CONCENTRACIÓN COLORADA DE CONCEPCIÓN
EL 28 DE OCTUBRE DE 1972
DISCURSO ALFREDO STROESSNER
EL CANDIDATO DEL PARTIDO COLORADO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
POR EL PERÍODO 1973 - 1978
GENERAL DE EJÉRCITO ALFREDO STROESSNER
Se dirige al pueblo en la Gran
Concentración Colorada de Concepción
el 28 de Octubre de 1972
CUADERNOS POLÍTICOS Nº 14
Publicaciones bajo la Dirección de la
Junta de Gobierno
ASUNCION - PARAGUAY
1972 (11 páginas)
CORRELIGIONARIOS Y CORRELIGIONARIAS:
Con el fervor colorado que caracteriza a quienes militan en nuestra gloriosa nucleación política, asisto a esta gran concentración en esta culta y progresista Ciudad de Concepción, que constituye una magnífica expresión del poderío humano del Partido Colorado fundado por el gran patriota el General Bernardino Caballero, para servir a los grandes ideales de nuestro país.
Hace ocho días vibrábamos con la más intensa emoción en el acto realizado en la Ciudad de Paraguarí que marcó la iniciación de la campaña electoral del Coloradismo con miras a las elecciones del 11 de Febrero de 1973. Allí se dieron cita cincuenta mil colorados para protagonizar una histórica jornada cívica quienes honran las tradiciones democráticas del pueblo. Aquí constatamos de nuevo el mismo entusiasmo patriótico en miles y miles de corazones republicanos de la zona norteña que laten al igual que los corazones de todos los hombres y mujeres que a lo largo y a lo ancho del territorio nacional agitan el pendón de nuestro Partido, que es símbolo de fe y esperanza.
En esta Plaza de la Independencia, nombre que está lleno de sugerencias de las luchas que libró el pueblo paraguayo por su libertad, me cabe señalar que es grande la unidad del Coloradismo, grande su confianza y grande su voluntad de seguir marchando hacia adelante en la búsqueda de su felicidad.
Expreso mi entrañable emoción por la feliz circunstancia de poder compartir con todos vosotros este momento solemne en que nos hemos reunido aquí para testimoniar vuestra solidaridad con mi candidatura Presidencial, para el periodo 1973-1978, proclamada por la Honorable Convención de la Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado, en fecha reciente.
La candidatura con que el Partido me ha honrado comporta una gran responsabilidad que la he asumido, con el convencimiento de qué mi condición de Colorado y de Soldado me impone realizar los mayores esfuerzos, desplegar las máximas energías y consagrar toda mi voluntad para forjar el engrandecimiento Patrio, que es una empresa que no admite deserciones. Es que los deberes patrióticos predominan sobre cualquier otro interés; es que edificar el progreso nacional es la primera obligación de todo buen ciudadano que sienta en su conciencia el imperativo del trabajo con sentido social. Siempre he sostenido que la política verdadera sólo se concibe como ideal y como acción de trabajo.
El Coloradismo es una fuerza política democrática y mayoritaria con una acendrada vocación de servicio. Desde su fundación ha asumido el compromiso de defender la soberanía de la Nación, los intereses superiores de la sociedad y las gloriosas tradiciones de la raza. Está en el Poder por voluntad del pueblo que reconoce sus virtudes y en él deposita su confianza y su destino.
Siempre se mantuvo firme en el sendero del progreso. Por eso sus miles de afiliados, hombres y mujeres, trabajan para engrandecer las Instituciones Republicanas, bajo el imperio de la Constitución y de las Leyes.
En todas las oportunidades propicias me acerco al pueblo para auscultar sus pensamientos y enterarme de sus esperanzas, sus necesidades y sus nobles ideales de paz. Esa paz es parte integrante de nuestro proceso político, de nuestro desarrollo y de nuestro progreso. El libre juego democrático que practicamos constituye una garantía de supervivencia para la democracia paraguaya, desde el momento que la Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado, nació a la vida pública para hacerse cargo de la defensa activa de los fueros de la nacionalidad y del honor de la Nación.
En nuestras mentes no cabe el desánimo ni el pesimismo. Mi Gobierno tiene el orgullo de proclamar que no reconoce más fuente del Derecho que la voluntad popular, expresada para movilizar a las masas hacia el cumplimiento de los 'fines superiores de las sociedades civilizadas.
Es propicia la oportunidad para señalar que tenga presente la legítima aspiración de los concepcioneros colorados en el sentido de la promoción del desarrollo de esta rica zona norteña, para la que está ampliamente dotada. En todas las ocasiones, conversaciones y contactos mantenidos con vosotros, ya sea en mi despacho del Palacio de loa López como en diversas circunstancias, ha sido patente la preocupación que embarga vuestro espíritu en tal sentido a través de la ejecución de obras de progreso, contando con factores propicios, como ser la ganadería, la agricultura y la industria.
Estoy firmemente convencido que con el impulso que hemos dado a la industria de Cemento de Valle-mi, con la ampliación de sus maquinarias y las obras camineras ya terminadas y las que están en proyecto, habremos de transformar este Departamento en un hito luminoso que jalona el desarrollo del Paraguay en el orden material y espiritual y que está abarcando todo el país, hasta los últimos rincones de su territorio.
Las obras que hemos realizado y las que nos proponemos realizar en el futuro, consisten en palpables demostraciones de capacidad. No resulta extraño que los negadores de tales realidades sólo ofrezcan a la consideración de la ciudadanía meras ilusiones atractivas, teorías seductoras, fabricadas para engañara a las masas, con vistas a obtener votos en las elecciones. Las promesas incumplidas llenan el calendario de muchos supuestos dirigentes, que en el pasado se reducían a promocionar resonantes plataformas que poco después quedaban en la nada.
La finalidad de mis frecuentes visitas a Ciudades y pueblos del interior del país, hoy como ayer, es formar conciencia y sumar voluntades para nuevos emprendimientos espirituales y materiales que habrán de jalonar los planes destinados a encontrar para la Nación soluciones a nuestras necesidades.
Estoy convencido de que en las próximas elecciones generales que se realizaran en toda la República, el 11 de Febrero de 1973 marcarán para el Partido Colorado un nuevo hitop en el camino hacia el porvenir de grandeza y felicidad, que es nuestra meta suprema. El veredicto comicial ratificará, sin duda, un resultado abrumadoramente favorable para el Partido Colorado y para nuestro programa de Gobierno y confirmará la calificación del Partido mayoritario que nuestra Asociación de hombres libres ostenta en virtud de su gravitación en los destinos nacionales.
La Nación entera tendrá así nuevamente un fuerte respaldo para sus intereses superiores, que en la hora que vivimos reclama una constante adaptación a los avances de la ciencia y de la técnica. Para ello debemos capacitarnos cada día y prepararnos con renovados bríos para estar a la altura de nuestra responsabilidad desde el Gobierno, en los años venideros.
Para un desarrollo cada vez mayor, necesitamos esfuerzos cada vez más intensos, en todos los campos de la actividades constructivas, tanto colectivas como individuales. El Paraguay dispone de una inmensa riqueza aún inexplotada, que sólo espera la iniciativa y el emprendimiento del hombre para rendir sus mejores frutos.
Mi gobierno ha abierto y seguirá abriendo amplias posibilidades para la inversión de capitales nacionales y extranjeros que redituarán sus beneficios, con la garantía de las Leyes, la paz y el orden reinantes en nuestra Patria.
Estamos en condiciones de incorporar a nuestros métodos agrícolas, ganaderos y forestales, las nuevas pautas tecnológicas que les hagan más rendidores y contamos con materias primas suficientes como para ir escalonando para tender al mejoramiento de nuestras industrias ya establecidas y creando otras en el futuro, con miras de un amplio aprovechamiento que nos ofrece la paz que vive la República y la existencia de Leyes modernas que protegen tanto al empresario como al obrero, dentro del libre juego de la actividad del Estado y de la participación de la empresa privada.
Estamos venciendo a los factores negativos que gravitaban para obstaculizar nuestro desarrollo, como la situación mediterránea y la creencia en la fatalidad de nuestro adverso destino estancado por la ineptitud de muchos gobiernos del pasado, que carecieran de fe en el hombre paraguayo.
Mi Gobierno realiza su aparte positivo en escuelas, viviendas, caminos, puentes, energía eléctrica, códigos modernos, fundación de poblaciones, establecimientos de colonias agrícolas y adjudicación de tierras laborables, con hospitales y sanatorios para el cuidado de la salud del pueblo, con sus contribuciones efectivas para dotar a la República de nuevas plantas industrializadoras de materias primas nacionales, con tangibles progresos en la capacitación de la juventud en el campo de la ciencia y la cultura.
Por su parte, la empresa privada debe extender sus preocupaciones al área social, creando y estimulando una nueva mentalidad entre los ejecutivos y subordinados para promover una mayor sensibilidad social comprendiendo que no deben esperar todo del Estado.
Nuestro patriotismo nos permitirá seguir trabajando sin pausa por el engrandecimiento nacional y por el creciente bienestar de todo el pueblo. Las obras para el desarrollo serán realizadas para el usufructo de la población.
Entre esos proyectos ya está en su comienzo de ejecución el camino que unirá Concepción con la Ruta Transchaco que adquiere señalada importancia, cuya concreción es un anhelo legitimo de los concepcioneros alentados por las repercusiones altamente positivas que tendrá esa realización en las actividades económicas de esta rica zona norteña y que se traducirá en la incrementación de su comercio, facilidad para llegar por ese camino hasta la Capital de la República con los productos de este Departamento, incentivación del intercambio entre esta región y las demás ciudades y pueblos de nuestro país. De indudable gravitación para el adelanto de esta zona, es la Ruta 5 “General Bernardino Caballero” porque facilita el intercambio comercial con Pedro Juan caballero, Punta Porá y Bella Vista, que así se convierten en mercados importantes para Concepción.
Para el mejoramiento de la Rutas trabajan Unidades de la Fuerzas Armadas de la Nación y es de justicia dejar constancia de su permanente empeño y dedicación, y que a mas de tener que cumplir con la misión de velar, por el mantenimiento de la paz y seguridad de nuestra Patria, prestan su valiosa colaboración con su acción cívica.
Evoco con emoción de combatiente de la Guerra del Chaco el papel relevante que le cupo cumplir a esta Ciudad en los años de ardua y heroica lucha de 1932 a 1935, en defensa de nuestra integridad moral y territorial. Desde aquí partían hacia el escenario de las gloriosas batallas gruesos contingentes humanos que iban a sumarse a nuestros soldados que acudieron con prestancia y valor al llamado de la Patria. De aquí se dirigían hacia los lugares donde se requerían urgente auxilio de médicos y enfermeras, así como provisiones imprescindibles reclamadas para una acción más efectiva de nuestras tropas. Los hombres y mujeres de este Departamento supieron cumplir las obligaciones supremas del nacionalismo en las dramáticas horas de dura prueba para el destino del Paraguay, poniendo su abnegación y sus desvelos a la altura de los sacrificios realizados por todo el pueblo con amor a su Bandera y genuina vocación patriótica. De aquí salieron los refuerzos humanos y los recursos destinados a la provisión incesante de víveres y municiones para impedir que el baluarte de Nanawa cayese en manos enemigas que en vano lanzo oleadas de combatiente al asalto, encontrando siempre firmes a sus defensores heroicos, que brindaron a la Historia una brillante pagina para ejemplo de la presentes y futuras generaciones.
CORRELIGIONARIOS Y CORRELIGIONARIAS:
Afirmamos que el pensamiento y la voluntad de coloradismo se hallan en función del presente, reverenciando nuestro pasado de glorias y enfrentando el desafío histórico que representa el porvenir. La suma total de nuestras energías es la causa de nuestro progreso actual y será la palanca de nuevas conquistas para la Nación, en la etapa que se abrirá con el inicio de un nuevo período Constitucional para la República del Paraguay.
Las elecciones de Febrero de 1973 serán otra histórica jornada cívica de la que saldrá fortificada nuestra democracia y enaltecida nuestra paz, con cuya vigencia imperturbable la ciudadanía encuentra firme garantía para concurrir a las urnas, en un ambiente de paz y respeto.
Estoy seguro de que todos los colorados de la República, hombres y mujeres, con el corazón henchido de esperanza y amor a la Patria, con la mística nacionalista que nos dejo como herencia gloriosa el General Bernardino Caballero, con esa conciencia cívica ejemplar de una Partido nacido para honrar por siempre los símbolos nacionales, dejarán una vez más testimoniado en el veredicto popular inapelable el poderío humano y espiritual de nuestra gran Asociación Política, como un pronunciamiento categórico para que nuestra paz continúe inconmovible y nuestro progreso avance sin interferencias.
CORRELIGIONARIOS Y CORRELIGIONARIAS:
Les agradezco con la expresión más pura de mi afecto y de mi simpatía, con la leal fraternidad que nos distingue a todos los colorados, la presencia, los aplausos y los vítores con que me honran e imprimen más energía a mi espíritu para seguir consagrando mi vida, mi pensamiento y mi acción a la noble causa del Paraguay erguido con firmeza en el sendero de la paz, la libertad y la justicia social.