CHOPÎ KO’ỀTÎ
Composición de EFRÉN ECHEVERRÍA
Texto de MARIO RUBÉN ÁLVAREZ
Inspirado en las voces de unos pájaros negros del alba. Efrén Kamba’i Echeverría compuso una obra que reproduce lo que escuchó.
Alguna vez John Williams -el afamado guitarrista clásico- visitó a Efrén Kamba’i Echeverría. El australiano que había interpretado obras de Agustín Pío Barrios estudió en el Royal College of Music de Londres, y fue alumno de Andrés Segovia, se encontró de pronto frente a frente con un genio agreste que había construido literalmente a pulso, en el monte, su arte guitarrístico -basado en la "afinación del diablo" y el "transportado"- y divulgó su talento gracias a que en los obrajes de San Pedro uno de sus patrones no le había pagado sus haberes, razón por la que recaló en Asunción.
"Él vino al Paraguay para verme, para conocerme, para ver cómo toco la guitarra, para saber el porqué de mi arte. Se preparó un festival en el Centro Cultural Paraguayo-Japonés y ahí fui a presentarme. Ejecuté la guitarra y me felicitó. Y me dijo que traspase mi arte a otra persona, para que no desaparezca conmigo", relata Efrén en el libro "Efrén Kamba'i Echeverría, las manos del duende", de Susy Delgado y Miguel Ángel Meza.
"De tan lejos vino este señor, John Williams junto a mí para ver cómo manejo la guitarra. El escuchó en los discos y por eso vino, para verme en persona, si es cierto que ejecuto tal como se dice y se oye: solo. Y también para saber de dónde saqué realmente, esa forma de tocar", continúa relatando con el mismo candor con el que interpreta sus obras o las de otros compositores.
UN GUITARRERO
Ese guitarrero -tal como él se auto designa- reconocido por uno de los grandes de la guitarra culta, fue el que compuso Chopî ko’êju, polca menos conocida y popular que Ryguasu kokore y Jagua’i karê, pero no menos relevante que aquellas.
El chopî es el pequeño pájaro negro conocido también como guyraû chopî (el guyraû chorê es de la misma familia), muy afecto a depredar maizales y otros cultivos. Félix de Azara -según Carlos Gatti en su Enciclopedia guaraní-castellano de ciencias naturales y conocimientos paraguayos le llamó tordo común.
"El vestido, calzado y pico son negros, pero la cabeza, garganta y hasta la cola parecen un turquí con bellísimos reflejos morados en cualquier posición de la luz... habitan los campos y bordes de quintas. No hacen nidos y las hembras ponen sus huevos en los nidos de otros pájaros que los empollan y los crían", refiere el investigador mencionado.
Ese pájaro fue el que inspiró a kamba’í.
"Chopî es el nombre de un pájaro que al amanecer, por la planta del cocotero, hace su barullo. Cuando el amanecer enrojece, los chopî ko’êju ya comienzan a alegrarse y a barullear al unísono. Hacen un griterío bárbaro", según el autor de la composición, a estar por lo que cuenta en el libro de Delgado y Meza.
Continúa contando que el maestro Carlos Bordón era el que le pasaba sus composiciones al pentagrama. Tras escucharlo, sacaba la melodía en el bandoneón y luego lo transcribía.
De esa manera, el canto del ave negra se volvió luz que habita el diáfano papel.
Caricatura Verseada. Por Mario Casartelli
Fuente: Correo Semanal del diario ÚLTIMA HORA
Publicado en fecha: Sábado, 23 de Febrero del 2013
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