EMILIO HASSLER.-
Nació en Suiza en 1864; hijo de Juan Hassler y María Stamphli. Dr. en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zúrich, egresó en 1881, llegando 2 años más tarde al Paraguay. Hizo sus primeras investigaciones solo y luego con el Dr. Juan Daniel Anisits profesor húngaro radicado en el país. En 1892 se incorporó a los trabajos en carácter de aprendiz, el joven Teodoro Rojas, quien con natural talento y las valiosas enseñanzas del Dr. Hassler, se convirtió en el más eximio botánico paraguayo.
El Dr. Hassler recorrió los más apartados rincones del país las regiones del Apa y las Cordilleras, limítrofes con el Brasil; las regiones del Paraná y del Pilcomayo, limítrofes con la Argentina. Durante casi medio siglo - 49 años - el Dr. Hassier realizó un trabajo muy sacrificado, si se tiene en cuenta las condiciones materiales de la época, la precariedad de los medios y vías de transportes. Y casi cada 2 años; 33 veces mientras duró su permanencia en el país, viajó a Europa con sus herbarios, que enriqueció extraordinariamente las colecciones musearias de Europa, y ubicó al Paraguay como uno de los países de mayor riqueza botánica en el mundo, y mejor conocido.
Unas 80 mil especies recolectadas y clasificadas, dan la pauta de ese trabajo. No pocas de esas especies eran desconocidas, y los registros científicos clasificaron con el nombre del ilustre investigador. Además de todos los herbarios preparados con minuciosidad, el Dr. Hassler escribió la PLANTAE HASSLERIANAE, en 3 volúmenes, un notable compendio de sus hallazgos más trascendentes. Y más de cien monografías: ENUMERACIÓN PRELIMINAR DE LAS PLANTAS USUALES DEL PARAGUAY; RESULTADOS BOTÁNICOS DE MIS VIAJES Y EXPLORACIONES EN EL PARAGUAY; UNA NUEVA ESPECIE DE COPAIFERA DEL PARAGUAY; BOSQUES DEL PARAGUAY, etc.
En 1892, con motivo de la habilitación del Palacio de Gobierno, entonces recién restaurado, y en adhesión al 4° Centenario del descubrimiento de América, fue ofrecida una importante sección de Historia Natural paraguaya, preparada por los Dres. Hassler y Anisits. Al año sgte., esa colección fue llevada a la Exposición Internacional de Chicago. Durante la Guerra del Chaco, y a su iniciativa, fue habilitado en San Bernardino un Hospital de convalecientes, con la atención profesional, medicamentos y otros medios, del Dr. Hassler.
Primer Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional, Cnel. Médico honorario, Fundador y Presidente Honorario de la Sociedad Científica del Paraguay, el Dr. Hassler falleció en Asunción en 1937, y por su expresa voluntad, sus restos fueron enterrados en el cementerio de San Bernardino.
Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)
DR. EMILIO HASSLER. POR OSCAR DOLDÁN PÉREZ
Uno de los hombres más prestigiosos que vivió en San Bernardino fue el médico suizo Emilio Hassler.
Nacido en Aarau, Suiza, en 1858, se graduó de médico cirujano en la Universidad de Zúrich en 1881 y dos años más tarde llegó al Paraguay. Solo estuvo de paso, ya que se dirigía hacia el Matto Grasso donde estudiaría la naturaleza, pero regresó a nuestras tierras “gracias” a que en el Brasil contrajo la malaria.
Fijó entonces residencia en San Bernardino, en una espléndida casona que la denominó Mon Repos (Mi reposo, en francés).
La misma presentaba una escalinata central doble con graderías de piedra, que conducía a la planta central de la edificación de estilo suizo, con anchos corredores en derredor sombreados por aleros bajos.
Al final de la escalinata se extendía una ancha terraza que daba acceso a las habitaciones del frente principal. Desde allí se divisaba una inmejorable vista del legendario lago Ypacarai, bordeado en el horizonte lejano por los cerros de Acahay, Montiel y Quiindy.
El patio, que tenía una hectárea de extensión, se convirtió en un verdadero jardín botánico con una variada vegetación y un huerto de árboles frutales en el que Hassler se dedicaba a herborizar en una pacientísima labor. Su hermosa residencia lastimosamente se fue derrumbando inexorablemente sin que nadie la pueda conservar como patrimonio histórico. La propiedad fue parcelada en varios terrenos menores.
El médico describió nada menos que 80.000 variedades de especies botánicas paraguayas que fueron llevadas por él mismo a Suiza y se encuentran conservadas hasta hoy en el Jardín Botánico de Ginebra.
El fruto de sus investigaciones fueron publicados en numerosos textos científicos entre las que se destacan: Plantae Hasslerianae, obra de tres tomos, Resultados botánicos de mis viajes y exploraciones en el Paragua, Enumeración preliminar de las plantas usuales del Paraguay, Una nueva especie de copaifera del Paraguay, Bosques del Paraguay, La vegetación paraguaya y sus límites, entre otras producciones científicas.
Su obra fue continuada por su discípulo Don Teodoro Rojas.
El Dr. Hassler, fundo el 9 de enero de 1921, junto a los Doctores Andrés Barbero y Guillermo Tell Bertoni, entre otros distinguidos colegas, La Sociedad Científica del Paraguay.
Durante la guerra del Chaco, y convirtió el club Alemán (hoy club Náutico) con aportes de su propio peculio, en hospital de guerra dedicándose por entero a la atención de los heridos de la guerra, en donde convalecieron centenares de combatientes de la cruenta guerra que mantuvo nuestro país con Bolivia desde 1932 a 1935.
Fue también presidente de la comisión local de la Cruz Roja.
En homenaje a su dilatada trayectoria científica y humanitaria, la Universidad Nacional de Asunción le otorgó el doctorado Honoris Causa, siendo el primer destinatario que entregaba esa alta casa de estudios a un intelectual científico.
Dotó a la municipalidad de San Bernardino de su primer local propio, donando el predio que hoy se denomina Centro Cultural Hassler en su memoria.
El médico describió nada menos que 80.000 variedades de especies botánicas paraguayas que fueron llevadas por él mismo a Suiza y se encuentran conservadas hasta hoy en el Jardín Botánico de Ginebra.
En 1927 fue designado miembro de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires.
Dotó a la municipalidad de San Bernardino de su primer local propio, donando el predio que hoy se denomina Centro Cultural Hassler en su memoria.
Luego de permanecer por más de medio siglo en el Paraguay, falleció en San Bernardino el 5 de noviembre de 1937.
Sus restos descansan en el cementerio de San Bernardino, como testimonio del gran amor que le tuvo a esta tierra de la que fue un gran benefactor.
Fuente en Internet (On Line, Enero 2014): www.paraguay-hostel.com