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Ignacio Núñez Soler (+)

  OBRAS DE IGNACIO NÚÑEZ SOLER (Por TICIO ESCOBAR)


OBRAS DE IGNACIO NÚÑEZ SOLER (Por TICIO ESCOBAR)

OBRAS DE IGNACIO NÚÑEZ SOLER 

CAPÍTULO IV: LA APERTURA (FRAGMENTO)

LAS TENDENCIAS

 

Si antes de analizar el naif hacemos un alto para evaluar los resultados de los movimientos recién señalados (distintas abstracciones, neofiguración, pop, experimentalismos, etc.) notamos que sólo muy raras veces éstos logran adaptarse con la suficiente fuerza como para llegar a constituir interpretaciones propias y dejar obras de envergadura; en la gran mayoría de los casos, la producción estética de la década conforma un muestrario superficial de repertorios estilísticos variados. La primera abstracción,en cuanto tiene más posibilidades de conectarse con la práctica artística anterior y recoger ciertas experiencias suyas o enfrentar determinados problemas de la misma, llega a producir alguna obra relevante. La action painting y el informalismo tienen muy pocos resultados; llegan y pasan rápidamente y dejan exiguos frutos. Sin una profunda experiencia informalista, la neofiguración -que significa en sentido estricto un momento de transición entre el informalismo y las ulteriores tendencias figurativas- tiene necesariamente otro sentido; de hecho, al ser trasladada a otras técnicas que las pictóricas (grabado, dibujo) ya pierde ese componente de indeterminación "matérica" que está en su origen y se convierte en otra cosa: obligada por la línea o la impresión, condicionada por un temperamento visual temeroso de la indefinición morfológica, la figura determina con nitidez sus contornos y sólo conserva de la neofiguración la deformación expresionista y los contenidos dramáticos o satíricos. Pero es precisamente esa adulteración de la imagen neofigurativa la que abre no pocas posibilidades propias en cuanto supone un esfuerzo para reelaborar ciertos recursos expresivos. Específicamente, esas posibilidades permiten un enriquecimiento del campo semántico de la producción plástica; ya señalamos que ésta logra revelar significados antes escondidos: la crítica social, cierto sentido dramático mejor definido, la sátira y la ironía y algunos componentes fantásticos que se precisarán en la próxima década. Desde el punto de vista sintáctico, el aporte de esta figuración debe ser considerado en función a la problemática con que trabajamos. La figuración de los años '50, consistente en un peculiar expresionismo apañado con refuerzos geometrizantes, encubre aún solapados embriones naturalistas. La abstracción pretende barrer con ellos suprimiendo representaciones y analogías en un procedimiento necesario, pero no siempre efectivo. La figuración de los años '60 se libera en gran parte del tutelaje de forzados andamios formales, pero la deformación expresiva aún no consigue librarse del todo de su dependencia de la representación de base académica. Recién la figuración de la década siguiente llevará hasta el final una crítica de tal representación partiendo del análisis del propio lenguaje.

Desde el punto de vista pragmático, la figuración de la década que estudiamos, como sus diversas manifestaciones en general, abre el camino de una actitud más tolerante del público hacia manifestaciones artísticas en principio rechazadas como extravagantes y perturbadoras. Al desarrollar explícitamente formas agresivas y muchas veces grotescas, imágenes deliberadamente ridículas y casi obscenas, se están enfrentando muchos prejuicios y cuestionando el idealismo de la estética de las “Bellas Artes”. Muchas de las expresiones posteriores encuentran el camino allanado y no necesitan estar justificando constantemente su propio estatuto estético.

 

 

 

Núñez Soler, Ignacio. De la serie Mis Personajes. óleo sobre tela, 2 x 1 m., 1972. CAV/Museo del Barro. Esta serie, que representa a las figuras más admiradas por el pintor, fue realizada a lo largo de 25 años. La galería de personajes reúne a políticos, luchadores sindicales, maestras, pintores, amigos de barrio, pensadores, etc., en una suerte de homenaje que es esencialmente naif en cuanto identifica a las personas con sus retratos (los conserva y se acerca a ellas a través de sus imágenes), pero que tiene, además, cierto inconsciente espíritu del pop art y de los afiches de espectáculo kitsch. Donación de la flia. del artista.

 

 Arriba: Núñez Soler, Ignacio. Asunción en 1906. Óleo sobre cartón, 79 x 31 cm., 1977. Colección particular.

Abajo: Núñez Soler, Ignacio. La última fiesta en el Club Nacional. óleo sobre tabla, 57 x 19 cm., s.f. CAV/Museo del Barro. 

 

 

El arte naif dado en el Paraguay también corresponde a un caso bastante particular; y si para referirnos a las tendencias anteriores tropezábamos con tantas dificultades nominales y debíamos usar conceptos originados en otras circunstancias y ligados a otros sentidos haciéndolo con mucho cuidado y con conciencia de sus limitaciones, para clasificar la obra de ciertos artistas como "ingenuos", "populares", "primitivos" o "naifs" esas precauciones deben extremarse. Es que, aunque las obras de estos artistas coincidan con algunos de los caracteres de los naifs europeos (autodidactismo, relación con la representación popular, nostalgia de la vida sencilla, descripción detallada, singularidad del tema, frescura de los planteamientos, etc.), la naiveté de las mismas nada tiene de reacción contra excesos académicos y sofisticaciones intelectuales ni contra la amenaza de la tecnología -problemas que, profundamente, no afectaban el desarrollo de la práctica artística en el Paraguay-. Lo "ingenuo" correspondía más bien a la expresión de actitudes espontáneas y directas, conectadas con la sencillez de la representación popular, así como con ciertos aspectos lisos y llanos del temperamento local. En puridad, no sólo resulta poco adecuada la aplicación del término "naif" a la obra de ciertos artistas del Paraguay, sino que existen diferencias tan marcadas en el curso de tal obra que aquel término se vuelve doblemente impreciso. De cualquier modo, lo utilizamos, escudados tras estas salvedades y conscientes siempre de sus riesgos, para nombrar un área de producción artística dotada de innegables peculiaridades.

Por último, la inclusión de los naifs en esta década es también, de alguna manera, arbitraria, ya que el desarrollo de sus formas tiene una dinámica que no corresponde estrictamente al tiempo del discurrir estilístico de las otras manifestaciones y una inserción histórica específica. Por eso, analizamos las obras independientemente de que hayan sido producidas exactamente en este período; de hecho, tanto IGNACIO NÚÑEZ SOLER como PEDRO DI LASCIO comienzan a trabajar mucho antes del mismo. El primero expone ya desde la década del '30, pero recién define su estilo con seguridad en la del '50 y desarrolla su mejor obra, tardíamente, a partir de la del '60. Su pintura se constituye en un documento narrativo y minucioso de ese viejo carácter de la ciudad de Asunción de la primera mitad del siglo, irremisiblemente condenado por el desorden de una modernización súbita y refleja. Pero su testimonio está enredado con anécdotas personales y una fresca pero firme convicción revolucionaria y enfocado desde una óptica popular y suburbana, profundamente original, que le lleva a soluciones formales certeras y a una notable soltura expresiva. Estos complejos elementos hacen de la obra de NÚÑEZ SOLER un caso único dentro del panorama de nuestra plástica; sus innumerables cuadros no deben ser considerados sólo por sus -indiscutibles- valores estéticos, sino como un fresco de gran parte de la historia del Paraguay que no ha sido recordada estéticamente, que nunca fue relatada ni pintada. Por eso la anécdota tiene un valor tan importante en esta pintura: ella es el punto de partida de todo un discurso visual capaz de recuperar imágenes a punto de ser olvidadas, de fundamentar nuestro presente en prácticas anteriores, en mitos y símbolos perdidos.

Fuente:

 

UNA INTERPRETACIÓN DE LAS ARTES VISUALES EN EL PARAGUAY 

Autor: TICIO ESCOBAR 

Editorial Servilibro, Asunción - Paraguay. Octubre  2007.

 

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ENLACE RECOMENDADO:

DATOS Y OBRAS DEL MAESTRO LIVIO ABRAMO

 

 

ASSOMBRAMENTO

Dibujo a tinta/ aguada de 20 x 30 cm. * sin fecha

 

 

Fuente:

EL SIGLO DE LIVIO ABRAMO 1903/ 2003 

EXPOSICIÓN RETROSPECTIVA

Colección del

CENTRO DE ARTES VISUALES/ MUSEO DEL BARRO

 

Centro Cultural da Embaixada do Brasil, Junio de 2003

Gabinete Florian Paucke del CAV/ Museo del Barro

Curatoría: OSVALDO SALERNO

Textos: LUIZ AUGUSTO DE CASTRO NEVES,

TICIO ESCOBAR,

LULY CODAS

y MARÍA GLORIA ECHAURI DE MUXFELDT

Fotografía: MARCIAL BARNI.

Diseño gráfico: CELESTE PRIETO

Impresión: ARTE NUEVO S.R.L.

Asunción – Paraguay, junio 2003.

 

 

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