JUAN BAUTISTA ALBERDI
Argentino, nació en Tucumán en 1810, hijo de Salvador Alberdi y Josefa Rosa Araóz. Hizo sus estudios fundamentales en Buenos Aires y Montevideo; aquí optó al título de jurisprudencia. Había pasado a la Banda Oriental en 1838 en salvaguardia de su seguridad, opositor declarado como era del dictador Juan Manuel de Rosas.
Viaja por algunos años a Europa y regresa, radicándose en Chile en donde elabora su obra fundamental; LAS BASES Y PUNTO DE PARTIDA PARA LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, a la que siguieron otras no menos importantes.
Plenipotenciario argentino durante el gobierno de Urquiza, fue declarado cesante por Mitre. Quedó Alberdi en París y continuó su ingente obra de pensador. El Paraguay figuró siempre como preocupación constante en el pensamiento de Alberdi. Cabe la mención de las obras, en las que los problemas geopolíticos paraguayos magnificados por la ambición egoísta de sus vecinos, figuran ya como preocupación cierta:
- LAS DISENSIONES DE LAS REPÚBLICAS DEL PLATA Y LAS MAQUINACIONES DEL BRASIL.
- LA CRISIS DE 1866 A LOS EFECTOS DE LA GUERRA DE LOS ALIADOS EN EL ORDEN ECONÓMICO Y POLÍTICO DE LAS REPÚBLICAS DEL PLATA Y TRATADO DE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY.
- EL IMPERIO DEL BRASIL ANTE LA DEMOCRACIA DE AMÉRICA.
El Paraguay fue siempre grato con Alberdi; gratitud espiritual, sin remuneraciones, condecoraciones ni dación material alguna. Gratitud expresada a través de la intelectualidad de todos los tiempos; desde Gregorio Benítez, Arsenio López Decoud, Enrique Solano López, M. Domínguez, FR Moreno, MW Chaves, M. Gondra, Antolín Irala, JE O'Leary, Eligio Ayala, IA Pane, JL Mallorquín, J Stefanich... De los juicios de Alberdi sobre el Paraguay y la Alianza extractamos:
"Cuando murió el doctor Francia, el presidente López intentó abrir relaciones con todos los poderes, el gobierno de Buenos Aires se opuso a ello, obligando al Paraguay a proseguir en su aislamiento. Hoy mismo, en 1865, por quienes está bloqueado el Paraguay, sino por su eternos bloqueadores de toda la vida, los intereses monopolistas de los que tienen las puertas del Plata?
Si es verdad que la civilización de este siglo tiene por emblemas las líneas de navegación a vapor, los telégrafos, las fundiciones de metales, los astilleros y arsenales, los ferrocarriles, etc., no sólo no tienen en su hogar esas piezas de civilizaciones para llevar al Paraguay, sino que irían a conocerlas de vista en el país salvaje de su cruzada civilizadora.
"El Paraguay cree defender su libertad exterior, y en efecto, la defiende, pues pelea por su independencia. Es la única libertad de que tienen idea los pueblos jóvenes. Ser libres para ellos, es no depender del extranjero. Rara vez la República de Sud América que entienda la libertad de otro modo, la entiende al menos, mejor que el Brasil, cuando toma por libertad el acto de quitar a un país extranjero su Gobierno nacional, para darle otro gobierno bastardo que no quiere. La entiende mejor que los aliados del Brasil, cuando estos creen ser libres, después de haber empeñado su independencia al extranjero por una alianza que los subyuga a su corona.
El Brasil es hábil en personificar en López la causa de la guerra (si una guerra personal puede valer más que un gobierno personal); pero la América no es ciega para no ver que tras la persona de López hay seis grandes principios puestos en el mayor peligro, a saber:
1.- El principio republicano que significa el orden establecido;
2.La libertad fluvial, de que depende el comercio exterior destinado a poblar y civilizar el interior de esa parte de América;
3.- La garantía más eficaz de esa libertad, que es la existencia soberana del Paraguay, país litoral de los afluentes del Plata, que vive de esa libertad;
4.- El equilibrio político de los sistemas de gobierno y de dos nacionalidades antagonistas;
5.- La igualdad civil o la democracia sin esclavos;
6.- El equilibrio americano amenazado por la reconstrucción de un imperio en detrimento territorial de más de una de esas Repúblicas, y en beneficio de una dinastía europea...
"La campaña actual del Paraguay, contra las pretensiones retrógradas de Buenos Aires, es la última faz de la revolución de mayo de 1810. Levantando el estandarte y haciéndose el campeón de las libertades de la América interior, esta joven república devuelve hoy, a las puertas del Plata, la visita que le hizo Belgrano en 1811...
"Buenos Aires no ve sino rebeldes en los ex-miembros del virreinato español a quienes reconoce independientes de boca, pero sin renunciar a una esperanza secreta de reivindicación... En este caso se hallan Montevideo, Bolivia, y sobre todo, el Paraguay, a quien después de 50 años de vivir independiente, lo calificó de provincia argentina en 1842, y protestó contra su independencia. . . ".
"El Paraguay no ha sido reconocida independiente por la República Argentina sino en 1852, bajo el gobierno nacional del Paraná; pero Buenos Aires, que nunca reconoció a este gobierno, protestó contra la validez de sus actos diplomáticos. Así, para Buenos Aires, el Paraguay no es un Estado independiente de derecho, y su reivindicación prevista es probablemente uno de los entendidos de su alianza presente con el Imperio… Una causa esencial. . .
"Buenos Aires no sacará esta vez del Paraguay, sino lo mismo que sacó en 1810, hasta que al fin acaba por hacer de ese pueblo el primer guerrero de la América del Sur. Buenos Aires elabora el Instrumento que le ha de hacer expiar sus faltas. Recogerá un día el fruto de su injusticia de cincuenta años con el Paraguay. . .". JB Alberdi falleció en París en 1884; soltero, dejó un hijo.
Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)