REGALO DE LA NATURALEZA
Por PEDRO GÓMEZ SILGUEIRA
El clima de estos días hizo de Asunción un verdadero paraíso. El regalo de la naturaleza se muestra con toda opulencia con los lapachos floridos que se extienden a lo largo y ancho de la ciudad. Desde sus inicios fue elogiada por propios y extraños. Si tanta maravilla todavía sorprende a los asuncenos, ¡qué menos será para los visitantes!
El bullicio de la naturaleza y el clima en Asunción han sido cantados desde los tiempos remotos de la ciudad.
PLAZA URUGUAYA, “Selva aromada” y colorida.
Un panorama de belleza pura se observa desde el Hotel Sabe./ abc color
Ya lo dijo el sabio Moisés Bertoni hacia 1900: “Dentro de los límites de la posibilidad práctica, el clima del Paraguay realiza las condiciones de un clima ideal” y agrega que: “el clima es la más rara y la más valiosa de las riquezas naturales que el Paraguay ostenta”.
A lo largo del tiempo, poetas, historiadores y literatos se han hecho eco de lo mismo.
En los años 30, Carlos Zubizarreta en sus Acuarelas Paraguayas se explaya que: “Asunción es quizá la ciudad americana que tiene más honda semejanza andaluza. El tipo de sus naturales, su sol brillante, sus flores, su misma música, préstanle donaire andaluz (...)”.
Santarritas descargan todo el color carmín sobre las verjas de este antiguo caserón
en pleno centro de Asunción, en la calle O’Leary./ abc color
“Las casas, humildes de típica contextura, o la pretensiosa edificación de mal gusto, se borran y desaparecen cubiertas por el perenne esplendor de la naturaleza. El terreno ondulado está cubierto por manto vegetal de matices multicolores; y desde cualquiera esquina alta divísase la cinta azul del río, de sutiles aguas transparentes. El guapoy de copa frondosa, la palmera esbelta y los naranjos nevados de azahar, los lapachos de color inverosímil, el samuhú celeste, blanco, morado, derraman sobre los senderos de césped una sombra húmeda y musical que se siente en la carne como una caricia”.
Los visitantes, como el argentino Alberto Gerchunoff, dijeron lo mismo: “La ciudad toda está escondida bajo el manto de su arboleda, en un sopor estival deliciosamente lánguido, velado por la serenidad de una brisa cargada de olor de azahar”.
Las flores de lapachos van cayendo al compás del viento posándose
para alfombrar de rosa las veredas y calzadas a los pasos del viandante./ abc color
Fotos: Jorge Rolón.
Artículo publicado en el diario ABC COLOR
Serie LA ASUNCIÓN ESCONDIDA (XXI)
En fecha Vienres, 24 de Agosto del 2012
Fuente en Internet: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY
