EMBLEMAS DE MI ALMA
Poemario de JOSÉ ANTONIO MONNIN
Poemas escritos entre el 2008-2014
INTRODUCCIÓN
Hablar, cantar, declamar a las raíces de la patria, es algo sumamente hermoso, delicado y maravilloso; por eso. Emblemas de mi alma, te trae los sellos del amor, del respeto y la identidad escrita en la piel, en la carne, y en los huesos de un poeta amante de su cultura, de sus paisajes, de sus canciones, de sus mitos, de sus leyendas, de su idioma guaraní.
Paraguay, con su suelo de oro, con sus noches de platas, de pomberos, y luisón, hacen un amante perfecto del purahei, de héroes azules, de añorados sueños, por los antepasados, por los primeros que han luchado, que han sido expulsados, y que han muerto lejos de su tierra tan querida.
Paraguay suelo codiciado, murmurado, e idolatrado, por muchos; igual que estos emblemas que van tomando vida, formas y versos, para sus días, para sus niños, para sus jóvenes, para sus ancianos, para sus héroes, para sus poetas, para sus escritores, para sus campesinos, para sus indígenas, para sus madres, para sus amantes, y para sus traidores.
Emblemas que han causado un lloro, una alegría, una esperanza para todos los que vendrán, y están.
Emblemas que se hicieron poemas, semillas para dejar el sueño de un poeta, de un paraguayo, el alma de habitar por siempre en ella.
Bajo el tajy,
con un tereré,
cerca del karanday,
detrás del tatakua,
mirando el ñandutí,
y por el viento, viniendo el dulce purahei,
que van llenado los emblemas de mi alma.
“El que niega o vende
a su Nación, es peor
que un escoria”
(José A. Monnin)
MI PARAGUAY FLORIDO
Paraguay…
Tus colores me animan a dar lo mejor
a mi patria tan querida,
no importa lo que digan, tu eres
mi Nación florida, bella y distinguida.
Lejos allá en los confines tu gente
canta, jamás te olvidan.
¡Mi patria tan querida!
Excelso sobre naciones,
hermoso en sus habitaciones.
Paraguay…
Canto de guaranias.
Tu eres suelo guaraní,
suelo que me enamora más de ti,
y tus noches junto a las ranas
hacen nacer el canto a mi bienamada.
Qué bello te ves en el mapa.
Qué inocente son tus gentes.
Sigue cantando, sigue enamorando,
sigue que yo te sigo,
mi Paraguay florido.
PARAGUAY
Paraguay, como te han castigado,
con guerras, y más guerras,
con dictaduras, y democracias.
Nadie entiende tus sufrimientos,
ni siquiera “tus hijos” que están
acostumbrados a vender tu tierra.
¿Dónde está, el respeto a los héroes
que defendieron nuestra tierra, con
sus sangres?
¿Por qué siguen vendiendo sus almas
al diablo, y no al pueblo?.
Paraguay, como te han castigado,
y aun así, no tienes rencor por tus
hijos, ni por tus enemigos.
Eres el sueño guaraní, eterno
pedestal del mundo. En ti, hay los
que muchos no tienen.
¿Será por eso, que todos desean
verte desaparecer?.
Paraguay, te han cerrado las puertas,
pero aun así, todos quieren comer
de tu suelo y beber de tus aguas.
¿Cuántos maestros, han muerto lejos
de ti, deseando con volver a ver tus
veredas, vestidas de lapachos y de
ñandutí?.
Paraguay, no te amedrentas por nada.
Eres el suelo de los mansos y de los
valientes del pasado, y de los que
estamos aquí.
Paraguay, solo te pido un favor, no
permitas que mis huesos, estén lejos
de ti.
¡SUELO GUARANÍ!
Dios bendiga este impetuoso y
glorioso suelo guaraní.
Suelo que fueron codicias y
adulterios por la envidia de
en ella convivir.
Suelo que nuestros próceres
marcaron con sus sangres, y
gimieron a causa del porvenir.
Dios traiga la paz y la justicia
soñada por el ayer, vivida por
el hoy, y marcada para mañana.
Demos gloria y honor a nuestra
bandera que marcan nuestras
alegrías y desplazan nuestros
orgullos.
¡Suelo guaraní!
Contienda sin fin, deseadas
por todos y más por mí.
Deja que mis cantos suenen
en el eco de nuestros héroes.
Deja que mi sangre grite por ti,
y toda mi vida contigo pueda
convivir.
¿QUIÉN ES AQUEL?
A mi Paraguay querido,
le falta un paraguayo florido.
Digno de ser guaraní,
capaz de entender el llanto de un niño,
la desnudez de un anciano,
el hambre del pobre,
la unidad de indígenas.
Sembrar no es cosechar.
Sembrar es dejar la certeza bien puesta
en el pueblo; y que el pueblo pueda
seguir hacía el frente con la raíz bien
profunda.
A mi Paraguay querido,
vestido de lapachos, de mandiocas, y
ponchos, digo: Que necesita el amor
de su gente.
Paraguay, Paraguay, tus héroes cantan.
Dios te enaltece.
Deja que un `paraguayo eficaz y amante
de tu suelo pueda completar el sueño.
¿Quién es aquel,
que no vea color ni religión,
que no busque beneficios corruptos,
que solo entienda la necesidad del pueblo,
que conozca el frío, y el andar descalzo?
¿Quién es el que dice?
Amo a mi Paraguay tan sufrido.
MUJER PARAGUAYA
Mujer paraguaya,
tan bella, tan sincera
en tus que haberes.
Hoy tú te levantas
con fuerzas y vigor,
no mostrando quejas
ni dolor…
Mujer paraguaya,
llena de esplendor.
¿Quién cómo tú?
Que con una sonrisa
en los labios, animas
mi corazón…
Mujer paraguaya,
tal vez con la cara sucia,
con la ropa vieja,
con las zapatillas atadas.
Pero aun así, vives mostrando
certeza a mi vida.
A ti también te digo madre,
que eres mi kuña guapa…
Mi mujer paraguaya.
MI KUÑATAI
Tomando tereré, el horizonte
me hizo ver, el ayer de tus días
felices.
La pantalla remendada, el hilo
sucio cantaba, mi nariz solo
callaba, como mi corazón te
lloraba.
Los viernes en la manzana,
la biblioteca discute: “Todos hablan”
¡Sí! “Todos los libros deseando
ser leídos”.
Aun el peligro en las calles,
hacen que mis versos sean con
detalles…
Mientras el guaraní es cantado
en arpas y guitarras, el pobre
muere de necesidad, igual que yo.
Y aun recuerdo esos versos que
llamaban a mis tontos deseos de
escribirte también en guaraní.
Kuñatai porá, mis poemas
huelen a ti, a tu jardín, a tu esencia
tan dichosa de ser cantada por los
bohemios, por los poetas,
por los que saben de ti.
Mi kuñatai.
MAMÁ
El cielo se plació en darte vida, y
Dios estallo en amor tu corazón…
Desde el primer día estando en tu
imaginación, viste lo grande que sería
al estar contigo en tu habitación,
dando razón al Creador por ver mis
ojos llenándose de tu amor…
Tu sonrisa tan tierna.
Tus enojos tan dulces.
Tu mirada tan eterna,
hacen que mis ojos sigan
llenándose de tu amor…
Eres melodía de mis noches,
aunque mi orgullo hace que no lo
demuestre, mi corazón llora, si
algo te duele, por eso hoy mamá
mi vida se oscurece, si tú no
estas presente.
AO AO
Vives en cada parte de nuestras
vidas, causas terror y alegrías en
los que van pintando cada parte
de ti.
Nadie te mira,
Nadie te pronuncia,
Nadie te molesta,
Vas por sobre todos, y ahí
permaneces.
Cuidas de tu tierra, peleas en ella,
aunque no cargues ningún arma.
¿Quién podrá negar tu existencia?
¿Quién podrá saber más de ti,
cuando vives en los libros de historias
solamente?
Ao ao, qué gritas con dulces aromas
de naranjos y guaraníes; eres el
hermano guardián de mis deberes.
YTAPYTAPUNTA
De niño te conocí, aprendí a estar cerca de ti,
las noches junto al río, detrás de las calles,
apartado de todos, cerca de ti, descubrí las
ganas de vivir.
Ytapytapunta, mi cuna, mi sueño, mi barrio,
añoro de ti, los pasillos, los vecinos, y todo
lo que me hacías vivir.
En ti recuerdo a cada niño, a cada bandido,
a cada pescador, y, a cada soñador.
Ytapytapunta, como te añoro, como te deseo,
tan grande eres para mí, a unos recuerdo muy
especial: A Miringui, a Cupati, a Isabelino, a
Patongo, a Rodolfo, y, a muchos más que
siempre tengo presente.
A mi amigo Bartolo, que juntos vagábamos por
las calles sin importar la hora.
Ytapytapunta querido, a ti declamo hoy estos
versos, estas letras, estos cariños, que aun
estando lejos de ti, te llevo muy dentro de mí.
Ytapytapunta, de niñez, de aprendizajes,
de enamoramiento, de sufrimientos, de peleas,
de escuela, y colegio.
TU OLOR A COCOTERO Y LAPACHO
Es tanto el amor que siento
por mi tierra.
Es tan bello hablar de ella:
De sus calles, de sus mujeres,
de sus flores, de sus cántaros,
y de sus amores.
Tu olor a cocotero y lapacho,
descubrirán que soy un fiel
paraguayo.
Es tanto el amor que siento
por mi tierra.
Es tan grande poder habitar
en ella: En medio de la tierra
roja, de sus noches blancas,
de sus héroes azules.
Y así rugir como León
marcando el territorio en
mi corazón.
Es tanto el amor que siento
por mi tierra.
Es tan sublime mirar a los niños,
a los jóvenes, y ancianos:
Crecer y morir con el dulce guaraní
en los labios.
SUELO DE GLORIAS
Suelo de glorias,
de historias, de jerarquías,
de autenticidad, de envidias.
Suelo que escribe sus propios
poemas, sus propias novelas,
sus propias leyendas.
Suelo enaltecido,
protegido por Dios,
ni aun tus enemigos robaron
la grandeza de ti, ni todos
aquellos que vienen a vivir
aquí, que oprime al campesino,
y expulsa al indígena de su
habitad.
Suelo de culturas,
de letras y polkas, el viento
canta contigo en medio de
cocoteros y lapachos.
Tus ríos cuentan la supremacía
de ti, y las plumas de Dios
cubren tus suelos y ñandutí.
LOS INDÍGENAS DE MI PATRIA
Mira, observa detenidamente,
y te darás cuenta de muchas cosas;
cosas importantes, cosas que te
harán sentir más elegante.
¿Ves, esas sonrisas que tienen ellos?
¿Ves, esos ojos desnutridos?
¿Ves, esos cansancios en sus piernas?
¿Ves, que comen y sueñan, como
todos nosotros?.
¡Claro que lo ves!
Ellos son los verdaderos paraguayos,
dueños de esta tierra,
amantes de su identidad sagrada,
benévolos a sus creencias, a sus
culturas y vivencias.
Ellos fueron los primeros en habitar,
en construir, en amar, en luchar,
en cantar y danzar, en esta tierra
colorada, nombrada guaraní.
¿Por qué rechazas a los indígenas de
sus tierras?
¿Por qué no lo amas?
Entrégales un abrazo, y una confianza,
y verás que no hay otro mejor amigo
que los indígenas de mi patria.
Poemas escritos entre el 2008-2014
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