MARCAS CULTURALES PARA LAS MUJERES EN LA SOCIEDAD PARAGUAYA
Por CLYDE SOTO
聽
聽
Ponencia presentada en:
Primer Foro Internacional del Bicentenario
Comisi贸n del Bicentenario
Asunci贸n, 6 y 7 de agosto de 2009
MARCAS CULTURALES PARA LAS MUJERES EN
LA SOCIEDAD PARAGUAYA 1
CLYDE SOTO
Centro de Documentaci贸n y Estudios (CDE)
Asunci贸n, 2009
聽
INTRODUCCI脫N
En esta presentaci贸n quiero referirme a la necesidad que en Paraguay tenemos de decodificar aquellos n煤cleos de identidad basados en la negaci贸n selectiva o en silencios interesados con respecto a nuestra propia historia y que conducen a patrones de exclusi贸n y discriminaci贸n en una sociedad democr谩tica.
Entiendo a la democracia no s贸lo como una construcci贸n pol铆tica, sino sobre todo a un modo de convivencia en las sociedades humanas donde se contemplan y respetan las voluntades mayoritarias y se responde ante las necesidades materiales y simb贸licas de las personas en un marco de igualdad y equidad.
Y es en este punto donde las marcas culturales que nuestra propia historia nos ha dejado deben ser conocidas, reconocidas y elaboradas con un profundo sentido cr铆tico que nos permita revisar el modo en que nos asignamos, y nos asignan, identidades que por mucho tiempo han permanecido est谩ticas e irrebatidas, y que s贸lo cuestionando podemos reconfigurar para construir un Paraguay diferente.
Mi ponencia se llama 鈥渕arcas culturales para las mujeres鈥, porque as铆 la llam茅 hace alg煤n tiempo cuando trabaj茅 el tema, pero hoy sostengo que ellas hacen que mucho de lo que hoy somos como sociedad tenga sentido. Son marcas que parecen recaer de manera particular en las mujeres, pero que son muy propias de lo que hemos construido como cultura paraguaya.
Las sociedades estructuran el lugar de sus integrantes con numerosas marcas que van dejando huellas casi indelebles en el inconsciente colectivo. En Paraguay, las mujeres hemos adquirido un sitio en la tradici贸n, en el sentimiento com煤n de la poblaci贸n y en los sensibleros lugares comunes de los discursos y monumentos oficiales a partir de la centralidad del rol dom茅stico y reproductivo y de una serie de hechos e interpretaciones sobre hitos importantes de nuestra historia. Si bien en todos los casos existen referencias hist贸ricas concretas que sirven de base a estas marcas culturales, tambi茅n es cierto que existe una suerte de simplificaci贸n, un olvido interesado e incluso a veces una tergiversaci贸n de los hechos.
Las consecuencias de ello han sido en Paraguay muy notables, lleg谩ndose a sostener como afirmaci贸n m谩s bien ligera, aunque frecuente, la existencia de una especie de matriarcado en nuestras tierras. Aunque esta idea no resiste siquiera una cr铆tica elemental, ha servido sin embargo para sostener en el imaginario colectivo una especie de discurso esquizofr茅nico, que ubica a las mujeres paraguayas en un supuesto sitio de poder al mismo tiempo que en las leyes, en la pol铆tica y en los espacios donde se maneja el poder real de la sociedad han estado hist贸ricamente marginadas.
驴CU脕LES SON ESTAS MARCAS?
1. UNA FALSA HISTORIA DE AMOR: La dominaci贸n de origen
Si se habla de los or铆genes de la poblaci贸n paraguaya resulta imprescindible la referencia al mestizaje de la poblaci贸n originaria con los conquistadores espa帽oles que llegaron a la regi贸n del R铆o de la Plata con la expedici贸n de Don Pedro de Mendoza en 1536. El mestizaje tuvo como base la uni贸n de la mujer guaran铆 con el hombre espa帽ol, uni贸n que es presentada en la historiograf铆a tradicional como una especie de historia de amor y entrega, s铆mbolo de la colaboraci贸n mutua entre hombres ind铆genas y conquistadores, que pasaban de esta manera a convertirse en tovaya (cu帽ado, en idioma guaran铆). Esta presentaci贸n rom谩ntica de la historia (ampliamente difundida de manera simplista) ha impedido que la poblaci贸n paraguaya conozca y reconozca como ra铆z de su propia existencia los hechos violentos que est谩n en la base del mestizaje paraguayo, realizado a partir de una especie de esclavitud de las mujeres y del exterminio cultural de los pueblos que habitaban entonces las tierras que hoy se conocen como Paraguay.
Los hechos que contradicen a esta falsa historia de amor son:
1.1. LA SACA DE MUJERES
En los primeros contactos entre ind铆genas y espa帽oles efectivamente los primeros hab铆an hecho entrega a los segundos de bastimentos y mujeres. Para la cultura guaran铆 el parentesco pol铆tico o cu帽adazgo establecido de esta manera implicaba relaciones de reciprocidad. Sin embargo, este intercambio inicial devino en una indiscriminada "saca de mujeres" o "rancheadas" por parte de los conquistadores, que se realizaba por m茅todos violentos:
En la "Relaci贸n" que Irala dej贸 en el puerto de Buenos Aires al despoblarlo el 10 de abril de 1541 se dec铆a que los indios carios de Asunci贸n hab铆an dado a los espa帽oles 700 mujeres "para que los sirvan en sus casas y en las rro莽as". Quince a帽os m谩s tarde el cl茅rigo Mart铆n Gonz谩lez hablaba de 40 mil indias en poder de los espa帽oles. Este desmesurado n煤mero ya no correspond铆a a las cesiones voluntarias de los ind铆genas, sino a la apropiaci贸n compulsiva que realizaban los cristianosi.
La cantidad de mujeres al servicio de los espa帽oles (servicio dom茅stico, sexual, reproductivo y productivo, ya que las ind铆genas eran quienes labraban la tierra) caus贸 la preocupaci贸n de algunos cl茅rigos y autoridades, que ped铆an se pusieran l铆mites a esta pr谩ctica, m谩s preocupados por la moral que por la justicia. El Paraguay fue conocido por esta situaci贸n como un "Para铆so de Mahoma"ii. Luego del establecimiento de las encomiendas se intent贸 poner l铆mites a la saca violenta de mujeres, pero esta instituci贸n tambi茅n signific贸 la formalizaci贸n de la relaci贸n de abuso y opresi贸n en que pronto qued贸 convertida la primera relaci贸n m谩s bien amistosa que se dio entre ind铆genas y espa帽oles iii.
1.2. MATRIMONIOS DE CONVENIENCIA
El mestizaje comenzado a trav茅s de la cesi贸n voluntaria inicial y la posterior saca violenta de mujeres ind铆genas tambi茅n suele ser presentado con una pac铆fica evoluci贸n posterior hacia el matrimonio cristiano entre mujeres mestizas y hombres espa帽oles, origen de una poblaci贸n mestiza con identidad propia, que es hoy la poblaci贸n paraguaya. En el origen de esta parte formal del mestizaje hay un matrimonio de conveniencia ideado por el gobernador Domingo Mart铆nez de Irala entre cuatro capitanes que eran sus enemigos pol铆ticos (partidarios de Alvar N煤帽ez Cabeza de Vaca) y cuatro de sus hijas mestizas, a cambio de perdonarles la vida iv. Con ello Irala desactiv贸 uno de los conflictos que amenazaban su dominio sobre las tierras a las que hab铆a llegado. Este hecho suele ser presentado como la genial inspiraci贸n de un conquistador para dar origen a la raza paraguaya. Como ejemplo basta un p谩rrafo de una historiadora:
En el concepto de Irala, si las uniones eran una necesidad biol贸gica, tambi茅n se impon铆an como un acto pol铆tico, y con visi贸n genial decret贸 la uni贸n de dos razas que con el correr de los a帽os convirtieron los grupos gen茅ticos abor铆genes, en una composici贸n dem贸tica v.
Es la continuaci贸n l贸gica de la versi贸n rom谩ntica de la conquista y el mestizaje. Estas primeras uniones formales continuar谩n principalmente entre espa帽oles y mestizas y entre mestizos y mestizas, mientras la poblaci贸n originaria iba siendo reducida o asimilada.
1.3. CA脥DA DEMOGR脕FICA Y DISOLUCI脫N DEL MUNDO IND脥GENA
La g茅nesis de la poblaci贸n paraguaya est谩 indisolublemente unida al decaimiento y disoluci贸n de la poblaci贸n guaran铆 originaria, ya sea por muerte o por asimilaci贸n cultural al nuevo orden de la colonia. Entre otros factores, la apropiaci贸n masiva de la mujer ind铆gena es uno de los elementos centrales de este hecho. Bartomeu Meli脿 nos dice que si bien a efectos censales y estad铆sticos se podr铆a suponer que hubo un verdadero genocidio de los indios guaran铆, en realidad lo que aconteci贸 en Paraguay fue una disoluci贸n de la poblaci贸n guaran铆:
... aun habiendo ocurrido muchas muertes no naturales entre los guaran铆, hay que reconocer que parte de la poblaci贸n ind铆gena dej贸 de serla al migrar social y pol铆ticamente a la categor铆a de espa帽ol, y despu茅s de paraguayo, transformaci贸n para la cual no le era necesario ni mestizarse -aunque muchos lo hicieron-, ni menos cambiar de lengua. La casi totalidad de "espa帽oles" y de paraguayos sigui贸 hablando guaran铆 vi.
Escapa a este trabajo la exposici贸n de las complejas estimaciones demogr谩ficas en las sucesivas etapas de la conquista, la colonia y el periodo independiente, pero lo cierto es que la poblaci贸n ind铆gena que hoy habita el Paraguay no llega al 2% sobre la poblaci贸n total del pa铆s y pertenece a 17 diferentes etnias, agrupadas en cinco familias ling眉铆sticas.
La falsa historia de amor fantaseada para los or铆genes de la poblaci贸n paraguaya es una de las marcas de la ideolog铆a patriarcal y nacionalista en el Paraguay, que prefiere olvidar el sufrimiento de las mujeres y de la poblaci贸n ind铆gena como factor central de su propia existencia.
驴Qu茅 consecuencias tiene en nuestra vida nacional esta 鈥渇alsa historia de amor?
鈥 No nos reconocemos en los vencidos, sino en los vencedores鈥 Lo ind铆gena es visto como un amenazante mundo que podr铆a retrotraernos a una especie de 鈥渆stadio anterior鈥 a lo que consideramos es hoy nuestra vida como naci贸n 鈥渃ivilizada鈥.
鈥 No otorgamos derechos a lo que queda de los pueblos sobre cuya cuasi desaparici贸n nos construimos como naci贸n. El derecho al territorio y a la tierra ind铆gena es visto como una amenaza para las bases sobre las cuales ha sido construido el propio Paraguay.
鈥 Las mujeres siguen siendo vistas para parte importante de la poblaci贸n paraguaya, incluso frecuentemente por s铆 mismas, como las serviha (las que est谩n para servir), posiblemente como herencia de la falsa historia de amor de un mestizaje hecho como parte del proceso de dominaci贸n. Sacarnos de encima esa pesada carga que est谩 en el origen de nuestra nacionalidad no es un desaf铆o f谩cil para las mujeres.
鈥 Un pa铆s donde los hombres se han expropiado su paternidad, quiz谩s como r茅mora de la distancia entre hombres y mujeres protagonistas del ya lejano tiempo del mestizaje.
聽
2. EL DULCE IDIOMA DE LA MADRE: La negaci贸n de la propia identidad
El Paraguay contempor谩neo es considerado un caso muy especial de biling眉ismo, ya que la mayor parte de su poblaci贸n habla el guaran铆, la lengua de una parte de los dominados. Como ya se ha visto, este hecho no tiene como justificaci贸n la pertenencia a la poblaci贸n ind铆gena propiamente dicha (la que culturalmente sigue siendo ind铆gena).
El guaran铆 predominante es un "guaran铆 paraguayo", que evoluciona adem谩s hacia una especie de "tercera lengua" o jopara (que significa mezcla, en guaran铆), con variedades actuales de espa帽ol guaranizado o guaran铆 espa帽olizado, seg煤n la carga de uno u otro idioma.
La mayor parte de la poblaci贸n paraguaya habla el guaran铆, sea como monoling眉es o como biling眉es, siendo una minor铆a absoluta la poblaci贸n monoling眉e en espa帽ol. Existe en Paraguay un debate extenso sobre las caracter铆sticas del biling眉ismo paraguayo, calificado como digl贸sico por las diferencias de poder atribuidas al manejo de las lenguas en cuesti贸n. Obviamente, el poder en este caso radica en la posibilidad de uso del espa帽ol, aun cuando el guaran铆 es hablado tambi茅n por las elites econ贸micas y pol铆ticas del pa铆s.
Las mujeres paraguayas han jugado un rol fundamental en la transmisi贸n de la lengua guaran铆, como base femenina del mestizaje, entre otros factores como la influencia de las reducciones jesu铆ticas y el aislamiento del pa铆s en sucesivas etapas de su devenir.
Nuevamente este papel de las mujeres como transmisoras de la lengua se convierte en una de las marcas culturales utilizada frecuentemente con un sentido acr铆tico y so帽ador. El discurso dominante olvida los enormes dispositivos de poder y represi贸n desplegados en torno al idioma mayoritario.
El idioma guaran铆, s铆mbolo de orgullo y de identidad para paraguayos y paraguayas, el dulce idioma de la madre, ha sido frecuentemente vilipendiado, asociado a la barbarie y al atraso, objeto de innumerables atentados, como prohibiciones de uso tanto en el siglo pasado como en el actual y la alfabetizaci贸n exclusiva en espa帽ol. Las mujeres paraguayas han sido en gran medida responsables de la pervivencia del idioma, no solamente de la transmisi贸n inicial en el contexto del mestizaje, adem谩s de otros varios elementos de la cultura ind铆gena guaran铆tica, en una silenciosa y no planeada resistencia a la cultura dominante vii. El guaran铆 es de ense帽anza obligatoria reci茅n desde la Reforma Educativa establecida en 1993, es considerado como lengua oficial del pa铆s, juntamente con el espa帽ol, a partir de la Constituci贸n de 1992 y muy recientemente fue admitido como lengua oficial del Mercosur. Sin embargo, el monoling眉ismo guaran铆 es todav铆a un factor de discriminaci贸n social y pol铆tico en el Paraguay.
聽
驴QU脡 TENEMOS COMO CONSECUENCIA?
El Paraguay sigue siendo un pa铆s que se niega a su propia lengua. La oficialidad del guaran铆 no le ha hecho entrar de manera decidida en el plano oficial de las comunicaciones, ni de la educaci贸n pese a las reformas impulsadas. Si yo fuera monoling眉e guaran铆, posiblemente no me habr铆an invitado a hablar aqu铆. No se suele prever traducci贸n simult谩nea para los idiomas que deber铆amos manejar en este Foro: parece innecesario, pero s贸lo porque admitimos la exclusi贸n de tal manera que la hemos naturalizado.
聽
3. LA KU脩A GUAPA: Una imagen m铆tica basada en la desgracia
La guerra contra la Triple Alianza (1865-1870) marca otro hito hist贸rico en la configuraci贸n del lugar de las mujeres en el Paraguay: nos deja un pa铆s arrasado, con una escasa poblaci贸n compuesta principalmente por mujeres. La cat谩strofe que en t茅rminos demogr谩ficos signific贸 esta guerra determin贸 nuevamente que las mujeres pasaran a ser el factor fundamental para la reconstrucci贸n y repoblaci贸n del pa铆s. Aunque existen grandes diferencias en las diversas estimaciones de la p茅rdida poblacional, hay coincidencia en que el pa铆s qued贸 no s贸lo arrasado y en ruinas, sino adem谩s con una poblaci贸n compuesta principalmente de mujeres, ni帽os y ni帽as, ancianos y ancianos y escasos hombres adultos, gran parte de ellos lisiados de guerra. Otra guerra, de consecuencias poblacionales menos dram谩ticas, contribuye a mantener por largo tiempo la predominancia femenina de la poblaci贸n paraguaya, la del Chaco contra Bolivia (1932-1935). Esta predominancia femenina se pierde reci茅n en el censo de 1992, cuando los registros indican que la poblaci贸n masculina ha sobrepasado levemente a la femenina.
La guerra grande, como tambi茅n se llama en el Paraguay a la de la Triple Alianza, profundiza las marcas culturales del sufrimiento y la resignaci贸n para la mujer paraguaya, por una parte, y por otra, la magn铆fica en el rol de reconstructora de una naci贸n destrozada.
Nuevamente en ambas im谩genes profundamente entrelazadas se conjugan los lugares de la subordinaci贸n.
聽
Pero olvidamos desmitificar esta historia:
聽
3.1. RESIDENTAS O DESTINADAS
La historia oficial, transmitida en los colegios y repetida hasta el cansancio en Paraguay, exalta la sumisi贸n de la mujer representada por las damas que voluntariamente apoyaron la guerra (olvidando que varias de ellas seguramente habr铆an sido perseguidas de no hacerlo o fueron obligadas a sumarse a la donaci贸n) y por las residentas, mujeres y el resto de la poblaci贸n civil, principalmente ni帽os, ancianos o impedidos, que segu铆an el penoso tramo final del ej茅rcito luego de la evacuaci贸n de las ciudades. Se resalta el sacrificio y la abnegaci贸n de las paraguayas que donaron sus joyas, recordando principalmente a las damas de la sociedad capitalina que iniciaron el gesto viii, a pesar de que en realidad mujeres de los pueblos lo repitieron e incluso, cuando no ten铆an alhajas que entregar, ofrec铆an especies, gallinas, cigarros, alimentos. Otras muchas, sobre todo las humildes, pidieron se les permita empu帽ar las armas. Aunque no se acept贸 enviarlas a la lucha, en las postrimer铆as de la guerra muchas mujeres tambi茅n se vieron en el frente de batalla.
Las residentas han sido el s铆mbolo por excelencia para las mujeres colocadas en un sitial heroico, y se ha guardado un conveniente silencio para las destinadas, mujeres ca铆das en desgracia y enviadas a campos de concentraci贸n, frecuentemente por la enemistad de alg煤n pariente con L贸pez. Se ha hecho creer a la poblaci贸n actual que las residentas prefirieron heroicamente este destino, pero lo cierto es que esas mujeres envueltas en la tragedia no pod铆an optar por una mejor situaci贸n, condenadas al hambre en las poblaciones arrasadas o a ser consideradas traidoras por delitos propios o de sus parientes, o a ser destinadas a sitios donde sufr铆an torturas y muerte. La amnesia fomentada por el relato interesado de los hechos ha logrado idealizar la imagen de las residentas y olvidar a las destinadas, cuyos dram谩ticos testimonios deslucen la acartonada figura del "h茅roe de la nacionalidad" Francisco Solano L贸pez, conductor de la guerra ix. La residenta simboliza la abnegaci贸n de la mujer paraguaya, junto con las siempre reconocidas fortaleza y valent铆a.
聽
3.2. RECONSTRUCTORAS SIN PODER
La mujer paraguaya ocupa en el discurso oficial el lugar de reconstructora de la nacionalidad. La predominancia num茅rica de la poblaci贸n femenina ha fortalecido adem谩s la imagen de para铆so de Mahoma o pa铆s de las mujeres, que Barbara Potthast recupera como t铆tulo de su obra. Las mujeres de la Guerra Grande, sin duda heroicas y sacrificadas, y las sobrevivientes que levantaron al Paraguay de las ruinas con apenas unos pocos ni帽os, viejos y lisiados como poblaci贸n masculina, fueron eternizadas en el rol secundario de entusiastas y sumisas acompa帽antes de los guerreros, y en el de trabajadoras incansables ante la desgracia nacional. Sin embargo, como bien lo indica Potthast, el sitio que se han ganado las paraguayas por su desempe帽o hist贸rico no se tradujo sino hasta mucho despu茅s en cambios en la posici贸n pol铆tica e ideol贸gica de las mujeres:
Si su participaci贸n en la resistencia paraguaya contra los aliados a煤n se honraba y se honra debidamente, no se puede afirmar lo mismo de sus trabajos de reconstrucci贸n del pa铆s despu茅s de la guerra. El reconocimiento de los aportes realizados por las mujeres no trascendi贸 el plano ret贸rico y moral. Y 茅ste tambi茅n se inici贸 a fines de siglo, pero nunca alcanz贸 el mismo nivel de apasionamiento y difusi贸n como las exaltaciones de sus m茅ritos durante los conflictos b茅licos x.
El papel de la mujer en la guerra y posguerra refuerza la imagen de fortaleza de la mujer del Paraguay. La ku帽a guapa (mujer trabajadora), ku帽a val茅 (mujer valerosa), es en realidad la imagen de la mujer que es capaz de salir sola adelante. Esta, que para muchos es la base del supuesto "matriarcado" paraguayo, es en realidad, como lo sostiene Line Bareiro, la expresi贸n m谩s tradicional del patriarcado paraguayo, que
... consiste en considerar como la encarnaci贸n del poder leg铆timo al estamento guerrero de la sociedad, del que las mujeres est谩n excluidas, al tiempo que 茅stas quedan solas a cargo de los hogares. Fuerzas armadas titulares del poder del Estado y madres solas como sost茅n y referentes de las familias trasmitiendo el mismo ideal a sus hijos, resumen los polos m谩s fuertes del patriarcado local, aunque por supuesto un complejo aparato de sacerdotes, docentes, administradores, han sido componentes dominantes de esa forma espec铆fica de autoritarismo xi.
La ku帽a guapa, la residenta abnegada y la trabajadora reconstructora de la naci贸n, constituyen el ideal femenino en el Paraguay. Es un ideal que da responsabilidades pero no da derechos. Raquel Rojas tambi茅n lo dice: "Ku帽a desnuda una idea: ser para el trabajo. Y hombres paraguayos, hasta hoy la reafirman designando a su esposa o compa帽era de vida con la inhumana expresi贸n: che servih谩" (la que me sirve) xii. En todo caso, la contradictoria consideraci贸n de las mujeres en la cultura paraguaya est谩 reflejada en la misma traducci贸n literal que algunas interpretaciones atribuyen al t茅rmino guaran铆 ku帽a, que significar铆a "lengua del diablo", por contraposici贸n al significado del vocablo kuimbae (hombre), que ser铆a "el due帽o de su lengua" 2.
聽
CONSECUENCIAS DE ESTE MITO PATRIARCAL:
鈥 El modelo descrito habitualmente para las sociedades patriarcales, con hombres p煤blicos y proveedores y mujeres dom茅sticas y reproductoras, no es del todo tal en el Paraguay. Los hechos hist贸ricos ya mencionados han influido notoriamente para que en este pa铆s sea muy frecuente la figura de la mujer sola, 煤nica sostenedora del hogar, o al menos proveedora permanente de 茅l ante lo que Bareiro denomina como un sistema de monogamias sucesivas (para las mujeres, obviamente). La alt铆sima frecuencia de concubinatos, de hijos no reconocidos por sus padres, de madres solas, de paternidad irresponsable, de mujeres solas a cargo de sus hogares (21% en zonas urbanas xiii), son indicadores de esta variante del sistema patriarcal.
鈥 No es raro que un pa铆s fundamentado en estas premisas excluya a las mujeres del poder pol铆tico, pues su supervivencia precisa que ellas se dediquen principalmente a sostener los hogares con trabajo tanto productivo como reproductivo. Si se quiere cambiar esto es preciso decodificar la asociaci贸n entre mujer paraguaya y trabajo abnegado sin reconocimiento p煤blico.
聽
RECONSTRUIR EL PARAGUAY SOBRE NUEVAS MARCAS DE IDENTIDAD
Creo que los cambios en el Paraguay en gran medida dependen de la desactivaci贸n de las marcas de sumisi贸n, exclusi贸n y discriminaci贸n que nuestra propia historia como pa铆s nos ha dejado.
Frecuentemente se deja estos temas a las feministas鈥 como si s贸lo se tratara de 鈥減roblemas de las mujeres鈥, ubicando a la llamada 鈥渃uesti贸n de g茅nero鈥 fuera de foco en todo debate sobre nuestros sentidos como pueblo, como naci贸n, como pa铆s.
Enfrentar las marcas de la historia sobre las mujeres, y sobre el mundo ind铆gena, nos permitir谩 enfrentar nuestra larga historia de dolores de otra manera. Pero 茅ste es un sentido com煤n que a煤n precisa ser construido en el Paraguay. No podemos cambiar la historia, pero sobre ella debemos construir nuestro futuro.
聽
NOTAS
聽
1 - Presentaci贸n basada en la ponencia hecha en el Curso de Verano 鈥淢ujeres y Culturas鈥 del Seminario Mujer Latinoamericana - Mujer Andaluza y la Universidad Internacional de Andaluc铆a, Sede Iberoamericana de La R谩bida, en agosto de 1998 y en el art铆culo publicado con el mismo t铆tulo por la Revista Acci贸n, N掳 188, pp. 9-13.
2 - Felizmente, dicha interpretaci贸n tiene refutaciones entre personas con s贸lidos conocimientos de la lengua guaran铆, como el profesor David Galeano Olivera, a quien pude leer al respecto en debates de la lista de correos Guarani 脩e鈥欋航.
聽
i - Florencia Roulet, La resistencia de los guaran铆 del Paraguay a la conquista espa帽ola (1537-1556), Posadas (Argentina): Editorial Universitaria - Universidad Nacional de Misiones, 1993, p. 61.
ii - Potthast - Jutkeit, B谩rbara, "Para铆so de Mahoma" o "Pa铆s de las mujeres"?, Asunci贸n: Instituto Cultural Paraguayo - Alem谩n, 1996, p. 33.
iii - Branislava Susnik, El indio colonial del Paraguay. I: El guaran铆 colonial, Asunci贸n: Museo Etnogr谩fico
Andr茅s Barbero, 1965.
iv - Julio C茅sar Ch谩ves, Descubrimiento y conquista del R铆o de la Plata y el Paraguay, Asunci贸n: Ediciones Nizza, 1968, pp. 218-220.
V - Idalia Flores de Zarza, La mujer paraguaya protagonista de la historia (1537-1879). Tomo I, Asunci贸n, El Lector, 1987, p. 28.
vi - Bartomeu Meli脿, Pueblos ind铆genas en el Paraguay, Asunci贸n: DGEEC, 1997, p. 45.
vii - Alberto Moby Ribeiro Da Silva, A noite das Kygua Vera. A mulher e a reconstru莽ao da identidade nacional paraguaia ap贸s a Guerra da Tr铆plice Alianza (1867-1904), Nit茅roi, 1998 (Tesis presentada al Curso de
Doctorado de la Universidad Federal Fluminense), pp. 174-192.
viii - El 24 de febrero fue fijado como D铆a de la Mujer Paraguaya en memoria de la Asamblea de mujeres que decidi贸 emprender el donativo.
ix - Guido Rodr铆guez Alcal谩, comp. Residentas, destinadas y traidoras, Asunci贸n: Criterio/ RP Ediciones, 1991, 159 p.
x - Op. cit., p. 337.
xi - Line Bareiro, G茅nero y militarismo, Asunci贸n, 1998 (mimeo).
xii - Raquel Rojas, Ku帽a Paraguay. La mujer en la domesticidad rural, Asunci贸n: Centro Paraguayo de Estudios Sociol贸gicos, 1986.
xiii - CEPAL, op. cit., p. 133.
Fuente digital: http://www.cde.org.py
Registro: Julio 2011
ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA
(Hacer click sobre la imagen)
