APOSTEMOS POR NUESTROS HIJOS

Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Supongo que nadie pondrá en duda que para un joven que hable fluidamente el español y tenga por hábito la lectura será mucho más sencillo encontrar un empleo que para quien solo se expresa monosilábicamente en la lengua de Cervantes. Si además es capaz de leer, escribir y mantener una conversación razonablemente inteligible en inglés, sus oportunidades se multiplicarán de manera sorprendente. Si a ese bilingüismo eficiente se suma una capacidad de razonamiento lógico y un manejo sólido de las matemáticas habremos de convenir en que él o ella tiene un futuro cuasi asegurado.

Por supuesto que la realidad es bastante más compleja y que en la ecuación siempre se puede colar un sinnúmero de variables impredecibles cuyos efectos son capaces de alterar por completo el resultado final; pero, también es cierto que con este puñado de talentos son muchas más las posibilidades de éxito que de fracaso.

Conviene tener esto en mente a la hora de enfrentar el empantanado debate sobre la educación pública. Una vez más, el intento de cambiarla se encuentra paralizada por discusiones sobre cuestiones que no guardan relación con estos elementos más básicos y esenciales de la enseñanza.

No quiero mencionar siquiera los fantasmas que se agitan ni las banderas que enarbolan los diferentes grupos en disputa porque con ello no haría más que prestarme al juego de la confusión. Prefiero plantear la postergación de esos debates para una siguiente ola de reformas, de manera a concentrar ahora nuestras energías en propuestas concretas que nos permitan modificaciones pragmáticas de la educación pública.

No puede haber controversia con respecto a los principales fracasos del modelo. Tenemos los peores resultados del planeta en matemáticas, comprensión lectora y ciencias, los pilares sobre los que se sostiene la cultura del conocimiento, la base sobre la que se asienta el desarrollo de todos los países que lograron escapar de la pobreza. En consecuencia, tampoco puede haber mucha polémica sobre lo primero que necesitamos hacer y con urgencia. Estamos obligados a encontrar la manera de despertar en niños y niñas la pasión por leer, por entender y crear con los números y por manejar con fluides los tres idiomas que hacen a su mundo; el guaraní que le dará identidad, el español con el que se conectará con el país y la región y el inglés que le convertirá en un ciudadano planetario.

No necesitamos inventar nada. Hay miles de académicos construyendo modelos que permiten mediante el juego y la estimulación hacer de las matemáticas una experiencia lúdica que alimentan la sed de conocimiento de los infantes transformándolos en devoradores de libros que obran el prodigio del pensamiento en varios idiomas. El capital humano existe y los recursos económicos se pueden conseguir. Solo tenemos que poner a las personas adecuadas en los lugares acertados.

Matemáticas, lectura comprensiva e idiomas. Nos urge reclutar a los mejores maestros y combinarlos con la tecnología. Démosle a cada joven paraguayo y a cada joven paraguaya la oportunidad del hábito de la lectura, la capacidad del razonamiento lógico y la habilidad de construir y trasmitir ideas en su lengua madre, en la oficial y en la planetaria, y ellos harán el resto.

Todo lo demás vendrá por añadidura. Quien tiene por vicio la lectura compulsiva construirá sus propias ideas políticas y religiosas. Quien conoce el idioma de las ciencias adquirirá las capacidades informáticas y tecnológicas de manera fácil y rápida. Quien es capaz de construir oraciones en diferentes idiomas poseerá una cantera mucho más rica para desarrollar ideas y ejecutarlas. Y quienes adquieran esos talentos desarrollarán liderazgos positivos.

No perdamos tiempo en debates estériles sobre cuestiones sobre las que difícilmente podamos ponernos de acuerdo. Seamos prácticos. Démosles a nuestros hijos las herramientas básicas del conocimiento. Ellos tendrán mañana la madurez necesaria para dirimir racionalmente lo que sea necesario. Apostemos por ellos.

Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)

www.ultimahora.com

Sección OPINIÓN

Domingo, 09 de Octubre de 2022

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