** En los temas elegidos por Michael Burt para sus cuadros, la presencia o el pasaje del hombre ocupa un lugar, discreto a veces, insistente siempre, a pesar de la ausencia total de la figura humana. Consciente de su profesión de arquitecto, de la connotación sociológica y del compromiso humanístico que ello implica, el artista fue desarrollando, a lo largo de quince, veinte años, un lenguaje pictórico de incesante búsqueda en sus comienzos, de madura unidad temática en la actualidad.
** En el proceso experimental, la obra de Michael Burt se caracterizó por el estudio de los planos y la búsqueda de los colores que asumirían después las funciones de cielos y paredes, camino, suelo, sombra. Nació un azul que creció, maduró, se deshizo en gamas infinitas, ya fríamente reservadas, ya idílicas o graves. Al azul acompañaron el blanco, el amarillo, el verde, el sepia. Y cada color fue ocupando su lugar en la tela, componiendo paisajes que a pesar de místicos, nunca ocultaron su esencia típicamente paraguaya. Asunción con sus casas bajas y severas paredes blancas, pueblos anónimos con su mediodía absoluto, patios de sol y tierra: el tema continúa, vuelve una y otra vez, ya en líneas firmes y austeras, ya declinando en dulce ondulación. Las rectas y curvas se alejan en perspectiva, nos dejan en comunión con el motivo, casi siempre solitario, de un solar, un balcón, una puerta doble de carácter originalmente práctico y de apariencia tan plástica.
** Sus nuevas obras están aquí. Y aunque en principio Michael no se haya apartado sustancialmente de la faz exterior de sus objetos, el conjunto que nos trae esta vez incluye elementos virtualmente nuevos: Burt nos propone la lectura de una historia hecha en detalles, en cálidos interiores, en la intimidad del hábitat paraguayo.
** Los coloridos jardines vistos a través de ventanas, las largas galerías, los corredores, no escapan a las fachadas de mágica visión sino las complementan, las explican, acentúan lo que ellas ocultan y nos las devuelven con una nueva significación, sin que hayan perdido el misterio y el rigor plástico que a ellas fue caracterizando.
Fuente: MICHAEL BURT. Edición ADRIANA ALMADA - Fotografía: JUAN CARLOS MEZA, HERIB DUARTE y MIGUEL LÓPEZ. Editado con el apoyo del FONDEC, Asunción-Paraguay, 2007