ÉCHALE LA CULPA AL IPS
Por LUIS BAREIRO
lbareiro@uhora.com.py
La inteligencia básicamente está definida como la capacidad de resolver problemas. En Paraguay, para sentirnos inteligentes nos limitamos a encontrar a quién echarle la culpa. Eso es bueno para hacer un descargo público, pero, obviamente, no resuelve el problema.
Esto nos pasa con el seguro médico del IPS. Desde hace décadas nos agotamos en encontrar a los responsables de que el sistema arroje por resultado miles de asegurados insatisfechos, pero pocos se animaron a plantear con crudeza la raíz del problema y menos aún a proponer alguna solución creativa.
La actual administración, empujada por la inexorable realidad, puso las abominables y crudas cartas sobre la mesa y estas revelan que el sistema sencillamente está quebrado. El seguro médico universal del IPS sería el mejor del mundo si no fuera porque es económicamente insostenible.
De acuerdo con el modelo, basta con que usted aporte sobre el sueldo mínimo y automáticamente tiene derecho a una cobertura total de salud, desde un problema de seborrea hasta una operación a corazón abierto. Pagando 180 mil guaraníes mensuales puede tratarse un cáncer de pulmón o realizarse un trasplante de riñón sin pagar un guaraní.
Es una promesa mágica y la magia no existe. Es un truco, pura pirotecnia.
IPS recibe por mes alrededor de un cuarto del ingreso de sus asegurados, incluyendo el aporte de la patronal. Con ese dinero crea un fondo para la jubilación (que no puede gastar en salud) y otro para el seguro médico, propiamente. Del dinero para salud debe pagar los salarios de sus médicos y enfermeras, construir y mantener hospitales, clínicas y equipos médicos, y comprar los medicamentos.
Y no alcanza. Aún si no existiera la monstruosa corrupción que se alimenta de nuestros aportes desde siempre, no alcanzaría. Es matemáticamente imposible con esos fondos construir todos los hospitales, contratar todos los médicos y proveer de todos los medicamentos que necesiten todos los asegurados para tratar todas las enfermedades que padezcan.
La consecuencia es que los hospitales y los equipamientos son insuficientes y se caen a pedazos, los médicos son pocos y nunca hay medicamentos para todos. En un sistema así siempre habrá unos pocos privilegiados que logren la cobertura mágica del ciento por ciento, y una mayoría que reciba un servicio lamentable.
En realidad el IPS es la víctima lógica de un problema mayor, un servicio de salud pública que no existe. Si no sos rico y te descubren un cáncer, no se te ocurriría ir a un hospital público a tratarte; buscarías entrar al IPS con un contrato cuanto menos de doméstica para tener un tratamiento probablemente lento y engorroso, pero gratuito. El único que podrías tener.
Es obvio que la solución al problema del seguro médico del IPS no lo encontraremos en IPS, hay que pensar en un seguro médico universal que abarque toda la estructura hospitalaria del país (pública y privada) con una cobertura razonable y un fondo público para financiar las enfermedades catastróficas.
O seguimos buscando culpables...
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección OPINIÓN
Domingo, 27 de Marzo de 2016
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