CAFÉ GALAVERNA

  Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Pocas  veces una charla entre "amigos" reveló tanto sobre el manejo del poder y la administración de la Justicia como aquella conversación del verano del 2002 que se registró entre el senador Juan Carlos Galaverna, entonces presidente del Congreso, y Carlos Fernández Gadea, nada menos que titular de la Corte Suprema de Justicia.

La tertulia telefónica fue grabada clandestinamente —al parecer por los propios servicios de espionaje del Gobierno— y filtrada a la prensa. Su publicación generó el repudio de los protagonistas por la invasión a su privacidad, pero no dieron explicación alguna ante la gravedad de lo revelado.

Vale la pena recordar esa conversación ahora que se plantea nuevamente cambiar de fichas en la Corte, y que uno de los negociadores del trueque de piezas es precisamente el senador colorado.

Esta fue la conversa:

Juan Carlos Galaverna (JCG): –¿Señor presidente?

Carlos Fernández Gadea (CFG): –¿Qué tal, cómo estás?

JCG: –Resulta que junto a los poderosos pues les es difícil a los ciudadanos llegar. Entonces llegan junto a los ciudadanos de segunda a pedirles hacer de gestor ante los poderosos. Péa la che papel.

CFG: –Ja,ja,ja...

JCG: –¿Cómo estás profe?

CFG: –Pero bien, bien...

JCG: –Te molesto por lo siguiente, Carlos.

CFG: –Sí, sí, con mucho gusto...

JCG: –Tiene la Sala Constitucional una acción titulada "Félix Argaña y otros", y tienen noticia nuestros amigos municipalistas —que en primera instancia recurrieron nuestros correligionarios, profe— de que estaría a tu cargo la preopinión, ¿vos no tenés noticias de eso?

CFG: –Puede ser que tenga, hubo un sorteo y recibí como 180 expedientes, voy a sacar del montón y me voy a interesar...

JCG: –Por favor, profe, porque yo quisiera tomar un café más adelante contigo para...

CFG: –Charlar...

JCG: –Darte el criterio político... Yo sé que ustedes no tienen nada de político, pero como curiosidad no más.

CFG: –Cómo no, cómo no.

JCG: –Gracias, profe. Un abrazo.

Poco queda por decir, pero quizás, aunque resulte redundante, igual habría que remarcar algunas partes.

Lo primero es la confesión del senador acerca de su papel. Él, "ciudadano de segunda" (lo cual supone que los demás somos de tercera), es el "gestor" ante los poderosos; vale decir, los que ocupan cargos de poder, como los ministros de la Corte.

Lo segundo es la actitud sumisa del mismísimo presidente de la Corte que accede a buscar la carpeta de entre las 180 que recibió e "interesarse".

Por cierto, si un expediente suyo, "ciudadano de tercera", estaba primero en la pila, lo siento, habrá seguido esperando.

Y el remate, por supuesto, es la propuesta del cafecito para establecer el "criterio político" en un caso en que el ministro debía dar nada menos que la preopinión. Este es el cáncer de la Justicia: la necesidad de jueces y fiscales de los "gestores" políticos para permanecer en sus cargos y la actitud sumisa que deviene de ella. Todo lo demás es onanismo.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Domingo, 29 de Junio de 2014, 01:00

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