LA DIRECCIÓN DE ECONOMÍA Y ABASTECIMIENTO
GUERRA DEL CHACO
Por Coronel (SR) CARLOS JOSÉ FERNÁNDEZ
LA DIRECCIÓN DE ECONOMÍA Y ABASTECIMIENTO
1] Su creación y organización.
2] La Junta Nacional de Aprovisionamiento, su organización y funcionamiento.
3] Las Juntas de Campaña.
SU CREACIÓN Y ORGANIZACIÓN.
Fue creada el 26 de Julio de 1932, por Decreto N° 44.420 del P.E., bajo la dependencia del Ministerio de Hacienda. Su Director fue el Dr. Luís A. Riart que se rodeó de un núcleo de eficientes colaboradores. Puede decirse con toda justeza que fue el pibote más sólito de la defensa nacional, por lo que seguiremos sus actividades desde su origen, aunque en forma muy breve.
El fin primordial de la Institución consistió en «tener a su cargo la coordinación de las actividades económicas del país y su fomento, la regulación del consumo, el desarrollo del intercambio, el mejoramiento de las comunicaciones, y el examen del régimen impositivo».
Esto era en realidad una verdadera movilización de las fuerzas económicas y morales del país, con el apresuramiento que requería la organización militar.
Tan grande fue el esfuerzo de los ciudadanos y la buena voluntad que demostraron para evitar el aniquilamiento del país que se consiguió que no disminuyera sus exportaciones mientras que se restringían las importaciones.
En la campaña se organizaron Comisiones de Economía reglamentando el trabajo personal obligatorio para los no movilizados, para la conservación de los caminos y trabajos de chacras.
La Institución interesó a las empresas que explotaban servicios de utilidad pública y hacían uso de obreros calificados, que extendieran el aprendizaje, para utilizar mujeres y menores, en un caso dado.
Se hizo el mayor esfuerzo para difundir el espíritu de solidaridad y cooperación entre las fuerzas vivas del país.
Se establecieron Comisiones de distintas índoles, como la Comisión de Adquisición de Medios de transporte; Comisión de Talleres y de Proveeduría; de Servicios de Transportes; de Contabilidad y Tesorería.
Se advierte que la Dirección General de Economía se convirtió en un verdadero Estado Mayor General de la Movilización Económica, supliendo así, ya sobre la marcha de los acontecimientos, los defectos de organización militar desde el tiempo de paz, para un caso de guerra, demostración palmaria de que el Paraguay no pensó jamás en una agresión contra ninguno de los vecinos limítrofes. Y ya en la disyuntiva de defender su soberanía, se dio a la tarea de improvisarlo todo. Estas organizaciones civiles tenían, por su eficacia, la estrategia militar intuitiva que aplicaron con mucha eficiencia.
La iniciación de las actividades de la Institución comenzaron conjuntamente con la primera movilización militar. Había que sostener la labor industrial y agrícola, y al mismo tiempo había que cooperar para la reunión de los contingentes militares. En los primeros días de la guerra se repartieron circulares, incitando a los ciudadanos al cumplimiento de sus deberes ingresando a las filas de los combatientes o alistándose en las filas de los trabajadores.
Esta organización civil en cuyas manos corriera la producción general fue muy eficiente.
En la práctica todo el engranaje que hubiera correspondido a los organismos militares, a excepción del reclutamiento del personal que se hacía por la Oficina correspondiente, recayó sobre esta organización. El pueblo en general y la masa campesina en especial han respondido ampliamente al llamado, a nombre de los intereses superiores del momento.
La Comisión de Agricultura:
Fijó los planes de trabajo en los siguientes puntos:
a) Preparar un plan de trabajo para fomentar la producción agrícola y asegurar su defensa.
b) Gestionar los medios necesarios para el auxilio de los agricultores, y proponer medios eficaces para la prosecución de los fines señalados.
Estas medidas eran indispensables, teniendo en cuenta que la leva, con inflexible rigor, había mermado desde los primeros momentos, la clase de los labradores, de modo que los que quedaban en los hogares para atender los cultivos debían ejecutar la labor propia y la de los que se habían ausentado a los campamentos, correspondiéndoles desplegar un esfuerzo doble del habitual para llenar la extensión sembrada en los años normales», cuyo resultado fue la superación del área de los cultivos del año anterior a la guerra.
Juntamente con la propaganda se hizo una gran distribución de semillas.
Se empleó con mucho éxito el método del trabajo colectivo, libremente consentido, para un propósito bien determinado, tratándose de graves circunstancias de emergencia. El esfuerzo desarrollado por las mujeres, los niños y ancianos, junto con los que permanecieron en el campo, compensaron ampliamente a la ausencia de los campesinos movilizados. Este fenómeno extraordinario se llamó el milagro paraguayo.
La Comisión de Ganadería:
Se adoptó el procedimiento de dar novillos en reemplazo de los bueyes requisados a los agricultores.
Se gestionó del Gobierno el pago, aunque sea en Bonos de la Defensa, de una parte de la hacienda requisada. El Ministro de Hacienda, a sugestión de la misma Comisión de Ganadería, adoptó el siguiente criterio: del 30% sobre la producción anual para las inquisiciones, o del 5% sobre la existencia del ganado de cría, aplicable a los casos en que los ganaderos ocultasen aun invernadas.
La ganadería tuvo su gran participación en la obra de la defensa nacional porque proporcionaba la carne que es el principal alimento del Ejército y Armada, así como varios elementos pura servicios auxiliares. Ninguna otra riqueza como ella ha debido responder con más apremio y amplitud a las solicitaciones indeclinables de la hora: su situación dependía de la del país. Y como dijo un extranjero, ejemplar miembro del gremio ganadero: «La única manera de salvar la ganadería nacional es ganando la guerra».
El Departamento de Marina organizó una flota especial, destinada exclusivamente al transporte de las haciendas.
Para el transporte de estos elementos en la Región Oriental, fueron adquiridos camiones y automóviles, dentro de sus posibilidades, pero contó también con el concurso gratuito de los propietarios particulares del país en especial los propietarios de transportes de la Capital.
La Comisión de Talleres:
Su finalidad era proveer al Ejército y Armada Nacionales, la cantidad solicitada de artículos manufacturados. Su Director fue el Ing. Baltazar Ballario, que con un grupo de colaboradores especialistas contratados, e inclusive con muchos movilizados, pudo iniciar sus actividades en el mes de Agosto de 1932, haciendo funcionar en total 6 Curtiembres, 2 Zapaterías.7 Talabarterías, 7 Hojalaterías, una fábrica de Carpas y otra de Mantas, una fábrica de Recados y otra de Polainas, éstas en Altos y Caballero, respectivamente. Para su funcionamiento contaba con una Compañía de Obreros Militares.
Los materiales empleados en los Talleres fueron obtenidos directamente por compra, y por donaciones. Se utilizaron también los cueros de animales faenados para el Ejército y los donados por las Juntas de Campaña.
En la Memoria de la Institución se hizo especial mención a la contribución gratuita del personal docente y escolares de numerosas Instituciones de Enseñanzas, que «confeccionaban jergas, cinchas, y preparados de hilos de lana para tejidos de tricotas y otros abrigos destinados a las tropas en campaña». La reducción de los precios vigentes antes de la guerra, ha sido enorme. Sin tener en cuenta otras ventajas positivas obtenidas en el rubro de la proveeduría, hubiera sido más que suficiente para justificar la creación y la subsistencia de la Junta Nacional de Economía y Aprovisionamiento».
Por Decreto N° 44.703 del 25 de Agosto de 1932, estaba obligada a entregar las especies en la Capital al Departamento de Administración Militar, con la intervención de la Inspección de Hacienda, encargado de su remisión al Chaco.
Las Juntas de Campaña:
A raíz de la movilización general de Diciembre de 1932, se formaron espontáneamente, en todo el país, Comisiones Civiles encargadas de organizar el concurso popular a la obra de la defensa nacional. Estas Organizaciones, que adoptaron diversas denominaciones, fueron autorizadas por un Decreto del P.E. de fecha 17 de Diciembre de 1928. Y sobre esa Base la Junta Nacional de Aprovisionamiento constituyó sus Comisiones Auxiliares en todos los Departamentos, que funcionaron hasta 1929. Con la Movilización en 1932, éstas Sub-Comisiones reanudaron sus funciones, y por el Decreto N° 44.893, fueron incorporadas a la Dirección General de Economía y Abastecimiento, ampliándose sus atribuciones en sus respectivas jurisdicciones. Estas Juntas recibieron sendas Circulares, muy bien detalladas y muy bien pensadas, para ayudarlas a cumplir los fines para los cuales fueron creadas.
Caben muchas consideraciones de orden político, social, militar y económico que no es nuestro propósito hacerlas por ahora, sino sólo hacer resaltar nítidamente, donde residía la clave del milagro paraguayo, teniendo en cuenta que la guerra se sostuvo sin recurrir a empréstitos foráneos.
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LA GUERRA DEL CHACO VII
ORGANIZACIONES CIVILES Y MILITARES DE LA RETAGUARDIA (1928-1935)
Por Coronel (SR) CARLOS JOSÉ FERNANDEZ
Editorial HISTÓRICA
Revisión técnica: ALFREDO M. SEIFERHELD
Ilustraciones: ALBUM GRÁFICO. CINCUENTENARIO DE LA
GUERRA DEL CHACO. 1932-1935. Editorial EL LECTOR, 1985
Asunción – Paraguay, 1987 (175 páginas)
POSTALES DE NUESTRO PARAGUAY ETERNO
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"LA GUERRA DEL CHACO PARAGUAY - BOLIVIA, 1932-1935"
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