PROCESO HISTÓRICO DE LA ECONOMÍA PARAGUAYA
LUIS ROJAS VILLAGRA, Compilador
OSCAR CÁCERES/ BERNARDO CORONEL/
HORACIO ENCISO/ RAMÓN FOGEL/ JULIA ISABEL GÓMEZ/
IDILIO MÉNDEZ/ LILA MOLINIER/ GLORIA SCAPPINI/
OMAR SOSTOA/ IGNACIO TELESCA
© Los autores
© Secretaría Nacional de Cultura
Fernando Lugo Méndez
Presidente de la República del Paraguay
Ticio Escobar
Ministro de la Secretaría Nacional de Cultura
Estela Franceschelli
Coordinadora del Programa Fondos de Cultura para Proyectos Ciudadanos
Primera Edición, 2012 – Secretaría Nacional de Cultura
Asunción, Mayo de 2012
Compilador: Luis Rojas
Coordinación de la edición: Darío Sarah
Cuidado de la edición: Guillermo Maldonado y Ruben Capdevila
Corrección: José González
Diseño gráfico: Gabriel Jaeggi
Foto de portada: Colección Javier Yubi - Album Bicentenario del Paraguay
ISBN 978-99967-672-5-8
Hecho el depósito que marca la Ley Nº 1328/98
Reservados todos los derechos
Impreso en Paraguay
NOTA: La responsabilidad del contenido de cada artículo de esta
obra corresponde exclusivamente a los investigadores, y no expresan
necesariamente las opiniones de la Secretaría Nacional de Cultura.
ÍNDICE
13 Introducción por Luis Rojas Villagra
19 A través del don y la expoliación: un repaso histórico de la Economía Guaraní. Por Ramón Fogel y Gloria Scappini
61 Economía de pueblos indígenas chaqueños. Por Julia Isabel Gómez Giménez
83 La Formación Social Paraguaya en el Periodo Colonial 1537-1811. Por Bernardo Coronel
115 Breve excursus sobre la esclavitud en la economía del Paraguay. Por Ignacio Telesca
149 La economía paraguaya independiente. El periodo francista. Por Luis Rojas Villagra
179 Paraguay, la vanguardia capitalista del siglo XIX. Por Bernardo Coronel
207 La economía paraguaya de entreguerras. Por Lila Molinier
259 La economía paraguaya durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954 – 1989). Por Osmar Sostoa, Oscar Cáceres, y Horacio Enciso
281 El neoliberalismo en paraguay. Por Idilio Méndez Grimaldi
La Secretaría Nacional de Cultura de la República del Paraguay, 11 órgano rector de las políticas públicas destinadas a la promoción y la vigencia de los derechos culturales, asume el compromiso de la publicación de esta serie-colección.
Las serias dificultades en el acceso a obras agotadas, antiguas o inéditas (muchas de ellas constituyentes del patrimonio cultural paraguayo) es, sin dudas, una forma de obstáculo para el disfrute de ese patrimonio. De igual forma, la escasez de obras que posibiliten un análisis crítico acerca de los procesos históricos y culturales del Paraguay dificulta el pleno ejercicio de la memoria.
Con la distribución de esta colección a bibliotecas nacionales, municipales, educativas, o de centros culturales, y su publicación digital en Internet, la Secretaría Nacional de Cultura pone a disposición pública una serie de obras que de otra manera seguirían con un status de inaccesibles.
Con este esfuerzo y su futura continuidad, la República del Paraguay no solo divulga, sino también conserva en la memoria colectiva el esfuerzo de mujeres y hombres que con su pensar, o su crear, han sido artífices de esta historia cultural del Paraguay.
INTRODUCCIÓN
por LUIS ROJAS VILLAGRA
“No sólo tenemos que sufrir por los vivos, sino también
por los muertos"
Le mort saisit le vif (el muerto agarra al vivo)”.
Karl Marx, 1867
Hay frases que expresan en tan pocas palabras tanto, con tanta claridad, como la que encabeza esta introducción. En ella, el pensador alemán expresaba su firme convicción, a partir de sus rigurosas investigaciones, del peso absolutamente determinante que tiene en la vida de cualquier sociedad, su pasado, su historia.
El presente visible a nuestros ojos es apenas la fachada, o el último piso de una enorme construcción social que ha llevado siglos y más siglos en su desarrollo, en la que han participado millones de seres humanos, en procesos sociales marcados por la lucha, el conflicto, la cooperación y el sometimiento, la vida y la muerte.
Esas dos fuerzas motrices que llevamos dentro las personas y las sociedades, esa dualidad del eros y thanatos, en la que buceaba empecinadamente Sigmund Freud.
“Además de las calamidades modernas, nos oprime toda una serie de calamidades heredadas...”, afirmaba el fundador del llamado socialismo científico. Son ambas cosas, lo moderno y lo heredado, y son ambos conjuntos de actores, los vivos y los que han muerto, los causantes de la realidad económica y social que nos toca vivir, donde muchos sobreviven o al menos lo intentan, y otros la pasan muy bien, en medio de la abundancia material.
Después de tantos siglos de progreso y civilización, los resultados en el mundo del siglo XXI no son los que se esperaban: la mitad de la población mundial vive en situación de pobreza y cerca de un cuarto se debate en una miseria espantosa, mientras que la desigualdad económica, la criminalidad y la violencia han llegado a niveles inimaginables décadas atrás. Y todo ello, paradójicamente acompañado de un desarrollo descomunal de la tecnología, las ciencias y los conocimientos, y por ende, de la capacidad productiva que ha construido la humanidad.
Es el mundo de hoy, en el que el Paraguay expresa las características del mundo moderno, y es una parte representativa del mismo, con sus particularidades propias. Un mundo que pendula entre el absurdo y la tragedia, de haber desarrollado la suficiente capacidad productiva para saciar las necesidades de toda la población mundial, pero que sin embargo, se va consumiendo en una profunda crisis que abarca múltiples dimensiones, en el marco de un sistema económico donde, como decía lucidamente David Harvey, enormes masas de trabajo y capital están ociosas, en el centro de un mundo pleno de necesidades insatisfechas.
Es el mundo de hoy, es el Paraguay actual, edificado en el pasado y mantenido y reproducido en el presente. En nuestro país también conviven los extremos, las contradicciones apuntadas. La estructura económica, su organización, su funcionamiento y sus resultados debemos analizarlos hoy, sumando a la realidad concreta y tangible del presente, los procesos históricos en los que se fue engendrando, desarrollando y consolidando, adquiriendo su forma actual. La contradictoria economía paraguaya, en la que conviven formalidad e informalidad, capitalizados y descapitalizados, globalizados y marginados, abundancia y escasez, derroche e inanición, debe ser comprendida en su totalidad, en su desarrollo histórico y en su lógica actual. Lo cual no es poca cosa, dado el desapego de muchos estudiosos de la economía, desde las corrientes hegemónicas u ortodoxas, hacia las cuestiones históricas.
Dicen, hay que mirar hacia el futuro y no al pasado. Craso error para los pueblos el ignorar su pasado, que los lleva a no comprender su presente y por tanto, a no poder cambiarlo.
La economía paraguaya ha tenido un derrotero histórico sumamente convulsionado, y ha pasado por periodos históricos y experiencias tan determinantes que, aunque hayan pasado décadas e incluso siglos, sus efectos perduran en el tiempo y aún hoy nos atrapan, condicionan nuestras vidas y nuestra forma de vida.
Entre ellas se encuentran la conquista y colonización europea, el ascenso y caída de las reducciones jesuíticas, las inéditas experiencias del Paraguay independiente, la herida incurable abierta por la Triple Alianza, la masiva privatización de los recursos productivos del país, la belicosa relación que entablamos con la naturaleza en el último siglo, entre otras.
En todos los periodos de la historia paraguaya, y más aún si hablamos de la historia de la economía paraguaya, ha habido un factor absolutamente central en el desarrollo de los acontecimientos: la tierra, por ser el principal recurso productivo del Paraguay, por contener en sí al agua, los bosques, los minerales, e incluso, a la propia población, que vive en ella y gracias a ella. La historia paraguaya es casi la lucha por la tierra, por el territorio, y por todo lo que de ella depende. Los indígenas precolombinos, el Paraguay colonial, nuestra pujante república recién independizada, el país destruido y recolonizado después de 1870, han sido marcados por el uso que se ha dado a la tierra en cada una de esas etapas, por el tipo de propiedad sobre la misma, y consecuentemente, el tipo de relaciones establecidas entre los miembros de las distintas sociedades. La forma y estructura de tenencia de la tierra y del territorio ha estado en la base de la estructura económica, e incluso en la base de la estructura política y de la propia cultura desplegadas en cada época.
No es casualidad que en el Paraguay actual, en el que la riqueza y la pobreza conviven en su suelo, en sus calles, en el de los contrastes más agudos e inmorales, en el de los paraguayos de primer mundo y el de los paraguayos desterrados, que en la base de todo esto, esté la estructura de tenencia de la tierra más desigual del continente americano, quizás del mundo, donde los fuertes poseen la mayor parte del territorio y gozan del poder que la tierra concede, en el más amplio sentido, mientras los débiles la padecen, marginados por los poderosos de hoy, atrapados por los muertos que ayer, que hace un siglo, fueron construyendo nuestra sociedad. La que está aquí, a nuestro alrededor, esperando ser transformada, para que los que hoy estamos, no atrapemos a los que vendrán mañana, sino que, ayudemos a liberarlos de las estructuras económicas injustas hasta hoy vigentes en el Paraguay.
El presente libro es fruto del trabajo comprometido de nueve autores y autoras, que mediante la iniciativa y el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura pretende ofrecer datos, informaciones, relatos y análisis acerca de la historia económica del Paraguay, desde los periodos previos a su constitución como república independiente hasta nuestros días, de modo a ilustrar, aunque sea de manera introductoria y claramente insuficiente, los distintos periodos y los álgidos procesos en los que se ha formado.
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Fuente: SECRETARÍA NACIONAL DE CULTURA
Archivo digital del PORTALGUARANI.COM
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