Cuando el maestro, poeta y músico Silvestre Silva -nacido el 31 de diciembre de 1899 en Isla Tacuara, distrito de San Miguel, departamento de Misiones y fallecido en Caapucú el 2 de mayo de 1989- escribió y musicalizó alrededor de 1937 CHE RENDA ALAZÁN - EL JINETE CAMPESINO por su mente no pasó que después de casi 40 años de haberla compuesto tendría una fantástica historia.
Montado en su alazán, el profesor salía de San Miguel o de San Juan para dirigirse a Quyquyhó donde vivía su novia Nilda Saturnina Insaurralde. Cruzando el río Tebicuary, en tiempo inclemente o tardes apacibles, el caballo era el compañero que descifraba los latidos de su ansiedad por llegar a destino. Pensando en su amada, elogió las virtudes de su brioso corcel.
Ya siendo marido y mujer Silvestre y Nilda-se habían casado en 1939-, la polca ganó un espacio en el repertorio de los músicos del entorno frecuentado por quien también había sido juez de paz en su valle, San Miguel.
El lugar en el que cambiaría su destino, sin embargo, estaba muy lejos de la comarca en la que apareció en escena. El que cuenta el itinerario del rescate es un protagonista de los hechos: el cantante y guitarrista Marcos Brizuela.
"El 15 de febrero -de 1974- era el cumpleaños de mi padre, don Faustino Brizuela. Juan Cancio Barreto y yo vivíamos en su estancia -llamada "Rosillo"-ubicada en las cercanías de Teniente Esteban Martínez y Rojas Silva, cerca del Pilcomayo, a 25 kilómetros de la frontera con Argentina, en el Chaco, departamento de Presidente Hayes. La farra era una verdadera fiesta patronal que duraba tres días" empieza a relatar Marcos.
A pedido de su jefe, el general Olmedo, el capitán de caballería Ramón Antonio Garcete llegó para sumarse a la celebración. De la peña competitiva-de la que Juan Cancio y Marcos fueron excluidos por ser ya profesionales de la música-con jurado y todo, tomaron parte el oficial recién llegado y el teniente primero Indalecio Domínguez, que del Fortín Rojas Silva había venido con una dotación de soldados como resguardo. "Allí fue donde por primera vez escuchamos la canción a la que después yo le rebautizaría con el nombre de Cherenda alazán. La cantó el capitán Garcete, ganador de la competencia donde el otro finalista fue el teniente Domínguez. El capitán lo había aprendido siendo cadete en el Colegio Militar de su camarada Marino González (uno de los Carlos en el Golpe de Estado de 1989), oriundo de la zona donde vivía Silva. Como tanto nos gustó, Juan Cancio y yo le pedimos esa misma noche la letra y nos cantó para grabar. Un amigo de apellido Bordón tenía un grabador. Nos copió en casette. Una vez que terminó la fiesta, en Transporte Aéreo Militar (TAM) vinimos a Asunción", continúa relatando Brizuela.
Ya en la capital, Marcos recibió un llamado de don Eladio Martínez quien le comunicó que estaba por grabar el disco que iba a llamarse "Solidaridad", solventado por la firma Rieder, con fines benéficos y que a su cargo quedaban dos canciones. Marcos le contó que traía una novedad y que le haría escuchar dentro de unos días.
-Mba' éicha la héra-, le preguntó don Eladio. -Cherenda alazán-, le respondió sobre la marcha. "Con Juan Cancio, fuimos a la casa del arpista y compositor Nicolasito Caballero, quien le puso la introducción en arpa. Juan Cancio le creó la segunda parte y arregló algunas partes donde se parecía mucho a otras melodías. Yo me atribuyo el nombre de Cherenda alazán, sigue narrando. Ya de ida al estudio Guarania, de Jorge (Coco) Urdapilleta, Marcos le propuso a Juan Cancio que le hiciera el dúo en las tonalidades más altas. Fue así como hicieron a dos voces la primera grabación de la composición. "No sabíamos -prosigue- de quién era la obra. Seguramente le íbamos a poner D. R. (Derechos Reservados). Una noche, sin embargo, en una peña, al terminar de cantarla, Toni (Antonio) Silva, amigo nuestro, nos dijo: Péango papá mba'e. Pe japo vai imi una parte, pero ojogua chupe (Lo que cantan es de mi padre. No son tan fieles a la letra, pero se le parece). Le contamos lo vivido. Él, que cantaba con su hermano Mundo (Edmundo), nos dijo que a nuestra versión ya grabada le faltaba una estrofa. Así fue como supimos que era de Silvestre Silva".
El disco salió en diciembre de 1975. Al año siguiente vino de Buenos Aires un productor que llevó a Marcos y Juan Cancio a grabar en la capital argentina. Junto a Causa ne ñaña, Che poncho charami, Regalo de amor, Che novia kuemi, Che pyhare mombyryy otras, también está Cherenda alazán. Algunos errores de la primera versión fueron salvados, pero en lo esencial la versión es la misma.
"El productor tuvo problemas y el disco no salió. Quedó ahí. Hace algunos años, el investigador y amante de la música paraguaya Carlos Galli rescató una versión artesanal, la trabajó y consiguió sacar una copia increíblemente buena. Ese disco es el que, después de más de 30 años, sacó el diario Última Hora", precisa Brizuela.
Juan Cancio y Marcos no estaban del todo tranquilos. Sabían que, sin querer, habían cometido el "pecado" de no ser fiel a un autor.
"Un día alcanzamos el perdón y la tranquilidad. Íbamos a Encarnación para actuar y nos detuvimos en la casa de don Silvestre en Caapucú. Él estaba en una carrera de caballos y vino junto a nosotros. Nos presentamos y nos dio un abrazo emocionado. “Chamígo, pe kambia'imi, pero iporaiterei opyta. . .ha ja'opytáma upéicha (Amigos, cambiaron algunas cosas de mi obra, pero quedó bien...y ya queda así)', nos dijo. Y ahí termina la historia", remata Marcos.
El que popularizó Cherenda alazán fue Oscar Pérez con su Alegre Fórmula Nueva. "Nosotros escuchamos la versión de Brizuela y Juan Cancio. La grabamos en Buenos Aires en 1980. Incluso el tema le dio nombre a nuestro disco volumen II. De allá llegó al Paraguay donde fue un verdadero éxito", comenta Oscar.
En Autores Paraguayos Asociados (APA) está la letra registrada por su autor, que era agente de esa institución en Caapucú. Hay una estrofa más, aparecen versos que no están en la grabación de Marcos y Juan Cancio y algunos están ubicados en lugares diferentes. Está con el nombre de Che renda alazán. APA no anota el año del registro. Por el título, cabe suponer que fue posterior a 1975.
CHE RENDA ALAZÁN (*)
Al caer la tarde de un bello día, sábado rory,
ensillé mi pingo y al rancho alégrepe arrumbea
mi guapo alazán, compañero fiel ha ikatupyry
aunque mombyry oguahẽvarã.
Te llevo en el alma chinita linda che yvotyrni
y al compás del tranco de mi alazán ndéve apurahéi,
oh mi idolatrada y milagrosa tupãsymi
nde causa asufri, ndake põrãvéi.
Oiméne che china che ra’arõma
ohenduvaicha che renda ipyambu
hymba jaguami aipóna oñarõma
aviso ojapóma ahaha oñandú
Ha che rendami che py’akuaáva
a más que ãguĩ otrankeave
ontendevaicha la che adeseáva
ãguahẽseha china oke mboyve.
No existe el mal tiempo ni la distancia para el amor
por vos mi chinita con mi alazán ro’aguantapa
mi madre querida idolatrada hizo su oración
y por su elección nde la che irũrã.
*. Letra de la primera versión grabada en el disco “SOLIDARIDAD” en 1975.