UN HOMBRE RESPONSABLE
Por LUIS BAREIRO
lbareiro@uhora.com.py
Tenía 53 años y trabajaba por cuenta propia, como la mayoría de los paraguayos. Por esa misma razón, no tenía seguro médico ni la posibilidad de acogerse a una jubilación (la legislación del IPS los excluye). Dependía pues de lo que hiciera en el día. Afortunadamente, estuvo habilitado para trabajar desde la primera fase de la cuarentena inteligente. Era técnico en refrigeración y tenía su taller en la ciudad de Lambaré. Falleció el lunes pasado, en un hospital público.
Unas 24 horas después de su deceso, dio positivo a la prueba del Covid; lo mató el coronavirus. Su caso activó la alarma sanitaria. Antes de enfermar, había estaba trabajando intensamente, recorriendo casas para reparar acondicionadores de aire y heladeras. Solo en Lambaré, un centenar de personas habían estado en contacto con él. Estamos hablando de una de las ciudades más populosas y conectada con las principales urbes de Central, Asunción incluida.
El director de vigilancia de la salud, Guillermo Sequera, dio la alerta: Si la mayoría de las personas que contactaron con él en la semana anterior a su deceso daban positivo al coronavirus, Lambaré quedaría bajo riesgo de un contagio masivo. De ser así, la ciudad podría verse obligada a regresar a una fase anterior de la cuarentena. Fiel a su estilo, el joven epidemiólogo no buscó disfrazar la gravedad de la situación. “Si Lambaré debe volver atrás, tendremos que hacerlo todos en Central. No se puede aislar esta ciudad del resto”.
En las siguientes horas pasaron dos cosas. La primera fue que ninguna de las personas en cuyas casas trabajó este técnico se contagió. El hombre respetó a rajatabla cada una de las medidas de seguridad recomendadas. Se lavaba las manos antes y después de cada servicio, jamás se quitaba el barbijo y andaba con un pote de alcohol en gel en el bolsillo. No se sabe aún cómo ni cuándo se contagió, pero sí que su responsabilidad evitó que se contagiaran un centenar de personas, y que se desatará un brote de la enfermedad en la populosa ciudad de Lambaré, lo que podría haber tenido las peores consecuencias en lo que va de la pandemia.
Para dimensionar la importancia de su actitud, basta recordar lo que sucedió con otro ciudadano, uno que compartió rondas de tereré, velorios y cumpleaños infantiles luego de haber estado en un lugar de altísimo riesgo; convirtiendo al Departamento de Paraguarí en uno de los más afectados por la enfermedad.
Por supuesto, su acción no fue solitaria. Todas las personas que participaron de esas actividades proscritas por la cuarentena tienen igual cuota de responsabilidad. Afortunadamente, estas inconductas se registraron en una región menos poblada. Si hubiera ocurrido en Lambaré o Asunción, los resultados serían mucho peores.
El segundo hecho significativo fue la reacción de no pocos internautas ante la advertencia de Sequera. Lo acusaron de utilizar el miedo y hacer pronósticos que no se cumplen.
Parece que algunos no se dieron cuenta aún de que el rol de los epidemiólogos es dibujar pronósticos sobre escenarios posibles, a partir de datos objetivos y, sobre esa base, hacer lo posible por evitar que se cumplan. Un meteorólogo prueba su capacidad si pronostica lluvia y llueve. Un epidemiólogo lo hace si advierte sobre un brote epidémico y logra que se tomen las medidas necesarias para impedirlo.
Si un médico te alerta de que seguir fumando te provocará un cáncer, y te muestra fotos de pulmones devorados por la enfermedad, ¿está usando el miedo? Probablemente sí, y me parece válido que lo haga. Si la advertencia es cierta, lo que te provocará miedo es saber que se trata de un escenario posible. Y será muy saludable que cambies por temor a llegar a eso.
La cuestión es qué hacemos ante el miedo.
Podemos desoír la advertencia y jugar a la ruleta rusa con nuestras vidas, como lo hicieron algunos en Paraguarí, o asumir la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a los demás, como lo hizo este hombre en Lambaré. Lamentablemente, no pudo salvar su vida, pero salvó vaya a saber a cuántos.
El éxito para superar esta pesadilla estriba en actitudes como la suya. Vayan mis respetos en su memoria, un hombre responsable.
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección OPINIÓN
Domingo, 21 de Junio de 2020
