LABRIEGO , UN OCASO , TUS OJOS: LA NOCHE , VIAJERA ,
YO QUIERO LIBERTAD , … Y SI ME VOY UN DÍA ,
… ENCONTRARTE , YA NO ES OTOÑO , VEN AMOR
Poesías de BLAS PETRONIO VEGA BAREIRO
LABRIEGO
¿Qué es esto, labriego,
que veo en tus manos?
Parecen los surcos
que hace el arado.
-Es cierto; son surcos
que hablan de historias,
de viejos recuerdos,
de penas sin gloria.
En ellos reviven
con frescos matices
las duras faenas,
los días felices.
Recuerdo que un día
llegué a estas tierras
con todos los míos;
labré mi parcela.
Mis manos abrieron
el suelo fecundo;
echaron semillas,
sembraron el mundo.
En tórridos meses
el sol me abrasaba;
y el crudo invierno,
la piel me cortaba.
Espinas y piedras
mis manos abrieron;
praderas y montes
mis brazos batieron.
También fui soldado
en rudas jornadas:
luché en cien batallas
ya no recordadas.
Así, como un vuelo
mis años pasaron,
y hoy sólo anhelo
la paz de un collado.
Labraron la tierra
mis manos con un arado,
y en tiempos de guerra,
también fui soldado.
Asunción, 13 de mayo de 1956.
UN OCASO
La postrera lux moría ...
ya la luna su luciente
faz mostraba en el Oriente
con un lánguido fulgor;
mientras tanto, en el ocaso,
en mortajas se envolvía
la muriente luz del día
con un débil resplandor.
Poco a poco el horizonte
rojo vivo fue pintando,
como herido, fue sangrando,
y por último expiró,
y la luna, en tanto, arriba,
aureolada en su belleza,
con su encanto de princesa
mis pesares disipó.
Dedicatoria, a don Romualdo Alarcón Martínez,
afectuosamente, Blas P. Vega B.
TUS OJOS: LA NOCHE
Blas P. Vega B.
Mayo - 1960
El autor, al poeta
don Romualdo Alarcón Martínez
Como dos uvas negras maduras y brillantes,
como dos asombradas noches de vorágine,
así eran tus ojos.
Y, yo nunca reparé en ellos,
porque nunca en mí se fijaron
y me hipnotizaron
como aquella vez.
Pero cuando mi alma se sintió inundada
por su resplandor,
cuando mi mirada se sintió apresada
y quedó enferma de fascinación,
tus ojos hablaban ...
¡Mentira! no hablaban ...
¡Tus ojos gritaban!
y fui trastornado
por los oleajes de tu corazón.
Esos ojos tuyos, tan negros y hermosos,
esos ojos tuyos que fingen la noche,
noche tropical,
en esos tus ojos
había una imagen de melancolía,
y de ellos tu alma en torrente de luces
yo vi que salía,
y en ese torrente tan dulce
fui náufrago,
y me fui sumergiendo,
me fui sumergiendo en su noche fatal.
VIAJERA
Galardonada con el primer premio en poesía
en el concurso literario organizado por la
Academia Literaria de Colegios Nacionales.
Allí pasa una muchacha
hermosa como una rosa;
parece una mariposa
con fragancia de jazmín;
envuelta en tenue velo,
con caminar cadencioso,
con un mirar misterioso
que se pierde en el confín.
Allí pasa; pareciera
suspendida de la luna,
que bogase por alguna
gran laguna de cristal;
toda blanca, vaporosa,
va flotando suavemente
como imagen transparente
de mi sueño en el umbral.
Atrevime a preguntarle:
-Di, viajera, ¿te has perdido,
¿vas en pos de un ser querido
o buscando una ilusión?
Respondiome: -Mancebo amado,
en verdad que soy viajera,
yo navego por la esfera
celestial del corazón.
Cuando danzan los fantasmas
en las noches transparentes
a la orilla de las fuentes
con los duendes en redor,
yo deambulo por el éter
en astral alumbramiento
preguntando al pensamiento
dónde está mi ansiado amor.
-Di, viajera, ¿dónde moras,
es tu vida de un momento,
o qué mágico portento
si es eterna, te da luz?
-Hijo amado: ¡soy tu aliento
y el amor mi vida mece,
y el amor nunca perece
aunque duerma en una cruz.
YO QUIERO LIBERTAD
Quisiera ver las playas
remotas del planeta;
quisiera las lejanas
comarcas conocer;
perderme entre los bosques
poblados por espíritus;
quisiera ver el fondo
del mar resplandecer.
Quisiera que me arrastren
sobre su blanca espuma
las olas agitadas
en rítmicos vaivén,
para llegar al cabo
a la soñada costa
desierta y misteriosa
de algún preciado Edén.
Quisiera andar sin rumbo,
siguiendo a las estrellas,
en un país sin nombre,
tal vez en otra edad,
para vivir salvaje,
saltando entre peñascos,
con hachas y con lanzas
de piedra sin tallar.
Quisiera de las selvas
beber oculto genio,
quisiera su callado
lamento interpretar;
quisiera convertirme
del viento en una ráfaga
y allá en las altas copas
lloroso susurrar.
Quisiera ser un rayo
de sol que inunde claro
el fondo del océano
la negra inmensidad,
para indagar de siglos
y siglos los misterios,
que acaso encuentre el signo
de la posteridad.
... Y SI ME VOY UN DIA
(Porque un día tendré que irme)
llevaré el perfume
de tu corazón en mi alma,
y esa luz de tus ojos,
y esa dulzura de tus labios,
y desde el más recóndito rincón del Universo
te seguiré contemplando,
aguardándote,
hablándote aunque tú no me escuches,
auscultando los sonidos de tu alma,
tus más secretas vibraciones,
amándote con más ternura y con más fuerza
que cuando percibías mis palabras ...
Bs. As., 8-VII-1984
...ENCONTRARTE
¡Qué fácil es crear un mundo nuevo!
un mundo aparte,
un mundo extraño,
un mundo nuestro ...
Suficiente con abrazarte,
sentir tu aliento en mi aliento,
acariciarte callado,
mirar muy hondo en tus ojos,
ceñir tu cuerpo apretado,
besar tu pelo incitante,
y escuchar el golpeteo
de tu corazón en mi pecho ... ¡
Tan fácil crear un. mundo
para los dos solamente!
Lo que sospecho es, que se me hizo
ya tarde para encontrarte ...
Bs. As., 25-IX-84
YA NO ES OTOÑO
En el prado silente del alma solitaria ...
Donde pacen las ansias en íntimo retiro ...
El sol se decolora por velo de tristeza,
y arrúllame el sosiego de céfiro tranquilo.
Pero la cuerda del arco aunque quieta está tensa,
y es el ave inocente presagio de connubio,
florecen las violetas en el balcón cerrado
y vuelan mariposas sobre los campos mustios.
Así el alma tranquila turbándose de pronto
percibió en lo callado de su cielo inmutable
un aleteo leve con profecías de éxtasis,
y en su horizonte blanco, sonrojos pasionales.
Ya besa un aura amante la faz del campo mustio,
y toda la Natura de flores está llena ...
El campo mustio vuelve su túnica de otoño
en cálida aureola, rubor de primavera.
VEN, AMOR
¡Qué dulcísima opresión!
Y, ha que no sabes el origen de esta dicha.
Qué dulcísima opresión aflige a mi alma,
la causa: tu corazón.
Ya sentí cuando te vi la vez primera,
me inundaste de ilusión.
La ternura torrencial de tu mirada,
doblegó mi corazón.
Es inútil que pretendas resistirte,
me subyugas más y más. .
Me desvivo por tus besos y caricias.
¡Alma mía!, ¿dónde estás?
El sosiego y la sonrisa en estos labios
sólo tú devolverás,
¿Es posible que te quiera de este modo?
¡Ven, amor, no puedo más!
Fuente:
EL PARMASO GUAIREÑO
Obra de ROMUALDO ALARCÓN MARTÍNEZ
Ediciones INTENTO.
Asunción – Paraguay
1987 (1ª edición – 407 páginas)
![](https://www.portalguarani.com/userfiles/images/Romualdo Alarcon Martinez/romualdo alarcon martinez el parnaso guaireno tp.jpg)
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ENLACE A DOCUMENTO RELACIONADO:
ANTOLOGÍA DE LA
LITERATURA PARAGUAYA
Editorial El Lector,
Asunción-Paraguay 2004
Edición digital:
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IMÁGENES DE NUESTRO HERMOSO PARAGUAY
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Fotografía de FERNANDO ALLEN