LA INTEGRACIÓN NACIONAL DEL PARAGUAY 1750-1850.
RICARDO PAVETTI.
BIBLIOTECA DE ESTUDIOS PARAGUAYOS.
Director: JOSÉ ZANARDINI
Volumen 69.
CEADUC - CENTRO DE ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOS
UNIVERSIDAD CATÓLICA "NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN".
Independencia Nacional y Comuneros
Casilla 1718 -Tel/fax: (595-21) 44 10 44
e-mail: ceaduc@uca.edu.py
Colección Bicentenario
a cargo de IGNACIO TELESCA
© RICARDO PAVETTI/ CEADUC
ISBN: 978-99953-76-05-5
Diagramación: ISAAC DURÉ
Edición: IGNACIO TELESCA
Impresión: Editora Litocolor SRL
Asunción – Paraguay 2008 (452 páginas)
Hecho el depósito que prescribe la Ley
Derechos reservados conforme a la Ley
Impreso en el Paraguay en mayo de 2008
Printed in Paraguay
TABLA DE CONTENIDO
LISTA DE ILUSTRACIONES
LISTA DE SIGLAS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
PARTE PRIMERA
BASES TEÓRICAS GENERALES,
CAPÍTULO 1 : PROBLEMAS, DEFINICIONES, PLANTEAMIENTOS METODOLOGÍAS Y TEORÍAS
LA CUESTIÓN NACIONAL
DEFINICIONES CONCEPTUALES Y PLANTEAMIENTOS ASIMILACIÓN
COMUNIDAD
CONFEDERACIÓN
CULTURA
DICTADURA
ESTADO
ESTADO NACIONAL
ETNICIDAD
FEDERACIÓN, FEDERALISMO
IDENTIDAD NACIONAL
IDIOMA
IMAGINARIO
INDEPENDENCIA
INTEGRACIÓN
LIBERTAD
MESTIZAJE
MITO
NACIÓN Y NACIONALIDAD
NACIONALISMO
PATRIA
PATRIOTISMO
SÍMBOLO
PLANTEAMIENTOS
METODOLOGÍAS Y TÉCNICAS
MÉTODOS HISTÓRICOS
CAPÍTULO 2 : APROXIMACIÓN TEÓRICA AL PROBLEMA NACIONAL
ETIMOLOGÍA DE NACIÓN
FORMACIONES HISTÓRICAS QUE PRECEDEN A LA NACIÓN
TRIBUS
LA TRIBU COMO SISTEMA SOCIAL
LA ECONOMÍA TRIBAL
FORMAS TRIBALES
EL TRATAMIENTO ACTUAL DEL CONCEPTO TRIBU
PUEBLOS
LA NACIÓN COMO CATEGORÍA HISTÓRICO-SOCIAL
DEFINICIÓN DE NACIÓN
LA GESTACIÓN DE LAS NACIONES
ANÁLISIS MARXISTA SOBRE LA GESTACIÓN DE LA NACIÓN
ANÁLISIS NO MARXISTA SOBRE LA GESTACIÓN DE LA NACIÓN
LA POSICIÓN DE RENÁN
LA POSICIÓN DE CHABOD
CAPÍTULO 3 : SITUACIÓN ACTUAL SOBRE LA PROBLEMÁTICA DE LA NACIÓN (TENDENCIAS PREDOMINANTES)
CONSIDERACIONES INICIALES
MARCOS KAPLAN (1969)
ANTHONY D. SMITH (1971/2001)
SILVIU BRUCAN (1971)
PIERRE VILAR (1980)
JOSÉ RAMÓN RECALDE (1982)
ERNST GÉLLNER (1983)
BENEDICT ANDERSON (1983)
OSCAR TERÁN (1983)
LEOPOLDO MÁRMORA (1986)
CARLOS ESCUDÉ (1987)
ERIC HOBSBAWM (1990)
WILLIAM PFAFF (1993)
GIL DELANNOI Y PIERRE-ANDRÉ TAGUIEFF (1993)
BOGDAN DENICTCH (1994)
ROBERTO BLANCARTE (1994)
DAVID MILLER (1995)
JOSÉ BENEDITO Y MARÍA LUZ ROMÁN (1995)
JÜRGEN HABERMAS (1995)
MONTSERRAT GUIBERNAU (1996)
GOPAL BALAKRISHNAN (1996)
ROY MACRIDIS Y MARKL. HULLIUNG (1996)
KAREN SANDERS (1997)
MICHAEL LÖWY (1997)
OSCAR OSZLACK (1997)
CARLOS FLORIA (1998)
JOHN A. HALL (1998)
HILDA SÁBATO (1999)
JUAN PABLO FUSI (2006)
ÁLVARO FERNÁNDEZ BRAVO (2000)
JOSÉ VALENZUELA ARCE (200)
LUCÍA LIPPI OLIVEIRA (2000)
GIOVANNI SARTORI (2001)
ANTONIO ANNINO Y FRANÇOIS XAVIER GUERRA (2001)
ELÍAS PALTI (2001/2003)
JOSÉ CARLOS CHIARAMONTE (2004)
FRANCISCO COLOM GONZÁLEZ (2005)
BARTOMEU MELIÁ (1990) PARAGUAY
ENRIQUE IBARRA (1992) PARAGUAY
CONCLUSIONES PARCIALES
PARTE SEGUNDA
FORMACIÓN HISTÓRICA DE LA NACIÓN PARAGUAYA
CAPÍTULO 4 : EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA NACIÓN PARAGUAYA
PERÍODO DE CONQUISTA (1536-1600)
EL PRIMER MESTIZAJE
EL PARAGUAY DE LOS ENCOMENDEROS
PERÍODO COLONIAL (1601-1800)
LA CONFRONTACIÓN ENCOMENDERO -JESUÍTICA
EL "SEGUNDO MESTIZAJE" O MESTIZAMIENTO MIXTO
LOS AÑOS FINALES DEL SISTEMA COLONIAL: MOVILIDAD Y PROSPERIDAD
CAPÍTULO 5 : LA NACIÓN PARAGUAYA EN SU LUCHA POR LA INDEPENDENCIA
MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS EN EL ESTUARIO Y EN EL INTERIOR DEL VIRREINATO
LA FORMACIÓN DE UN PARTIDO JACOBINO EN PARAGUAY
LA SENDA DE LA FUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA Y EL MODELO EDUCATIVO
CAPÍTULO 6 : CONSOLIDACIÓN DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL
LA DICTADURA DEMOCRÁTICA, EL EJÉRCITO NACIONAL Y LA INDIVIDUACIÓN DE LOS INDIOS
LA POLÍTICA CON LOS ABORÍGENES
EL APOYO DE LOS NATURALES
PROBLEMAS EN LA FRONTERA NORTE
"EL INDIO COMO EJEMPLO"
LA ESCUELA DE APRENDICES DE MÚSICA MILITAR
LOS NATURALES MÚSICOS
LA COMPAÑÍA DE ARTILLEROS NATURALES
LOS ABORÍGENES EN LAS MAESTRANZAS Y TALLERES
EL CONTROL FLUVIAL
LA POLÍTICA CON LAS MINORÍAS
LOS PARDOS
CORRENTINOS Y OTROS REFUGIADOS
ABORÍGENES Y PARDOS ANTE LA JUSTICIA
CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA DICTADURA FRANCISTA
CAPÍTULO 7 : LOS ABORÍGENES LLEGAN A SER CIUDADANOS
LA CONTINUACIÓN DE LA POLÍTICA FRANCISTA BAJO OTRAS CONDICIONES
D. CARLOS ANTONIO LÓPEZ, PRESIDENTE
ACERCA DE LOS SÍMBOLOS PATRIOS
PATRIOTISMO Y RELIGIÓN
HACIA LA FORMACIÓN DE UNA INCIPIENTE OPINIÓN PÚBLICA
EL EJÉRCITO NACIONAL Y SU TRATAMIENTO EN LA PRENSA
LAS GUARDIAS NACIONALES
LAS GUARDIAS AUXILIARES
LA CIUDADANÍA PARA LOS EXTRANJEROS
EL DECRETO DEL 7 DE OCTUBRE DE 1848
CONSIDERACIONES SOBRE EL SISTEMA EDUCATIVO
LA POLICÍA
CONCLUSIONES PARCIALES
PARTE TERCERA
OTROS MODELOS DE INTEGRACIÓN NACIONAL
ESBOZOS DE SÍNTESIS Y COMPARACIÓN DE MODELOS DE INTEGRACIÓN NACIONAL
CAPÍTULO 8 : EL EJEMPLO DE ARGENTINA
EL PERÍODO 1810-1829
EL PERÍODO 1829-1852
EL PERÍODO 1852-1890
CAPÍTULO 9 : EL EJEMPLO DE BRASIL
DE LA SUBORDINACIÓN COLONIAL A LA INDEPENDENCIA.
DEL VIRREINATO AL IMPERIO (1808-1821)
EL IMPERIO (1822-1831)
DEL IMPERIO A LA REPÚBLICA: APOGEO Y DECADENCIA (1840-1889)
EL FINAL DEL IMPERIO Y EL ADVENIMIENTO DE LA REPÚBLICA
CAPÍTULO 10 : EL EJEMPLO DE URUGUAY
LA CUESTIÓN DE LA BANDA ORIENTAL. ORÍGENES DEL URUGUAY: AUTONOMÍA O INDEPENDENCIA
HACIA LA ORGANIZACIÓN DE UNA REPÚBLICA (1830-1865)
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD NACIONAL
CONCLUSIONES PARCIALES
PARTE CUARTA- CONCLUSIONES FINALES
CONCLUSIONES DEFINITIVAS
REFLEXIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN
APLICACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LA NACIÓN PARAGUAYA
GLOSARIO
PARTE QUINTA - SOPORTE DOCUMENTAL Y BIBLIOGRÁFICO
FONDOS DOCUMENTALES
REFERIDOS
CONSULTADOS
BIBLIOGRAFÍA
REFERIDA
CONSULTADA
PUBLICACIONES
PERIÓDICOS
ARCHIVOS ELECTRÓNICOS
ENTREVISTAS NO ESTRUCTURADAS
ANEXOS
1. DISCURSO DEL 17 DE JUNIO DE 1811
2. NOTA DEL 20 DE JULIO DE 1811
ILUSTRACIONES
PRÓLOGO
El libro LA INTEGRACIÓN NACIONAL DEL PARAGUAY (1780-1850) es la adecuación de la tesis doctoral del autor a los efectos de su edición y publicación. La disertación escrita por RICARDO PAVETTI, es un jalón primordial en su línea de investigación sobre el tema nación y la cuestión nacional en Paraguay.
En el decurso del corriente año se cumplen cien años de la aparición del trabajo de MANUEL DOMÍNGUEZ, LA NACIÓN, artículo publicado en la célebre Revista del Instituto Paraguayo. El gran intelectual, siguiendo las sendas de Renán, adentra el tema nación entre los intelectuales de los albores del siglo veinte. Como historiador ensayista Domínguez inicia la preocupación por el tema, que es seguida por J. Natalicio González y concluida por Osvaldo Chaves, desde posiciones filosóficas de su ideal político. Un tratamiento especial merece la aportación científica de BRANISLAVA SUSNIK, que alude al tema de la conformación de una nación étnica paraguaya.
Sin desconocer las contribuciones de ANSELMO JOVER PERALTA en la divulgación de las ideas sobre la cuestión nacional, desde posiciones materialistas, es OSCAR CREYDT quien realiza la más significativa obra intelectual sobre la nación paraguaya, desde el marxismo. Su trabajo FORMACIÓN HISTÓRICA DE LA NACIÓN PARAGUAYA, aparecido en 1963, marca un verdadero hito en la producción de los intelectuales marxistas paraguayos. Esta obra, casi única, concebida y escrita bajo las duras condiciones de clandestinidad y persecución, presenta innegables méritos, que RICARDO PAVETTI ha sabido valorar con un respeto intelectual que, casi, bordea la veneración.
Toda la Primera Parte del libro expresa el afán del autor - en verdad el objetivo fundamental de la investigación- de establecer una base teórico-metodológica sobre la cuestión nacional, para presentar ante la comunidad científica paraguaya, en el área de las ciencias sociales, la reflexión sobre el problema de la nación, como categoría histórico social.
Las demás Partes de la obra, en especial la Segunda y la Tercera, establecen con las especificidades de "Renovar la discusión teórica sobre el problema de la formación de la nación paraguaya"; "Relacionar el proceso histórico de la formación nacional del Paraguay con el de los demás pueblos del Río de la Plata" y "Contribuir con una explicación provisoria la cuestión de la persistencia de la nación paraguaya, a pesar de la hecatombe de 1870".
Una de las contribuciones del libro a la práctica historiográfica nacional es el empleo de la llamada matriz disciplinar de Rüsen, que tiene el rango de paradigma. No debe olvidarse que para Rüsen, la idea de paradigma es un elemento representativo de la racionalización.
Con este instrumento el autor intenta representar el período que se propuso estudiar. La presentación de este paradigma o matriz disciplinar de Jörn Rüsen ante la comunidad científica americana fue hecha por el doctor Estevão de Rezende Martins, de la Universidad de Brasilia, a cuyo cargo corre la traducción de la producción teórica del historiador alemán.
Del mismo Rüsen, Pavetti toma el denominado paradigma narrativista, que "es un paradigma de constitución narrativa de sentido histórico, que tiene en cuenta los factores mentales determinantes de la narrativa histórica y su contexto sistemático", según declara el autor en el Capítulo 1, PLANTEAMIENTOS.
La Maestría en Letras que tiene el autor le permitió abordar, en el Capítulo 5, el estudio del discurso que pronunciara el doctor Francia durante la inauguración del Congreso del 17 de junio de 1811. La inclusión de este breve estudio sobre dicho discurso meduloso constituye, por sí mismo, un reconocimiento a la figura histórica del fundador de la República. Si bien el análisis no es exhaustivo, pues encara el examen de varios núcleos del mismo, es una aproximación seria a la retórica política paraguaya del proceso de la Revolución de la Independencia.
Otra cualidad original del libro de Pavetti, puede encontrarse en el Capítulo 7, en el subtítulo PATRIOTISMO Y RELIGIÓN. En la interpretación que efectúa sobre ciertos pasajes de las pinturas de la bóveda del templo de la Santísima Trinidad, el autor cree encontrar en las imágenes, enhebrados, un discurso patriótico a uno religioso. Saludamos con entusiasmo el esfuerzo intelectual de Pavetti, cuya obra está llamada a constituirse en un punto de partida para nuevas investigaciones acerca de nuestra rica historia.
ADELINA PUSINERI
INTRODUCCIÓN
El enmarque temporal que sirve de aclaración al título de esta investigación, refuerza la determinación interpretativa del autor, que trata de correlacionar el tránsito de la dominación colonial a la dominación nacional (v. OSZLAK, 2004). La fase preparatoria de las revoluciones de independencia en América Central y en América Meridional tuvo lugar a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Esta fase se realizó, según Manfred Kossok (1983 a: 13), "tanto en el aspecto económico-social como en el espiritual con el comienzo de la liberación de los elementos capitalistas burgueses".
De diferentes lugares llegaban estímulos para el ablandamiento y cambio de estructuras del feudalismo colonial. De España y Portugal, llegaba la influencia de la reforma política del Despotismo ilustrado, con la cual fueron derribadas las formas caducas de administración y economía para elevarla capacidad productiva de la Colonia y con ello su grado de explotación (Ídem, Ibídem).
La coincidencia de intereses estatales y fiscales, de una parte, y burgueses capitalistas, de otra, impulsaron la aspiración de desterrar la situación general de crisis de la política interna y externa del viejo régimen. Todo capitalismo, aun el más incipiente, se apoya en las fuerzas de producción nuevas y efectúa una revolución radical, de carácter específico en dos sentidos. Primeramente, aparece la división de la sociedad en clases, por emplear una expresión, de "forma pura". En el Paraguay, de finales del siglo XVIII se nota en la amplitud de las capas intermedias del campo, de la que se constituyó esa "especie de tercer estado" que luego sería la base social de la constitución de la burguesía nacional. Esta división en la sociedad tiene su fundamento económico, que se expresa con mucha nitidez: la riqueza domina directa y francamente. En segundo término, y esto es muy importante, como regularidad histórica. La formación de los vínculos burgueses coincide en simultaneidad a la formación de los vínculos nacionales; en otras palabras, un proceso de formación de una comunidad histórica de seres humanos, más amplia que las precedentes: la nación (v. KELLE/KOVALZÓN, 1985:156-157).
La sociedad paraguaya del tiempo del Estado nacional independiente paraguayo, se encaminaba hacia la concreción de una sociedad decente (MARGALIT, 1997) o, al menos, trataba de serlo esforzándose seriamente y organizó un Estado decente (RAWLS, 2001). Una sociedad no se presenta ante el pensamiento teórico en todas sus formas sino tan solo en las formas históricamente concretas de su existencia.
Discutir con la vista puesta en los acontecimientos del pasado de la historia de la nación paraguaya ha sido una de las motivaciones fundamentales para la elaboración de esta disertación. Una historia concreta, como la de la nación paraguaya y su integración a la misma de diferentes grupos sociales, no es solamente multiforme sino que además es sumamente individualizada. Para Kelle y Kovalzón (1985), "La historia real de diferentes países, pueblos o estados, tomados aisladamente, es única". La historia de una sociedad involucra a incontables seres humanos que viven y actúan y la suma de esos actos individuales va formando la historia de esa sociedad. El nacimiento y la muerte renuevan constantemente el mundo humano, en el cual todo cambia incesantemente. Así las cosas, parece que no existe posibilidad alguna de contener este devenir y, menos aún, orientarse en él. El continuo movimiento de la historia plantea ante el investigador no sólo el problema de descubrir estados históricos relativamente fijos y elaborar criterios para su segregación, "sino también el problema de esclarecer la ligazón y sucesión de estados aislados en la evolución histórica" (KELLE/ KOVALZÓN, 1985: 5). La historia, como proceso, se distingue por su universalidad, incluso cuando la interacción entre las regiones no sea observada sobre la superficie.
La nación paraguaya fue tachada poco menos que de ser una forma abortiva del género humano por próceres que llevan - todavía - la aureola de educadores. Gente ésta que concebía la evolución y el progreso de forma lineal y no divergente. El P. Pierre Teilhard de Chardin S.J., con su aguda conciencia histórica, sostenía que "La percepción de los orígenes de cualquier cosa se halla automáticamente suprimida a nuestros ojos por la interposición de una masa suficiente de pasado" (cit. ARSUAGA/ MARTÍNEZ, 2003: 3 5).
A la finalización de la genocida guerra librada contra el Paraguay entre 1864-1870, se intentó, por todos los medios posibles, instalar en el país un estado de ánimo antinacional. "Las naciones siempre se definen en función de una comunidad y de la lealtad del individuo a la comunidad" (MACRIDIS/HULLIUNG, 1998: 233 ). (Subrayado en el texto. Negrillas adicionadas sobre lo subrayado por Macridis/Hulliung.) "La autodeterminación es la exigencia que plantea una nacionalidad de convertirse en un Estado" (Ibídem: 237).
La presente investigación se inició, sistemáticamente, en marzo de 1983 al procederse a la búsqueda de material bibliográfico, en Curitiba y São Paulo. Por entonces este tipo de literatura sobre la cuestión nacional era casi inexistente en las librerías y en las bibliotecas disponibles en Asunción. Como puede constatarse, esto se realizó mucho antes de que el autor pudiera culminar la licenciatura en historia. Desde entonces se procedió a la revisión de una cuantiosa bibliografía histórica acerca de la nación. Uno de los desafíos principales consistió en lograr abordar de un modo acertado este problema, sin perderse en el fárrago de nimiedades o entre la enorme diversidad de conceptos en lucha o simplemente contrapuestos, que sobre esta categoría histórica existe. El aspecto más importante para afrontar esta cuestión -la cuestión nacional- desde el punto de vista científico, fue no olvidar la concatenación histórica fundamental y analizar esta cuestión desde el punto de vista de cómo el fenómeno dado (la nación paraguaya) ha surgido en la historia, cuáles son las fases principales por las que ha pasado en el proceso de su desarrollo y partiendo de este punto de su desarrollo, en qué se ha convertido.
En cuanto a la redacción, dada la complejidad del tratamiento del tema se ha procedido a asentar las referencias que dan coherencia y sentido a la escritura, dentro del mismo texto, según el proceder: Autor, datación: página(s) (cfr. MIRANDA, 2005: 116). Las notas aclaratorias, ampliatorias o de contrastación fueron asentadas a pie de página. Se debió considerar la naturaleza del discurso histórico "[ ...] discurso ubicado entre la historiografía y la competencia narrativa" (ZÁRATE, 2006: 145). Dada la naturaleza del conocimiento histórico, el investigador al escribir debe muñirse de la convicción de que la estructura de la temporalidad no es fácilmente aprehensible de manera directa, sino y solamente en modo mediatizado, a través de formas en las que la temporalidad se hace patente en el lenguaje (v. Ibídem: 147). Las operaciones de interpretación (hermenéutica), inevitablemente, recurren al análisis lingüístico por lo general una vía larga- lo que hace (de hecho) que la hermenéutica sea una especie de filosofía del rodeo, que posibilita al historiador la obtención de resultados óptimos. En la actualidad el verdadero problema de la escritura de la historia radica en cómo el historiador procede a comunicar, por medio de enunciados, algo relativo al pasado. Ya no pasa por la consideración de cómo el sujeto-historiador llega a conocer un objeto (las acciones humanas del pasado); siendo ese algo que el historiador comunica a la comunidad científica -y a los demás, en general-, resulta ser siempre el accionar humano en la historia (v. Ibídem: 151).
Ha sido considerada la gran significación metodológica del principio dialéctico de la concordancia de lo lógico y lo histórico. La disposición y el orden de los conceptos, leyes y categorías tienen un riguroso fundamento objetivo. Este fundamento lo proporciona el aludido principio dialéctico de la concordancia de lo lógico con lo histórico, según el cual el desarrollo histórico de la realidad se refleja en el desenvolvimiento lógico de los conceptos. Las llamadas ciencias sociales, entre ellas la historia, deben ocupar-por causas claramente comprensibles - los estratos superiores del conocimiento científico, debido a que la sociedad y la forma específica del movimiento de la vida social han surgido históricamente mucho más tarde que otras formas.
Esta disertación pretende historiar la cuestión nacional en el Paraguay, para ello intenta abordarla a partir del análisis de los conceptos que resumen o condensan la idea de nación y representar los procesos que la llevaron a su maduración, como categoría histórica, y explicar el proceso de integración a la misma de los pueblos y grupos alógenos que habitaban el Paraguay, en el período delimitado en el título de la investigación.
En la Parte primera, se ha procurado sentar las bases teóricas fundamentales que permitieron al autor de la disertación el ulterior desarrollo de la misma. En el Capítulo 1 se encaran los problemas, definiciones conceptuales y planteamientos realizados. Al igual que las otras disciplinas, el método científico en historia se fundamenta en seguir ciertos procedimientos para el planteo de problemas y proceder a las verificaciones propuestas. En historia, las hipótesis son utilizadas de manera un tanto distinta a las de las "ciencias duras", como las naturales. En la historiografía se las emplea en niveles más numerosos (v. CARDOSO, 2000: 152-153). (3) En este capítulo se explicitan los métodos, se enuncian las teorías y se aclara el enfoque dado a la investigación. En el Capítulo 2 se efectúa una aproximación teórica al problema nacional. En el Capítulo 3, se procura dar una visión mapeada acerca de la situación actual sobre la problemática nacional e indicar algunas de las tendencias predominantes. Se da finalización a esta parte de la investigación, con unas conclusiones parciales.
En la Parte segunda, se encara la cuestión global de la formación histórica de la nación paraguaya. En el Capítulo 4, se dan indicaciones sobre el proceso de formación de la nación, en los períodos correspondientes a la conquista y a la colonia. El primer mestizaje, la confrontación encomendera-jesuítica -que refleja el grado de descomposición de la estructura del imperio colonial español, es decir la descomposición definitiva de las rémoras feudales-, el "segundo mestizaje" y los años finales del siglo XVIII. En el Capítulo 5, se considera la lucha de la nación paraguaya por su autonomía e independencia. El Capítulo 6, trata del período de consolidación de la independencia nacional, correspondiente a los tiempos de la dictadura francista. Trata de la específica integración, inserción y asimilación de aborígenes, pardos y grupos extranjeros al núcleo nacional. El Capítulo 7, está centrado en el período de la lucha por el reconocimiento de la independencia paraguaya, tarea fundamental del gobierno de D. Carlos A. López. Lo más destacado de este capítulo es la significativa importancia política y social del Decreto del 7 de octubre de 1848, mediante el cual se liquida el régimen de comunidades de pueblos indígenas, pasando éstos a la condición de ciudadanos. Las conclusiones parciales, cierran esta parte de la investigación.
En la Parte tercera, se establece la comparación con otros procesos de integración nacional, tomando como modelos a la Argentina, al Brasil y al Uruguay. Al efecto, se ha procedido a unos esbozos de síntesis, de cada ejemplo. Las correspondientes conclusiones parciales, dan finalización a esta parte.
En la Parte cuarta están contenidas las conclusiones definitivas, unas reflexiones sobre la investigación, fueron indicadas algunas aplicaciones y características de la nación paraguaya. La misma finaliza con la inclusión de un glosario.
La Parte quinta corresponde al soporte erudito: fondos documentales, bibliografía, anexos e ilustraciones y otros componentes complementarios de la investigación.
3.- En Ilustración 1, se reproduce el esquema de Topolski sobre los niveles del planteamiento de hipótesis en el método histórico.
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CONCLUSIONES DEFINITIVAS
1. La cuestión nacional, dista de alcanzar un consenso mínimo, dentro de la comunidad científica. La multiplicidad de los puntos de partida para su análisis, está reflejada en la primera parte de la presente disertación y se encuentra lejos de ser exhaustiva. El mismo paradigma del cual partió el autor de la presente disertación, el marxista, no presenta una unicidad. El autor se decidió, pues entonces, por la "línea" interpretativa más coherente (por su carácter histórico y por su fuerza argumentativa) y porque encontró su aplicación en una gran revolución en la que, por primera vez en la historia, los trabajadores tomaron el poder y -para agregar más complejidad- lo hicieron en un Estado multinacional como era la Rusia zarista. En el plano nacional la obra Formación histórica de la nación paraguaya, del doctor Oscar Creydt, que la escribiera en las condiciones de una muy dura clandestinidad y fuera dada a conocer en 1962, constituye hasta el presente el único abordaje marxista de la cuestión nacional en el Paraguay. Ir desbrozando la senda teórica, con las solas herramientas que suministraba esa línea de pesquisa, hubiese sido notoriamente insuficiente. Debido a ello se debió recurrir a otros teóricos del mismo paradigma, como Gramsci -por dar el ejemplo más significativo- y aceptar los importantes aportes de autores que abordaron el tema nacional desde otros paradigmas, tal como aparecen enhebrados en el largo CAPÍTULO 3. Estas aportaciones, de la extensa lista de autores, han ejercido sobre el paradigma marxista una influencia por aspersión. Este efecto aspersor crea las condiciones para encarar nuevas investigaciones, para así alcanzar nuevas síntesis teóricas. En el plano de la historiografía paraguaya, es altamente necesario y posible que los jóvenes historiadores (cualquiera sea la ideología que puedan abrigar) deban encarar relecturas de la vasta obra publicística de J. Natalicio González, las meditaciones de Osvaldo Chaves, las lecciones que dejara Anselmo Jover Peralta y las del mismo Creydt, de tal modo a encarar nuevas líneas de pesquisa, para tratar de restaurar en algo el paisaje histórico de la nación paraguaya. Se hace necesario dirigir nuevas miradas sobre la amplia obra dispersa de incontables investigadores -paraguayos y extranjeros- que fueron dadas a conocer en forma de artículos, como folletos o libros.
El caso paraguayo no escapa a la regla general del proceso de integración nacional. Básicamente comenzó dándose a partir de la identificación y de la participación. Toda nación es creada como autoconciencia de identidad y como sociedad de participación popular. En el ejemplo paraguayo de construcción nacional, la construcción nacional ha precedido a la organización de su Estado nacional.
La transformación económica y la coyuntura internacional favorable propiciaron la transformación política. La nueva realidad política, precipitó la fundación de la República y el establecimiento del sistema de gobierno, primero el Consulado, la Dictadura, seguidamente. Bajo la dictadura, como forma de Estado, se aceleró el proceso de integración de los pueblos y grupos alógenos. Esta integración se efectuó a través de la creación de un ejército nacional, cuya composición social variada fue incrementándose, admitiendo en sus filas a los aborígenes guaraníes y a los pardos, los payaguaes colaboraron estrechamente -sobre todo durante la dictadura- como patrulleros y vigilantes fluviales.
2. Evidentemente, el medio geográfico y la población fueron las condiciones naturales-materiales imprescindibles para el desarrollo de la sociedad paraguaya. Estas condiciones influyeron sobre el desarrollo histórico del Paraguay y su ritmo; sobre la división del trabajo y la fuerza productiva de la población. El carácter de esta influencia dependió del nivel de desarrollo social del país, por lo demás, muy atrasado. A su vez la sociedad paraguaya ejerció una influencia inversa sobre la naturaleza, al transformarla. Esta transformación ha tenido resultados positivos y negativos. Los resultados positivos se dieron con la introducción de nuevas especies vegetales y animales, así como el empleo de nuevas tecnologías para proceder a la explotación. Los resultados con influencia negativa en la naturaleza, están ligados a los antagonismos sociales. En toda sociedad antagónica se engendra una actitud depredadora hacia la naturaleza, sin olvidar los efectos de ciertas tecnologías. Debe tenerse en cuenta que las condiciones geográficas y demográficas no determinaron el desarrollo de la sociedad paraguaya.
Es muy conocida la enorme importancia que la cuestión idiomática tuvo y tiene en el Paraguay en el proceso de formación de la nación y de la integración a ella de los pueblos y grupos alógenos. El guaraní permaneció como instrumento de comunicación doméstico y era hablado por todos. De hecho, el guaraní funcionó como lengua general y el español como idioma para los fines burocráticos y de uso diplomático. Ambos idiomas hicieron su contribución tendencia) para la integración nacional del Paraguay.
Todo esto se realizó en el marco de la instalación de un sistema educativo, que buscó una suerte de estandarización de la educación. Durante la dictadura prevaleció un sistema descentralizado, en tiempos de la administración de Carlos Antonio López, el sistema se torna centralizado.
Los liderazgos, en el proceso de integración nacional, pueden ser encuadrados en los siguientes tipos:
El doctor Francia presenta un nítido perfil de líder intelectual. Su mensaje está concebido para un largo plazo, presenta características estratégicas; apunta a una toma de conciencia esencial. Sus importantes contribuciones teóricas y la capacidad de hacer aplicar y vehiculizar las ideas más avanzadas de su tiempo, en el proceso fundante de Estado nacional, marcaron el rumbo definitivo que tomó la nación paraguaya toda. Su firmeza y lealtad a los principios que sustentaba y su gran habilidad -y flexibilidad- táctica, le posibilitaron recorrer uno de los caminos más originales de la historia
El liderazgo de Carlos Antonio López presenta características del dirigente del tipo intelectual combinadas con las del tipo político estricto. La dirección política de D. Carlos enlaza lo estratégico con lo coyuntural y el rápido movimiento de los acontecimientos. La disponibilidad de recursos técnicos (imprenta) le posibilita iniciar un proceso de formación de opinión pública, a través de un órgano periodístico. Como gran pragmático que era, supo enhebrar el patriotismo y la religión (las dos fuerzas movilizadoras más poderosas que se conocen) para completar el trabajo de la integración nacional para, así, poder encarar la institucionalización del largo proceso de la Revolución que llevó a la independencia del Paraguay.
Desde una concepción etapista de la Revolución se afirma que ésta cumple, necesariamente, cuatro etapas: a) adoctrinamiento; b) toma del poder; c) consolidación; d) institucionalización. En la primera, la del adoctrinamiento, se procede a la articulación y divulgación de las ideas; en la segunda se procede al desplazamiento del grupo dirigente tradicional, por lo general en esta fase el empleo de la fuerza (hacer política implica acumulación de fuerzas) es inevitable; la tercera etapa es la más difícil, pues implica la permanencia en el poder de las fuerzas interesadas en el mantenimiento de cierta forma de Estado o de gobierno; en la última se procede al cierre del proceso revolucionario, fortaleciendo las instituciones. El doctor Francia participó activamente en las tres primeras. Don Carlos tuvo su protagonismo en la fase final de la tercera etapa e inició el proceso de institucionalización del país. La experiencia histórica de la nación paraguaya, voluntad destructiva mediante, fue interrumpida trágicamente en Cerro Corá.
3. La posición del teórico liberal del derecho, John Rawls, respecto de la confederación ("confederaciones amplias"), ayuda a discernir la propuesta confederal realizada por el doctor Francia y deliberadamente desatendida por Buenos Aires. "Uso este adjetivo para subrayar que las confederaciones son mucho menos restrictivas que las federaciones y no implican los poderes de los regímenes federales" (RAWLS, 2001: 54, n. 11). El autor de esta disertación no comparte la idea de que federación y confederación sean sinónimos, como sostienen ciertos investigadores.
4. Los críticos del Estado nacional independiente paraguayo no hesitan en subrayar el carácter no-liberal del mismo, como recurso para descalificarlo y desbarrancarlo hacia la cuneta de la historia. Es más, fue uno de los argumentos de esa voluntad destructiva que propició la aniquilación del Paraguay. Para casos como el de Paraguay Rawls emplea el concepto de decencia. "Los pueblos liberales no deberían suponer que los pueblos decentes son incapaces de reformarse a su manera", para continuar:
Los Pueblos liberales deben tratar de estimular a los pueblos decentes y no frustrar su vitalidad con la agresiva pretensión de que todas las sociedades sean liberales. Más aún, si una democracia constitucional es superior a otras formas de sociedad, como creo que lo es, un pueblo liberal debe confiar en sus propias convicciones y suponer que una sociedad decente, cuando recibe el respeto debido de los pueblos liberales, puede reconocer las ventajas de las instituciones liberales y tratar de convertirse en liberal por iniciativa propia (RAWLS, 2001: 75).
Para los liberales de verdad, como Rawls, "lo más importante es mantener el respeto mutuo entre los pueblos" (Ibídem: 76). Para el Paraguay no hubo respeto ni consideración alguna por su forma de desarrollo: era un modelo de formación histórica que debía ser destruido. Para los "Apóstoles del libre cambio" el Paraguay estaba organizado en un "Estado criminal", lo que les llevó a "justificar" la atrocidad de atacar con la expresa determinación de destruir su población civil.
5. Pueden darse como cumplidos los objetivos propuestos al inicio de la investigación.
En lo que respecta al objetivo general, se puede considerar que la disertación contribuye a instalar en la comunidad científica nacional la reflexión sobre el problema nacional.
En cuanto a los objetivos específicos, este trabajo es un aporte a la renovación sobre la capital discusión teórica acerca de la comprensión del proceso de formación nacional del Paraguay. Ha cumplido con establecer una relación, por la vía comparativa, con otros procesos de integración nacional, como son los modelos de Argentina, Brasil y Uruguay. En sí misma, a lo largo de su desarrollo, la disertación aporta elementos que contribuyen a una explicación provisional acerca de la continuidad de la nación paraguaya, a pesar de la hecatombe provocada por la primera guerra total internacional de los tiempos modernos. De esa guerra aniquiladora surgieron y resurgieron todos los mitos, los héroes (el héroe es un mito en acción); a partir de ella se construyó el imaginario y se afirmaron los símbolos, que posibilitaron una permanencia erguida luego de la fratricida guerra con Bolivia.
6. Finalmente, en lo que se refiere a la proposición particular, que fuera formulada a manera de hipótesis, el autor entiende que queda plenamente validada. Puede, pues, concluirse que:
El proceso de formación de la nación paraguaya adquirió madurez en las dos últimas décadas del siglo XVIII y se consolidó, alcanzando su configuración definida con la integración de pueblos y grupos alógenos, a la finalización de la primera mitad del siglo XIX.
REFLEXIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN
1. En esta investigación se ha renunciado a la contraposición de los niveles empírico y teórico para encarar el estudio sobre el proceso de integración nacional del Paraguay. Ya no es posible sostener que lo empírico resulta la única esfera de competencia de la ciencia histórica. Es preciso efectuar una afirmación en la idea de que ambos niveles, tanto en la forma como en la combinación, corresponden, son inherentes a la historia cuyo objeto de investigación en el proceso histórico global. Asimismo se ha realizado un desprendimiento de la opinión referente a las pretensiones de la ciencia histórica, de desempeñar la función de formular leyes sean incompatibles con un análisis concretamente histórico de los fenómenos de la historia. Resulta alarmante la crítica que se efectúa a los historiadores, en el sentido de que no se preocupan lo suficiente por aclarar y precisar su aparato teórico y conceptual (cfr. ELÍAS, 1996: 289) y dado que el conocimiento histórico (sobre todo, las representaciones que tratan los casos particulares), se acentúa día a día su carácter imprescindible, para ciencias como la sociología, la política, el derecho, la psicología social, en fin para todas las ciencias sociales y humanas; resulta necesario elevar la calidad del producto que los historiadores someten a la consideración de la comunidad científica. Todo esto explica la articulación de la Parte primera de la presente disertación, su extensión y su intención.
Como investigación histórica, a la vez amplia y profunda, se ha procurado establecer la mayor cantidad posible de vínculos, los más heterogéneos desde el punto de vista sociológico, para tratar el particular proceso de formación histórica de la nación paraguaya, en la fase de la integración a la misma de pueblos y grupos alógenos.
2. Puede verse, por ejemplo, en el grado de diferenciación social que había en el campesinado paraguayo, al tiempo de la fase de maduración del proceso de formación de la nación (finales del siglo XVIII y comienzos del XIX), la génesis de la, forma capitalista de producción y, al mismo tiempo, el alto grado de descomposición de las relaciones feudales, todavía persistentes por entonces. Ésta es una ley propiamente histórica. La revolución de la independencia del Paraguay mostró que el campesinado no constituía un problema. Muy por el contrario: se constituyó en una fuerza. Una fuerza operativa formidable, en términos políticos, que debía ser ganada en toda lucha por la liberación de pueblos y naciones. Anticipó el protagonismo del campesinado, con una considerable antelación, a otras revoluciones, como la rusa y la china. La nación paraguaya, oprimida por un oprobioso sistema colonial, que le cortaba el camino de su desarrollo, dio muestras de que podía ser sujeto de la historia. La fuerza principal en la lucha por la liberación nacional, incuestionablemente era de una mayoría campesina.
3. No podía esperarse una total integración. Es como si alguien esperase una revolución "pura": nunca vive para verla.
4. La importancia del discurso político de Francia (discurso del 17 de junio; Nota del 20 de julio; cartas a sus comandantes y delegados, etc.) era doble: Como comunicación a las fuerzas que cercaban el país y como directiva a los ejecutores de su política. La de Francia fue una estrategia distinta en la lucha por la autodeterminación fue una estrategia distinta en la lucha por la autodeterminación nacional. Al dar énfasis a lo político, conseguía detectar, y subrayar, en cada situación, en cada contradicción, la tendencia del desarrollo del proceso. Aquí -en el discurso político- la cuestión nacional está relacionada directamente a la lucha por la autodeterminación: es decir en contra de toda dominación colonial o imperial. La famosa Nota del 20 de julio, en esto es clara, contundente.
5. En el plano educativo, tanto en el modelo descentralizado del francismo como en el extremadamente centralizado del primer López, se pudo alcanzar un alto nivel de confianza entre ciudadanos y autoridades, de tal modo que los sacrificios exigidos fuesen recíprocos. Esto está expresado, palmariamente, en la conducta de los ciudadanos durante la gran guerra de 1864-1870; una guerra total (la primera de su clase en el plano internacional de la época contemporánea) de aniquilamiento de la experiencia histórica del Paraguay independiente.
6. Cuando el autor de la presente disertación tomó la decisión de abordar la cuestión nacional, en el ya lejano 1982, como tema de investigación para tratar de alcanzar -alguna vez- el grado de doctor, recibió muchos comentarios adversos. ¿Por qué abordar un tema del siglo XIX? ¿A quién interesa el problema nacional? ¿Acaso la era de los nacionalismos no ha pasado? ¿Por qué elegir uno de los temas más inasibles, imprecisos y proteiformes? El resultado de aquella lejana determinación es esta modesta aproximación.
APLICACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LA NACIÓN PARAGUAYA
Para ulteriores estudios sobre la nación paraguaya se sugiere el tratamiento de los siguientes puntos:
1. La Revolución comunera del siglo XVIII, como parte del proceso de descomposición del régimen colonial español en el Río de la Plata.
2. El papel del Estado como factor dominante de la integración nacional del Paraguay.
3. El proceso de modernización, en el plano tecnológico.
4. La formación del mercado nacional. La especialización del trabajo
5. El proyecto ferrocarrilero de los López.
6. Nuevos enfoques y relecturas sobre la formación nacional del Paraguay
7. Estudios sobre nación, nacionalismo y etnicidad. La nación como logro político de autonomía. Trayectoria de nación y nacionalismo. La tesis doctoral de Evaristo Colmán, de la Universidade de Campinas (Unicamp) y la tesis de maestría de Eurico Da Silva Fernándes (FERNÁNDES, 2006), de la Univerdidade Estadual de Maringá (UEM), reflejan el vacío de la historiografía local sobre el tema y el interés de investigadores regionales.
8. Estudios sobre liderazgos nacionales: a) en la constitución nacional b) en la reafirmación nacional
9. Estudios sobre Estructuras políticas y formas espaciales: la relación poder- espacio.
10. Ante la presencia, en la actualidad, de nuevos grupos asentados en el territorio paraguayo: encarar investigaciones relativas a la etnicidad y nacionalidad.
11. El urbanismo espacial de Francia y los López. Comparar la reforma urbana lineal de Francia (1820-1821) con la ciudad lineal, concebida por Arturo Soria Mata (1882).
12. La deforestación, como parte de la progresiva destrucción física del Paraguay, debería ser encarada. El profesor Adrián Gustavo Zarrilli, Secretario de posgrado de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) tiene proyectada una aplicación sobre la deforestación en Paraguay, en su estudio sobre el mismo problema en el Noroeste argentino. Asimismo el profesor Paulo Enrique Martínez, del Laboratório de História e Meio Ambiente, de la Universidade Estadual Paulista (Unesp/Assis), proyecta un acercamiento regional al tema.
13. Sobre la Iglesia y el clero. Deben ser consideradas las notorias contradicciones entre el catolicismo universal y el patriotismo local del Paraguay como nación católica durante el siglo XIX. Una especial atención merece la personalidad histórica de Giambattista Mastai Ferretti (Pío IX). Sus actuaciones en América Meridional, como secretario del Cardenal Muzi; sus afinidades con Sarmiento, su relacionamiento estrecho con el Brasil, donde fungiera de Nuncio ante la Corte de San Cristóbal, a la par de integrar sociedades secretas en el mismo país; su comportamiento poco amable con los dignatarios paraguayos; y sobre todo el tratamiento dado al Obispado del Paraguay, declarándolo sufragáneo del de Buenos Aires en 1865, en plena guerra contra la Triple Alianza, medida política por donde se la mire. Urge un estudio sistemático sobre el proceso que llevó a la entronización de la Virgen de Caacupé, prácticamente como símbolo nacional. Asimismo es perentoria la necesidad de trazar líneas de pesquisas sobre la historia de las Iglesias reformadas en el Paraguay y otros cultos no cristianos.
La acentuada no inserción de los aborígenes (falta de integración) a la sociedad paraguaya, que se da notoriamente en la actualidad, por influencia tanto de misioneros religiosos como por el accionar de las ONGs, merece -al menos-, una observación atenta por parte de los investigadores.
14. Una variada temática espera ser tratada por los historiadores que se están formando:
La profundización de los estudios sobre las monedas y billetes; sobre la Policía; sobre el Correo; sobre el desarrollo de la burguesía nacional. La continuación de pesquisas sobre el campesinado y la clase trabajadora; sobre los mestizamientos posteriores. Deben proseguirse los estudios sobre las instituciones (coloniales y republicanas).
15. Las perspectivas son incontables. La presente disertación puede actuar de disparador para el diseño creativo y entusiasta de los jóvenes investigadores que se están formando.
DISCURSO DEL 17 DE JUNIO DE 1811
(PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JOSÉ GASPAR RODRÍGUEZ DE FRANCIA, AL INAUGURAR SUS SESIONES EL CONGRESO DE LA PROVINCIA)
Señores:
Los males y padecimiento de nuestra Provincia han sido tan graves y tan notorios, que creeríamos perder el tiempo en querer individualizarlos. Hasta aquí hemos vivido humillados, abatidos, degradados y hechos el objeto de desprecio, por el orgullo y despotismo de los que nos mandaban. Ha llegado este exceso al extremo de querer reagravar nuestras cadenas, intentando disponer de nuestra libertad, de nuestra suerte y de nuestras personas mismas, como quien dispone de un rebaño de ganados, de una hacienda o de una cosa mueble, sin atender a la dignidad y derechos de un pueblo grande, ni la voz de la naturaleza que clama, que los infelices paraguayos ya han padecido bastante en cerca de tres siglos en que han sido indignamente vilipendiados y postergados. Al fin han pasado esos desagradables tiempos de opresión y tiranía.
La obscuridad en que yacíamos ha desaparecido, y una brillante aurora empieza a descubrirse en nuestro horizonte. La Provincia del Paraguay, volviendo del letargo de la esclavitud, ha reconocido y cobrado sus derechos y se halla hoy en plena libertad, para cuidar y disponer de sí misma y de su propia felicidad. Éste ha sido y no otro el objeto de nuestras Tropas Patrióticas, y de los generosos vecinos que tomaron parte en la dichosa revolución del día catorce de mayo, día grande, día memorable, que hará la más señalada época en los fastos de nuestra Provincia.
Todas las medidas oportunamente tomadas, surtieron el mejor efecto, y a modo que un viento saludable dispersa y deshace las densas nubes que amenazan una tempestad: se han desconcertado y descubierto los planes de los que por distintos rumbos, por diversos medios, y por varios fines se habían propuesto oprimirnos, y hacerse árbitros de nuestra libertad, de suerte que podemos decir, que el cielo favorece visiblemente la justicia de nuestra causa.
No hay duda que algunos intentarán calumniarnos atrevidamente, ultrajando nuestras máximas, o dando siniestra interpretación a nuestras ideas. Tampoco faltarán quienes por sus intereses particulares y miras personales, olvidando la verdadera felicidad y grandeza de nuestra Patria, intenten seducir y trastornar los ánimos incautos con discursos capciosos, todo no más que con el fin de dividirnos, de minorar y destruir nuestra naciente libertad. Guardémonos de caer en semejante lazo. El tiempo de la ilusión y engaño ya pasó. No estamos en aquellos siglos de ignorancia y de barbarie, en que casualmente se formaron muchos gobiernos, elevándose por grados en el tumulto de las invasiones, o guerras civiles entre una multitud de pasiones feroces, y de intereses contrarios a la libertad y seguridad individual. Al presente nos hallamos en circunstancias más favorables. Nuevas luces se han adquirido y propagado, habiendo sido objeto de meditaciones de los sabios, y de la atención pública, todo lo que está ligado al interés general, y todo lo que puede contribuir a hacer los hombres mejores y más felices. Se han desenvuelto y aclarado los principios fundamentales de las sociedades políticas; hombres de talento han analizado todos los derechos, todas las obligaciones, todos los intereses de la especie humana; han dado a las verdades de la moral y de la política, una evidencia de que no parecían ser susceptibles, y no han dejado a la mala fe, y a la corrupción otro auxilio, que el de abusar vergonzosamente de las palabras para contestar la certidumbre de los principios. Aprovechemos de tan feliz situación, y la memoria de nuestras pasadas desdichas, aflicciones y abatimiento no nos servirá sino de lección y experiencia, para evitarlos en lo venidero, formando una valla inexpugnable contra los abusos del Poder. El terreno está desmontado; ahora, ahora es preciso cultivarlo sembrando las semillas de nuestra futura prosperidad. Todos los hombres tienen una inclinación invencible a la solicitud de su felicidad, y la formación de las sociedades y establecimientos de los gobiernos, no han sido con otro objeto, que el de conseguirla mediante la reunión de sus esfuerzos La naturaleza no ha criado a los hombres esencialmente sujetos al yugo perpetuo de ninguna autoridad civil; antes bien, hizo a lodos iguales y libres de pleno derecho. Si cedieron de su natural independencia, creando sus jefes y magistrados, y sometiéndose a ellos, para los fines de su propia felicidad y seguridad: Esta autoridad debe considerarse devuelta, o más bien permanente en el pueblo, siempre que esos mismos fines lo exijan. Lo contrario sería destructivo de la sociedad misma, y contra la intención general de los mismos que la habían establecido. Las armas y las fuerzas pueden muy bien sofocar y tener como ahogados estos derechos, pero no extinguirlos; porque los derechos naturales son imprescriptibles, especialmente por unos medios violentos y opresivos. Todo hombre nace libre, y la historia de todos los tiempos siempre probará, que solo vive violentamente sujeto mientras su debilidad no le permite entrar a gozar de los derechos de aquella independencia con que le dotó el ser Supremo al tiempo mismo de su creación. Aún son más urgentes las circunstancias en que nos hallamos. La soberanía ha desaparecido en la Nación. No hay un tribunal que cierta e indubitablemente pueda considerarse el órgano o representación de la autoridad Suprema. Por eso muchas y grandes Provincias han tomado el arbitrio de constituirse y gobernarse por sí mismas. Otras se consideran en un estado vacilante, o de próxima agitación; y en esta incertidumbre y situación, que presagia una casi general convulsión: esta Junta reflexionará sobre el medio más oportuno de proveer a nuestra defensa, a nuestra seguridad y felicidad. No por eso hemos pensado ni pensaremos dejar de reconocer al Señor Don Fernando VII.
Muy distantes de semejante idea, públicamente por tanto hemos protestado y ahora nuevamente protestamos una firme adhesión a sus augustos derechos, que no son únicamente a poner los fundamentos de su conservación y de su verdadera felicidad apoyados de un sistema seguro y duradero. Éste es el grande asunto que nos reúne en este lugar. Jamás nos hemos visto en circunstancias más importantes, y todo lo que ahora se decida, debe mirarse como el precursor de la suerte que nos destine el hado. Se trata primeramente de establecer la forma de gobierno y el régimen que debemos tener y observar en lo sucesivo; en segundo fijar, fijar nuestras relaciones con la Ciudad de Buenos Aires y demás Provincias adheridas; en tercero resolver lo conveniente con respecto a los individuos que anteriormente ejercían la autoridad de esta Ciudad y al presente se hallan suspensos en justa precaución de cualquier influencia, o disposición contra la libertad de la Patria, por los antecedentes y causas de que se ha dado satisfacción al público. Respetamos altamente la Provincia tan dignamente representada en esta Junta General, y por lo mismo abstenernos de anticipar idea o resolución alguna de nuestra parte, nada otra cosa deseamos, sino que ella exprese y manifieste libremente su voluntad. Si en los Bandos parece que hemos insinuado algún concepto, no ha sido prevenir su deliberación, sino más bien porque en el estado de las cosas, no se llegase a imaginar, que sin acuerdo de la Provincia intentábamos disponer, o innovar en cuanto a sus principales derechos, y finalmente por el juicio que habíamos formado de la opinión pública y por los primeros sentimientos de nuestras tropas; pero nuestro juicio podía ser falible, y los Señores Comandantes y Oficiales del Cuartel General, todo lo dejan al arbitrio y determinación de la Provincia, de tal conformidad que todos, y cada uno de los que componen esta respetable Asamblea, deben considerarse en la más plena, perfecta y absoluta libertad de explicar, declarar y manifestar francamente sus pensamientos, sus conceptos y sus votos. Las resoluciones aceleradas no siempre son las más acertadas, y así puede aun esta Junta tomar el tiempo que estimase conveniente para proceder a la votación con todo el conocimiento y plena deliberación que se desea. En todo caso estamos prontos y resignados a conformarnos con la voluntad general, lisonjeándonos que esta Junta dará ese ejemplo de cordura y circunspección, haciendo un uso justo, moderado y prudente, de esta preciosa libertad en que se le constituye, pero de tal modo, que puesta la Patria a cubierto de toda oculta acechanza y de los tiros de la arbitrariedad y despotismo, se ponga en estado de ser verdadera y perfectamente feliz. Doctor José Gaspar de Francia - Juan Valeriano de Zevallos
Concuerda este testimonio con el Original de su tenor al que en lo necesario me refiero: y de mandato verbal de los Señores Consocios del Gobierno, autorizo, signo y firmo el presente en la Asunción a diez y siete de junio de mil ochocientos once.
En Testimonio de verdad. JACINTO RUIZ Escribano público y de Gobierno
ANA, SH, vol., 213
(LIVIERES ARGAÑA, 1968:17-20)
SELLO OFICIAL, REGISTRO 1837