SICÓPATAS EN UN REALITY

Por PEDRO GÓMEZ SILGUEIRA

Estos últimos días de plena Cuaresma han sido de locura en todo el país. Mientras en el norte los integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) no dan tregua, una verdadera ola de violencia consternó a la población y la mantuvo en vilo frente a la televisión. Parecían verdaderos realitys llenos de horror. La audiencia podía sentir en vivo todo lo que estaba pasando, especialmente en el caso de la toma de rehenes en Nueva Germania. Una verdadera pesadilla.

El motivo esgrimido por la improvisada banda liderada por “Cobra”, de apenas 17 años, quien hablaba en directo para los noticieros, fue que lo habían hecho “por necesidad”. ¿A quién engañan? Lo hicieron porque quieren ser delincuentes. Con orgullo dictaban “conferencias de prensa” en los noticieros centrales y los cronistas se peleaban por darles el micrófono.

Entre más noticias que nos sacudieron estuvo el asesinato de Nancy Echeverría Chávez, de 30 años, a martillazos, que le propinó en la cabeza Ricardo Gavilán, el “Pelado”, un electricista que mantenía con ella una relación sentimental y que no soportó los celos. Conste que él tenía esposa y dos hijos. Esto sin contar que la víctima también era madre de tres hijos de una relación anterior.

“Aquí entra a tallar la conducta demencial y violenta de un depravado para violentar a una mujer indefensa hasta matarla”, declaró el comisario Alberto Cáceres Santacruz. También habló de la falta de formación educacional y espiritual en los hogares donde se va incubando este tipo de conductas.

Luego apareció el caso de Zeneida Núñez Colher (29), quien terminó en un precipicio en Itacurubí tras cinco horas de agonía. Su esposo Omar Vera fue a parar tras las rejas como principal sospechoso porque un “testigo” de la fiscalía dijo haberle visto orondamente con las ventanillas del auto abiertas tras supuestamente haber arrojado el cadáver.

Podría haber pasado cuanto menos 20 años encerrado en la cárcel de no haber aparecido el autor confeso Hugo Ricardo Campuzano (29). Prácticamente quien comía en la mesa de la familia de la cual se convirtió en verdugo.
Otro titular decía que habían degollado con un machete a un mecánico y su pequeña hija de seis años en su casa en Edelira, con aparentes fines de robo.

Como si todo fuera poco apareció otro marido celoso que encadenaba a su esposa a un trozo de madera antes de ir a trabajar.

Son muchos más los últimos hechos criminales a los que asistimos atónitos y perplejos sin poder hallar explicación. ¿Cómo es posible que haya tantos casos en que la vida entre las parejas valga tan poco? ¿Cuánta otra gente estará durmiendo con el enemigo? Todo, mientras sigue el juicio a Adolfo Trotte por el asesinato de su esposa Sonia Vera.

El comisario Cáceres puso el dedo en la llaga al decir que el Estado “debe reparar el daño ocasionado a los familiares, principalmente a los hijos” de las víctimas, aplicando justicia y un castigo ejemplar para los homicidas.
Esperemos que la justicia pronta y barata no siga poniendo en libertad a sicópatas en las calles. Por lo menos que antes consulten a los médicos para no dar rienda suelta a quienes tienen “patológicamente alterada la conducta social”.

Fuente:  ABC Color (Online)

Sección OPINIÓN

Domingo, 25 de Marzo de 2012