¡BURROS!

Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Fue lo que dije de los docentes que se aplazaron aparatosamente en exámenes básicos de evaluación de Matemáticas y Lengua española. Estuve muy mal y pido disculpas. Fue un exabrupto totalmente fuera de lugar porque afecta a la dignidad de estas personas y el hecho de que carezcan de competencias mínimas para ejercer la docencia no las hace indignas sino inadecuadas para enseñar.

No podemos hablar de su dignidad porque sus carencias son el resultado lógico de un desastroso sistema de estímulo, selección y formación de docentes que se montó desde el Estado. De alguna manera, son las primeras víctimas del modelo.

Tampoco tiene que ver con su predisposición al trabajo, ni con las dificultades y enormes carencias que supone ejercer la docencia en Paraguay (escuelas en ruinas y niños que arrastran deficiencias alimentarias y dramas económicos y contraculturales de la casa).

Hecha esta necesaria aclaración, convengamos en que el problema original subsiste. En setiembre se darán a conocer resultados de evaluación del nivel de aprendizaje de los niños. Los últimos, que datan de hace unos años, daban cuenta de que al menos siete de cada diez estudiantes del noveno grado de la escuela pública no eran capaces de comprender lo que leían, ni de entender y menos aún de resolver problemas básicos de Matemáticas. Tienen entre 14 y 15 años y una capacidad de aprehender de niños de entre 8 y 9 años. Esto es peor que Acosta Ñu.

De acuerdo con quienes trabajaron en elaborar el documento, la situación empeoró. El informe incluirá un estudio sobre las causas del fracaso en el proceso de aprendizaje. Quienes procesan los datos adelantan que la causa principal (por supuesto que no es la única) siguen siendo las deficiencias de los maestros, tanto en sus propios conocimientos sobre Lectoescritura y Matemáticas como en su metodología de enseñanza.

Hay una decisión política de pagar a los docentes el salario mínimo profesional de tres millones de guaraníes por turno en un plazo de cuatro años, lo que supondrá aumentar los gastos en salarios solo en este sector en más de 400 millones de dólares por año. Es nada si la decisión incluye exámenes de evaluación que permitan sacar gradualmente de las aulas a quienes no reúnen requisitos básicos para enseñar, y un nuevo mecanismo de captación y formación de maestros que garantice un salto de calidad en los cuadros docentes del Estado.

Si no convertimos esto en una oportunidad para separar a los buenos maestros de quienes jamás podrán serlo (personas a las que habrá que buscarles otra función o jubilarlas anticipadamente) será un espectacular derroche de dinero público cuyo único fin habrá sido apenas apagarle al Gobierno de turno uno de sus tantos incendios en periodo electoral.

Y el resultado seguirá siendo no solo miles de niños expuestos a que cualquiera pueda aplicarles el epíteto con el que titulé esta columna, sino futuros adultos a los que les habrán robado todas las oportunidades desde el inicio mismo de sus vidas.

Y eso no solo es indigno, es inhumano.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Domingo, 03 de Septiembre de 2017

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)