le decías...; "adiós", te decía y eso era todo un logro,ya revy'áma porque nde saludáma nde chica; y si te saludaba, ya era "tu chica". Se usaba la picardía para tener novia.

-¿Tenías muchos amigos?

-Tenía mi barra en Alberdi. En esa época, las barras eran por zonas; la mía comprendía de Alberdi y 5ª. hasta Alberdi y 9ª. Había una chica que me gustaba a mí: era blanca, medio rubia... ha che, che kamba, che piru ha che vaivoi pero che juky, péa lo único areko che favorpe... che juky. Y había otro amigo de la barra que también se gustaba de ella, medio mi rival, pero era una competencia entre nosotros, porque ella ni estaba enterada.

Cumplía 15 años, y yo no tenía ni un guaraní, pero el otro candidato sí tenía condiciones y le llevó un jarrón de flores. Esas casualidades que cuando yo iba pasando por la casa de ella, llegaba el camión de la florería a hacer la entrega. El jarrón tenía una tarjeta que solo decía "Muchas felicidades", pero sin nombre debajo para que no se descubriera el origen, quién enviaba...

En ese momento, iba pasando yo, justo cuando le entregaban el jarrón.

 -Muchas gracias -me dijo ella.

-No, ¡¡felicidades!! -le dije yo, y quedé como el que envió la flores... pero ¡¡qué iba a poder pagar yo ese jarrón! !

-Era todo muy inocente...

Era muy difícil invitar a una chica; había cartitas, también un sistema de "correo" humano: se buscaba un amigo de la chica que te gustaba y se le daba el "mensaje" verbal a llevar. Decíle esto, decíle así, y el "correo" iba y le decía: "Fulano se gusta de vos...", ¡era una inocentada!

¿Qué te ha gustado más, el deporte o las mujeres?

-Cada uno tiene su época. Cuando joven, era más fácil hacer deportes, porque antes "conquistar" una mujer no era fácil. Hoy día, es más accesible la mujer como para acercarse a ella, sin salir despedido... Son etapas. Además del deporte, iba con la barra de amigos a los cócteles.

-¿Y tus primeros trabajos?

-A los 11 años, comencé a trabajar como ordenanza en IPS: era un caso único; todos los ordenanzas tenían de 18 años para arriba, todos eran muchachotes y yo era chiquitito al lado de ellos. Mi hermana comenzó a trabajar ahí y pudo llevarnos a mi hermana y a mí a trabajar con ella.

-¿Muy pequeño? Las cosas que habrás pasado...

En mi primer día de trabajo, fui con un pantalón que ahora es fashion, pero antes se le llamaba "ta' 'ýra kasõ"; estuve asignado al Servicio Social de IPS. Todas las funcionarias eran señoras. Mi jefa era la Sra. Leticia de López, con quien trabajé 10 años. Las oficinas del IPS estaban en Constitución y Herrera; ella me había dado una cartera de cuero, donde guardé varias cartas para llevar al Correo, me dio el importe de mi pasaje, pero yo no sabía dónde quedaba el Correo; caminé hasta Brasil y Herrera para tomar el colectivo. Vino un colectivo, lo tomé. En esa época, Herrera bajaba al centro, caminé hacia atrás del colectivo y me caí, quedando colgado y sin soltarme, me arrastró un trecho, y los gritos de la gente hicieron que el colectivo parara. Como había llovido, estaba mojada la calle y mi pantalón, el único que tenía, estaba mojado, con barro y roto. Todos se asustaron y yo temblaba también del susto. Un señor que estaba ahí, mirando, me preguntó: "

- ¿Te pasó algo?".

 -No, no me pasó nada -dije muy asustado.

 -¿Dónde vas?

--Al correo -respondí.

-¿Sabes dónde queda? -me preguntó.

 -No, no sé -le respondí.

-Vamos, te acompaño -me dijo, y a pie fuimos hasta el Correo, hasta que me tranquilicé. Nunca supe ni su nombre. Esa fue la primera experiencia en mi trabajo como ordenanza en el IPS.

-¿Perdiste a tu madre de muy pequeño?

Quedé huérfano de madre a los 5 años. Éramos 5 hijos: 4 mujeres, y yo era el varón.

-¿Remplazaste la figura materna con una tía, abuela?

La verdad que no; mi padre, a partir de ahí, hizo de padre y madre, y lo hizo bastante bien...

-¿Buscaste en tus relaciones la figura de una madre que te faltó de niño?

-La falta de madre tal vez me marcó una gran necesidad de afecto. En todas mis relaciones, yo siempre he sido muy cariñoso, pero necesito que me den más cariño aún que el que yo doy. Mis personajes en el teatro siempre tienen una dosis de ternura; debe ser por e afecto que me faltó de niño.

-¿Protegiste o te protegieron?

-Las dos cosas. En algunas relaciones sí, en otras no. Muchas veces, tal vez busqué un poco de protección, pero al final, siempre término yo por proteger.

 -El personaje que te caracterizó de "rarito", de afeminado, ¿no afectó tu imagen de caballero conquistador?

-Tuve que luchar contra esa imagen; algunos decían: "No puede ser que le salga tan bien el personaje; kóa el puréte hína". Hacer el personaje de marica agogó fue todo un desafío. Pero mi autoestima siempre fue muy alta y no me afectó en mi "imagen de caballero".

-Era una época difícil...

-Sí; es que estaba el tema de los 108 y un quemado, era el año 1971, yo iba a hacer ese personaje bastante cuestionado en esos tiempos. Pero era joven, y no lo pensé. ¡Qué van a decir de mí! Fui el primer actor que hizo de "marica ciudadano", porque Abel González hizo el personaje de un "marica campaña".

-Pero así te iniciaste, con ese personaje.

Sí, absorbía todo; oía, miraba, y así fui creando mis personajes. La ventaja, tal vez, fue que comencé trabajando con los monstruos, como Alejo Vargas, Rafael Rojas Doria; entré a la cancha y directamente jugué el partido con los grandes.

-Te iniciaste con "los grandes", pero ¿de la mano de quién llegaste al teatro?

 -De mi papá, a pesar de que no quería que fuese actor, porque él lo había sido, y con todas las dificultades de aquella época: viajaban en carreta y, para ir a Capiatá, llegaban en un día de viaje Dormían sobre los telones. Hoy día, viajamos en ómnibus, dormimos en hoteles. Realmente no quería mi papá que yo pasara las cosas que él pasó.

-Pero no pudo contigo.

-Sí; un día me llevó junto a Mercedes Jané. Tenía 16 años. "Aquí te traigo 'esto'; dice que quiere ser actor. Y con ella, inicié una carrera ininterrumpida de muchas sorpresas, éxitos, gratitudes e ingratitudes.

-¿Tu primera obra?

-Pinocho fue mi primera obra: yo era Pinocho. Mercedes se reía de mí, porque usaba para ese papel, un mameluco de pana, y ese mismo mameluco lo usó en su momento Mario Prono...

-¿Mario Prono? ¿No decís que eras muy delgado?

-Él era un tipo enorme, yo era un alfeñique. Te imaginas cómo me quedaba: ¡yo bailaba dentro de ese traje!

-¿A qué edad ya fuiste un profesional?

-Si definimos que un "profesional" es quien vive de esa profesión -y yo empecé en 1961, como aficionado-, me hice profesional pronto, porque comencé a cobrar por mis actuaciones; desde el 61 al 65 hice televisión blanco y negro, teatro, pero digamos que en 1966, en que hice televisión con Mercedes Jané, Juan Patrón, Mario Prono, Miriam Celeste, Estela Gloria Jané -Una noche en familia era el teleteatro, el primer teleteatro nacional, así que, todos los demás que dicen que fueron el primero...

-¿Hacías monólogos?

- Hice, en una época, cuando actuaba con Los Indianos, en Candilejas.

 -¿Es más difícil?

-Sí, mucho más, y depende del público al que va dirigido, el lenguaje que se utiliza, los temas, el remate del chiste, de la ironía.

-¿Otros humoristas sirvieron para tu crecimiento como actor?

-Vi mucho cine de chico, de lunes a lunes y eso influyó mucho en mí. Y cuando llegó la televisión, vi a Tato Bores, a Enrique Pinti, un humorista muy bueno, a Carámbula. Eso me sirvió para crecer. Sabes que cuando era chico le escuchaba a José Olitte en la radio y jamás hubiera pensado que en 1971 iba a trabajar con él en televisión.

-¿Cómo fue tu relación con José Olitte?

-Fue buena; fijate que trabajamos juntos 27 años, teníamos una comunicación tácita, una química muy especial.

-¿Cómo creaban, cómo se generaba el humor entre los dos?

-Casi todo eran improvisaciones, teníamos muy pocos materiales con guiones, estructurados; a no ser los temas musicales de Pimpinela, que doblábamos, y que nos caracterizaban, como "Yo también... No, tú no"

-Fue un duelo la pérdida de tu par... ¿cómo lo superaste?

-No me fue fácil, fue realmente un duelo su partida; me dejó como hermano, me faltaba mi par, mi amigo, mi compañero de actuación. Tuve que hacer un paréntesis, recuperarme, reconstituirme, para volver a trabajar.

-Te hiciste solista...

-Solista y me hice humorista, porque hasta entonces había sido. actor de teatro. Fue ahí que hice el monólogo de Cantinflas; era un personaje que hacía solo y eso gustó, y pude trabajar en festivales y eventos artísticos. Con eso salí a flote y pude continuar.

-¿Le hubiera gustado a Olitte ver el mundo actual, con sus cambios?

 -Realmente lo que le hubiera dado un gran alegrón era ¡ver a Libertad campeón! Recuerdo que cuando jugaban Guaraní-Libertad íbamos a la cancha; una hinchada estaba en la gradería sur, y la otra en la norte, cada uno iba a la gradería de su club y a la salida nos juntábamos y nos decíamos cosas...

-¿Yeso resultó?

-Sucede que en TV hay cosas que resultan y otras no...

Me pedían, por ejemplo, que haga para la televisión el papel de Poto, el afeminado y ese personaje, ante cámaras, solo, sin otros aditivos, se sostiene durante 5 ó10 minutos, no más...

Tenés una ventaja...

 -¿Cuál?

-Sos histriónico, salís a escena y la gente se ríe.

-Ese es el ángel, eso no se compra, no se aprende ni con la práctica.

¿Quiénes, según vos, lo tienen?

-Luis Sandrini es uno de ellos. Cuando vino acá fui a verlo, pero de el también admiré su gran capacidad para hacer películas serias, dramáticas. Don Carlos Gómez, Rafael Rojas Doria también lo tienen.

 -Hiciste teatro serio, drama.

-Sí, hice y, de alguna forma, inspirado en Sandrini; porque me habían encasillado como actor humorista, nadie me proponía hacer un papel serio.

-¿Cómo hiciste, qué pasó?

-Cuando vivía en la calle Ortiz Guerrero casi Tacuarí, en la casa de mi hermana, había una pizzería a una cuadra, en Ortiz Guerrero y EE.UU... Un día, iba pasando por la esquina de la pizzería, donde Pachín Centurión estaba tomando algo y conversando con Tito Chamorro. Cuando me ve, Pachín le dice a Tito...

-Ahí se va el actor que puede hacer el papel que necesitas. Y me llamaron.

 -Tito Chamorro te dio la oportunidad.

-Sí, confió en mí..., armamos el personaje

 ¿Y cuál fue?

Hice de Yo El Supremo

 -¿Qué papel?

Era el Supremo viejo...

 -¿Eras vos ?

-Sí, con un camisón, muy bien caracterizado, y las críticas fueron muy favorables y eso cambió la imagen sobre mi capacidad actoral.

-Y luego...

-Hice con Tito Chamorro otras obras serias, Naranja hái, con Leti Medina, Luis ...y yo. Era una obra muy buena, pero no tuvo: el eco en la gente; unos días estuvo en el Teatro Máxima Lugo y luego fuimos al Municipal, donde estuvimos una temporadita, con poca gente; buena obra, poca gente.

-¿El primer teleteatro paraguayo?

-Síí, por eso, cuando escucho que dicen de algunos trabajos del medio como "el primer teleteatro", están hablando sin saber. Todavía quedamos testigos vivientes de ese trabajo en televisión, en Canal 9: Mercedes Jané, Estela Gloria Jané y yo. Miriam Celeste que hacia de mamá, Juan Patrón en su papel de papá, y el Director era Mario Prono, que ya no están para dar testimonio. La abuela era Mercedes Jané; Estela y yo éramos los hijos.

-Filmaban en el canal...

-Sí, filmábamos a la par de un programa que Mercedes tenía en Televisión "Jueves de Gala", donde llegaron a actuar Jacinto Herrera, y otros personajes famosos de la época.

-Siempre trabajaste con actores de primer nivel.

-Tuve la fortuna, la suerte de trabajar, desde el principio, con los mejores de la época. Trabajé con los Compadres; si bien ellos no se dedicaban a la dirección, han sido un dúo fantástico y es un privilegio tenerlos como compañeros.

-Trabajaste con muchos directores. ¿Cuál ha sido el mejor?

Cada director tiene su forma de ver la obra, la puesta, según el planteo que haga, cómo edifica el personaje; por eso es bueno trabajar con varios directores; te permite ver la diferencia de manejo de actores, la manera de llevarte hacia el personaje.

-Dame nombres...

-Grandes directores, como Mercedes Jané, Mario Prono y don Ernesto Báez. También llegué a trabajar bajo las órdenes de Alejo Vargas, director egresado de la Escuela de Arte Escénico. Y no puedo dejar de nombrar a don Leandro Cacavelos, a Guillermo Lombardi, director argentino, y, a Tito Chamorro, director nacional.

¿Exigentes?

Sí, y con gran conocimiento, y dentro del género de la comedia, el más exigente siempre fue Carlitos Gómez, del cual aprendí muchísimo. El actor es como esos jugadores de fútbol de hoy día que, porque tienen talento, piensan que ya se las saben todas, y les falta la dirección de esa cabeza pensante, de la experiencia, de la madurez de quien te marca las pautas a seguir.

¿Y ya sabés todo?

Con tantos años de trabajo actoral, te puedo decir que aún tengo que aprender, que seguir creciendo más; el arte es como el ajedrez...

¿Cómo?

Sobre una jugada, un movimiento, hay mil variantes. Y así es en el teatro, sobre una interpretación, puede haber una y mil variantes.

¿Cuántos años de carrera?

 42 años de labor artística.

Habrás aprendido también de esos maestros la disciplina del teatro.

Totalmente, porque mamé, me relacioné con gente disciplinada, con los grandes del teatro. Recuerdo que cuando tenía 18 años, era un joven ingenuo, como todos los de mi barra, un cumpleaños de 15 era todo un acontecimiento, era lo máximo, ¡y yo falté a un cumpleaños de 15 porque debía ir a un ensayo de teatro! Fijate cómo me entró la disciplina teatral. Ellos decían: "No se debe faltar a un ensayo porque estás faltando al respeto a tus compañeros y, si querés ser respetado, debes primero respetar".

¿Y esa disciplina es en todos los aspectos de tu vida?

Te diré que es en el aspecto profesional; en mi vida, puedo ser un cachafás, pero en todo lo relacionado al arte, sea en teatro, televisión, soy muy disciplinado.

¿Cuál fue la obra de teatro que te dio el "espaldarazo" que necesitaba tu carrera?

Y fue Plata yvyvuy rekávo, en el año1971, con la compañía de los Compadres Rafael Rojas Doria, Alejo Vargas y César Álvarez Blanco, donde pasé a ser una figura conocida.

¿Cuál era el personaje que caracterizaste en esa obra, cómo se llamaba?

Se llamaba Rufito el personaje, y fue verdaderamente un desafío; era el primer maricón koygua que se interpretaba en el teatro, el "hombre fino", pero en guaraní. Ese personaje me catapultó, me identificó y creé una caracterización realmente buena.

¿Caracterizaste siempre el humor?

Llegué a hacer otro tipo de trabajos. En televisión, hice con Antonio Vázquez y sus mariachis de mexicano; con Mercedes Jané, que ya te comenté, y con Guillermo Lombardi hice Las grandes estafas del siglo. Memorias del inspector Kennedy, donde hacia de distintos personajes, y se narraban las grandes estafas del siglo.

¿Y en radio?

Fue con José Olitte. Para trabajar en radio con él, en un programa que se llamaba Olitterama por la 14, cuando Ñandutí estaba en la calle Antequera. Fue en al año 1972. Se trataba de personajes simpáticos, uno de ellos era un afeminado.

Con Olitte también hiciste televisión.

Sí, después de este programa de radio, trabajamos juntos en Olitte Risa Show, en Canal 9 , y duró toda la década del 70, inclusive parte del 80. Lo hacíamos durante algunos meses del año, y luego volvíamos al siguiente. Fue un exitazo esta producción.

¡ Cada anécdota juntos debes recordar!

Una vez fuimos para actuar a 1° de Marzo, una localidad a la que para llegar se va por Tobatí... y cuando eso el camino era de tosca, feísimo, horrible. Llegamos al lugar, éramos 3: Lucho Villalba, cantante, guitarrista; José Olitte y yo. Actuamos y volvimos por el mismo camino. Era de noche, Olitte tenía una camioneta doble cabina, Volkswagen. Yo iba a su lado. De repente, paró y dijo...

"Aquel árbol no estaba cuando vinimos". Nos quedamos como a 50 metros de un árbol que estaba cruzado sobre la ruta...

-A la pucha-dije- ¿qué vamos a hacer?

Olitte, Lucho, que es rengo, y yo no teníamos nada en la camioneta. Abrí la guantera y encontré un destornillador largo, lo tomé y le dije a Olitte:

-Yo me bajo de la camioneta, corro hasta el árbol, vos venís detrás de mí; saco el árbol del camino y apretás el acelerador...

Y así hicimos! saqué el árbol y grité: "Abrí la puerta, abrí la puerta", y seguimos a gran velocidad. Sentimos el galopar de caballos, y nos dimos cuenta de que era una trampa. Gracias a Dios que zafamos...

Tenías una gran afinidad con Olitte...

Sí, el artista tiene una sensibilidad especial, se maneja por las emociones. Y José Olitte era un hombre sensible; tenía una familia a la cual quería muchísimo. Tuvo 8 hijos, de los cuales una salió con la vena artística del padre, que es Maricha Olitte. Un hombre de una gran capacidad artística, muy profesional; era un luchador, porque en esa época todo era difícil, sin apoyo, en contra de muchas cosas, todo a pulmón. Juntos hicimos humor y tenemos mil anécdotas.

Contáme...

Hicimos una gira por el Chaco argentino, Formosa, con Olitte, Blanca Navarro, Mercedes Jané y Lucho Villalba.

Estuvimos en 7 Palmas, Laguna Blanca, Catano cué, todas localidades de la zona. Teníamos nuestro PC en Laguna Blanca, y de ahí, íbamos a las distintas localidades a actuar. Fuimos en la doble cabina de José, una de las tardes, a 7 Palmas, llegamos a la pista cerrada con palma de karanda’ y, cuyo dueño tenía además un almacén y una cantina. Llegamos a las 6 de la tarde, Lucho y yo decidimos jugar al truco, Mercedes y Blanca tejían sentadas en unos sillones en medio de la pista y Olitte, quien viajó con su señora y su hijo, caminaban por el lugar.

De repente, llega un auto grande, se bajan seis tipos, tres entran en la despensa, uno queda en la puerta de la pista y dos se van hacia la parte trasera del lugar. Pensé que eran parroquianos. Seguimos jugando y, de pronto, escuchamos ruido de sillas, un guarará y, a continuación, disparos. Por la parte de atrás, desde el bananal, aparece el dueño del local con una 22 en la mano. Se encuentra con uno de los hombres y comienzan a dispararse entre sí y nosotros en el medio.

-Lucho, ¡¡cuerpo a tierra!!, le dije, como esas películas que tantas veces vi. Nos arrastramos y llegamos a guarecernos debajo del escenario. Estando ahí las vemos a Blanca y a Mercedes, que no podían moverse: quedaron paralizadas en medio de la balacera...Tuve que ir a traerlas.

¿Fue un asalto?

No, y de eso nos dimos cuenta luego ... El que quedó adentro le dijo al dueño de la pista: "Anive otro día enohe calle-pe nde rymba jagua kuña". Era un arreglo de cuentas de tinte pasional, por la hija de uno de ellos. Una venganza, que nunca supimos muy bien, porque de pronto apareció, no sé de dónde, Olitte con su señora y su hijo y nos dijo: -Vamos, vamos, nos subimos todos a la camioneta y salimos rajando.

Por el camino, nos cruzamos con el mismo auto a un costado de la ruta. El que se había batido a duelo prácticamente con el dueño, se encontraba herido y además era el que manejaba, por eso el vehículo cayó a la cuneta.

Al pasar vimos, además del auto detenido, la gente que ya venía para la función, pero nosotros ya levantábamos polvareda por el camino de la velocidad con que salimos rajando.

¿Dónde actuaron en el exterior?

En Córdoba, Argentina, en 1990 en un Festival de Teatro Internacional, con la obra de Escobar Cantero, Kalaíto Pombéro, bajo la dirección de Tito Chamorro con el Grupo Real de Teatro. Era un buen elenco, tuvo muy buena receptividad la obra a pesar de que era toda en guaraní.

¿Quiénes fueron los más grandes artistas paraguayos con quienes trabajaste?

No quisiera olvidarme de nadie... una de ellas es Miriam Celeste, una gran actriz, gran comediante; doña Sara Jiménez; Blanca Navarro, mujer histriónica como pocas, gran comediante; Edith Errecarte, una gran actriz, con quien trabajé en La madama; May Visconti, que ya falleció; Zully Domínguez, además de Mercedes Jané y Estela Gloria, a quienes ya las nombré... No puedo dejar de nombrar a Katty Pacuá.

La mayor afinidad profesional ¿con quién la tuviste?

Con Blanca Navarro, inclusive formamos una compañía teatral los dos juntos.

¿Las actrices son temperamentales?

No solamente las mujeres, también los hombres; los actores en si son gente de mucho carácter..., su genio y su figura... su forma de ser. Creo que en un 80% de los colegas con quienes he trabajado tienen un buen recuerdo de mí. Del 20% no hablemos...

Tu padre fue actor, ¿trabajaste alguna vez con él?

Cuando yo me iniciaba, él ya estaba de vuelta; recuerdo que una vez trabajó con César de Brix, “el Sapo cancionero” . Trabajamos juntos en la Parroquia Inmaculada Concepción, donde tenía un elenco de teatro, en la obra Karai Ulogio.

Hablemos de tu intimidad... ¿casados?

 Sí, estuve casado...

¿Hijos?

Tuve dos hijos: el varón que falleció a los 5 años, y una nena, Nilse Ismenia, que ya me dio nietas, Cielito, Aline. Están en España desde hace 5 años; me invitan a ir, pero el trabajo no me permite.

¿Alguien en tu familia tiene el gusto por el arte?

Nadie. Mi hija no, y tampoco mi nieta, si bien ellos viven en España en este momento.

Sos el típico moreno, no muy agraciado, pero muy simpático...

Fijate, soy feo, moreno, sogue... Qué me sobraba: Che juky... ese es mi capital.

Has sabido sacarle el jugo a "tu capital."

Nunca me quejé de ser feo, al contrario, me ha ayudado en mucho.

 Tuviste muchas mujeres en tu vida.

Tuve bastantes; no muchas, ja ja...

Qué te gusta de una mujer.

Que sea cariñosa, espontánea, y no sea interesada. Lo que no me gusta es que sea calculadora y fría, como son ahora las mujeres.

¿De tu actividad teatral tiene que ser?

No, en mi primer matrimonio, tuve problemas por mi actividad teatral; como las actuaciones son por la noche, los ensayos, eso me creaba inconvenientes en casa. Cuando me separé, pensé que tenia que estar con alguien que haga teatro como yo, así fue que mis segundas "náuseas"(ja ja) nupcias fueron con una artista, una actriz, Katty Pacuá.

¿Cuantos años juntos?

15 años, muchos años juntos, y después, cosas que pasan, cuando se rompe, es difícil recomponer. Ella fue una buena compañera, una mujer muy elegante, de mucha personalidad.

¿Estás abierto a nuevas expectativas en tu vida sentimental?

Sí, totalmente; como en el arte, en el teatro, nunca cierro las puertas, hay que ir creciendo. Mientras tenga salud y Dios me dé vida, voy a intentarlo, todas las veces que sea necesario. Si bien, cuando se termina una relación, tan profunda y prolongada, uno se toma un tiempo de descanso, para reflexionar...

¿Cuáles son tus virtudes?

No querría decirlo, prefiero que digan los demás, antes que decirlo yo.

¿Y tus defectos?

Ah, muchos...( risas ). De repente, soy un poco mentirosillo; en mi vida privada soy indisciplinado; espiritualmente soy muy inconstante, poco perseverante.

Tenés un buen nivel de autocrítica, lo que no es fácil.

¿Sí?

¿Y aceptas con facilidad la crítica de amigos, de tu pareja?

No me es fácil, pero lo acepto, lo entiendo después de un buen rato...

¿Sabes ser amigo? ¿... tenés?

Sí, creo que sí, si "saber ser amigo" es estar cuando te necesitan, decir cuando hay que decir, hacer pasar cuando no tiene solución, entonces se ser amigo...

 ¿Qué pasa con el teatro popular paraguayo?

Lo de siempre, es un teatro que se hace a pulmón; los que hacemos este tipo de teatro es con mucho esfuerzo, sin apoyo de ningún estamento, ni privado ni estatal..., con sacrificio. No están dadas aún las condiciones para el resurgir del teatro popular.

¿No existe el teatro popular?

El teatro, la modalidad existe, lo que no existe son las condiciones. Y pongo como ejemplo el Teatro Municipal, el primer coliseo, que como su nombre lo dice es del Municipio, del pueblo; cobra una inmensidad como alquiler de sala, que si una producción de teatro popular no tiene las condiciones económicas para embarcarse, no lo puede hacer. Entonces se buscan salas más pequeñas, con menos capacidad, menos condiciones, pero también tenés un alquiler y la sala es menos conocida y lleva menos gente. Tampoco hay apoyo de los medios de publicidad.

¿Y cómo hacen?

Y se logran acuerdos con la televisión, que es el medio que mejor vende, pero te saca un porcentaje muy elevado, que ya no hace rentable la puesta.

¿Y los guionistas?

Hay falta de guionistas, libretistas; eso también lleva a la falta de renovación de actores. Y si sos guionista, cómo crear nuevos personajes, porque quién va a representar tu obra...

Y eso también te lleva a la falta de renovación de actores...

Sí, la falta de guiones y la falta de campo laboral; este último es muy reducido. Hay una generación de jóvenes con talento, pero no hay, espacio para ellos.

 ¿Hay actores jóvenes?

Sí, un grupo importante; no te olvides que hay más población, y hoy día hay muchos actores con condiciones; pero no están dadas las condiciones del país que les permitan trabajar...

Trabajaste con los Compadres muchísimas veces... ¿cómo recordás a Álvarez Blanco?

¿Sabías que no era paraguayo?

 No, no sabía...

César Álvarez Blanco era argentino, de Formosa, que hablaba el guaraní mejor que nosotros. Muy creativo, porque en teatro era el mejor "morcillero": así se le dice al texto agregado que no está en el libreto, que se hace de forma improvisada.

Tenía un humor ácido; de repente decía algo y te golpeaba, era inclusive su forma de ser. Era muy simpático, muy buena persona.

¿Rojas Doria?

Otro gran actor con quien trabajé muchos años; tanto él como Álvarez Blanco crearon unos personajes que supieron mantenerlos en vigencia durante muchísimos años.

Alejo Vargas.

Un gran actor; tuve la fortuna de trabajar y ser dirigido por él. Gran creativo. Lo vi trabajar, inclusive en zarzuelas. Desde su figura era gracioso, simpático.

 ¿Ernesto Báez?

Desde muy joven escuché su nombre, luego lo vi trabajar y, más tarde, trabajé con él. Él, como actor costumbrista, logró interpretar la figura del paraguayo.

 ¿Carlos Gómez?

Un maestro. He aprendido mucho de él. No solo es actor de teatro; se debe entender que en teatro, aparte de los géneros -el drama, la farsa, la tragedia, la comicidad-, cuando uno es un actor de pura cepa, Y tiene la oportunidad de demostrarlo, es un actor cómico, es un actor dramático, es un actor trágico. Carlitos Gómez llena todos esos requisitos. Te hace reír como te arranca lágrimas, según el papel.

Ganaste mucho dinero... ¿se puede vivir del teatro?

(Risas...) Te diré que esa es una utopía; he trabajado mucho, he ganado algo. Te voy a dar un ejemplo reciente: en el 2007, hicimos Plata yvyvuy rekávo, donde actuamos figuras como Blanca Navarro, Rojas Doria, Rubén Ojeda, Tito Cabaña, Rosana Barrios.

Pero ha habido puestas importantes, con mucho público...

Sí, pero eso no quiere decir que todo sea ganancia. Por ejemplo, hemos trabajado en Plata yvyguy rekávo, con lleno completo, llegamos a actuar en Semana Santa, inclusive.

A mí llegaron a decirme: -Se están forrando de plata con la obra...

Y no fue así, los actores teníamos un salario fijo. Quienes invirtieron y ganaron fueron los productores del evento. Además, hay tantos gastos para poner una obra... hasta la televisión, que para promocionar la obra lleva una parte importante de lo producido.

Pero, vivís de tu arte...

Sí, gracias a Dios, por darme trabajo; no me quejo, puedo vivir de lo que hago en televisión, tengo una pequeña entrada que me da para sobrevivir.

 ¿Escribís canciones o poemas?

Canciones nunca escribí. Cuando joven escribí mucho, pero lamentablemente no practiqué lo suficiente, porque en este momento me hubiera servido para hacer muchas cosas. Conmigo se da eso de que la persona que es talentosa en algo, por ende, es perezosa, sabe todo, y ese es un error que con el tiempo, el paso de los años, te das cuenta.

¿Un mensaje para los artistas jóvenes?

Lo que siempre digo, hace 40 años digo lo mismo, y lo vuelvo a decir: para ser un buen y gran artista, existen 3 condiciones básicas: la primera, tener vocación, eso es amar lo que uno hace y no dudar en renunciar a muchas cosas, no te olvides que cuando joven dejé de ir a fiestas de 15 para cumplir con un ensayo.

Eso se llama...

Claro, la vocación es lo que te hace renunciar gustoso a algo. Hay artistas de vocación y otros de ocasión... es parecido, pero te aseguro, no es lo mismo.

 ¿La segunda?

El talento, un don que Dios te da, no se compra ni se adquiere. A cada uno nos da un talento, para ser una u otra cosa ...Y esa es nuestra obligación, desarrollar eso que Dios nos dio. Y el talento viene acompañado de otra cosa. ¿Qué es?

A eso se le llama tener "ángel", la simpatía que tienen algunos actores. Hay gente talentosa que no tiene ángel... sabe hacer lo que tiene que hacer, pero "ndai gústoi". En cambio, algunos actores, apenas entran en escena, sin decir una palabra, la gente se ríe, le gusta, se conecta.

¿La tercera?

Es la perseverancia, intentarlo una y otra vez, no dejar por un tropezón, por la ingratitud, la falta de reconocimiento, de oportunidades. Te vas a dar muchos golpes, pero lo mismo, hay que perseverar...

Un refrán dice: "Más vale un buen carácter que el talento".

Cuando hablamos de carácter hablamos de algo personal; hay gente que no sabe diferenciar lo que es el profesional sobre el escenario y cuando baja del escenario. Sobre las tablas, no debe haber problemas personales, solo actuación, profesionalismo, pero cuando baja, puede estar pasando un mal día, tener problemas familiares...

Cuando subís al escenario, ¿sos diferente?

Sí, yo lo soy y el que logra diferenciar el actor de la persona es el que entiende los cambios de humor, las actitudes distantes de los compañeros.

Es independiente el carácter de lo que puede hacer como profesional sobre el escenario.

Todos tenemos un mal día, puedo estar de pire vai, pero me subo al escenario y soy una persona diferente, soy un actor, un profesional, cumplo con mi papel.

¿Son dos aspectos diferentes de una persona?

Para mí sí; la forma de ser de una persona es independiente de lo que puede hacer sobre el escenario.

¿Qué haces actualmente?

Estoy haciendo Comisaría en el 13, con un buen resultado, buen rating; tiene aceptación, la gente te lo demuestra en la calle. Gracias a Dios, porque siempre lo digo así, mediante Él, al talento que me dio, puedo hacer reír, algo que la gente necesita hoy día..

Te agrada que te reconozcan por la calle.

Si, ¡me encanta!, porque es el único reconocimiento sincero, que no tiene precio que uno recibe, que sin ningún interés te lo da la gente: "No te mueras nunca", me dicen.

Una vez, una señora me detuvo en la calle, y me dijo:

-Sr. Oliveira, Ud. es la versión de Cantinflas MEJORADA. Ese es el mejor elogio que he recibido.

Te piden autógrafos...

Siempre me piden y lo más llamativo es que me piden los jóvenes...

 ¿Es importante para vos el reconocimiento del medio a tu trabajo?

Todo lo relacionado con mi profesión de comediante, de actor, tiene importancia para mí. Hoy día se hacen homenajes a tantas personas, en vida, que sirven para satisfacer el ego, la vanidad; otras veces es un reconocimiento a tu capacidad de actor. Es un lindo recuerdo.

¿Y has tenido reconocimientos?

Sí, el Centro de Educación y Cultura, Rama de Locución y Televisión, me entregó una Mención Honorífica por la trayectoria exitosa e invalorable labor teatral durante 32 años y los firmantes son el Prof. Eduardo Oviedo y el Lic. Justo García Soria.

*El Teatro Popular, en la despedida del Milenio, en diciembre de 1999, por el aporte a la Cultura Popular Paraguaya, acto llevado a cabo en el Teatro Guaraní.

*En la Fiesta de la Banderita de 1992, recibí una carta en nombre de la Cruz Roja Paraguaya con agradecimientos por la valiosa colaboración para que resultara todo un éxito la tradicional fiesta de la Banderita y firmaban Mirta Navarro de Bitar y el Dr. Hugo Raúl González, que era el presidente.

*Una Mención de Honor otorgada por la Municipalidad de Villa Elisa por el invalorable aporte al arte autóctono y por la brillante participación en el ler. Festival Folclórico de Integración Ciudadana con fecha 22 de marzo de 1997, que lleva la firma del Intendente Estanislao Frutos Rodríguez.

*Un reconocimiento del Movimiento de Integración y Renovación Institucional por la valiosa participación en el encuentro del 12 de junio de 2003.

*Los Personajes del Año, que me otorgaron Cartelera, La opinión y Radio Curupayty, en 1995, una mención por formar parte de la terna del Rubro de Actores de Teatro.

*Teletón de 1998, en Ypacaraí, el Hogar Norma de Rehabilitación, por el apoyo dado en esa oportunidad y firmaba Gregorio Cabrera.

* Un testimonio de reconocimiento y gratitud por el aporte que realicé a la Asociación Recreativa y Educacional para personas excepcionales, en 1996, con la firma de su presidenta Graciela Battilana.

*Recibí un homenaje como el que protagonizó la obra más reidera del teatro popular paraguayo, 30 años de la primera puesta de "Plata yvyguy rekávo".

*Y el mayor premio por haber sido escogido como padrino de Rosita Battilana, a quien yo debo reconocer mi afecto, en 1995

*La Embajada de México y el Instituto de México en Paraguay me entregaron un reconocimiento por la participación del Festival "México lindo y querido", realizado el 20 de noviembre del 2002 y lo firmaba el embajador Antonio Villegas.

*Mención de testimonio, reconocimiento y gratitud, por haber participado de un festival de Comisión de Ayuda a Daniela Rolón, en el 2001.

*En el 99, un agradecimiento de los Directivos de la Escuela de Educación de formación Artística del Club de Oficiales de la Policía Nacional, que se me entregó en Luque, firmado por la Prof. Lilian Doldán de Vallejos.

*Un certificado que me otorgó la Fundación Luis Alberto del Paraná por haber estado nominado en el rubro "Mejor labor humorística" en el año 2003, y lo firmaba Carmen Santana de Paraná.

Pero hay otro tipo de reconocimientos que para mi han sido tan significativos.

¿Cuál me contás...?

En una actuación en el interior, hace años, con la obra Plata yvyguy rekávo, que fue un éxito en Asunción y recorrimos todo el país. Llegamos a un lugar, no recuerdo ni el nombre, era un predio de pasto, no había escenario, solo un montículo más elevado donde se daría la obra; improvisamos unos vestidores para las mujeres y otros para nosotros. En un breve receso, salgo al costado del camarín a fumar un cigarrillo, se me acerca un señor, con bombachón, sombrero ala ancha, faja, y se me acerca, se notaba con vergüenza, porque era un hombrón, de campo, con tanta ingenuidad y curiosidad y me dice:

-Buena noche...

 -Buenas noches, le dije. -Che disculpamína, me dice.

-Sí, ...mba'épa reikotevë don.

 -Je je..( se rió cohibido) aporanduséko ndeve peteĩ mba'e hína, pero ndaipotái ejagarra vai che hegui...

-No. No hay problema...,dije.

-Eremína chéve, ndéiko rejejapónte, taiko el puro...

El tipo se acercó con esa ingenuidad a preguntarme si era marica o me hacía ... Eso fue en 1977; se me quedó grabado, y esos, implícitamente, son Grandes Homenajes que te hace el público... cuando la interpretación es tan buena que hasta se anima a preguntar para salir de la duda.

En política, ¿cómo te definirías?

Tengo mi interés, mi observación, pero nunca activé. Me mantengo alejado.

 ¿Trabajaste en alguna campaña política?

Como un trabajo sí, personalmente nunca me adherí a ninguna campaña, actividad política, pero cuando me contratan como profesional, lo hago sin involucrarme...

¿Querrías ser presidente de la República?

Sí, para cambiar muchas cosas, el empleo, las leyes sociales, las que amparan al trabajador… y muchas cosas más: la salud, los niños. Espero que esa nueva Ministra de la Niñez resuelva el problema de los niños de la calle; es penoso verlos.

Antes no había niños en la calle...

Es que hubo como una explosión demografía en el país, aumentó mucho la población y hay pocas expectativas de trabajo para los jóvenes, eso también me preocupa.

¿Y Director de Cultura o Viceministro de Cultura?

¡Me gustaría ser!, inyectar nuevamente el gusto por el teatro y todas las artes en general. Le habíamos presentado un proyecto a Fernando Lugo un grupo de artistas, Rigoberto Arévalos, López Simón, Francia Campos, Marquitos Brizuela, algunas profesoras de baile, de canto, para el Vice ministerio de Cultura, con todas sus facetas.

¿La cultura volvió a las manos de la gente elitista?

Lamentablemente, porque eso es una pérdida para lo popular del país. Y entre todas las artes, el húerfano, el más pobre, más desvalido es el teatro. El ballet parece que es más digno de estar en el Teatro del Banco Central, pero el teatro popular no.

¿Consideras necesario en este momento una avanzada popular para defender nuestros valores?

Nuestras costumbres, canciones, folclore, claro que sí... Es necesario difundir, para reafirmar, promover y sustentar los valores nacionales; los jóvenes absorben y consumen, igual que la comida chatarra, la música de afuera y eso es lo que cantan, sienten, se identifican.

¿Vivirías fuera de Paraguay?

En otra época sí, actualmente no.

Y si tuvieras que hacerlo, ¿dónde te gustaría vivir?

 Italia, en la campiña, en la zona de viñedos.

¿Qué haces en tu tiempo libre?

Juego ajedrez, voy al Club Asunción, donde me reúno con unos amigos desde hace muchos años; ahí juego generala o ajedrez.

¿Te gusta el vino ?

¡ Me encanta!, frío, solo.

 ¿Cuál es tu plato preferido?

Me gusta de todo: comidas típicas, las pastas. Si es marinera o milanesa, que la “pireca" esté bien pegada a la carne.

¿Marinera o milanesa?

 La marinera…    .

Yo también... ¡¡ ja ja!!

¿Te aparecieron alguna vez esos famosos espíritus que pueblan el Municipal? ¡¡A mí no me salió nunca!!, pero se de otra gente que sí. Lo que me pasó el año pasado cuando íbamos a hacer Yo El Supremo: ensayábamos en el salón de arriba, casi todo el elenco y, al final, nos quedamos Tito Chamorro, Lourdes Zaracho y yo, para repasar una escena. Era de tarde, la sala estaba llena de sillas amontonadas y, apenas empezamos a ensayar, sentíamos que se arrastraba una silla; nos dábamos vuelta a mirar y no había nadie, nos miramos y seguimos. Al rato, el mismo ruido... las sillas estaban amontonadas, no había nadie, pero el ruido sí...

¿Alguna asignatura pendiente?

Hice de todo, casi, casi soy profeta en mi tierra, porque he tenido éxito aquí en mi país; me he mantenido con mi trabajo artístico, me gané el cariño y el respeto de la gente. Uno eso lo nota en los saludos, abrazos, hasta me besan ¡y piden sacarse fotos conmigo! Y eso es algo que uno se ha ganado con el trabajo que gusta y siente la gente. Hace poco, unos jóvenes de un colegio de Luque vinieron a hacerme una entrevista, para una biografía artística como trabajo escolar; eso me hizo ver que el trabajo ¡falta¡

Sos un hombre realizado con 43 años de labor artística...

Sí, indudablemente, me siento conforme con lo que hice, pero sé que puedo y debo hacer mucho aún., seguir creciendo artísticamente, inclusive...


Simpático, seductor, actor nato, humorista de esencia, futuro padre de familia nuevamente, da gusto hablar con él. Su tiempo de vida está colmado de aplausos, risas, anécdotas. Su vida está llena de personajes, caracterizaciones, ensayos y, más que nada, de vida vivida intensamente, a su manera, con sus códigos, hábitos y modo.


LUIS D'OLIVEIRA

 

 

 Fuente: VIDAS RECUERDOS E INOLVIDABLES. VOCES DEL TEATRO POPULAR PARAGUAYO.

CHONY CALDERÓN y JUAN CARLOS DÍAZ. Editado con apoyo del FONDEC, Asunción – Paraguay 2009-2010.





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