TÚ Y YO, LUCAS

  Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Los intentos de diputados y senadores por explicar el fenómeno de los indignados ante las famosas listas sábana derivaron en las más rocambolescas teorías de conspiración.

Según el senador Juan Carlos Galaverna, por ejemplo, quienes propiciaron la movilización fueron Vierci y Zuccolillo, propietario de Última Hora y Telefuturo, el primero, y director de ABC, el segundo.

De acuerdo con su colega y presidente del Congreso, Jorge Oviedo, los organizadores del bochinche fueron los jóvenes del P-Mas, liderados, obviamente, por el polémico Camilo Soares.

Según un par de diputados, quien financió la movida fue en realidad el Gobierno.

Mientras que para varios referentes del Gobierno, e incluso para algunos periodistas, Vierci intentó neutralizar la movilización de los indignados publicando el mismo día en su diario la aparición de un nuevo hijo del presidente.

O sea, Vierci propició la movilización de los indignados con financiamiento del Gobierno y bajo la organización del P-Mas, mientras torpedeaba tanto a la movilización como al Gobierno publicando el escándalo de un nuevo vástago presidencial.

Un preocupante caso de histeria.

Zuccolillo, por su parte, se alió con el gobierno de Lugo, al que le descubre constantes veleidades chavistas, bajo la batuta de Camilo Soares, enemigo número uno de su editorial, y en coordinación con Antonio Vierci, con quien no se pone de acuerdo ni para realizar un Black Friday, y todo para golpear al Congreso y, de ser posible, propiciar su disolución, cumpliendo así el sueño dorado de la revolución bolivariana, de la que Zuccolillo es precisamente uno de sus principales detractores.

Síntomas inequívocos de esquizofrenia.

Como ven, la hipótesis parlamentaria es harto compleja. Supone que el centenar de empresas de Vierci son apenas una pantalla para ocultar su militancia chavista; que Zuccolillo es bolivariano, pero no lo sabe; y que Camilo Soares será el próximo organizador del Black Friday.

Otra explicación menos glamorosa del fenómeno sería que alguna gente se cansó de que sigan formando parte del Congreso algunos impresentables a quienes nadie votaría si no fuera porque integran una lista cerrada, elaborada exclusivamente por el cacique partidario de turno.

Podría ser sencillamente que haya ciudadanos que quieran decidir en las urnas quiénes reúnen los requisitos para ser sus representantes y quiénes no, y que decidieran hacer público su reclamo congregándose frente al Congreso.

Y puede que los senadores y diputados que saben que no seguirían en el Congreso si su permanencia dependiera solo del elector hagan lo imposible porque las listas sigan cerradas y busquen luego las más rocambolescas teorías de conspiración para intentar explicar lo que no puede ser más explícito.

Es eso o es que todos estamos como la gente dice que estamos tú y yo, Lucas.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Domingo, 10 de Junio de 2012, 00:00

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