TRES HOMBRES QUE PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA
Por LUIS BAREIRO
lbareiro@uhora.com.py
Las internas partidarias han generado un escenario excepcional que puede dar inicio a un periodo de cambios radicales en el país. Para que ello ocurra solo se necesita que tres hombres logren estar a la altura de las particulares circunstancias ante las que la coyuntura los ha colocado; Efraín Alegre, Mario Abdo y Horacio Cartes.
Los candidatos presidenciales que triunfaron en las primarias de sus respectivos partidos han estado trabajando juntos para impedir que el presidente en ejercicio impusiera su voluntad forzando una enmienda constitucional que lo habilitase para un nuevo periodo. Ese objetivo en común creó cierta afinidad entre ellos, lo que los convierte en contendientes atípicos. Pese a la disputa electoral, hay buena vibra entre ambos y, por extensión, entre muchos de quienes integran sus equipos.
Esa relativa sintonía en el discurso institucional y democrático puede ser utilizada por diferentes organizaciones de la sociedad civil para impulsar la suscripción de algunos acuerdos políticos entre Alegre y Abdo incluso antes de las elecciones.
Por ejemplo, es posible organizar una comisión de juristas notorios que trabaje desde ya en una propuesta de cambios en la Carta Magna, un borrador que sirva de base para una reforma constitucional para la que casi con seguridad se convocará a una constituyente a inicios del nuevo gobierno, independientemente de quién gane las generales.
Los candidatos pueden además rubricar un acuerdo amplio para apoyar una reforma radical de la educación pública y el sistema de salud. Hay sectores que pueden empezar a bosquejar ese plan incluso antes de los comicios, representantes de los diferentes estamentos que podrían laborar desde ahora con referentes designados por los mismos presidenciables.
Imaginen que Alegre y Abdo lleguen a las elecciones de abril con un acuerdo previo sobre los cambios que se deben realizar cuanto menos en tres áreas básicas: educación, salud y Poder Judicial; y que puedan llevarlos adelante apenas se inicie el nuevo periodo presidencial, sin importar quién encabece luego el proceso.
Hay además otro elemento que puede ser aprovechado. De alguna manera, el presidente Horacio Cartes ha quedado fuera de la primera línea de la disputa electoral. Le quedan ocho meses en los que ya no necesitará preocuparse de las repercusiones políticas de sus acciones. Puede corregir el monstruoso presupuesto que parió el Congreso con un veto parcial negociado con los presidenciables, ya que serán ellos quienes deban cargar con los efectos de una eventual desfinanciación.
Puede acordar con sus potenciales sucesores algunas medidas económicas que no se interrumpan con el traspaso de poder para evitar que se repita el frenazo con el que arrancó el propio Cartes su gestión, provocando una desaceleración totalmente innecesaria.
Es mucho lo que pueden lograr estos tres hombres en los ocho meses que quedan hasta la asunción de un nuevo gobierno si consiguen arribar a ciertos acuerdos básicos que vayan más allá de sus coyunturales intereses electorales y políticos.
Gane quien gane, podemos ganar todos y los tres quedar en la historia.
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección OPINIÓN
Domingo, 24 de Diciembre de 2017
