¿Es una canción que llora la ausencia de un amor que partió a otras orillas de la vida o al infinito, desde donde no se retorna?. ¿Será que la autora -a pedido de un hombre- imaginó una situación para escribir su obra?. Lo que el texto dicta es una ausencia de mujer.
La respuesta a la pregunta viene del lado de su autora, ELENITA DUARTE NUNES, quien nació en Concepción en agosto de 1922. Desde muy pequeña se inclinó al arte. A los 15 años viajó a Río de Janeiro para casarse con un hombre adinerado. El matrimonio quedó roto y ella volvió a los aires concepcioneros en busca de un clima menos adverso para su corazón.
Vivió también en Asunción, volvió a contraer nupcias pero de nuevo quedó sola. Quienes la conocieron sostienen que se entregó a la bohemia y se volvió adicta al alcohol, tocándole pasar por momentos muy tristes.
Guitarrista, cantante y compositora, en el Brasil, creó PURAHÉI CHU'I que llegó a manos de HERMINIO GIMÉNEZ, quien la grabó. Su producción, con el tiempo, fue acrecentándose hasta registrar unas 100 canciones en Autores Paraguayos Asociados, APA, de la que fue socia desde el 1 de julio de 1953 según información proporcionada por ANTONIO RECALDE, funcionario de esa institución.
VICTORIA MIÑO, la viuda de HERMINIO GIMÉNEZ, dijo que no la conoció personalmente. "Mi marido era el que me hablaba acerca de ella. Me contó que cuando él vivía en Río de Janeiro, alrededor de 1940, tenía su programa Hora paraguaya en la Radio Nacional del Brasil. Una de sus oyentes -además de GETULIO VARGAS y otros- era ELENITA. Era muy bella. Se conocieron, se hicieron amigos y él le grabó una de sus obras. Me relataba que estaba casada con un general, vivía como una princesa. Después vino al Paraguay".
ELENA KOY VIUDA DE OVELAR -que trabajaba como obstetra en Puerto Pinasco, Alto Paraguay- conoció a su tocaya en aquella localidad norteña después de la guerra civil de 1947. Se hizo muy amiga de ella -que residía en esa población ribereña del río Paraguay- le confesó que CHE MBA'E MBYASY estaba dedicada a su madre caazapeña, una morena de ojos hermosos. Había muerto cuando estaba en Río de Janeiro y encontró en esos versos la manera de rendirle un homenaje.
Si bien ella firma como ELENITA DUARTE NUNES, su nombre verdadero era LIDIA ELENA SILVERO. Los dos apellidos de su nombre de artista serían los de uno de sus maridos.
Falleció frente a Pinasco, en territorio brasileño -donde vivía entonces-, el 21 de octubre de 1966.