IDEAS, NO DISCURSOS
Por PEDRO GÓMEZ SILGUEIRA
Esta semana, el intendente de Asunción, Arnaldo Samaniego, estuvo por Curitiba donde se entrevistó con el exprefecto Jaime Lerner, quien tiene el mérito de haber catapultado y transformado a la capital de Paraná en una de las urbes mejor estructuradas, planificadas y organizadas del mundo.
La reunión fue en el Instituto Jaime Lerner, desde donde el exalcalde asesora y apoya a cualquier ciudad para encontrar soluciones eficaces y prácticas para las dificultades del tránsito, la limpieza, los espacios verdes y los servicios.
Lerner visitó nuestro país en varias ocasiones y todos los anteriores exintendentes de Asunción hablaron con él, se maravillaron de sus logros y elaboraron proyectos. Mandaron un montón de funcionarios a capacitarse.
Lastimosamente, hasta ahora ninguno de ellos lo ha emulado, ni ha empleado las ideas de Lerner. Y pareciera tan fácil para una ciudad pequeña como Asunción, donde existen condiciones naturales y recursos. Pero se carece de voluntad política.
Es bueno recordar sus ideas como si fueran lecciones que nuestros políticos en general, no solo munícipes, debieran tener de cabecera como decálogo.
En una de sus primeras visitas en el año 2000, Lerner había dicho: “Los políticos hablan alto y bravo. Y cuanto más ira ponen en un discurso es porque reconocen que no pueden hacer las cosas. Los políticos de hoy están preparados para las denuncias, pero no para las propuestas, y a la hora de gobernar no saben qué hacer”.
Para él ha sido de vital importancia la solidaridad, de la que dice: “no debe ser tomada como un arma de manipulación política, sino como un juego de emulación, un proyecto compartido”.
Otro pensamiento suyo es que “A veces la laboriosa mediocridad vence a la preciosa creatividad”, situación que se debe revertir, aunque la tarea es muy difícil porque el mundo está lleno de “vendedores de complicaciones” cuando se trata de buscar solución a un problema de la ciudad.
Lerner piensa que las barreras políticas siempre están presentes porque “vivimos un problema de comunicación, los políticos tienen serios problemas de comunicación en un mundo donde se complican soluciones sencillas”.
Para reforzar esta idea, había argumentado que la dictadura, quizás, formó en nuestros países una generación de liderazgos políticos más acostumbrados a la denuncia, pero no están preparados para hacer las cosas en el gobierno: “Cuando acabó el régimen y asumieron un cargo relevante, no pudieron hacer nada”.
La gente -afirma- solo quiere que empiecen a hacerse las obras y no quiere saber de estudios ni proyectos. Por ello, lo mejor es empezar a hacer algo sin perder más tiempo, y no hace falta perfección de entrada.
Para Lerner, no todo fue color de rosa. Él también, cuando asumió, había tenido el 90% de su presupuesto destinado a sueldos y solo un 10% para inversiones. “Ese es el presupuesto que yo tenía cuando llegué al gobierno municipal, pero con 10% también se pueden hacer muchas cosas y sobre todo da un margen para ampliar las recaudaciones sin aumentar los impuestos”.
Otra propuesta que hizo fue que “los niños deben empezar a dibujar sus ciudades desde pequeños en las escuelas para que puedan quererlas y sentirse parte, para tomar conciencia y vayan aprendiendo a respetarla”.
Todo esto lo dijo hace 12 años. ¿En algo cambió la realidad? ¿Alguna palabra suya perdió vigencia?
Fuente: ABC Color - Edición Impresa
